volver al índice del Democracia Obrera Nº 45 Metro de Madrid La burocracia y las direcciones reformistas llevaron a la derrota la heroica lucha de la base obrera
Los trabajadores del Metro de Madrid junto a los trabajadores de Grecia, Italia y Francia son parte de la vanguardia que enfrenta a los gobiernos europeos, quienes para intentar salir de la crisis económica en la que se encuentran -luego que estos estados imperialistas pusieran miles y miles de millones de euros para rescatar a sus bancos- se la quieren hacer pagar a la clase obrera con rebajas salariales, recortes en las jubilaciones, suspensiones, despidos y cierres de fábricas. Pero los burócratas entregadores y las direcciones reformistas levantaron la lucha del Metro diciéndoles a los obreros "No podemos quitar la ley porque no somos elegidos, lo haremos cuando corresponda, en las elecciones regionales". De esta forma le impusieron a los 7.600 obreros, una baja de 20 euros mensuales sobre un salario de 2.000. Pero lo más trágico es el veneno reformista vertido sobre el conjunto del movimiento obrero, a quien las direcciones reformistas y los burócratas sindicales, quienes afirman que la solución para enfrentar el ataque del PSOE y el PP se va a conquistar vía las elecciones. Cualquier similitud con lo que acontece en Argentina no es pura coincidencia, ya que la izquierda reformista ya lo hizo y lo vuelve a hacer diciéndole a los trabajadores del Subte que firmando la “paz social”,que “presionando” al Ministerio de Trabajo, a la justicia patronal y presentándose en las elecciones de la CTA se puede conquistar el “Sindicato Independiente”. Y no es para menos, ya que a Roberto “Beto” Pianelli, máximo dirigente de la ATGyP-Subte no le tiembla el pulso para conformar la directiva de la Federación de Trabajadores de la Industria y Afines (FETIA) de la CTA, junto a los burócratas Pedro Wasiejko (Secretario General del SUTNA y adjunto de la CTA) y a Victorio Paulon, Secretario Gremial de la CTA (ex-UOM VIlla Constitución), Claudio Marin de FOETRA, entre otros burócratas sindicales. La lucha de los trabajadores del Metro se podía haber transformado en el comienzo de la respuesta contra el plan de ajuste del gobierno y la corona española. Pero los obreros, que hicieron de todo para triunfar, quedaron aislados; tuvieron que lidiar con las traiciones de los burócratas y con la política de toda la izquierda reformista que se reunieron en la “Cumbre de los Pueblos en Madrid” para “luchar” por una “Europa social” y una “Unión Europea fuerte” y llaman a una huelga general en España recién para el… ¡29 de septiembre!, es decir, para cuando los gobiernos europeos terminen de pasar todo el ataque a la clase obrera. De esta manera cercaron a los obreros españoles, al igual que en Grecia donde los trabajadores ya protagonizaron la séptima huelga general contra el ajuste del gobierno de Papandreu. Lo que necesitaban los heroicos trabajadores del Metro de Madrid para enfrentar el ataque que les lanzaron, era un llamado a tirar a la burocracia y unir su lucha junto a los millones de desocupados, los trabajadores públicos e industriales y a los inmigrantes de España y de toda Europa, para abrir el camino a la huelga general continental. Pero esas direcciones reformistas que se reúnen de a cientos en Madrid y en el CONCLAT de Brasil demostraron ser enemigos de organizar siquiera una acción continental para enfrentar con la Huelga General en toda Europa a los gobiernos que atacan a mansalva a los trabajadores. Lamentablemente en Argentina, la izquierda reformista que influencia al Cuerpo de Delegados del Subte sólo se limitó a enviar una solidaridad en general con la huelga, negándose a llamar al paro en solidaridad con los trabajadores del Metro Madrid que enfrentan el ataque comandado por los monopolios imperialistas como la Repsol, la Telefónica y los bancos Santander y Bilbao Vizcaya, que son los mismos que en Argentina saquean el petróleo y junto al gobierno sirviente de los Kirchner mantuvieron encarcelados y bajo tortura, durante tres años, a los heroicos petroleros de Las Heras. ¡Qué gran oportunidad se perdió para romper la “paz social” que les impusieron el año pasado a los trabajadores del subte de Buenos Aires si el Cuerpo de Delegados del subterráneo llamaba a un paro en solidaridad con sus hermanos de clase españoles! Hubiésemos podido retomar el camino del internacionalismo proletario de los años ´30, cuando durante la guerra civil española, los trabajadores marchaban por las calles de Buenos Aires en solidaridad con sus hermanos de clase y organizaban brigadas obreras para cruzar el Atlántico a aplastar al franquismo. Hoy con los trabajadores del Metro de Madrid llevados a la derrota, la patronal de Metrovías, Macri y los Kirchner, están en mejores condiciones de preparar una ofensiva para liquidar las conquistas de los obreros del subte. Hacer un paro junto a los trabajadores del Metro de Madrid también era en ayuda propia, porque cuando el gobierno intente atacarlos, un aliado fundamental en España se hubiera puesto de pie en su defensa.
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