VISITE TAMBIÉN
LA PÁGINA DE LA FLTI

WWW.FLTI-CI.ORG



Nicaragua

19 de julio de 2020

A 41 años de la revolución nicaragüense y la participación de la Brigada Internacionalista “Simón Bolívar”

Por Sinforoso "Cheo" Navarro

PRESENTACIÓN:

Ya han pasado 40 años de la revolución sandinista en Nicaragua y 6 meses de la muerte en Colombia de uno sus protagonistas, Javier Munera Calle "Tuto", quien resultara herido en esta lucha internacionalista. Es para este último a quien dedico a nivel personal, estas palabras de presentación, puesto que junto a él iniciamos la lucha revolucionaria por el socialismo desde inicios de los años 70´s en el eje cafetero, en donde participamos inicialmente de luchas estudiantiles y luego en luchas fabriles, acompañando a los trabajadores en huelga o por la construcción de sus sindicatos, como herramientas para su auto-defensa en la lucha económica en contra del capitalismo, y posteriormente en la construcción de su mas importante herramienta política, como lo es la construcción de un partido obrero revolucionario, no solo para la revolución socialista en Colombia, sino como parte de su lucha mundial por el socialismo, haciendo parte de la IV Internacional. Fué así como participamos de la fundación en 1977, del Partido Socialista de los Trabajadores -PST- de Colombia y nuestro último accionar juntos, lo hicimos en las lineas de combate de la revolución nicaragüense, él combatiendo en el frente sur, bajo las banderas del Frente Sandinista de Liberación Nacional -FSLN-, resultando herido en combate, mientras yo estaba en Bluefields, combatiendo con la Brigada Simón Bolívar -BSB- en la costa atlántica de Nicaragua. Los invito a leer el siguiente documento, que presentamos como balance político en el año 2015, luego de que los renegados del trotskismo (PST-LIT)mantuviesen por décadas posiciones equivocadas, que llevaron a cometer errores políticos, claudicando ante las direccionescastroestalinistas y burguesas, que barrieron la sangre derramada por el pueblo nicaragüense en el proceso revolucionario, que llevó a la caída del dictador Anastasio Somoza. Una vez mas ratificamos la necesidad revolucionaria de derrotar políticamente a los traidores de la nueva izquierda castroestalinista y seudotrotskista, para así poder llevar a las masas del mundo una IV Internacional, recuperada y refundada, levantando la bandera del Internacionalismo Militante ... Cheo Navarro, Julio del 2019. 


BALANCE POLÍTICO DE LA BRIGADA DE COMBATIENTES VOLUNTARIOS “SIMÓN BOLÍVAR” EN NICARAGUA 1979

 

Augusto Nicolás Calderón Sandino (1895-1934), más conocido como Augusto César Sandino, fue un revolucionario antiimperialista nicaragüense, líder de la resistencia contra el ejército de ocupación yanky en Nicaragua en la primera mitad del siglo XX. Su lucha guerrillera logró que las tropas de los Estados Unidos salieran del país, luego de ello crea la Guardia Nacional y pone al frente de la misma al general Anastasio Somoza García, quien mandó luego a asesinar a Sandino y es quien inicia una dictadura familiar que culmina en 1979, con la revolución socialista iniciada por los obreros, trabajadores y pueblo nicaragüenses. El Frente Sandinista de Liberación Nacional -FSLN- nació originalmente como Frente de Liberación Nacional, FLN -corriente guerrillerista y foquista-, creada por Carlos Fonseca Amador quien se identificaba con el castro estalinismo cubano.

El FSLN surge como frente luego de la unión de tres corrientes guerrilleristas distintas: una castrista-guevarista, la Tendencia Proletaria -Jaime Wheelock-, una de influencia maoísta la Tendencia Guerra Popular Prolongada -Henry Ruiz y Tomas Borge- y otra apoyada por la Internacional Socialista, con el Partido Socialdemócrata Alemán a la cabeza la llamada TendenciaInsurrección o Tercerista -Daniel Ortega, Víctor Tirado y Humberto Ortega-; quienes conforman finalmente un frente unido del que hacen parte también distintos sectores de la burguesía de ese país centroamericano, como el caso del empresario Edén Pastora, conocido como “Comandante Cero”, quien dirige el operativo militar que catapulta publicitariamente al FSLN. Finalmenteen 1979 éste se apropia de las movilizaciones de masas de un pueblo que, cansado de soportar la dictadura Somocista, desarrolla una revolución obrera y socialista que fue abortada por ésta dirección sandinista pequeño-burguesa y de colaboración de clases; inclusive manteniendo los acuerdos adquiridos con el imperialismo norteamericano, como país semicolonial, quien luego fortalece esta dependencia firmando con las burguesías centroamericanas los acuerdos de Esquipulas y Contadora.

En este proceso revolucionario participa la Brigada de Combatientes Voluntarios Simón Bolívar -BSB-. (1) La cual es “reconocida” inicialmente por la propia dirección sandinista. La Brigada alcanza su máxima expresión en julio de 1979, al liberar Bluefields, el puerto más importante de Nicaragua en el Atlántico. Adelantando la fundación de sindicatos y organizaciones de masas de obreros y trabajadores.En un intento político de establecer doble poder y construir órganos obreros y campesinos que como los soviets tomaran decisiones políticas independientes del estado burgués Pero ese proceso ya con el FSLN en el poder amenazó con generar una movilización de la clase obrera por fuera del control del sandinismo. La revolución en sí, no fue un triunfo del sandinismo, se trató simplemente de un aborto de revolución socialista obrera apropiada por los sandinistas, proceso muy distinto a la revolución cubana la cual sí expropió a la burguesía mientras los sandinistas simplemente consolidan a la burguesía en el poder.

La BSB fue una acción internacionalista de apoyo a la revolución nicaragüense, y eso más allá del programa y la política totalmente equivocada que tuvo, representó una praxis internacionalista como la que tuvo todo el movimiento obrero en la Guerra Civil Española en los ‘30, inclusive más allá de los programas que se levantaron cuando se fue a pelear desde los sindicatos y organizaciones obreras independientes, praxis internacionalista que se perdió en el proletariado mundial.La brigada fue un hecho que dejó un jalón que hoy debemos superar dialécticamente, sobre todo por su trágico final, producto de un programa de abierta adaptación al sandinismo. Debido a las actividades independientes de la brigada en Bluefields, la dirección del FSLN detiene el 14 de agosto de 1979 a los brigadistas y los expulsa del país. Estos valientes voluntarios fueron finalmente entregados a la policía panameña, que los arrestó por varios días en la cárcel de ciudad de Panamá antes de ser deportarlos a sus respectivos países.

Desarrollo

La BSB surge como una iniciativa del Partido Socialista de los Trabajadores -PST- colombiano para dar continuidad al ejemplo de internacionalismo proletario, surgido con las brigadas internacionalistas participantes la revolución española, en los años 30´s. La misma fue integrada por voluntarios llegados de Colombia, Panamá, Costa Rica, Argentina, Chile y básicamente cuando se llega a Centroamérica, por luchadores nicaragüenses. La conformación de la brigada se realizó con un sentido amplio en dónde los militantes revolucionarios, prácticamente fuimos una minoría. El propósito de la brigada era hacer parte en unidad de acción con el FSLN, de la lucha militar y con una política independiente porque entonces ya se hablaba de la conformación de un gobierno de conciliación de clases en alianza con sectores de la burguesía antisomocista, el cual de hecho ya funcionaba en el exilio.
La revolución nicaragüense, ya lo decíamos, fue el inicio de una revolución obrera y socialista con grandes movilizaciones de masas y alzamiento armado general, de un pueblo cansado de soportar décadas de dictadura en cabeza de la familia Somoza y que amenazaba con expropiar a la misma burguesía, en donde ésta por medio del FSLN es quien entra a apropiarse de este proceso, capitalizando este movimiento de masas y llevando a abortar la revolución socialista que se planteaba en ese momento. Confirmándose una vez más que la burguesía es irreconciliable con las masas de obreros movilizados y que son sectores estos estalinistas pequeñoburgueses de tendencia guerrillerista y foquista los que se apropian de esas luchas para rendirlas a los pies de sus enemigos irreconciliables de clase: la burguesía y el imperialismo.
Es de gran importancia resaltar las diferencias en la caracterización que plantea el morenismo acerca del proceso nicaragüense en 1979, cuando su dirigente caracterizaba a ésta como parte de un proceso de revolución por etapas contra los principios de la Revolución Permanente que nos esboza León Trotsky. Cita de Nahuel Moreno acerca de la revolución democrática: “Este cambio en la situación objetiva impone un cambio en el progra­ma y las consignas partidarias. En la etapa contrarrevolucionaria, bajo la dictadura del Proceso, nuestra consigna central era negativa: ¡Abajo la dictadura! Igual que en Rusia, Cuba o Nicaragua fue: ¡Abajo el Zar, Ba­tista o Somoza! Porque, ante todo, para abrir paso a la revolución socialis­ta, debíamos destrozar el obstáculo del régimen burgués contrarrevolu­cionario. Pero a partir del triunfo de la revolución democrática, de la caí­da de ese régimen, pasan a ser centrales las consignas anticapitalistas. Si an­tes llamábamos a los trabajadores a concentrar sus movilizaciones en derri­bar a la dictadura, ahora los llamamos a que hagan centro en liquidar al sistema capitalista imperialista. Les decimos que la gran tarea es derrotar a los partidos burgueses o pequeños burgueses que están en el poder para que asuma el gobierno la clase obrera con sus partidos y organizaciones. Los llamamos a hacer una nueva revolución para cambiar el carácter del estado, no sólo del régimen político; una revolución social o socialista. Podríamos decir que los llamamos a que hagan en forma consciente y centralizada lo que están haciendo de hecho en forma inconsciente y dispersa: luchar con­tra el capitalismo y el estado burgués.”
Todo contrario es lo planteado por León Trotsky con la Revolución Permanente: “La idea de la revolución permanente fue formulada por los grandes comunistas de mediados del siglo XIX, por Marx y sus adeptos, por oposición a la ideología democrática, la cual, como es sabido, pretende que con la instauración de un Estado "racional" o democrático, no hay ningún problema que no pueda ser resuelto por la vía pacífica, reformista o progresiva. Marx consideraba la revolución burguesa de 1848 únicamente como un preludio de la revolución proletaria. Y, aunque "se equivocó", su error fue un simple error de aplicación, no metodológico. La revolución de 1848 no se trocó en socialista. Pero precisamente por ello no condujo a la democracia. En cuanto a la revolución alemana de 1918, es evidente que no fue el coronamiento democrático de la revolución burguesa, sino la revolución proletaria decapitada por la socialdemocracia, o, por decirlo con más precisión: una contrarrevolución burguesa obligada por las circunstancias a revestir, después de la victoria obtenida sobre el proletariado, formas seudodemocráticas.
El "marxismo" vulgar se creó un esquema de la evolución histórica según el cual toda sociedad burguesa conquista tarde o temprano un régimen democrático, a la sombra del cual el proletariado, aprovechándose de las condiciones creadas por la democracia, se organiza y educa poco a poco para el socialismo. Sin embargo, el tránsito al socialismo no era concebido por todos de un modo idéntico: los reformistas sinceros (tipo Jaurès) se lo representaban como una especie de fundación reformista de la democracia con simientes socialistas. Los revolucionarios formales (Guesde) reconocían que en el tránsito al socialismo sería inevitable aplicar la violencia revolucionaria. Pero tanto unos como otros consideraban a la democracia y al socialismo, en todos los pueblos, como dos etapas de la evolución de la sociedad no sólo independientes, sino lejanas una de otra.
Era la misma idea dominante entre los marxistas rusos, que hacia 1905 formaban casi todos en el ala izquierda de la Segunda Internacional. Plejánov, el brillante fundador del marxismo ruso tenía por un delirio la idea de implantar en Rusia la dictadura del proletariado. En el mismo punto de vista se colocaban no sólo los mencheviques, sino también la inmensa mayoría de los dirigentes bolcheviques, y muy especialmente todos los que hoy se hallan a la cabeza del partido, sin excepción; todos ellos eran, por entonces, revolucionarios demócratas decididos para quienes los problemas de la revolución socialista, y no sólo en 1905, sino en vísperas de 1917, sonaban como la música vaga de un porvenir muy remoto.
La teoría de la revolución permanente, resucitada en 1905, declaró la guerra a estas ideas, demostrando que los objetivos democráticos de las naciones burguesas atrasadas conducían, en nuestra época, a la dictadura del proletariado, y que ésta ponía a la orden del día las reivindicaciones socialistas. En esto consistía la idea central de la teoría. Si la opinión tradicional sostenía que el camino de la dictadura del proletariado pasaba por un prolongado período de democracia, la teoría de la revolución permanente venía a proclamar que, en los países atrasados, el camino de la democracia pasaba por la dictadura del proletariado. Con ello, la democracia dejaba de ser un régimen de valor intrínseco para varias décadas y se convertía en el preludio inmediato de la revolución socialista, unidas ambas por un nexo continuo. Entre la revolución democrática y la transformación socialista de la sociedad se establecía, por lo tanto, un ritmo revolucionario permanente”.
Es importante destacar que casi de manera simultánea se desarrolló en El Salvador un proceso similar que era liderado por las masas y apropiado por el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional -FMLN-, proceso que no contó con una propuesta para desarrollarlo, y convertirlo como punto de partida para un frente internacional de lucha común en Centroamérica. Lo que se inició en Nicaragua y en El Salvador fue un importante proceso de revolución obrera y socialista que fue abortada por las direcciones castro-estalinistas y pequeño-burguesas de colaboración de clases del sandinismo y del FMLN salvadoreño.
El triunfo de las políticas del FSLN confirma además la importancia decisiva de factores externos representados en los gobiernos extranjeros.Gobiernos burgueses como los de Panamá, Costa Rica y Venezuela proporcionaron la ayuda más importante en los dos últimos años del proceso. El Partido Socialista sueco afirmó que le entregó al FSLN un millón y medio de dólares. Lo mismo hizo el alemán y la Segunda Internacional en su conjunto. Torrijos, colaboró también al triunfo del FSLN, como parte de la resistencia al chantaje yanqui sobre el canal. El castro-estalinismo cubano también cumplió una importante y destacada participación y apoyo a este proceso, ya luego se conocería la primera instrucción sobre el proceso mundial consistente en que: “Nicaragua, no puede ser otra Cuba, ni El Salvador otra Nicaragua”, enterrando cualquier lucha revolucionaria que estuviera bajo su influencia.El caso de Venezuela se explica, además, porque adelantaba una sistemática política de alianza comercial con las burguesías en Centroamérica. Este formidable apoyo de la burguesía internacional fue determinante, pero después, cuando llega la revolución, entran dichas burguesías a exigir garantías para mantener el régimen burgués intacto en Nicaragua, ahora simplemente se trata de olvidar el compromiso y exigencia de la burguesía dada la traición sandinista a la revolución obrera y popular iniciada por el pueblo nicaragüense.

Finalmente, sin contar el sacrificio y heroísmo del pueblo nicaragüense, este se da cuenta que el gobierno de Somoza es similar al del Gobierno de Reconstrucción Nacional -GRN- en cabeza inicial sobre Violeta Chamorro y el FSLN, y que ambos gobiernos son burgueses. Somoza daba con la derecha y el GRN agarra con la izquierda al movimiento de masas, tratando de impedir la continuidad de la movilización revolucionaria, y promoviendo el respeto a la propiedad privada, en complicidad con el FSLN, por su caracterización de clase burguesa y pequeñoburguesa, desde el principio de la revolución direccionó para terminar entregándola al imperialismo.

En la práctica hubo dos BSB

Al llegar a Nicaragua se ordena la disolución de la BSB dentro del FSLN, y son sus voluntarios vinculados a las distintas escuadras sandinistas perdiendo toda identidad como tal. En el accionar allí de los brigadistas fallecen 3 de ellos; (Biófilo y Pijao colombianos), El Chino (nicaragüense) y es herido gravemente “Tuto” (colombiano). Este debió ser el fin de la BSB, pero se guarda un Plan B, propuesto y liderado por el líder negro costarricense Marvin Wright Lindo, “Callaloo” líder del Partido Auténtico Limonense -PAL- y con base en la zona campesina de Siquirres, cerca de Limón en el Atlántico Costarricense, establece un comando, el cual, es el que finalmente entra a Bluefields, adelantando la vinculación a las organizaciones de masas, apoyado también en que el FSLN tenía una débil presencia e injerencia en esta zona del Atlántico. Toda la “Costa Miskita” en general, fue abandonada durante el régimen somocista y no contaba con un frente especial del FSLN destacado en la región. Durante la ofensiva contra revolucionaria fue utilizada por la “Contra” como región de soporte, sobre todo en la frontera con Honduras en el Atlántico. Por eso no me equivoco al afirmar que la BSB tuvo dos representaciones: La que desaparece en el Frente Sur cuando se disuelve al interior de las fuerzas del FSLN que allí combatían y la otra que conquista a Bluefields de manera independiente.

Esta actividad realizada a nombre del FSLN y la BSB en ese momento, hace que la misma dirección sandinista nos vea como una fuente de lucha separatista, o de temor de dar origen a un movimiento de autodeterminación, que ya insinuaba “Callaloo”. Es bueno mencionar que cuando a comienzo de agosto del año 1979 llegan las tropas del FSLN, vía rio desde la ciudad de Ramá, se encuentran con las milicias obreras del puerto de Bluefields, junto a las delegaciones obreras de Kukra Hill y campesinas del norte de la región, movilizadas por la BSB para este momento y deben estas fuerzas del FSLN, retirarsepor el mismo sitio por el que entraron debido a que esos grupos de autodefensa obreros se niegan a entregar sus armas y desmovilizarse impidiendo por el momento que “oficialmente” el FSLN entrara al puerto.

Todos los gobiernos burgueses son iguales, pero su método de gobernar es el que cambia. En Nicaragua en un principio se da un gobierno burgués de unidad nacional. No se puede considerar similar a los ejemplos de las revoluciones nacionales populares como en China con Mao TseTung y en Vietnam con Ho Chi Min, que si se ajustarían a esta característica. Se deja claro que son dos programas y dos estrategias distintas, una la revolución democrática y por etapas y la otra la revolución permanente planteada por Trotsky, en donde el sujeto político marca la diferencia, siendo, en la democrática un frente único la base para la toma del poder y en la revolución socialista el sujeto es la clase obrera junto a los campesinos pobres.

Nicaragua vivió el momento en que todos, excepto los somocistas, estaban llenos de alegría y se sentían muy unidos; pensando además que se mejorarían las condiciones económicas y políticas, y se aceptarían las reformas con satisfacción, siendo este el sentimiento dominante. Luego es aterrizar en la realidad, simplemente se realizó un cambio en la cúpula burguesa del gobierno. El FSLN, como un partido-ejército se apropia de la revolución en marcha y la aborta, aplicando una política abierta de colaboración de clases, lo que lo convierte en un movimiento pequeñoburgués en sí mismo, donde está la sombra de la burguesía o sectores abiertos de la burguesía. La imbricación del sandinismo con el castrismo persigue el objetivo de impedir que Nicaragua y la revolución de El Salvador en los ‘80 avanzaran a la toma del poder por parte del proletariado acaudillando al campesino pobre.Las milicias son absorbidas por el ejército tradicional burgués y se inicia el proceso de restauración política burguesa en manos de otros que antes eran desplazados por Somoza. El otro concepto a determinar fue la ausencia del partido revolucionario, que en el caso de Nicaragua es asumido por el FSLN, que finalmente se convierte en un Partido Ejército para apropiarse de la revolución en marcha para abortarla y llevar a las masas a la conciliación de clases con la burguesía nicaragüensetraicionándolas.

Sobre la autodeterminación nacional.

Este planteamiento político que agitaba “Callaloo”, finalmente se convierte en uno de los factores que llevanaldesarme, desmantelamiento y expulsión de la BSB de Bluefields y el resto de Nicaragua y luego de ser llevada a Panamá y sus integrantes deportados (2) y fichados por la Interpol y la CIA, resurge como consigna, cuando se desarrolla la lucha antiimperialista enfrentando a los contras durante la denominada “guerra del fin del mundo”, cuando el sandinismo se adentra sobre muchas zonas de Costa Rica para combatir a esos contras; es allí cuando las milicias dirigidas por “Callaloo” en Limón, Costa Rica, se toman esta región y parte del sur de Nicaragua y plantean un “Limón Independiente” autodenominándose este dirigente afro como su “Primer Ministro”. Quedando esta experiencia, esporádica de 45 días aproximadamente, pero histórica, para Costa Rica y Nicaragua, poco mencionada y menos recordada en este proceso de revolución en Centroamérica y resultado de la experiencia revolucionaria en Nicaragua.

Es bueno recordar que, frente a la autodeterminación nacional, en los países coloniales y semicoloniales, existen dos barreras para el progreso humano, por un lado, la propiedad privada de los medios de producción y por el otro el estado nacional. Hoy en la época de decadencia imperialista, cuando las contradicciones latentes de un sistema socioeconómico moribundo han alcanzado unos límites insoportables, la cuestión nacional surge una vez más en todas partes, con resultantes aún más trágicas y sangrientas. Lejos de solucionarse, ha regresado a sus orígenes, a una fase antigua del desarrollo humano y ha adquirido una forma particularmente virulenta y venenosa que amenaza con arrastrar a todas las naciones al barbarismo. Esto lo sufren los obreros y masas en España, Grecia, Italia, Portugal y todo el sur europeo. Resolver este problema es una condición previa y necesaria para el triunfo del socialismo a escala mundial porque en esta época de imperialismo, el capitalismo sobrevive únicamente debido a su habilidad para oprimir, dividir y superexplotar. Es por eso que el entendimiento de la estrategia revolucionaria para ponerle fin a la opresión nacional es una necesidad vital para todo trabajador.

Lenin afirmó que la conciencia revolucionaria no era incompatible con el chovinismo nacional. La defensa por los revolucionarios de los derechos de los pueblos oprimidos era también un elemento vital en la lucha contra el chovinismo en la clase obrera de los países imperialistas. Por esta razón estos revolucionarios se ven obligados a afirmar su oposición a la trampa que constituye el nacionalismo. Se ven obligados a desenmascarar la contradicción entre el nacionalismo de la burguesía y el nacionalismo transitorio de las masas, para que su opuesto, la conciencia internacionalista, crezca. Más tarde, al desarrollarse la nueva época, afirmó que la conciencia nacionalista en los países coloniales era progresista en el sentido pasajero de que despertaba el conocimiento político entre las masas de la necesidad de luchar contra el enemigo común, el imperialismo. Por lo tanto, en el sentido más amplio pero fundamental, los maestros revolucionarios esgrimieron el arma de autodeterminación nacional para lograr una meta fundamentalmente antinacionalista. Era un medio para convencer a las masas de que el nacionalismo y la construcción de naciones son calles sin salida. La línea entre las aspiraciones democráticas de las masas y las metas nacionalistas de los engañosos dirigentes burgueses era a veces difícil desenmascarar en las luchas reales, sin embargo, era absolutamente vital hacerlo.

El gobierno de Violeta Chamarro fue, sin duda, un gobierno sostenido por el imperialismo yanqui, el europeo, Japón, las burguesías latinoamericanas y el castro-estalinismo. Ahora entendemos que la BSB fue resultado de una posición principista correcta, basada en el darle continuidad al internacionalismo proletario, pero cuyo método terminó en una acción de entrismo en el FSLN que actuaba en el Frente Sur de la guerra revolucionaria que se adelantada en este país centroamericano.

Finalmente este concepto es superado políticamente por la acción militante internacionalista de la campaña en la Costa Atlántica en Bluefields, en donde la contribución a la clase obrera y trabajadores se da mediante la constitución de sindicatos, antes inexistentes debido a la prohibición de la dictadura somocista en este sentido y que aún hoy día, hacen parte importante de la Central Sandinista de los Trabajadores (3); y contribución a la revolución socialista en ese momento en desarrollo, mediante la conformación de comandos de defensa sandinistas, como herramienta de poder obrero y popular para enfrentar los ataques contrarrevolucionarios de la contra pro-yanqui de manera inicial y luego contra la ofensiva burguesa que finalmente los desmantela y reduce.

En conclusión, la caracterización de “revolución democrática” está totalmente reñida con el programa del marxismo y es una expresión teórica y programática propia del menchevismo y el estalinismo, abiertamente etapista. Es nuestro deber hoy enfrentar a los teóricos de la “revolución democrática” que aún siembran ilusiones para traicionar, consistentes en que los enemigos de la clase obrera y de las masas de explotadas, pueden ser sus aliados en casos como en Siria cuando se apoya a Al Assad, o Libia cuando apoyaban a Khadafi y sus generales, o la “primavera árabe” durante los procesos en Túnez conel apoyo a Ben Ali y en Egipto apoyando a los Mubarak, reclamando salidas burguesas con las cuales se expropian los procesos revolucionarios o peor aun llevando a seguir a sus enemigos de clase como el caso del castro-chavismo en Latinoamérica, teóricos, junto a la nueva izquierda anticapitalistas, pro-socialdemócratas, que tratan de impedir que las masas vean cual es camino hacia la victoria de la revolución socialista en el mundo. Por eso es clave romper definitivamente con la teoría-programa de la “revolución democrática” que prepara los cuadros para la traición de la revolución socialista internacional.

Es mi responsabilidad y la asumo dejar claro que, si no resolvemos las lecciones de esta experiencia de forma correcta y estratégica, vamos a cometer los mismos errores que llevaron al trotskismo en el continente americano a ser la “pata izquierda” del estalinismo. Esto sucedió tanto en la revolución nicaragüense como en la salvadoreña. Y luego se vio de forma mucho más trágica en el ’89, con el morenismo colgado en un frente político con el estalinismo en Argentina, cuando se le caían los cascotazos del Muro de Berlín en la cabeza, cuando el estalinismo entregaba los estados obreros a la restauración capitalista.

Hoy lo observamos, cuando sectores renegados del trotskismo y del marxismo académico que aún mantienen su presencia a nombre la IV Internacional (Mandel, Pablo, Lambert, Woods, Moreno, etc.) llaman a construir partidos revolucionarios y de masas, pero desde grupos y partidos como, Podemos, Syriza y el mismo Partido Laborista de la Gran Bretaña. Posición traidora a los principios marxistas, leninistas y trotskistas que nos enseñan en la lucha contra la traición a la clase obrera mundial que significa la conciliación de clases y llevarlas a los pies de la pequeña-burguesía y la burguesía, representados en el estalinismo, la nueva izquierda y los renegados del trotskismo, sus enemigos naturales.
La construcción partidista no es revolucionaria si se trata de ir dentro de esas organizaciones, la construcción de partido debe ser independiente totalmente. Millones de muertos en las filas de los explotados a representado esta política entreguista de conciliación de clases, las revoluciones traicionadas, que significaron el caminar tras gobiernos y partidos progresistas, así lo han hecho. Ir tras los Chávez y esperpentos bolivarianos, como lo hiciera Allan Woods, quien pensó que entregar el Programa de Transición, elaborado por León Trotsky en manos de este líder burgués y paramilitar venezolano, iba a cumplir el efecto de una “Biblia Misionera”, solo se le ocurre a los 200% revisionistas o académicos del marxismo, o seudo-trotskistas o simplemente renegados del trotskismo.Es por estos que debemos luchar contra toda desviación política en este sentido, a nunca desfallecer por la verdadera Revolución Socialista Mundial. Para eso no se discuten solo los métodos, primero hay que discutir, con base en el PROGRAMA DE TRANSICIÓN de LEON TROTSKY. No en inventos de la Nueva Izquierda Internacional, a la que puedes llegar sin necesidad de programa. Esto nos ha llevado a reconocer la bancarrota política y organizativa de la actual IV Internacional, y por lo tanto a la necesidad urgente de Refundarla.

Conclusiones

 

 

Como conclusiones adopto las recomendaciones sobre el tema expresadas en el último Congreso del Colectivo por la Refundación de la IV Internacional -FLTI- (4), realizado en Bs. As. Argentina entre los días 28 de agosto y el 7 de septiembre del 2015, las cuales claramente plantean que:

“Para la teoría programa menchevique y de los revisionistas del marxismo, en este caso de la “revolución democrática” morenista, el sujeto social de la revolución es un frente único de lucha de “todos contra la dictadura militar” o “todos contra la burocracia”. Es decir, el sujeto social es una unidad de acción de los obreros, los campesinos y la burguesía contra un régimen totalitario.
Esto es gravísimo, porque plantea que la burguesía puede armar a las masas y apoyarse en sus revoluciones para derrocar a otra fracción burguesa, cuestión que plantearon y plantean todos los pseudo-teóricos y traidores de la “revolución democrática” en Libia, Siria, Egipto, etc., llegando incluso la LIT a plantear que EE. UU. debía enviar armas para derrotar a Al-Assad, es decir, llegaron a incluir a Obama como parte de la “revolución democrática” …
Ya hace rato que la burguesía sacó las lecciones de la experiencia de la "Primavera de los Pueblos" de 1848 en Francia, cuando las masas armadas, enfrentando con la burguesía a la autocracia y la monarquía, amenazaron con barrer a todas las clases dominantes, inclusive a la burguesía.
Como vemos, Obama envió a Siria a la Guardia Republicana iraní a masacrar a las masas; envió a Putin a armar hasta los dientes al perro Bashar; envió al movimiento “democrático” 6 de abril en Egipto a sostener a los generales que terminaron dando un golpe y masacraron a los explotados; envió a la UGTT y al Frente de Salvación Nacional en Túnez para que vuelva el partido de Ben Alí, reciclado como “Niida Túnez”; envió al CNT en Libia para desarmar y corromper a las masas…
En cambio, para los marxistas revolucionarios, el sujeto social de la revolución es la alianza obrera y campesina y las tareas democráticas estratégicas y estructurales de los países semicoloniales son la independencia del imperialismo y resolver la cuestión agraria. Por ello la alianza es de obreros y campesinos dirigidos por el proletariado.
Para los teóricos de la “revolución democrática”, liquidacionistas del marxismo, el sujeto político de la revolución es un FUR, un frente único con los trotskistas en minoría y las fuerzas “trotskizantes” realizado en base a un programa mínimo revolucionario... Eso es afirmar que el trotskismo y el bolchevismo se pueden constituir espontáneamente y su sector consciente se debe disolver en ese fenómeno espontáneo.
Esta teoría-programa de la “revolución democrática” es una falacia y un revisionismo cruel, puesto que el trotskismo y el bolchevismo plantearon que efectivamente el movimiento revolucionario marxista consciente, solamente se podía construir siendo parte de un movimiento obrero revolucionario real de franjas de las masas que van de derecha a izquierda. Esos son los fenómenos de radicalización de masas, los procesos centristas que dan las masas que giran de derecha a izquierda cuando buscan un camino revolucionario, que inclusive producen que se rompan los partidos reformistas, como fueron por ejemplo las escisiones por izquierda de los Partidos Socialistas en Francia, España o Austria en los ’30, cuando avanzaba Hitler sobre Europa y Franco en España.
Esos son fenómenos centristas -no “trotskizantes”-, a los que hay que llevarlos al programa del trotskismo interviniendo sobre ellos conscientemente. Porque por sí mismos, ningún fenómeno centrista puede llegar al programa marxista y trotskista puesto que se trata de conquistar el socialismo científico. La teoría revisionista de FUR liquida la concepción de partido leninista, porque plantea que esas corrientes “trotskizantes”, sin tener delimitaciones, sin ninguna crisis, pueden dirigir mayoritariamente un partido revolucionario, es decir, proponen que el centrismo, que es un fenómeno episódico y pasajero, dirija al bolchevismo.
Este revisionismo cruel, despiadadamente mentiroso, llevó al PST a hacer un acuerdo con los grupos de superficie del estalinismo en los sindicatos como sucedió con “A Luchar”, cuyas consecuencias fueron gravísimas, puesto que en el mismo se perdieron valiosos dirigentes, que se burocratizaron y fueron con esa política hasta el final. Para el trotskismo, el sujeto político de la revolución es un partido mundial de la revolución socialista. Para nosotros, es la IV Internacional de 1938 que hay que refundar.
Y a eso no lo pueden sustituir ni partidos nacionales, ni ningún FUR nacional. Es que solamente un ciego nacional-trotskista puede no entender que no hay absolutamente nada, pero nada de la vida política, económica y social de un país que se resuelva en ese país.
Wall Street y los centros de operaciones de las transnacionales y los cartels controlan la economía mundial y de cada país. La política internacional del imperialismo somete a acuerdos políticos y militares a todos los países semicoloniales y coloniales. Las direcciones traidoras están centralizadas a nivel internacional. Por ejemplo, ayer el estalinismo y el maoísmo estaban bajo las órdenes de Moscú y Pekín
Hoy, cuando estas direcciones están organizadas por los centros imperialistas, como sucede con el FSM y la “nueva izquierda”, plantear que se las puede enfrentar y derrotar país por país, no solamente es una ingenuidad, sino una política de capitulación absoluta a las mismas.
Lo que sucede en Colombia con la “Marcha Patriótica” y las FARC, o en los sindicatos, no se resuelve en Colombia. Es más, las burocracias sindicales actúan sometidas a las transnacionales y sus sucursales en todo el mundo. Están bajo la dirección de la OIT, de la ALF-CIO, de las centrales sindicales socialdemócratas o estalinistas, o de demás basura burocrática.
Por ello, la lucha por la construcción de partidos leninistas de combate, cuya única tarea nacional es organizar una insurrección victoriosa, es inseparable del combate por refundar la IV Internacional y combinar el programa marxista internacional con las particularidades nacionales de cada país.
Hay un punto que es imprescindible desarrollar, que es sobre la dinámica de la revolución en la post-guerra. Y que hace a las discusiones sobre la aberración revisionista de las Tesis del ’85 de la LIT, que generalizaron las excepciones y las transformaron en norma del programa revolucionario. Cuba, China, Vietnam o Corea, como revoluciones que expropiaron a la burguesía, fueron parte de la excepción que plantea el Programa de Transición en su capítulo sobre “gobierno obrero y campesino”. Allí se plantea que bajo condiciones de crisis agudas y crac, no se puede descartar que las direcciones pequeño-burguesas o reformistas puedan ir más allá, inclusive a la expropiación de los capitalistas, de lo que ellas mismas se propongan a hacer.
Pero a su vez, la tesis marxista plantea que aún en esas excepciones, sin una dirección revolucionaria que tome la dirección de esos procesos y derroque a la burocracia, ésta transformará ese triunfo táctico en una derrota estratégica del proletariado mundial. Esto es lo que vimos desde Yalta a la fecha, puesto que la burocracia estalinista, maoísta, titoísta, hochiminhista o castrista, utilizó todos los triunfos nacionales parciales para prestigiarse y mejor estrangular y traicionar la revolución socialista internacional y terminar entregando, como hizo, todos esos estados obreros al imperialismo mundial.
Pero Cuba, China, Vietnam, etc. no fueron la norma, sino la excepción de la post-guerra. La norma fue la derrota y el estrangulamiento de centenares de revoluciones socialistas que conmovieron al mundo desde la salida inmediata de la segunda guerra mundial. Por dan tan sólo algunos ejemplos, se pudo haber tomado todo el poder en toda la Europa imperialista, en América Latina, en Centroamérica, en África. Es más, durante el ascenso revolucionario del ‘68-‘74 fueron derrotadas decenas de revoluciones por crisis de dirección, por sobreabundancia de direcciones traidoras y la falta de un partido revolucionario.
Por lo tanto, la tesis morenista de que con cualquier dirección se puede tomar el poder, desarma al proletariado ante las traiciones de sus direcciones y les lava la cara a éstas. Pero aun así, una visión de la revolución nicaragüense y cubana que pretenda plantear que fue el foco guerrillero el que derrotó a Somoza o Batista, es una falacia que falta a la verdad, puesto que cuando los “comandantes guerrilleros” llegaron a Managua o a La Habana, encontraron que el proletariado y los campesinos ya habían derrotado con su insurrección a esos gobiernos.
Lo único distinto es que Castro fue más lejos de lo que quería en la ruptura con la burguesía, porque las masas cubanas ya habían expropiado a la burguesía. En cambio, el sandinismo pudo abortar el primer episodio de la revolución para luego derrotarlo. Con su aliado Castro, ya habían aprendido de la experiencia cubana y cómo impedirla en Nicaragua.
Este no es un debate nuevo, es el que desarrolló Trotsky con Preobrazhenski en la revolución china del ‘27, donde discute con éste, que confunde el carácter de la revolución con el carácter de la contrarrevolución. La huelga revolucionaria, el armamento de las masas, la derrota de las tropas contrarrevolucionarias de Batista-Somoza, son el carácter de la revolución. En Libia la derrota de khafady, de su ejército asesino, la derrota de las tropas de Bashar en una cadena de insurrecciones locales en Siria, la plaza Tahrir repleta de combatientes de los oprimidos o el avance de masas en Yemen, son también el carácter de la revolución.
La toma del poder por parte del sandinismo en un frente con fracciones burguesas opositoras; la asamblea constituyente y el CNT en Libia; el pacto del Movimiento “6 de abril” con los Hermanos Musulmanes y las Fuerzas Armadas en Egipto, son el carácter de la contrarrevolución. Son el aborto de esas revoluciones. Confundir esto es grave y eso es lo que ha hecho el revisionismo. Y esto es una tragedia que pagan muy caro las masas.
Hacerles creer a los explotados que el CNT en Libia, el ESL en Siria, los militares “democráticos” en Egipto, son los aliados de la clase obrera en la “revolución democrática”, es atarle las manos a las masas, para que luego vengan los sables de los generales y las masacren.
A esto llevó la política revisionista de la "revolución democrática", a crear ilusiones de que el sandinismo podía ser un aliado de las masas y no el más grande y mortal enemigo desde adentro de la revolución socialista. La vida ya ha dado un veredicto sobre este debate teórico: las conclusiones están teñidas con sangre obrera. Estas son cuestiones de principios para reconocernos como trotskistas.
La vida ya ha demostrado que el programa y la teoría del trotskismo pasaron la prueba; los "trotskistas", no”.

NOTAS:

(1). El nombre en sí de “SIMON BOLIVAR” demuestra un sentido oportunista y meramente propagandístico, puesto que realmente refleja es un concepto de conciliación de clases que posteriormente es comprobado entre los sectores burgueses del sandinismo y el castro-estalinismo para la entrega del poder a la burguesía conservadora antisomocista.

(2). Los principales sindicatos creados en Bluefields fueron: SILINTRACOS (Pescanica), SONCOTRABAN (Bancarios), SOPAB (Trabajadores de Booth), SINTRARECO (Cañeros), Sindicato de Trabajadores de COPESNICA, Sindicato de Trabajadores Artísticos de Bluefields, Sindicato de Trabajadores de Buzos “Manuel Reyes” y Seccional de Sindicato de Trabajadores del SNEM (malarios). En la zona occidental y Managua se crearon más de 50 sindicatos que hicieron también parte de la Central Sandinista de los Trabajadores -CST-.

(3). Cuando el FSLN arrestó a la Brigada Simón Bolívar, cuyos dirigentes, formaban parte en ese entonces de la Fracción Bolchevique y Secretariado Unificado, una delegación de voceros del S.U. le comunicó en forma oficial al gobierno sandinista su aprobación de la expulsión de sus propios “camaradas”. Debe recordarse la carta de unos disidentes del S.U. en Nicaragua en la que acusaban a Peter Camejo, de ordenar al delegado del S.U. en Nicaragua de entregar a los brigadistas bolivarianos a la policía del FSLN. Esa carta apareció en “WorkersVanguard No. 242, 26 de noviembre de 1979”. El movimiento revolucionario mundial ha tenido que luchar contra los seudo-trotskistas que se arrodillan ante las presiones de la burguesía y las burocracias estalinistas. 

(4). “La FLTI es un punto de apoyo y de reagrupamiento de la vanguardia revolucionaria mundial en su lucha por refundar la IV Internacional. En los debates a su interior se están preparando y se preparan los cuadros especializados en la revolución, la guerra civil y la lucha por la toma del poder. Esos son los cuadros y los partidos revolucionarios que necesitan las masas y su combate a nivel internacional. Hoy más que nunca las masas necesitan de la IV Internacional expurgada de traidores, liquidadores de su programa y lacayos de la burguesía.
El 100o/o de las fuerzas de la FLTI ha conquistado lecciones, un programa y una estrategia común sobre los acontecimientos en el Norte de África y Medio Oriente y los embates de la clase obrera en Europa. Toda corriente que quiera discutir el álgebra de la insurrección y de la lucha por la toma del poder sabe que tendrá democracia revolucionaria para hacerlo en nuestras filas. Pero no habrá lugar en ellas para hacer alquimias centristas, acuerdos de cúpulas y relaciones diplomáticas acordando pomposos programas revolucionarios en Congresos para después traicionarlos en la vida misma.
Una forma de clarificar esto, cuando las diferencias comienzan a hacerse irreversibles, es hacerlas públicas. Es que los trotskistas sabemos que las grandes cuestiones del programa marxista no pueden ser solo para sus militantes sino que son un patrimonio de la clase obrera mundial.
El bolchevismo discutía públicamente, desde el Pravda y sus folletos, las cuestiones claves como las lecciones de la derrota de la revolución de 1905 en Rusia; las lecciones de la derrota de 1907 en Rusia; la intervención en la Duma; las posiciones frente a la guerra, etc. En esas discusiones al interior del marxismo ruso se llegó a discutir públicamente si se debía o no tomar el poder en octubre del 17. Incluso se debatió públicamente la cuestión de la paz de Brest Litovsk y la cuestión de los sindicatos en la dictadura del proletariado, así como también la cuestión alemana, entre otras cuestiones de interés decisivas para el proletariado mundial.
Fue así como el bolchevismo templó sus cuadros y educó a la clase obrera. Fue esta democracia revolucionaria la que, en última instancia, le permitió al bolchevismo la más firme disciplina en la acción que definían con claridad las fronteras en el Partido Bolchevique y la III Internacional revolucionaria, impidiendo que los oportunistas y arribistas ingresen a sus filas.
Fue el estalinismo el que abortó el centralismo democrático en el movimiento marxista internacional, el que persiguió hasta la muerte a sus opositores. Es decir, fue el estalinismo el que demostró ser una excrecencia como toda burocracia en el movimiento obrero a cuenta del capitalismo mundial.
Hoy vemos cómo un ala de los renegados del trotskismo le copia las formas organizativas y políticas al estalinismo, mientras que otra ala hace lo mismo con la socialdemocracia acordando 25 resoluciones en sus congresos para después hacer lo que cada uno quiere en su país.” Tomado del boletín: CORRESPONDENCIA INTERNACIONAL Nº 14 PARTE II del 11/01/2012, sobre “Debates al interior de la FLTI” de
mocraciaobrera@hotmail.comwww.democraciaobrera.org

Escrito por Sinforoso "Cheo" Navarro - AGOSTO 15 DEL 2015

 

 

https://1.bp.blogspot.com/-xEXLy1aM6Eg/XTc-ij8vQ2I/AAAAAAAAJbk/6QnP_DOz5nUylN8uUlFIcXw0Cid4Q4jMgCLcBGAs/s640/123bsb1.jpg
Al frente "Quintin" y "Joaquin", colombianos
Introducción

https://1.bp.blogspot.com/-bk0TWLttVo4/XTc-ltVTltI/AAAAAAAAJbs/iKhk5jcz-CEbn9FnwvwopJGp4ltVnheRgCLcBGAs/s640/abluefields4.jpg
Combatientes de la Brigada SimonBolivar, reunidos en la Hacienda El Retiro
propiedad de Anastasio Somoza en 1979, De pie: Quintin, Eduardo, Joaquin,
Gredyn y Antonio; hincados: Issac y Ramón.

 

https://1.bp.blogspot.com/-Bb8LUXNP0wo/XTc-j9EJMDI/AAAAAAAAJbo/kVSQQARAKjsM-u4rfufUcCsxDfUKJB2EgCLcBGAs/s640/aPresentaci%25C3%25B3n1.jpg
Combatientes de la BSB en Nicaragua 1979: Mario y Pedro, (colombianos)
yMax, (nicaragüense), muertos y Javier (colombiano) herido.


 

 

 

contactenos