Volver al índice DO 18 | El Foro Social Mundial, Chávez y Fidel Castro mandan... y el stalinismo y los renegados del trotskismo se disciplinan |
El Foro Social Mundial, Chávez y Fidel Castro mandan...
y el stalinismo y los renegados del trotskismo se disciplinan
El plan de Kirchner y la política de la izquierda reformista: la vieja trampa de las “dos veredas” y de apoyar las “medidas progresivas” de un gobierno burgués
Que después de 24 años de caída la dictadura los genocidas sigan libres; Julio López esté desaparecido; las patotas del PJ y de la burocracia sindical sigan apaleando a los trabajadores en lucha, e inclusive que los videlistas puedan movilizarse impunemente a Plaza San Martín, es la muestra patente del fracaso de la política de “frente democrático” impulsada por las corrientes de la izquierda del régimen durante las últimas dos décadas.
Durante todos estos años, lejos de levantar una política de clase para que sea la clase obrera la que tome en sus manos y dirija la lucha por el castigo a los genocidas y contra la impunidad, acaudillando al resto de la nación oprimida, las corrientes de izquierda del régimen se dedicaron a hacer marchas y más marchas para presionar a los distintos gobiernos de turno para que castiguen a los responsables del genocidio, insistiendo en que el estado burgués responsable del genocidio... ¡se juzgue a sí mismo!
Y cuando las masas revolucionarias en diciembre de 2001 abrían el camino a la única y verdadera solución, es decir, a que fuera la revolución obrera la que ajustara cuentas con la casta de oficiales y las Fuerzas Armadas genocidas y con el estado burgués, la izquierda reformista demostró ser enemiga declarada de que la clase obrera desarrollara, extendiera y centralizara sus organismos de doble poder y democracia obrera, que embrionariamente habían comenzado a poner en pie, como eran las asambleas populares, las asambleas del movimiento piquetero combativo, las fábricas recuperadas y puestas a funcionar por sus trabajadores, etc.
Hoy, después de haber jugado un rol decisivo en el estrangulamiento de la revolución, las corrientes de la izquierda del régimen no han hecho más que profundizar su política de “frente democrático” de colaboración de clases. Así, este 24 de marzo le entregaron a Kirchner las banderas de la lucha contra el genocidio, llevando a los trabajadores a compartir la movilización a Plaza de Mayo con los mismos partidos patronales que apoyaron el golpe, que luego salvaron a los genocidas y aplicaron la misma política de entrega de la nación al imperialismo; compartiendo el palco en la tarde del 24 de marzo con los mismos que por la mañana habían estado con Kirchner en el acto en el colegio militar. ¡En vez de levantar una tribuna de clase el 24 de marzo, terminaron convalidando por izquierda el plan de Kirchner de “reconciliación” con las FFAA, en momentos en que el gobierno había entrado a sangre y fuego en Las Heras!
De esta manera, frente al nefasto plan de la patronal y Kirchner para cerrar históricamente la crisis de las Fuerzas Armadas y legitimarlas, las corrientes de la izquierda del régimen están reeditando la vieja trampa de las “dos veredas” contra los trabajadores y los explotados.
En los ‘90, la izquierda reformista –que en ese momento eran el MAS (donde estaban todos juntos los que luego estallaron en mil pedazos dando infinidad de sectas impotentes, que hoy se han vuelto a agrupar bajo la batuta del Foro Social Mundial); y el Partido Comunista- montó la “Plaza del NO” contra la “Plaza del Sí” de la fracción patronal que apoyaba a Menem, las privatizaciones, etc. A esa “vereda del NO”, llamaron a “que todos vinieran con su NO”, incluso a patrones y a burócratas como Ubaldini, al que le dejaron una silla vacía en el palco. De esta manera, terminaron poniendo a los trabajadores y sus luchas a los pies de las fracciones patronales “antimenemistas”, impidiendo que la clase obrera tuviera una política de clase, independiente de todo sector patronal, para enfrentar el feroz ataque de la patronal de conjunto y del gobierno de Menem. Renegaron así de que la lucha era clase contra clase, y no entre “menemistas” y “antimenemistas”.
Esta trampa de las dos veredas en los ’90, significó que pasaron absolutamente todos los ataques del enemigo de clase: las privatizaciones, el despido de más de medio millón de trabajadores estatales, la convertibilidad, la impunidad a los genocidas, la esclavitud obrera, la desocupación masiva y un largo etcétera.
Hoy, frente al plan de Kirchner, una vez más la izquierda reformista levanta una política de colaboración de clases y monta una nueva “vereda del NO a la impunidad”, supuestamente opuesta a la “vereda del SI a la impunidad” del ala videlista del régimen. Así, la izquierda reformista les dice a los trabajadores que, para terminar con la impunidad, hay que unirse en un “frente democrático” con... Hebe de Bonafini y los castristas de Barrios de Pie, con el PJ, la burocracia sindical, los patovicas que apalearon a los trabajadores del Francés. Es decir, que hay que estar en la misma “vereda” de Kirchner que con sus Fuerzas Armadas hoy está... masacrando en Haití”!
A diferencia de la “vereda del NO” de los ’90, esta vez, estar en esa “vereda” significa estar con el gobierno burgués de Kirchner. Por eso, esta vez la política de colaboración de clases de la izquierda en este “frente democrático” se expresa en que apoya las “medidas progresivas” del gobierno y “critica” las reaccionarias. Por eso ven como “pasos adelante” las derogaciones de las leyes de la impunidad, el fallo contra Etchecolatz, la destitución de Ibarra, etc. Es decir, le dan directamente apoyo político a un gobierno burgués. Y como decía León Trotsky en la década del ’30, aquel que le da aún el más mínimo o más “crítico” apoyo político a un gobierno burgués, renuncia por ese sólo hecho a luchar por su derrocamiento, es decir, renuncia a la revolución proletaria y en Argentina, por lo mismo, renuncia así al único camino para lograr el castigo de todos los genocidas y asesinos de los trabajadores y el pueblo.
El Foro Social Mundial, Chávez y Castro, mandan y disciplinan a todos los militantes de su partido en todo el continente, el partido de esa impostura que es la “revolución bolivariana”. Así, este cambalache de stalinistas reciclados y renegados del trotskismo, alcanzan con plenitud una política coherente: si apoyan las “medidas progresivas” de Kirchner, no pueden enfrentar a la burocracia sindical que en sus diversas alas, forma parte del “Frente para la Victoria”, es decir, el partido de gobierno. Por eso, nunca más llamaron a una III Asamblea nacional piquetera de trabajadores ocupados y desocupados: ¡tienen terror a que se repita lo que sucedió en las dos Asambleas piqueteras realizadas en La Matanza en el año 2001, de donde los trabajadores sacaron a Moyano a piedrazos limpios! “Abajo la burocracia sindical”; “marchar a los sindicatos”, “huelga general”, “III Asamblea piquetera”, son todas cuestiones que esta izquierda sirviente de la Constitución de 1853/1994, tiene absolutamente prohibido decir y hacer.
El que plantea la izquierda reformista, es un camino que lleva a la clase obrera al precipicio. Hay otro camino: el de una lucha clase contra clase por la aparición con vida de Julio López y el castigo a los genocidas de ayer y represores de hoy, peleando por poner en pie ya mismo un comité nacional de lucha de las organizaciones obreras y el movimiento piquetero y estudiantil combativo que, contra la burocracia sindical traidora, imponga el paro activo nacional para que aparezca López, para liberar a los compañeros de Las Heras y demás presos políticos, para imponer todas las demandas obreras, y volver al camino de la lucha revolucionaria de 2001 para que se vayan todos, como desarrollamos en el Editorial de esta edición de Democracia Obrera.
Marcelo Miranda y Silvia Novak