volver al índice del Democracia Obrera Nº 46


Posición de la FLTI ante el acuerdo programático entre EEK de Grecia y el DIP de Turquía, del 14/05/2010

 1) En la declaración conjunta, el EEK de Grecia y el DIP de Turquía hablan de solidaridad entre la clase obrera griega y turca, cuando lo que se necesita es mucho más que eso: lo que se necesita es un combate revolucionario común. Y esto es lo lamentable de la declaración común del EEK y del DIP de Turquía. Ellos quieren sustituir este combate con una declaración conjunta que lamentablemente no es para llamar a este combate centralizado de la clase obrera europea contra la guerra centralizada que le han declarado los banqueros imperialistas y sus gobiernos al proletariado.

2) En esa declaración, el EEK y el DIP plantean que «Papandreu prometía en noviembre pasado una plataforma que no planteaba hacer el ajuste, y que ahora se ha dado vuelta y atacado a la clase obrera griega». Decirle esto a la clase obrera griega es decirle que Papandreu era de las filas de los explotados y que ahora se dio vuelta. Mentira, él vino con su partido socialimperialsita a salvar al régimen infame de la Grecia imperialista y a apagar el fuego de la revolución que la amenazaba, y para impedir que caiga con el combate en las calles, el asesino Karamanlis.
Contra lo que dice el EEK y el DIP de Turquía, los trotskistas de la FLTI debemos afirmar que los que se dieron vuelta son las direcciones obreras, que llamaron a detener la acción extraparlamentaria de masas y los combates revolucionarios de la clase obrera griega del 2008. Todos entraron de forma vergonzosa a la trampa electoral y para nada denunciaron a Papandreu en las elecciones que éste iba a hacer el plan de Karamanlis multiplicado por mil. Desarmaron a la clase obrera para lo que venía.
Por eso, todos apoyaron abiertamente las elecciones anticipadas y a esa gran mentira e infamia que se llamó Papandreu, que impuso la Goldman Sachs y sus socios los explotadores griegos para legitimar un gobierno que hoy ataca salvajemente a la clase obrera griega.

3) La declaración conjunta de estos grupos que se reivindican trotskistas de Grecia y de Turquía plantea con justa razón que «Papandreu y Erdogan, el jefe de los explotadores turcos, son hermanos de armas enemigos del pueblo trabajador». Correctamente, denuncian la falsa hostilidad creada por la burguesía de ambos países que hoy se unen para atacar a los explotados de una y otra nación. La declaración reivindica las 5 huelgas generales de Grecia, como los duros combates en las calles del primero de mayo en Turquía.
Pero esta declaración, que plantea desmantelar las bases militares de la OTAN en Grecia y Turquía, que llama a derrotar al imperialismo norteamericano y europeo, que llama a la «federación socialista en los Balcanes» y a los estados socialistas europeos, y que llama a luchar «por el poder obrero para que la crisis la paguen los capitalistas con un programa socialista», se niega, insistimos, esta declaración se niega a llamar a la tarea más inmediata para comenzar a conquistar todos esos objetivos, que no es otra que impulsar una acción independiente de masas, que pueda hoy definir de forma contundente y en las calles la derrota de los gobiernos asesinos de Papandreu y Erdogan.
¿Cómo creer tantas palabras de «socialismo» y «revolución» si ni siquiera se animan a plantear que las masas deben derrotar en las calles ya a Papandreu y a Erdogan? ¿Cómo creer que se está por el gobierno obrero y la revolución socialista si no planteamos el derrocamiento revolucionario del gobierno de Papandreu, después de 5 huelgas generales? ¿Cómo creer a los que hablan de solidaridad de clase y de estados unidos socialistas de Europa si callan que el único camino para triunfar en Grecia es el que están recorriendo ya las masas de Kirguistán contra el 200% de aumento de carestía de la vida? Este es el camino insurreccional con el que se iniciaron las  revoluciones Argentina en el 2001 con la caída de De La Rúa y en el 2003 la revolución boliviana con las masas de ese país que derrotaron al gobierno de Goni al grito de «Fusil, Metralla, Bolivia no se calla!»? Esto es lo que necesitan las masas en Grecia para darle un golpe decisivo al régimen imperialista griego-norteamericano.
Ver a toda la burguesía mundial hablar de la analogía entre Grecia y Argentina, y al EEK negarse a plantear la consigna de «que se vayan todos, que no quede ni uno solo» en Grecia, es un indicio que sus socios de Argentina hace rato abandonaron ya ese combate y están, y estuvieron, por que vuelvan todos.
El EEK y el DIP de Turquía tienen entonces una alternativa de hierro: tras los pasos de sus aliados del PO de Argentina, o tras el programa de la IV Internacional y de la revolución permanente contra la «contrarrevolución permanente del capital».

4) Y esta es la cuestión central que planteamos desde la FLTI. Denunciamos a las corrientes que en nombre del trotskismo plantean un programa máximo para las calendas griegas, un llamado «a la revolución y al poder obrero» no se sabe para cuándo ni cómo, pero se niegan a plantear que el objetivo inmediato de los obreros griegos, turcos y de toda Europa es derrocar a sus gobiernos imperialistas para conquistar las mejores condiciones para conseguir pan, mantener el trabajo y las conquistas; para derrotar a la OTAN, y para disolver esa cueva de bandidos que es la unión europea y Maastricht. Es decir: socialismo para los días de fiesta o en declaraciones de «solidaridad», pero todos los días se niegan a poner en pie un programa revolucionario a la altura de lo que ya conquistaron las masas con su acción. Éstas ya conquistaron 5 huelgas generales. ¡¿Qué esperan para llamar a la milicia obrera?! ¡¿Qué esperan para llamar a la insurrección para tirar a Papandreu?! ¡¿Qué esperan para llamar a un congreso obrero de todas las masas obreras en lucha de Europa?! Es decir, a poner en pie los consejos de obreros de campesinos y soldados armados para que se imponga una insurrección victoriosa, único camino para parar el ataque actual de los capitalistas.
¿Solidaridad? Solidaridad hoy es preparar y organizar la huelga general continental. Esa es solidaridad de clase en Europa. Ese es el camino para comenzar la revolución que conquiste el poder obrero, destruya Maastricht y abra el camino a los estados unidos socialistas de Europa.
¿Y para qué hablan tanto de «socialismo» si después de 5 huelgas generales «no hay condiciones para tirar abajo a Papandreu» como el EEK afirma? Esto es el peor de los cretinismos sindicalistas, porque se le está diciendo a la clase obrera que puede conseguir triunfos económicos sin triunfos políticos contra el enemigo de clase.
Porque por ahora «no hay condiciones para tirar a Papandreu» afirman. Por ello callan esta consigna y demanda tan inmediata, «mínima» e imprescindible para ponerle el pie en el pecho a al burguesía y que la clase obrera pase a la  ofensiva, que es ¡Abajo los gobiernos que comandan el ataque contra los explotados! ¡Gobierno que ataca, gobierno que cae tirado por las masas en las calles! ¡Eso fue la insurrección victoriosa de Portugal en los ’70, eso fue el mayo francés!! Todo lo demás es verso reformista de los renegados del trotskismo de los ’80 y los ’90.
Desde la FLTI, con Trotsky afirmamos que las condiciones se conquistan, y que después de 5 huelgas generales en Grecia sobran condiciones para poner en pie un estado mayor revolucionario para poner en pie los soviets y la milicia obrera, que como en Kirguistán no deje piedra sobre piedra del régimen asesino griego.

5) Por ello, los que llaman a «disolver la OTAN y a conquistar el poder obrero» se niegan a levantar la demanda de «por comités de soldados en Grecia y Turquía» para dar vuelta el fusil contra la oficialidad griega y turca, asesina de sus propios pueblos, y que a cada paso han azuzado el odio nacional entre las clases obreras de los distintos países.
Los que hablan de unidad y solidaridad de la clase obrera griega y turca se niegan a plantear un congreso continental de organizaciones obreras ya en Grecia para centralizar el combate contra la guerra que largaron los explotadores. Ni siquiera llaman a un congreso común de las organizaciones obreras de Grecia y Turquía. ¿De qué sirven frases bonitas de solidaridad, pero ningún curso de acción para transformar las huelgas generales de Grecia y los combates en las calles de la clase obrera turca en el punto de avanzada que incendie París, Roma, Lisboa y Moscú?

6) El EEK y el DIP de Turquía son camaradas de armas del bando de la clase obrera. De ello no hay duda. Pero Papandreu y Erdogan son camaradas de armas de las clases enemigas, que están buscando y conquistando las condiciones para aplastar al proletariado. La declaración del EEK y el DIP no denuncia que no son tan sólo Papandreu y Erdogan los camaradas de armas de las clases enemigas. Esa declaración silencia que Papandreu y Erdogan son un comando y camaradas de armas junto a la Merkel, Sarkozy, Obama, Zapatero y el asesino Putin.
Lamentablemente el EEK y el DIP de Turquía no son camaradas de armas que se propongan en las próximas huelgas generales unir a toda la clase obrera europea, centralizar un comando único de lucha para centralizar la guerra de clases de los explotados contra los explotadores de toda Europa y a nivel internacional. Es más, ni siquiera tienen la valentía en su declaración de plantear: «¡Abajo Papandreu y el chacal de Erdogan, asesinos y hambreadores de sus clases obreras!» ¿Cómo se puede silenciar el único camino a la revolución hoy, hablar de ella y atreverse a hacerlo en nombre de la IV Internacional?
Ambos, el EEK y el DIP de Turquía saben que Papandreu y Erdogan son asesinos. Llaman a luchar por un partido mundial de la clase obrera, mientras callan que a estos asesinos de Papandreu y Erdogan, a sus bandas fascistas y su soldadesca asesina que a ellos mismos los ataca, les quema sus locales, etc., hay que oponerle la puesta en pie de la milicia obrera y los comités de soldados que desobedezcan a sus oficiales asesinos. Parece mentira que el EEK y el DIP llamen a hacer una revolución y a luchar por los estados unidos socialistas de Europa, y lo hagan en nombre del trotskismo, negándose a luchar por una milicia obrera y por romper al ejército de forma horizontal, llamando a los soldados rasos a desobedecer a sus oficiales.
Es que tantos años de ser la izquierda de Maastricht y de esa cueva de bandidos del parlamento europeo, que ya se han olvidado del programa de acción para que se ponga de pie el proletariado y comience la revolución en Grecia, en Turquía y en toda Europa.
No nos extraña. Sus grupos y partidos latinoamericanos llamaron a apoyar a Morales en Bolivia, que asesina a obreros y campesinos, y ayer llamaron a apoyar al Coronel Gutierrez en Ecuador, que fuera derrotado por las masas en las calles. Por ello, se han olvidado la consigna revolucionaria que levantaron espontáneamente las masas revolucionarias en Argentina, y que toda la burguesía europea tiembla para que no suenen en la calles de Atenas, Madrid, Paris o Londres, de «¡Que se vayan todos, que no quede ni uno solo!», puesto que el programa de todos los reformistas es que se queden los laboristas y los socialistas (a los que siempre llaman a votar en las elecciones al parlamento europeo), a quienes siempre hay que presionar para que paren el ajuste, ahora haciendo partidos «anticapitalistas».
Mucho más se han olvidado y han guardado bajo 7 llaves las «internacionales» de las tendencias que llamaron a votar al frente popular de Morales en Bolivia. Por supuesto que escondieron para Grecia la consigna de «¡Fusil, Metralla, Bolivia no se calla!», que muy bien podríamos transformar en «Grecia no se calla». ¡Eso es lo que necesita Grecia, España, Portugal y toda Europa hoy! Porque eso es lo que demostró los levantamientos revolucionarios de Madagascar y Kirguistán: que sin las armas, sin desarmar a la policía, sin romper el ejército, es decir sin revolución no hay pan ni hay vida para la clase obrera.
Es que los obreros europeos porque su dirección los somete a los burgueses «progresistas» o al frente popular, padecerán como los obreros bolivianos en la Media Luna, el fascismo.
Fascismo naciente en Grecia que ataca a cuenta del gran capital los locales del EEK, impulsado y financiado por las mismas transnacionales que comandaba ayer Karamanlis y hoy Papandreu.

7) El EEK de Grecia y el DIP de Turquía están envueltos en enormes acontecimientos revolucionarios de las masas, pero también contrarrevolucionarios contra ellas. Hablan en nombre del trotskismo y de la IV Internacional. Si es así, tienen la obligación de plantearle a la clase obrera griega y europea el camino a la victoria. Sino, ¡dejen de hablar en nombre de la IV Internacional!
Sabemos las diferencias que tenemos. Pero pese a ello, desde la FLTI no hemos dudado ni un instante en solidarizarnos con el EEK y con toda organización obrera atacada por las bandas fascistas en Grecia.
Estamos en una discusión y un debate de cara a las masas revolucionarias de Grecia y del mundo con el EEK. Ellos tienen la obligación de impedir, si hablan en nombre de la revolución proletaria, que la clase obrera griega sea arrastrada a 5 ó 10 huelgas generales que agoten todas sus energías revolucionarias en luchas económicas impotentes. Las condiciones para la revolución las abre una lucha decisiva del proletariado derrocando en las calles a Papandreu, y coordinando de forma inmediata con la clase obrera española, portuguesa, rumana y europea, comenzando por un llamamiento a las masas insurrectas de Kirguistán que marcan el camino para combatir en toda Europa. Poniéndose de pie junto a las masacradas masas de Chechenias asesinadas por el ejército blanco de Putin, podrá la clase obrera griega coordinar su acción con la huelga general que se prepara en Rumania y con las marchas de la clase obrera rusa en 50 ciudades de ese país.
Es que no se puede hablar de los «estados unidos socialistas de Europa» afirmando que este continente termina en Berlín. La consigna de los estados unidos socialistas de Europa es inseparable de la lucha por la restauración de la dictadura del proletariado bajo formas revolucionarias en los ex estados obreros de la URSS y del este europeo que entregara la lacra de la burocracia stalinista, hoy devenida en burguesía rapaz y socia menor del imperialismo. No se puede hablar en nombre de la IV Internacional y silenciar a la lacra stalinista que entregó los ex estados obreros del este, deviniendo ella en nueva burguesía.
El EEK y el DIP sacaron un comunicado común. En él se perdieron la oportunidad de llamar a las organizaciones obreras que ellos dirigen e influencian, como así también a todas las organizaciones obreras europeas a un congreso obrero continental en Grecia para coordinar y centralizar el combate. Podrían perfectamente llevar la moción a toda organización de lucha de Grecia y de Europa de que la próxima huelga preparada con comités de fábrica, asamblea, piquete y milicia obrera, se ponga de pie y no termine hasta que caiga Papandreu. 
Ambos grupos tienen la posibilidad en sus manos de hacer ese llamamiento a toda la clase obrera europea y mundial. No sólo tienen la posibilidad, sino también la obligación de hacerlo, si siguen hablando en nombre del trotskismo y de la IV Internacional. Nosotros, desde la FLTI, a no dudarlo, seríamos los primeros en impulsar este llamamiento.

8) La alternativa es clara: reforma o revolución. Sin  revolución no hay pan. Sin milicia obrera, soviets o consejos obreros, sin abrir el camino a la insurrección, no se puede ni soñar en comenzar a parar el ataque y ganar el combate contra los explotadores.
El gran capital ha centralizado sus fuerzas, y está conquistando las condiciones para derrotar a la clase obrera. Condiciones que el capital financiero no tenía hace un año atrás, y por todos los medios, inclusive falsificando los balances, intentó retrasar este ataque decisivo contra el proletariado.
Los explotadores buscan las condiciones y las conquistan, sobre todo comprando a una minoría de las capas altas del proletariado para que estos traicionen desde adentro su combate.
Como planteaba Trotsky contra el stalinismo: Sólo luchando por la revolución socialista TODOS LOS DÍAS podrá el proletariado aquí y allá como subproducto de esa lucha rescatar tal o cual conquista para las masas.
Por eso desde la FLTI gritamos ¡Fuera Papandreu y Erdogan, asesinos y represores de las masas griegas y turcas! ¡Abajo sus castas de oficiales asesinas y sus parlamentos de bandidos explotadores del pueblo!
¡Abajo la V República imperialista francesa y los gobiernos imperialistas asesinos y genocidas de Bélgica y Holanda, masacradores y genocidas de la clase obrera africana! ¡Fuera la monarquía española, socia de EE.UU. en el saqueo y la rapiña de América Latina y el régimen tacherista inglés, asesinos y saqueadores de los pueblos oprimidos de África, Asia y América Latina!
¡Fuera el carnicero Putin, asesino de los pueblos de la Gran Rusia, socio de los yanquis y de la Basf alemana de la explotación del os pueblos de Eurasia y de la masacre yanqui en Afganistán!
¡Fuera el FMI y el Bundesbank, explotadores y saqueadores de los pueblos oprimidos del este, de todos los Balcanes, donde no titubearon en masacrar como en Bosnia y en Serbia con el carnicero Milosevic y la OTAN, y con las iglesias y la vieja burocracia stalinista devenida en burguesía para entregar como maquiladora barata todos los estados del este europeo para la Europa del Bundesbank y el FMI de los yanquis!
Desde la Grecia sublevada, desde las estepas rusas hasta Lisboa: ¡Que se una la clase obrera! Para parar el ataque ¡QUE EMPIECE LA REVOLUCIÓN!

Secretariado de Coordinación Internacional de la FLTI 

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