Chile - 21 de diciembre de 2017

Sostenida en la entrega y traición a nuestra lucha revolucionaria por parte de la burocracia sindical y la izquierda colaboracionista…

Se consuma la trampa electoral.  Un gran triunfo reaccionario de la burguesía
El de Piñera, un gobierno continuador del ataque que viene aplicando Bachelet a cuenta del imperialismo

El día 17/12 se llevó a cabo la segunda vuelta en las elecciones presidenciales, con un holgado triunfo del candidato pinochetista Piñera por sobre el otro candidato pro imperialista de la Nueva Mayoría, Guillier. Con una abstención no menor, que alcanzó un 51%, los explotados han quedado presos de decidir qué agente del imperialismo será el que administre sus negocios en esta semicolonia. Un verdadero triunfo reaccionario de la burguesía para re prestigiar sus instituciones luego de que éstas fueran puestas en cuestión luego de la ofensiva de masas dada con el ascenso revolucionario del 2011-2013.
Triunfo que se asienta en el sometimiento de las masas a las instituciones del régimen, las que luego de las enormes luchas que éstas dieron, habían quedado sumamente desprestigiadas. Este respiro del régimen pinochetista no hubiese sido logrado sin el rol de la burocracia sindical traidora y las direcciones de la izquierda reformistas que, cerrándonos el camino a la Huelga General, sometieron todas nuestras demandas a las mesas de diálogo con el gobierno de frente popular de la Bachelet, la DC golpista y el stalinismo. Es aquí donde el sucio rol del Frente Amplio se consuma, con la mentira infame de que nuestros reclamos los conseguiremos en el parlamento, cuando ha quedado más que demostrado que este podrido sistema sólo tiene más miseria que darle a los explotados. Afirmando que un eventual triunfo de Piñera sería un “retroceso”, implícitamente dieron su apoyo a Guillier o de manera abierta como lo hiciera Beatriz Sánchez. Es decir, el apoyo al campo “progresivo” contra el “reaccionario”, un frente de “todos contra Piñera” para someter a los trabajadores a la Nueva mayoría, la garante de todo el ataque que viene padeciendo el proletariado chileno. 
Liquidaron toda política de independencia de clase en el movimiento obrero, desgarrando su filas y dividiéndolas para que en las enormes muestras de solidaridad que los explotados daban en cada lucha que largaron, éstos no confluyeran nunca en un solo combate que unificara todas nuestras demandas al grito de “renacionalización sin pago y bajo control obrero del cobre”.

Hoy, este triunfo de la derecha pinochetista en estas elecciones presidenciales es expresión de esta política de sometimiento impuesta por las direcciones traidoras que los explotados tienen a su frente. Es que, frente a la segunda vuelta, toda la izquierda reformista, de una u otra forma, terminó planteando que un eventual gobierno de Piñera sería mucho más desfavorable que el hecho de que la Nueva Mayoría siga gobernando, cuando es la propia Bachelet la que cumple a rajatabla las órdenes que les dan sus jefes de las pandillas imperialistas, como lo vimos en la última cumbre de la APEC, donde selló más la postración de la burguesía nativa al TLC.
Pero los planes del imperialismo para toda la región son de profundización del saqueo y mayor postración de las masas de todo el continente. Una vez sacados de escena los focos más candentes que el ascenso revolucionario de 2011 diera, estos son las revoluciones del Magreb y Medio Oriente; todo gracias al accionar ultra centralizado a nivel internacional de las direcciones contrarrevolucionarias, que cercaron, desviaron y entregaron cada combate que el proletariado dio contra el ataque que la burguesía les tiró para palear la crisis que los propios parásitos imperialistas habían provocado. Hoy esta relación de fuerzas conquistada por el imperialismo, no es por su fortaleza intrínseca, sino por la sobrevida que le dan la burocracia sindical y la izquierda reformista, hoy agrupada en la Nueva Izquierda, conformada por los desechos del estalinismo y la socialdemocracia, y con un nuevo protagonista, los hoy “anticapitalistas” de los renegados del trotskismo, que abandonaron en sus consignas programáticas toda lucha por la revolución socialista.

Así, la masacre perpetrada desde Astana, donde el imperialismo junto a las burguesías árabes coordinó los últimos golpes a la revolución siria, quiere ser sellada por el primero para generalizar esta situación de las masas del mundo. Debe ir por más, dejar aún más arrodillados a los explotados e incluso a las burguesías locales, para poder salir de la crisis en la que se encuentra y recuperar su tasa de ganancia desarrollando fuerzas destructivas con inversión en la industria militar, para ir a nuevas ofensivas en las que se dispute, entre las propias pandillas imperialistas, los negocios de zonas enteras del planeta como Rusia y China.
De esto se trata la ofensiva desplegada en el continente, como ocurre hoy con la imposición de la reforma laboral en Brasil con Temer y en Argentina a través de Macri, con la recientemente votada reforma previsional, medida con la que el estado burgués pagará la deuda externa con las jubilaciones de los trabajadores, aumentando aún más sus magras condiciones de vida. Es esto lo que viene a imponer el nuevo gobierno de Piñera, a profundizar, por mandato de las transnacionales imperialistas, el saqueo y la entrega total de la nación al imperialismo.
Pero las masas aún presentan batalla, así han respondido con la Huelga general en Brasil o las enormes protestas y paralizaciones que se vienen gestando durante los últimos días en Argentina contra el ataque de la burguesía…. ¡Ese es el camino!

¡Hay que poner en pie un Congreso obrero con delegados de base de todo el movimiento obrero, los campesinos pobres y los estudiantes combativos! ¡Sólo en un organismo de clase el voto de los explotados vale!

¡Hay que preparar un plan de lucha para re abrir el camino a la Huelga General Revolucionaria!
¡Renacionalización sin pago y bajo control obrero del cobre, los bancos y puertos para garantizar nuestras demandas de educación, sueldos, jubilaciones dignas, etc.!
¡La tierra para los campesinos pobres de origen mapuche! ¡Expropiación de todos los latifundistas!

¡Basta de persecución a los que luchan! ¡Libertad a todos los presos políticos, rehenes del régimen cívico militar! ¡Libertad a todos los presos políticos del mundo! ¡Tribunales obreros y populares para castigar a todos los asesinos de la clase obrera y el pueblo!

¡Basta de izquierda colaboracionista y burocracia sindical!
¡Abajo la burocracia de la CUT y la burocracia estudiantil! ¡Ellos no nos representan!

¡Hay que retomar el camino revolucionario del 2011-2013 y volver a poner en pie la revolución de los Cordones industriales!
¡Chile será socialista o colonia de Wall Street!

POI-CI