Volver al índice DO 18 | Hebe de Bonafini y su pedido de investigación sobre Lopez |
Hebe de Bonafini y su pedido de que se investigue al desaparecido Julio López Transformando a la víctima en victimario
Tras la desaparición de Julio López, Hebe de Bonafini y las Madres de Plaza de Mayo se hicieron presentes en la Casa Rosada para darle su “apoyo” a Kirchner y, al mismo tiempo, sembrar dudas sobre López. “Para nosotros, no es un típico desaparecido. López no fue militante, hay que investigar su trayectoria” –dijo Bonafini, para quien la desaparición de López es una “operación muy grande” para perjudicar la política de derechos humanos oficial. “Kirchner es el hombre que más ha hecho en derechos humanos en este país y no podemos permitir que se digan los disparates que se dijeron” en la marcha -concluyó Bonafini.
La posición realmente vergonzosa de Bonafini trae a la memoria los argumentos de la derecha que, durante la dictadura militar, justificaban las desapariciones con la excusa de que los detenidos-desaparecidos “en algo andarían”. Para Bonafini, no hay que investigar a la SIDE, las FF.AA., la Policía Federal y la Gendarmería dirigidas por Kirchner, no hay que investigar a la Policía Bonaerense dirigida por Solá ni al resto de las fuerzas de represión, todas ellas repletas de genocidas dejados en libertad por la UCR y el PJ, y hoy por Kirchner y “su” justicia de Zaffaroni y la Repsol; es decir, no hay que investigar a los victimarios responsables de los 30.000 desaparecidos, sino que, por el contrario, al que hay investigar es a… Julio López, es decir, a la víctima.
Bonafini muestra una vez más que ha abandonado la lucha contra el genocidio y la impunidad, y que utiliza todo el prestigio ganado en años de combate para dar una cobertura democrática a la política del gobierno de Kirchner, sirviente del FMI y las multinacionales, como ya lo hiciera cuando declaró que ya “no tenemos un Estado terrorista ni tenemos el enemigo en la Rosada”. Para Bonafini, “Kirchner es el hombre que más ha hecho en derechos humanos en este país”, cuando es este gobierno el que reprime en Las Heras y manda las patotas del PJ para apalear a los trabajadores del Hospital Francés.
Por eso colabora con el gobierno yendo al Francés, no a apoyar la lucha de los trabajadores sino a actuar de “gestora” de una reunión de los trabajadores con el gobierno ¡igual que lo hizo en Las Heras, cuando fue a defender a Kirchner y ofrecer sus servicios para arreglar una reunión con el gobierno! ¡Qué lejos de la Bonafini que fue a General Mosconi a apoyar la lucha de los piqueteros del norte de Salta, romper el cerco de la gendarmería y poner en pie la Plaza del Aguante!
Las declaraciones de Hebe de Bonafini y su apoyo al gobierno represor de Kirchner son una traición a todos los mártires de los ’70 que murieron a manos de las patotas de la burocracia sindical y de los matones de la Triple A, organizada por la misma burocracia sindical -junto a López Rega, la Federal y los servicios de inteligencia- para reventar al activismo en las fábricas, los mismos burócratas sindicales que, ante el golpe genocida del 1976, se borraron como lo hizo Casildo Herrera, el entonces secretario general de la CGT. Es negociar la sangre derramada por toda una generación de luchadores que fueron asesinados por la dictadura militar genocida, porque luchaban por terminar con este sistema capitalista de explotación y opresión.
Bonafini: vocera de la
política continental
de Fidel Castro y el Foro Social Mundial
Bonafini, como buena defensora de la “revolución bolivariana”, no hace más que seguir las órdenes de su jefe, Fidel Castro, que vino a la asunción presidencial de Kirchner para decirles a los trabajadores que había que apoyarlo. Por eso es la abanderada de la política de “reconciliación” con los milicos genocidas impulsada por Kirchner, de la misma manera que Evo Morales en Bolivia pregona la “reconciliación” de los obreros y campesinos con la casta de oficiales genocidas del ejército boliviano que en octubre de 2003 asesinó a más de un centenar de luchadores obreros y campesinos en su intento de impedir la caída del gobierno de Sánchez de Lozada. La misma “reconciliación” de los ex comandantes sandinistas –devenidos en verdaderos yuppies de Wall Street- con los asesinos somocistas con los que van en un frente común para las próximas elecciones. La reconciliación que pregona la “socialista” Bachelet con el genocida ejército pinochetista en Chile.
Por eso, Bonafini, es defensora acérrima de los padres de la “revolución bolivariana”: Chávez -el “antiimperialista” que le vende petróleo a Bush y el imperialismo para que mantengan la maquinaria de guerra en Irak y Medio Oriente, que se abraza con los monopolios como Techint mientras reprime a los trabajadores de SIDOR- y Fidel Castro y la burocracia cubana restauracionista del capitalismo en la isla –que fuga a los bancos off-shore de las Bahamas montañas de dinero expropiado a los trabajadores cubanos.
Hebe de Bonafini ha abandonado las banderas del juicio y castigo a los genocidas de la clase obrera argentina y latinoamericana. Ese hecho no nos mueve ni un ápice de nuestra lucha revolucionaria a los que combatimos todos los días contra el imperialismo y sus sirvientes, estén en La Habana, Caracas o la Casa Rosada. Porque sabemos que las banderas que abandonó Bonafini hoy están en manos firmes: las de los mineros bolivianos que en Huanuni derrotaron a las fuerzas contrarrevolucionarias de los empresarios cooperativistas enviadas por Evo Morales y su ex ministro Villarroel; las de los trabajadores y estudiantes chilenos que salen a la lucha y se enfrentan a la represión de la “socialista” Bachelet y a los “pacos rojos” del PC; las de los obreros que se levantan contra Bush en EE.UU.; en manos de la vanguardia obrera argentina que se organiza para enfrentar a este gobierno entregador y represor, y en la de todos aquellos que luchan porque la clase obrera, con la revolución obrera y socialista en todo el continente, haga justicia y tome venganza contra los asesinos de ayer y de hoy.
Marcelo Miranda