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10 de marzo de 2021

V Congreso del Colectivo por la Refundación de la IV Internacional / FLTI

Crónica de la Jornada abierta sobre:
“Convergencias entre Trotsky y Gramsci”:
una falsificación neostalinista de los renegados del trotskismo

Nuestro combate contra el revisionismo y nuestra lucha por recuperar los hilos de continuidad del programa trotskista de las últimas décadas

 

Introducción

Nuestra corriente, la FLTI, viene denunciando desde hace años una pérfida amalgama de hacer pasar a uno de los jefes del stalinismo italiano y europeo, Antonio Gramsci, como uno de los marxistas revolucionarios del siglo XX, que habría “confluido” con Trotsky en varios aspectos de la teoría y la estrategia revolucionaria.
Algunos partidos neo-stalinistas que se reivindican o provienen de la ex IV Internacional, lo habían colocado a Gramsci en sus estatutos y bases de principios al nivel de las grandes personalidades del movimiento marxista como Marx, Engels, Lenin, Trotsky, Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, como lo ha hecho el Partido Comunista deiLavoratori de Italia y otros tantos.
El PTS de Argentina y su dirección llegaron muy lejos en esta estafa política. Tan es así, que a ese partido se ingresa como “trotskista”, para salir luego militando abiertamente como stalinista y reformista.

Esta Jornada abierta de nuestro V Congreso, que aquí extractamos, avanzó y profundizó las múltiples elaboraciones y folletos, con los cuales venimos combatiendo desde hace años esta amalgama y estafa política del revisionismo.
Presentamos aquí entonces extractos de las intervenciones de los expositores de esta Jornada, Benito Toribio Morales y Carlos Munzer.

Esta jornada se realizó el 30 de enero de 2021 por Zoom. En la misma participaron cientos de militantes y simpatizantes trotskistas de cuatro continentes distintos, interesados en saber si hubo o no convergencias entre Gramsci, que fue un fiel militante stalinista de la burocracia soviética, defensor del “socialismo en un solo país” y dirigente europeo de la fracción liquidacionista de la III Internacional de Stalin-Bujarin, y Trotsky, quien encabezó la continuidad del bolchevismo y la fundación de la IV Internacional.

Las exposiciones de esta Jornada Abierta que aquí presentamos son un adelanto de un extenso trabajo de respuesta a Albamonte y Dal Maso del PTS, devenidos abiertamente en epígonos de la corriente stalinista de los años ’30 en el siglo XXI.

Esta Jornada Abierta fue parte de nuestro V Congreso. En el mismo realizamos un gran trabajo colectivo debatiendo apasionadamente la cuestión cubana, a propósito de los últimos pasos de la restauración capitalista en la isla, como así también la posición sobre Cuba que nos hicieran llegar los marxistas revolucionarios de la JRCL-RMF de Japón, que editaremos como parte de los documentos debatidos en nuestro reciente Congreso. Las posiciones que fueron aprobadas en este Congreso sobre la cuestión cubana y las últimas medidas abiertamente capitalistas, como la unificación de las monedas, ya están publicadas en nuestra página web y pueden ser seguidas allí.

Asimismo, buscando unir hilos de continuidad con el trotskismo y la IV Internacional del siglo XX, junto a estos trabajos que están en elaboración, los delegados del V Congreso de la FLTI resolvieron publicar como aportes al legado del marxismo revolucionario, dos documentos extensos de los trotskistas de Irán de los ‘80. Ellos fueron parte de la revolución iraní que derrocó al sha Reza Pahlevi, la cual fue expropiada y posteriormente derrotada por el régimen bonapartista de los Ayatollahs, que luego devino en abiertamente contrarrevolucionario. Además, los trotskistas iraníes tuvieron una posición principista frente a la guerra fratricida que enfrentó a los obreros chiitas y sunnitas en la guerra entre Irak e Irán de los ’80.
Más allá de tal o cual diferencia parcial con las conclusiones de estos escritos, las lecciones de esos combates de los trotskistas iraníes son un legado en la lucha por poner en pie hoy partidos revolucionarios en el Magreb y Medio Oriente, basados en una estrategia soviética e insurreccionalista para llevar a la victoria las oleadas revolucionarias que sacuden toda la región, como vimos en 2011 y en este mismo momento.

El reformismo y los liquidadores de la IV Internacional se empecinan en romper la continuidad conquistada por el marxismo revolucionario en el siglo XX, en este caso, haciendo pasar como revolucionario a Gramsci, un enemigo declarado de los trotskistas en los ’30, a los que llamó a aplastar sin contemplaciones, mientras el stalinismo los exterminaba físicamente en los campos de concentración y de tortura.
La FLTI abordó en su Congreso, en jornadas especiales, la lucha por la continuidad del programa y la teoría marxista. Este debate sobre trotskismo versus stalinismo es parte de esta batalla.

Ingresar a esta discusión contra la falsificación que realizan Albamonte y Dal Maso sobre la lucha de los trotskistas en los ’30, es clave para demostrar que este revisionismo ha destruido todo lo que había dejado como continuidad revolucionaria esa corriente en décadas anteriores. Hoy el PTS ha cambiado su carácter, su teoría y su programa, con el cual emergió de una ruptura principista con la LIT en el año 1988, de la cual fuimos parte y un sector de su dirección.
El revisionismo y la amalgama sobre Gramsci encubren un pasaje al campo del reformismo y de asimilación al régimen burgués semi-bonapartista de Argentina, por parte de esta corriente en cuestión. Lo que es más grave aún, encubre una ruptura abierta con la teoría y el programa conquistado por esa corriente que dejó jalones, aunque parciales y centristas, de continuidad con la IV Internacional a principios de los ’90.
Podríamos hablar así entonces del PTS de los ’90 buscando un camino a la continuidad del trotskismo, versus el PTS de Albamonte y Dal Maso de hoy, abriendo un camino al stalinismo.
Por ello, junto a esta polémica sobre la cuestión de Gramsci, iremos publicando también los distintos documentos claves que elaboramos en el PTS hasta ya avanzada la mitad de la década del ’90, en nuestra ruptura con el morenismo y con el MAS. Ellos constituyen un verdadero anti Gramsci; un Albamonte versus Albamonte.
Cualquiera que vea los trabajos claves de la dirección del PTS –de la cual éramos una parte importantísima- en aquellos años y que esté seriamente dispuesto a buscar la verdad revolucionaria sobre la evolución de esta corriente, podrá ver que esto que aquí decimos es una verdad irrefutable.
Estos documentos que escribimos fueron una elaboración que no deja piedra sobre piedra del revisionismo actual del PTS. Nos referimos a los documentos del PTS de los ’90 donde se refleja su combate contra el chovinismo nacionalista del MAS y la LIT en los ’80, contra la pseudo-teoría revisionista semi-menchevique de Moreno de “revolución democrática”, contra el stalinismo cuando entregaba los estados obreros en 1989; contra la política de frente con el Partido Comunista del MAS en Izquierda Unida  en los ’90, por dar tan solo los ejemplos centrales de esas batallas, parciales, pero principistas del PTS de los ’90, que hemos hecho nuestras como hilos de continuidad desde que fundamos la TBI del PTS en 1998 y la FLTI de hoy.

Para completar el trabajo sobre esta Jornada Abierta contra la falsificación de las convergencias entre Trotsky y Gramsci, el V Congreso entonces votó publicar los documentos del PTS de los 90, en los cuales jugamos un rol destacadísimo en su elaboración y en las batallas dadas contra el MAS y los renegados del trotskismo que estaban todos abrazados al stalinismo cuando se le caían los cascotazos del Muro de Berlín en la cabeza. No se le ocurría el señor Albamonte en aquellos años introducir su pseudo-teoría y amalgamas sobre Gramsci. Eso hubiera significado liquidar abiertamente al PTS de los ’90, pasarse al bando de Izquierda Unida e ir a salvar al stalinismo, que es donde están ahora.

 

Un revisionismo perverso para descomponer definitivamente las filas de la IV Internacional

Hoy pasa algo que hubiera sido impensable hace años atrás, nuestro partido mundial, la IV Internacional, ha sido entregado al stalinismo. No hay país donde los renegados del trotskismo no colaboren con los stalinistas para contener la lucha de las masas. Constituyen un verdadero partido único que se concretó en las reuniones en La Habana con un pacto de reconciliación. Allí fueron todos en 2019, a abrazarse con el castro-stalinismo que revindica a Trotsky como personalidad revolucionaria, tal como hacen los renegados del trotskismo con Gramsci, presentándolo como personalidad marxista, tal cual denunciamos en nuestra declaración: “Los ex trotskistas utilizan el limpio legado del trotskismo para encubrir al estalinismo que hoy ha entregado Cuba al imperialismo” que está publicada en nuestra página web.

Para llegar hasta aquí, durante años los renegados del trotskismo realizaron un revisionismo sobre las raíces programáticas y teóricas de la IV Internacional.

En esta Jornada abierta del V Congreso de la FLTI, Benito Toribio Morales y Carlos Munzer, desde Madrid y Buenos Aires respectivamente, demostraron, como ya dijimos, cómo renegados del trotskismo, como el PTS argentino, el SWP inglés, Anticapitalistas español y la ITM de Allan Woods, entre otros, han introducido por la ventana a Gramsci, un estalinista confeso y defensor de la teoría del “socialismo en un solo país”, enemigo de la teoría-programa de la Revolución Permanente y dirigente en Europa, e Italia en particular, de la camarilla burocrática de Stalin-Bujarin a partir de mediados de los ’20. Estas corrientes afirman que hay convergencias entre Gramsci y Trotsky para justificar sus capitulaciones, para decirle a las masas que se puede luchar por democracia para la clase obrera dentro de este sistema capitalista y así terminar haciendo un partido único con estalinistas. No es algo aislado, el PO de Argentina ha realizado una conferencia internacional con Mitina, dirigente del ultrastalinista PC Unificado de Rusia y gran veneradora de Stalin y Putin.

El revisionismo en el marxismo fue y es clave para descomponer a la clase obrera mundial y formar sus cuadros para sostener al sistema capitalista. Esto hizo la II Internacional edulcorando a los regímenes burgueses y el stalinismo falsificando el legado de la III Internacional y de Lenin. Hoy lo hacen los renegados del trotskismo para sostener al estalinismo. Es por eso que en épocas como la actual, donde un coro de renegados del trotskismo quiere hacer pasar a Trotsky como gramsciano y viceversa, se rebaja el nivel ideológico del movimiento y se retrocede a discusiones y etapas ya superadas por la historia de la lucha de clases desde hace mucho tiempo.
En estas condiciones la tarea de los revolucionarios consiste en no dejarse influir por el reflujo general: es necesario avanzar contra la corriente.
Pero no se puede tapar la realidad con un dedo, como no se puede ocultar que el marxismo ha encontrado su expresión histórica más grandiosa en el bolchevismo. Bajo la bandera del bolchevismo el proletariado obtuvo su primera victoria y fundó el primer estado obrero. Ninguna fuerza será capaz de borrar estos hechos históricos. Nosotros no vamos a permitirlo.
La tragedia que nos toca vivir hoy es que ha vuelto a controlar a la clase obrera el stalinismo, el partido de la destrucción de la Tercera Internacional, el que entregó atada de pies y manos a la clase obrera alemana, el que disparó por la espalda a los revolucionarios en los 30 en el estado español, ese partido que encarceló a lo mejor de la oposición de izquierda en campos de concentración para luego juzgar y asesinar a los mejores dirigentes de la revolución…el que entregó nuestro estado obrero en 1989 al capitalismo.
Ese partido, el PC, el estalinismo, ha vuelto a dirigir al movimiento obrero gracias a que corrientes que hablaban en nombre del trotskismo lo han revivido.

El trotskismo ha sido una de las corrientes más perseguidas y calumniadas, nosotros mismos lo hemos sido y lo seguimos siendo, pero no nos van a callar. Esta charla, que es parte de nuestro congreso, es para demostrar que esas corrientes de renegados del trotskismo no quieren luchar más por tomar el poder, sino que sólo quieren más democracia… una utopía reaccionaria….

Vamos a presentar a continuación extractos de la charla “Convergencias entre Trotsky y Gramsci: una falsificación neostalinista de los renegados del trotskismo”que se dividió en dos partes: Benito Toribio demostró desde el punto de vista histórico que no hay convergencias entre Gramsci y Trotsky, y planteó los hitos de traición a la clase obrera mundial de Gramsci y su corriente. También explicó los debates entre el trotskismo y los herederos de Bordiga en varios hechos históricos, como el de la Revolución española, en momentos en que ya este había roto con la Oposición de Izquierda en el año 1932. Por otro lado, Carlos Munzer hizo un balance del revisionismo en el marxismo y ahondó en la gran revolución alemana de 1923 que fuera derrotada por inmadurez del Partido Comunista. Este fue un duro golpe a la clase obrera europea y de URSS en particular. Las lecciones de esta revolución abrieron profundos debates en la III Internacional. La URSS quedó aislada de la revolución europea, cuestión que allanó el camino a que se pusiera de pie la burocracia y se abriera una profunda crisis y división en la Internacional Comunista. En Italia, mientras el ala izquierda bordiguista combatía apoyando a la Oposición de Izquierda que se ponía en pie en la URSS, Gramsci se abrazó primero a la “troika” de Stalin-Kamenev-Zinoviev y luego a la fracción liquidacionista de Stalin-Bujarin, cuestión que se demostró extensamente en toda la conferencia.

En un futuro cercano ampliaremos estas conclusiones que se expresaron en la conferencia, con la elaboración de una publicación más extensa sobre las falsificaciones y amalgamas del revisionismo contra el legado del leninismo y el trotskismo.

 

 


Convocatoria a la jornada


Klement, Ttrotsky, Craipeau, Pallieres, Weber y Heijenoort, militantes de la IV Internacional


Contrarrevolución en Alepo, Siria


Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht

 

 

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