Chile- 14 de noviembre de 2017
A propósito de la campaña electoral de los “anticapitalistas” del PTR:
La reedición senil de la “vía pacífica al socialismo”
para mejor sostener al régimen pinochetista
Ayer colgados a los faldones de la burocracia stalinista de la CUT y del gobierno burgués de la Bachelet y hoy erigiéndose como “pata izquierda” del Frente Amplio afirmando que es posible conquistar las demandas de los explotados en los marcos del régimen burgués
Bajo el lema de “llevar una voz anticapitalista al Parlamento”, el PTR ha entrado en la carrera electoral, llevando dos candidatos a diputados para el Distrito 3 de Antofagasta y el Distrito 10 de Santiago y tres candidatos para CORE en Antofagasta.
¿En qué consiste la campaña electoral del PTR? Así reza el spot de Dauno Tótoro, su candidato por Santiago:
“¿Que necesitamos para enfrentar a la derecha? Desplegar las fuerzas de los trabajadores, las mujeres y los estudiantes. El Frente Amplio se prepara para un acuerdo con Guillier en segunda vuelta pero los estudiantes sabemos que los pactos con la Nueva Mayoría son un camino lleno de fracasos y frustraciones. Para conquistar nuestras demandas, no hay otra: hay que afectar los intereses de los empresarios. Yo soy Anticapitalista”
Claramente, el eje de la campaña electoral del PTR es posar como “anticapitalistas”. De esta forma buscan delimitarse del Frente Amplio, porque como es más que evidente y ellos mismos deben reconocer, el PTR comparte la mayor parte del programa de Beatriz Sánchez. Para diferenciarse, el PTR afirma que ellos no quieren limitarse a “jugar en los márgenes infranqueables del capitalismo” como sí lo hace el Frente Amplio. Por ello plantean la necesidad de “afectar los intereses de los empresarios”. Incluso su candidato a CORE, Daniel Vargas, ha proclamado que están por la “expropiación sin pago de Minera Escondida y bajo el control de sus propios trabajadores”.
Pero, ¿esto cómo se hace? Ni en sus spot ni afiches electorales, ni en ninguna de sus declaraciones, entrevistas y notas, el PTR plantea un solo curso de acción y de lucha para hacer concreto esto.
¿Pero acaso se pueden “afectar los intereses de los empresarios para conquistar nuestras demandas” sin derrotar a las instituciones burguesas que les garantizan y les defienden sus negocios y propiedad a los capitalistas? ¿Cómo lograr la expropiación sin pago y bajo control obrero de las mineras sin plantear que para hacerlo realidad hay que destruir al estado burgués, aplastar a la casta de oficiales pinochetista, hacer volar por los aires al maldito régimen cívico-militar y las instituciones de dominio de la burguesía, expulsar al imperialismo y sus bases militares, etc. y que para eso hay que llamar a la clase obrera a retomar el camino de los Cordones Industriales? Estamos ante una burda estafa: ¡se dice “anticapitalista” un partido que es enemigo de plantear la necesidad de la revolución socialista y de la toma del poder por parte del proletariado para derrotar y expropiar a los capitalistas!
Queda demostrado que el verdadero “curso de acción” que plantea el PTR es que los trabajadores y estudiantes voten por ellos para que con sus “diputados anticapitalistas” impulsar proyectos de leyes en el Parlamento “que afecten los intereses de los empresarios” y así se conquistarán las demandas de la clase obrera y los explotados.
¿Pero acaso algún trabajador con conciencia de clase puede imaginar que ganando puestos en las instituciones burguesas y con la presión de las masas en la calle podremos conquistar nuestras demandas de educación, salud, salario y jubilaciones dignas o recuperar el cobre de las garras de las transnacionales imperialistas y que además se les permita a los obreros tener bajo su control la producción? Estamos ante una reedición de la “vía pacífica al socialismo” que pregonara el gobierno burgués de Allende y el castrismo, que terminó siendo la “vía sangrienta” a la imposición de la dictadura sanguinaria del chacal Pinochet. Ya la clase obrera chilena pagó muy caro esta política que hoy de forma senil plantea el PTR.
Esta más que claro que la política “anticapitalista” del PTR no es más que un slogan electoral para conseguir más votos. El gran objetivo del PTR desde su tribunal electoral jamás va a ser el de desarrollar la lucha extraparlamentaria de masas ni impulsar la movilización de los trabajadores bajo las consignas de la revolución proletaria –que es para lo que los marxistas revolucionarios utilizamos las elecciones burguesas-, sino que su política obviamente se centra en captar muchos votos para lograr ocupar un puesto en las instituciones del régimen, desenfundando un abierto cretinismo parlamentario y electoralista.
En conclusión: por más que lo intente, el PTR no logra diferenciarse de la estafa de ese frente de colaboración de clases que es el Frente Amplio. Es que ambos comparten la misma estrategia de que es posible conquistar las demandas de los trabajadores y explotados en los marcos del régimen burgués.
Así ha terminado el PTR como la “pata izquierda” del Frente Amplio, como su fracción “anticapitalista”, luego de sostener durante años a la podrida burocracia stalinista de la CUT que no representa a nadie, condenando de “divisionista” a los cientos de miles de trabajadores, estudiantes y campesinos pobres que ganaron las calles contra el régimen cívico-militar y sus gobiernos y que obviamente lo hicieron a pesar y en contra de la burocracia de la CUT. Bajo su programa estratégico de “no hacerle paralelismo a la CUT”, el PTR no sólo ha devenido en un apéndice gramsciano del PC chileno y terminó apoyando abiertamente al gobierno de colaboración de clases de la Bachelet y la estafa de sus “reformas”, sino que ha consumado su ingreso al régimen burgués pinochetista. De esto se trató su participación vergonzosa en ese fraude de las elecciones pinochetistas de la CUT que se realizaron el año pasado, desde donde a su vez, legitimó a la fracción del stalinismo liderada por Cristian Cuevas para junto a sectores de la Concertación y del anarco-stalinismo monten esta nueva mediación contrarrevolucionaria que es el Frente Amplio.
Nada de esto debe extrañar. Estamos ante la versión local de la “Nueva Izquierda” internacional que hoy buscan imitar la experiencia del Podemos del Estado Español, de esa “izquierda” de la monarquía de los Borbones, que tienen dentro una fracción conformada por destructores del trotskismo, llamada “Anticapitalistas”. El PTR no ha inventado nada nuevo: son los “anticapitalistas” del Frente Amplio, el “Podemos chileno”. Incluso por eso afirman que su “gran modelo” es el FIT (Frente de Izquierda y los Trabajadores) de Argentina, integrado por el partido madre del PTR, el PTS, que en las elecciones legislativas del mes de octubre de ese país, en post de tener más votos, ha sellado un verdadero frente político de colaboración de clases con sectores de la “centroizquierda” burguesa.
Nada nuevo bajo el sol: la actual campaña electoral del PTR es coherente con la política de una corriente que se ha acomodado al régimen burgués y que no tiene nada de “anticapitalista”, ni mucho menos de “trotskista”.