Carlos Fuentalba, fusilado en Neuquén: un nuevo mártir obrero

 

La Fracción Leninista Trotskista

¡DE PIE JUNTO A LA CLASE OBRERA ARGENTINA Y LATINOAMERICANA!

 

 

Las “guerras del petróleo” y las heroicas luchas de los docentes y trabajadores en Argentina

 

Las heroicas huelgas de los docentes y trabajadores estatales en Argentina, en las provincias de Santa Cruz, Neuquén y Salta son parte de la lucha de la clase obrera latinoamericana contra los regímenes y gobiernos de las burguesías nativas, socias menores del imperialismo, explotadoras y represoras de los trabajadores y el pueblo, como los de Kirchner, Lula, Bachelet, Vázquez, Morales, Chávez, etc., presentados como “progresistas” por las direcciones traidoras del Foro Social Mundial.

Es una lucha hermana del heroico combate de los maestros, los trabajadores y los campesinos de Oaxaca, en México, que mostraron una vez más cómo, para luchar por conseguir lo más elemental, como un aumento de los salarios docentes, tuvieron que pelear por todo: es decir, levantarse contra el asesino y represor gobernador Ulises Ruiz, obligarlo a huir de la ciudad, poner en pie su propio organismo de poder –la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca- y su propia autodefensa obrera y campesina contra la salvaje represión del ejército, la policía y las bandas fascistas mandadas por el PRI. ¡Un Oaxaca en Santa Cruz y Neuquén!: eso es lo que necesitan imponer los trabajadores en lucha de la Patagonia, y lo que se merecen Sobisch, Sancho, Kirchner y el conjunto de la burguesía argentina, tan represores, explotadores y asesinos de los trabajadores y el pueblo como Ulises Ruiz, Fox y Calderón y la burguesía mexicana.

La rebelión de los maestros en Argentina es también hermana de la lucha de la clase obrera y la juventud chilena que al grito de “Primero, educación para el hijo del obrero; después, educación para el hijo del burgués”, se sublevan contra el régimen cívico-militar infame y el gobierno de Bachelet, por recuperar la educación pública, gratuita y laica en todos los nivel, destruida por la dictadura pinochetista y transformada en un jugoso negocio por los sucesivos gobiernos de la “Concertación”.

Pero la rebelión en Argentina es también parte de la lucha del proletariado mundial contra las “guerras del petróleo” del imperialismo. Es que Santa Cruz, Neuquén y Salta son tres de las provincias que concentran la mayor parte de las reservas de petróleo y gas de la República Argentina. En ellas, los trabajadores y los explotados tienen bajo sus pies una enorme riqueza en oro negro, valuada en cientos de miles de millones de dólares y, sin embargo, viven en condiciones de penurias, miseria y salarios de hambre. Es que son la Repsol, la Shell, Exxon, Total, Halliburton y demás petroleras imperialistas las que se roban esas enormes riquezas de la nación argentina, haciendo fabulosas superganancias en momentos en que el precio del barril de petróleo araña los 70 dólares en el mercado mundial, mientras que los trabajadores –como es el caso de los docentes y estatales- cobran salarios miserables: ¡$ 161 –apenas 50 dólares- es el salario básico de un docente santacruceño; $ 460 -150 dólares- en Salta; y XX -XX dólares- en Neuquén!

La burocracia sindical traidora de la CTA y la CTERA –sirvientes de Kirchner y del pacto social- había negociado en marzo con el ministro de Educación Filmus, un aumento que lleva el salario básico de los docentes de todo el país a $ 1040 (U$S 335). Es decir que, con apenas cinco barriles de petróleo, se le paga a un docente el sueldo de un mes. Esta puñalada por la espalda propinada por Yasky la burocracia de CTERA contra los trabajadores docentes, fue lo que terminó de encender la mecha de las heroicas rebeliones de los maestros y trabajadores estatales de Neuquén, Santa Cruz y Salta.

A esas rebeliones, Kirchner, junto a los gobernadores Sobisch (Neuquén), Sancho (Santa Cruz) y Romero (Salta), respondieron con la más feroz represión, con el fusilamiento del maestro Carlos Fuentealba, y militarizando la provincia de Santa Cruz al estilo de la dictadura militar videlista. Es que todos ellos son gobiernos sirvientes de las grandes petroleras imperialistas -como la Repsol, Exxon, Pride, Halliburton, etc.-, las mismas que mandatan a Bush y al régimen imperialista norteamericano de los “Republicratas”, junto a los piratas imperialistas británicos, para que ocupen Irak con sus tropas genocidas y masacren a su pueblo para intentar aplastar la heroica resistencia de las masas.

Kirchner, Sobisch, Sancho, Romero tratan a los trabajadores en Argentina de la misma manera que sus amos imperialistas tratan a las masas explotadas en Irak. Es que son todos represores y asesinos al servicio de las petroleras imperialistas de las que son socios menores. Por cuidar su propiedad y sus ganancias; por encarcelar a los que, con su lucha, las cuestionan, como lo hicieron con los seis obreros petroleros de Las Heras que siguen como rehenes en las cárceles de Kirchner y la Repsol; por asesinar trabajadores como Carlos Fuentealba hoy y Teresa Rodríguez ayer; las petroleras imperialistas les pagan con millones de dólares en regalías dejadas en Santa Cruz, Salta y Neuquén, para que vivan como sultanes “amos y señores” de esas provincias, los parásitos de las familias Kirchner, Romero, Sobisch, Sapag y demás.

 

Se cae el velo de la “revolución bolivariana” de Chávez, la burocracia castrista y el Foro Social Mundial, los sostenedores de Kirchner en Argentina

 

La feroz represión contra la lucha de los docentes y trabajadores, y el fusilamiento de Carlos Fuentalba para garantizar las ganancias de las petroleras y los negocios del conjunto de los monopolios y la patronal esclavista, volvieron a mostrar cuál es el verdadero rostro de la cacareada “revolución bolivariana”: es el de este gobierno antiobrero, asesino y represor de Kirchner, al que Fidel Castro, Chávez y todo el Foro Social Mundial llamaron y llaman a apoyar como “progresista”, haciendo pasar como “amigo” y aliado de la clase obrera al que es su enemigo mortal.

El rostro cipayo, antiobrero y represor de esa impostura que es la “revolución bolivariana” se ve también en Bolivia: se vio en Huanuni, donde los patrones cooperativistas y sus huestes, mandados por Villarroel, entonces ministro de Evo Morales, atacaron y asesinaron a los mineros asalariados. Se vio en Cochabamba, donde las bandas fascistas de la burguesía cruceña con la cual Morales pacta, se cobraron la vida de dos explotados. Se vio ayer en Camiri y hoy en Yacuiba, donde la casta de oficiales del ejército –que en octubre de 2003 asesinó a más de 100 obreros y campesinos-, esta vez mandados por Morales, reprimieron ferozmente y se cobraron la vida de un trabajador de 37 años.

La verdadera cara de la “revolución bolivariana” se ve en Chile, donde al régimen pinochetista-concertacionista y el gobierno de la “socialista” Bachelet, sirvientes del TLC con el imperialismo yanqui, no les tiembla la mano a la hora de mandar a los pacos asesinos a reprimir la lucha de la clase obrera y la juventud, ni a la hora de encarcelar a los luchadores de las que están llenas las mazmorras de Chile. Se ve en Brasil, donde Lula, el sirviente de Bush, ataca el salario y el nivel de vida de la clase obrera, mientras en el campo su policía y las guardias blancas de los terratenientes todos los días asesinan a campesinos sin tierra. Se ve en Uruguay, donde el gobierno de Tabaré Vázquez y el PC mete presos a obreros y estudiantes por repudiar la visita de Bush.

La “revolución bolivariana” muestra su verdadero rostro también en la propia Venezuela de Chávez: mientras éste sigue alegremente vendiéndoles petróleo a los yanquis para que alimenten la maquinaria de guerra con la que masacran en Irak, mientras las trasnacionales, los bancos y las 31 familias que dominan la economía se llenan los bolsillos, mientras burgueses explotadores de obreros argentinos y venezolanos como Paolo Rocca, dueño del grupo Techint y de la siderúrgica SIDOR en Venezuela son presentados por Chávez como el modelo de “empresario bolivariano”; la amplia mayoría de los trabajadores cobra un salario de U$S 250 mientras que la canasta familiar básica es de U$S 650; millones de obreros están desocupados, y el 50% de la población sobrevive apenas en la “economía informal”. Y contra el que quiera luchar, Chávez ya prepara su nuevo código penal que castiga con hasta 18 años de cárcel al obrero que haga huelga en empresas consideradas “estratégicas”, es decir, en el petróleo, en primer lugar. Y en Cuba, el verdadero rostro de la “revolución bolivariana” es la burocracia castrista preparando una terrible derrota al conjunto del proletariado latinoamericano: la consumación de la restauración capitalista en la isla, para lo que ya se ha asociado en empresas mixtas con los monopolios imperialistas, y ha introducido el sistema de dos monedas, una convertible a valor dólar para las empresas y la burocracia -que así garantiza enriquecerse, preparando su transformación en burguesía- y el devaluado peso cubano en el que cobra su miserable salario la amplia mayoría de trabajadores cubanos.

Este es el verdadero rostro de la “revolución bolivariana” de Chávez, la burocracia castrista restauracionista y el Foro Social Mundial, que no es otra cosa que la expropiación burguesa y reaccionaria de la revolución obrera y campesina que golpeó a Bolivia en 2003 y 2001, a la Argentina en 2001, y antes al Ecuador.

Pero ese rostro explotador, represor y antiobrero comienza cada vez más a quedar al descubierto ante la clase obrera y los explotados del continente que sufren, en carne propia, el accionar de estos gobiernos supuestamente “progresistas”. Cuando esto sucede, el Foro Social Mundial llama a los liquidadores del trotskismo –que ayer llamaron a votar por Chávez o lo apoyaron en el referéndum revocatorio; que votaron por Evo Morales en Bolivia o apoyaron su estafa de la supuesta” nacionalización de los hidrocarburos”; que, como en Brasil, le dieron directamente ministros al gobierno de Lula en algunos casos, y en otros, llamaron a votar por él “críticamente” en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2002, etc.- a que se ubiquen un poco más “a la izquierda” para contener los inevitables combates que ya están dando y darán la clase obrera y los explotados contra estos regímenes y gobiernos, en los que enfrentarán también a todas las direcciones traidoras que los sostienen. El Foro Social Mundial ya aprendió de la experiencia de Chile, donde la clase obrera y la juventud sublevadas contra el régimen del TLC y su gobierno cipayo, enfrenta también al Partido Comunista, sostenedor del régimen infame y del gobierno de Bachelet, al certero grito de “pacos (policías) rojos”.

 

Contra el Foro Social Mundial y su política de traición al proletariado, los trotskistas internacionalistas luchamos por una dirección revolucionaria e internacionalista de la clase obrera latinoamericana

 

El aislamiento impuesto contra las heroicas luchas de los docentes y trabajadores de Santa Cruz y Neuquén, muestra una vez más que con esta dirección, la clase obrera argentina no puede pelear, ni mucho menos, vencer. Pero esa dirección no es “nacional”, “argentina”: es parte integrante de una dirección traidora que se centraliza todos los años en las reuniones del Foro Social Mundial, donde definen la política y la estrategia para estrangular la lucha del proletariado y los explotados en cada país de América y del mundo.

Esas mismas fuerzas contrarrevolucionarias internacionales son las que ayer se conjuraron para cercar y dejar aislada la grandiosa revolución de los obreros y campesinos bolivianos que pusieron como moción, como un grito de lucha de toda la clase obrera del continente, el combate por “¡Fuera las transnacionales”! y por la nacionalización sin pago y bajo control obrero de los hidrocarburos y de todas las riquezas naturales que los monopolios imperialistas y sus socios de las burguesías nativas, nos roban a los explotados latinoamericanos. Son las que, encabezadas por Chávez y la burocracia castrista, dividen las fuerzas de la clase obrera latinoamericana, subordinándola, en cada país, a su propia burguesía.

Son las que, por boca de Fidel Castro, les dijeron en 2003 a las masas explotadas en Argentina que había que apoyar al gobierno “antineoliberal” de Kirchner para que hubiera “crecimiento económico”, y que después iba a “repartir la riqueza”. ¡Acá están los resultados!: lo único que “reparte” este gobierno asesino y represor de Kirchner, sostenido por el castrismo, Hebe de Bonafini, la burocracia sindical y el Foro Social Mundial… son salarios de hambre, palos y represión contra los trabajadores.

Contra el Foro Social Mundial y su pérfida política, los trotskistas internacionalistas de la FLT ya hemos elegido nuestra trinchera junto al proletariado y a las masas explotadas, y ponemos todas nuestras fuerzas al servicio de la lucha por conquistar la dirección revolucionaria que la clase obrera latinoamericana necesita y se merece. Se trata de poner en pie en Argentina, en Bolivia, en Brasil, en todo el continente, verdaderos partidos revolucionarios, trotskistas e internacionalistas, que permitan completar la tarea que ya en la década del ’30, definiera la IV Internacional para el continente americano: la de conquistar ”un organismo proletario tan bien construido que cualquier vibración revolucionaria de él acaecida en la Patagonia, repercuta inmediatamente, como transmitida por un sistema nervioso perfecto, en las organizaciones proletarias revolucionarias de los Estados Unidos, es decir, un partido revolucionario que realice la unidad proletaria continental, desde Alaska hasta Tierra del Fuego, desde el Atlántico al Pacífico. Un partido revolucionario latinoamericano que, derrotando a las direcciones traidoras del Foro Social Mundial, pueda unir en una sola y misma lucha, a los docentes y trabajadores de la nueva “Patagonia rebelde” en Argentina, y el grito de “Que se vayan todos” que vuelve a resonar, y a los heroicos obreros y campesinos pobres de Bolivia que luchan por recuperar su revolución que les ha sido expropiada por el gobierno Morales. Que pueda a la clase obrera, los estudiantes y los explotados de Chile que luchan por romper el corset de los “pacos rojos” y todas las direcciones traidoras, para avanzar en tirar abajo al régimen infame pinochetista-concertacionista del TLC y al gobierno de Bachelet y abrir el camino de la revolución, con la clase obrera y los campesinos sin tierra de Brasil. Un partido revolucionario latinoamericano unificado que en Venezuela llame a la clase obrera a enfrentar toda política de subordinación al chavismo; que denuncie a los renegados del trotskismo que se aprestan ahora a subordinar a la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) al partido único que está montando el chavismo, pero también a los que, después de sostener a Chávez en el referéndum, hoy llaman a poner en pie “frentes de izquierda” o “partidos obreros independientes” pero se niegan a levantar la lucha por el salario digno, el trabajo y por las demandas acuciantes de la clase obrera y los explotados de ese país sometidos a la esclavitud y a salarios de hambre. Un partido que llame a la clase obrera de toda América a defender las conquistas de la revolución cubana, no sólo frente toda agresión imperialista, sino contra la restauración capitalista, peleando por la revolución política que derrote la política restauracionista de la burocracia e imponga un gobierno de los consejos armados de obreros, campesinos y soldados rojos, para que Cuba sea verdaderamente un bastión de la revolución americana y mundial.

Se trata de poner en pie este partido revolucionario latinoamericano, para unir a la clase obrera del subcontinente con su batallón más poderoso: la clase obrera norteamericana -nutrida con millones de obreros negros e inmigrantes latinos- derrotando a las direcciones del Foro Social Mundial que hoy pusieron su despertar a los pies de los carniceros imperialistas del Partido Demócrata, para impedir que confluyera con la heroica resistencia de las masas iraquíes que han empantanado a las tropas angloyanqui en Irak, y evitar así un nuevo Vietnam, es decir, la perspectiva de una lucha revolucionaria del proletariado al interior mismo de los Estados Unidos.

Se trata de poner en pie un organismo proletario que unifique al proletariado del continente, y que les declare un combate sin cuartel a la farsa de la “revolución bolivariana” y la “unidad latinoamericana” de Chávez, Castro y el Foro Social Mundial, luchando por el triunfo de la revolución obrera y socialista, por el derrocamiento de la burguesía y la destrucción de su estado, por la imposición de la dictadura del proletariado y la expropiación de los expropiadores en las naciones de América Latina, y por la única unidad efectiva y favorable a los explotados: los Estados Unidos Socialistas de Sud y Centroamérica, tarea imposible de consumar si no es en estrecha unidad y colaboración con el proletariado norteamericano.

 

* ¡Vivan las heroicas rebeliones de los maestros y los trabajadores de Santa Cruz y Neuquén!

* ¡Por un reagrupamiento de las filas obreras en Argentina, para retomar la ofensiva de 2001!

*¡Basta de colaboración de clases y de subordinar a la clase obrera a los gobiernos burgueses represores y antiobreros!

*¡Abajo las burocracias sindicales de todo pelaje, que atan a la clase obrera a la burguesía!

* ¡Por la coordinación de la lucha de la clase obrera del continente contra el imperialismo y las burguesías nativas! ¡Por la unidad del proletariado latinoamericano con sus hermanos de clase de los Estados Unidos!

*¡Viva la revolución obrera y socialista!

*¡Por una Conferencia Internacional de las fuerzas sanas del trotskismo y las organizaciones obreras revolucionarias, para volver a poner en pie el partido mundial de la revolución socialista sobre las bases del Congreso de fundación de la IV Internacional en 1938!

 

24 de abril de 2007.-

 

 

Fracción Leninista Trotskista

 

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