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Columna de Opinión - 6 de octubre de 2023

Cuba: la estafa al marxismo
de Frank García Hernández

¡Fuera las manos de stalinistas y entregadores del socialismo de Trotsky y el legado de la IV internacional!

El cubano Frank García Hernández es presentado por distintas corrientes que se reivindican trotskistas -el mandelismo, la TMI de Alan Woods o los partidos del FIT-U de Argentina- como una figura que defiende el legado de Trotsky.
Hoy es uno de los principales impulsores del “Encuentro León Trotsky”, que reúne a renegados del trotskismo y neostalinistas “para defender (según dicen) el legado” del gran revolucionario ruso.

En la segunda edición de este encuentro en Brasil, Cuba fue la gran discusión. Allí, García Hernández planteó que todavía no se restauró el capitalismo en la isla, sino que hay un estado obrero burocratizado gobernado por una burocracia que no posee medios de producción.
Por eso, dice, en Cuba hay que hacer una “revolución política” como la que Trotsky planteaba contra la burocracia stalinista en la URSS (“Dos años después del 11 de Julio: nuestras demandas provisionales”, 11 de julio de 2023), es decir, una revolución que demuela el régimen dictatorial y restaure la democracia obrera, sin tocar las relaciones de propiedad vigentes.
Decir esto hoy es un disparate. Hoy las principales ramas de la economía, como la hotelería y el turismo, el níquel, el tabaco, el ron, etc. están bajo el control del imperialismo europeo en sociedad -bajo distintas fachadas legales- con una nueva burguesía surgida de las entrañas del mismo PC. Tan solo el imperialismo español posee más de 300 empresas en Cuba.
En esas ramas, la propiedad nacionalizada fue abolida y ya existe una nueva Constitución que legaliza esto. Raúl Castro restituyó el derecho de herencia y proliferan en la isla centenares de nuevas empresas capitalistas manejadas por distintas pandillas del PC, como las que vienen de reunirse con empresarios norteamericanos en Miami para hacer jugosos negocios en la Cuba capitalista.
Por más que García Hernández pretenda negarlo, en Cuba se ha restaurado el capitalismo.
Por eso ya no se puede hablar de una revolución exclusivamente política de abolición de un régimen totalitario, sino también que tiene tareas antiimperialistas y de revolución social.
Con su posición, García Hernández encubre no sólo la propiedad y los negocios de los jerarcas del PC y el imperialismo sino, fundamentalmente, la existencia misma de una nueva burguesía surgida de las entrañas del PC asociada al imperialismo -como sucedió en China o Vietnam-, que tiene a la clase obrera y las masas bajo el terror de una dictadura feroz y una catástrofe social descomunal.

Pero inclusive si le concediésemos que en Cuba hay un Estado obrero burocratizado, la “revolución política” que él pregona no tiene nada que ver con el programa de Trotsky y la IV Internacional. 
Para los trotskistas, la “revolución política” significaba derrocar a la burocracia stalinista de la URSS en guerra civil, para restaurar el poder de los soviets y volver a transformar al Estado obrero en una palanca de la revolución mundial: “La cuestión es cómo deshacerse de la burocracia soviética que oprime y explota a los obreros y campesinos, liquida las conquistas de Octubre y es el principal obstáculo para la revolución internacional. Hace ya tiempo que llegamos a la conclusión de que esto sólo se puede realizar mediante el derrocamiento violento de la burocracia, es decir, mediante una nueva revolución política” (Trotsky, “Hay que expulsar a la burocracia y a la aristocracia obrera de los soviets”, 1938, negritas nuestras).

Desde ya que, si esta es la posición de García Hernández, esperamos ver los documentos donde plantea la lucha por derrocar al gobierno de Díaz-Canel con los consejos de obreros, soldados y campesinos pobres.
¿En algún lugar llaman a luchar por comités de fábrica y sindicatos independientes de los traidores de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y el Estado?
¿Plantean que los soldados rasos constituyan comités para destituir a la casta de oficiales castrista de las FF.AA. que garantiza la restauración capitalista?
¿Llamaron ya a marchar a las cárceles del régimen a liberar a los más de 700 presos del 11J?
¿Hay algún llamado internacionalista a la clase obrera de América Latina a romper con la política de colaboración de clases con los gobiernos agentes de Wall Street que impulsan los PC a nivel continental, y a preparar una lucha contra el imperialismo desde Alaska a Tierra del Fuego?
¿Se han dirigido a los obreros automotrices que encabezan una oleada de huelgas en todo Estados Unidos como no se veía hace décadas, para que el proletariado norteamericano encabece el combate contra el saqueo y la explotación de su propia burguesía en América Latina?
¿”Comunistas Cuba” puede mostrar las proclamas de agitación por la revolución política, trabajadas de forma clandestina como hacía la Oposición de Izquierda en la URSS de Stalin?

Hasta ahora no se conoce ninguna proclama, programa o documento donde García Hernández plantee esto. Al contrario. En mayo de este año, escribió que “la caída del gobierno cubano producto de una rebelión popular, provocaría, o un golpe militar, instaurándose un gobierno de generales derechistas, quienes aplicarían la restauración capitalista de manera inmediata; o el triunfo de una dictadura anticomunista controlada por Estados Unidos y la actual contrarrevolución interna” (“Cuba: vuelven las protestas. Apuntes sobre las causas y condiciones de un posible estallido social”, 7 de mayo de 2023).
Como vemos, lejos de plantear la tarea de derrocar al gobierno con la “revolución política”, García Hernández le advierte a las masas cubanas que si derrotan a Díaz-Canel con su combate revolucionario, puede venir una dictadura proyanqui a restaurar el capitalismo, ¡cuando la verdadera dictadura antiobrera es la del PC, que pactó con los yanquis y los trajo de vuelta a la isla!

Esta política de encubrimiento de la nueva burguesía castrista no puede sorprender a nadie. García Hernández es un militante orgánico del Partido Comunista cubano, con carnet de afiliación. Reivindica abiertamente a Fidel Castro, el mismo que en vida persiguió y calumnió al trotskismo y le dio asilo en Cuba a Ramón Mercader, el agente de la KGB asesino de Trotsky.
En sus redes sociales saludó el último congreso del PC como el congreso de su partido. Participaba de sus conferencias y aportaba financieramente al partido.
Por eso, los levantamientos del hambre de julio de 2021 en La Habana lo encontraron en las columnas del PC, marchando al grito de “¡Las calles son de Fidel!”, contra los obreros que marchaban al centro de la ciudad, cuestión que él ha reconocido públicamente.
Su rol es el de ocultar y cubrir por izquierda la restauración capitalista en Cuba a manos de la burguesía del PC; y sostener a nivel internacional una política de colaboración de clases con las burguesías locales “democráticas” y, sobre todo, con el Partido Demócrata del imperialismo yanqui, es decir, la vieja política del stalinismo latinoamericano.
Y para hacerle digerible esta política a las masas, García Hernández utiliza la figura de Trotsky, a la que falsifica como la burocracia stalinista de la URSS hacía con Lenin, para castrarle todo contenido revolucionario y disfrazar el programa reformista con ropaje marxista.

Pero si un militante castrista como García Hernández puede aparecer como “trotskista” es porque decenas de corrientes que en todo el mundo se reivindican del trotskismo lo legitiman como “defensor del legado de Trotsky”.
El “II Encuentro internacional León Trotsky”, del que participó todo el abanico de renegados del trotskismo junto a corrientes neostalinistas, fue un nuevo cónclave para falsificar el legado de Trotsky y convertirlo en un icono inofensivo.
¿Cómo pueden permitir los partidos que hablan en nombre del trotskismo semejante estafa a la clase obrera a manos de corrientes stalinistas recicladas?

Insistimos. En Cuba ya funcionan plenamente relaciones de producción capitalistas. El PC es ya un partido burgués, como el PC chino o vietnamita. En los ’60 los trabajadores expropiábamos a los magnates yanquis que hoy vuelven de la mano del PC de Díaz-Canel ¡al que García Hernández sigue afiliado!

Solo una nueva revolución socialista, que derroque al gobierno del PC y expropie a las transnacionales y la nueva burguesía cubana, pondrá fin al infierno que viven los explotados en la isla y hará de Cuba una fortaleza de la revolución internacional, puesto que la revolución cubana solo podrá triunfar con la victoria de la clase obrera en toda América Latina y Estados Unidos.
Por esto, los obreros cubanos necesitan el programa del trotskismo, el del verdadero bolchevismo.
¡Que vuelva la dictadura del proletariado en Cuba, esta vez bajo formas revolucionarias, sin burócratas ni generales!
¡Libertad a los presos de los levantamientos del hambre!
¡Fuera las manos de stalinistas y entregadores del socialismo de Trotsky y el legado de la IV internacional!
¡Hay que poner en pie un partido trotskista en Cuba, bajo las banderas de la IV internacional de 1938!

Milenka López, Juan Gamarra y Juan Sánchez

 

 


Saludo de Garcia Hernandez al VIII del PC cubano, en abril de 2021

 


García Hernandez en La Habana con militantes del Partido Obrero, de Izquierda Socialista y de Política Obrera, tres corrientes de Argentina

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