Brasil - 30 de agosto de 2016
El imperialismo yanqui viene a por todo en su patio trasero y tiene que cobrarse, cueste lo que cueste, los 700 mil millones de dólares de deuda externa que tiene Brasil con la banca imperialista…
La recesión y los golpes del crack mundial golpean al Brasil saqueado, son 12 millones de obreros desempleados, mientras 63 millones de explotados han quedado fuera del circuito productivo, la inflación no se soporta más, la educación, la salud y el transporte están totalmente destruidos, así como las masacres en la ciudad y en el campo a manos de los pistoleros fascistas y de la Policía Militar en las favelas sigue profundizándose…
La manta no cubre a todas las fracciones burguesas y estas se disputan a dentelladas la tajada de los negocios que se caen de la mesa de Wall Street, sobre un mar de miserables…
Dilma destituida por el senado y el parlamento que la sostuvo durante años para atacar al pueblo y someter Brasil al imperialismo
Luego de entregar la nación al imperialismo y atacar ferozmente a la clase obrera y los explotados, y luego de preservar a Brasil de la oleada revolucionaria en Latinoamérica de principios del siglo XXI…
Bajo comando del imperialismo, la burguesía petista se retira disciplinada para dejarle el camino libre a sus viejos aliados del PMDB, con los que gobernaron hasta ahora, para que terminen con su obra
El circo parlamentario-judicial del Impeachment comandado por Wall Street, funcionó como un gran mecanismo de engaño contra los explotados, al tiempo que las direcciones de las organizaciones de lucha de la clase obrera y los explotados como la dirección de la CUT, MST y MTST someten a los explotados a sus verdugos dándole un mote “progresista” al PT, mientras se niegan a enfrentar al gobierno de Temer con los métodos de la clase obrera, demostrando que ni siquiera enfrentan consecuentemente al gobierno que ellos consideran “golpista”.
En momentos en que solo retomando el combate de 2013 y el camino de la revolución socialista que recorrió el proletariado latinoamericano a principios del siglo XXI, es la única forma de enfrentar el golpe del crack que arrasa con todo en Brasil, las direcciones de la clase obrera siguen empecinadas en mantener el sometimiento de las organizaciones de lucha a la burguesía y su estado ¡BASTA! ¡Ellos no nos representan! ¡Paso a la clase obrera y los explotados! ¡Basta de someter a la clase obrera a sus verdugos!
La izquierda que chilla y repite que la ex presidenta de Brasil fue destituida por un golpe no solo le lava la cara a Dilma, a la que pinta como “progresista”, sino también al conjunto del régimen de la democracia para ricos, que es elitista, aristocrático y con fuertes elementos bonapartistas. Así funciona la democracia burguesa. No hay otra que no sea así, es decir, que no tenga mecanismos constitucionales de contralor de todas sus instituciones de dominio.
La posición de que en Brasil hay un “golpe palaciego” es una amalgama. Que “a Dilma la votaron millones y la sacaron 62” no es así… tanto Dilma como los senadores que la sacaron fueron electos, como hacen las masas en la democracia para ricos, que cada 2 ó 4 años votan a sus verdugos en elecciones.
En la democracia para ricos se garantiza que todas sus instituciones funcionen, y se contraponen o se controlan para garantizar la propiedad de los capitalistas. De eso se trata el Impeachment. Los mismos senadores que le dieron la investidura y le tomaron el juramento a Temer son los que antes lo habían hecho con Dilma. Así es de aristocrática y elitista la democracia para ricos.
Dilma acató disciplinadamente el veredicto del senado. Aceptó su destitución, que incluye que no la inhabilitan para hacer actividades políticas y podrá ser electa para cargos públicos.
Esa cueva de bandidos del parlamento brasilero, bajo las órdenes del FMI y los banqueros, actuó con fino instinto de clase. Pone al vicepresidente de Dilma al frente del ejecutivo para atacar brutalmente a las masas, y la deja a Dilma como “víctima” y en la oposición para volver, con el PT, dentro de 2 años si es que Temer fracasa. Una enorme conspiración contra los trabajadores y el pueblo… por un lado garantiza el mejor verdugo que tiene el imperialismo para atacar a las masas –luego de que le sacara hasta la última gota de jugo al PT durante años- y deja al PT como red de contención si Temer fracasa. Se consolida el bipartidismo a través de los mecanismos constitucionales de esta infame democracia para ricos.
¿Golpe en Brasil? No señores… es la democracia para ricos en acción… elitista… aristocrática… donde solamente un puñado de esclavistas tienen derecho y libertad. ¿Democracia para los de abajo? ¡Las pelotas! Lo que desenmascara la destitución de Dilma es que todas las instituciones de la democracia para ricos son la mejor envoltura para esconder la más feroz de las dictaduras del capital.
Ante el crack mundial que golpea duramente a Brasil, ante las masas que han quedado atrapadas entre las dos alternativas del FMI -la oligarquía política brasilera y el frente popular- la burguesía se guarda, ante una posible irrupción revolucionaria de las masas, a la policía asesina y a la casta de oficiales contrarrevolucionarias de Brasil, cuyos generales y oficiales “golpistas” fueron todos salvados como represores y genocidas en las dictaduras militares que hicieron por el PT.
Corrientes reformistas como el PTS, que junto al stalinismo de toda América Latina chillan “contra el golpe” en Brasil, callan y silencian el golpe de la casta de oficiales de Brasil que, junto a la ONU, invade Haití. Callan y silencian el golpe fascista de Al Assad en Siria, sostenido por los hermanos Castro. Silencian los golpes contrarrevolucionarios reales para terminar encubriendo a la estafa de la “revolución bolivariana” y a sus gobiernos, devenidos en verdaderos limones exprimidos por el imperialismo hasta su última gota, estrangulando los procesos revolucionarios y atacando duramente a las masas.
Estamos ante “antigolpistas” que acatan disciplinadamente al parlamento y al senado que destituye a Dilma, como lo hace la misma ex presidenta y todo su partido. Estamos ante “antigolpistas” que no llaman a desarmar a la policía asesina ni a poner en pie comités de soldados para desconocer todas las instituciones bonapartistas de dominio en el régimen burgués. Estamos ante viles charlatanes que sólo pregonan la revolución democrática… cuando ésta ha demostrado ser la podrida democracia para ricos, que inclusive le permite a la burguesía, “democráticamente”, cambiar de caballo en el medio del río para mejor atacar y derrotar a las masas. ¡Inclusive como antigolpistas son una farsa pacifista!
Los socialistas revolucionarios afirmamos que una república obrera y campesina es la única realmente democrática de Brasil, porque representa y representaría a la absoluta mayoría de la población. Asimismo afirmamos que, para enfrentar este podrido régimen de la democracia para ricos y a sus instituciones archireaccionarias y bonapartistas -como el senado aristocrático, la casta de jueces, la policía asesina y los generales intocables- y sobre todo para conquistar la verdadera tarea democrática que es la ruptura del Brasil expoliado con el imperialismo, hay que poner a la clase obrera en pie de guerra, armar a las masas, y preparar la victoria de una revolución obrera y campesina triunfante. Es que solo un gobierno revolucionario de obreros y campesinos inclusive sería capaz de otorgar una verdadera asamblea constituyente libre y soberana, desarmando a la burguesía y con las armas en manos de las masas. Todo lo demás es una vil mentira.
La izquierda vendehumo ata la suerte de la clase obrera a la de las distintas pandillas capitalistas. Ha llegado la hora de que la clase obrera y los campesinos pobres se organicen y se defiendan a sí mismos del hambre, del saqueo, de la represión y la súper esclavitud.
¡Fuera Temer!
¡Elecciones ya… de delegados de los de abajo a un gran congreso nacional de los trabajadores, los campesinos, los sin techo, los sin tierra y la juventud combativa!
La burguesía concentra fuerzas. Temer ataca. Dilma queda en la oposición por si el primero fracasa. Ellos vienen a por todo… ¡Disolución de la policía asesina! ¡Comités de soldados ya! ¡Milicia obrera y comités de autodefensa!
¡Expropiar a los expropiadores del pueblo! ¡Huelga general revolucionaria!
Las condiciones internacionales que marcan la coyuntura del país
Lo que primó en el continente americano fue la consumación de la política contrarrevolucionaria del Foro Social Mundial. En los últimos años fueron Fidel y Raúl Castro, Chávez y Maduro, Lula y Dilma y todos los bolivarianos –como expropiadores de la revolución socialista– bajo la farsa del “socialismo del siglo XXI” los que sometieron a la clase obrera al saqueo imperialista y sometieron a la clase obrera norteamericana, en particular a los negros y latinos, al Bush tiznado de Obama. Éste se abrazó con la nueva burguesía castrista para hacer grandes negocios e izó la bandera yanqui en La Habana, al mismo tiempo que bajo la tutela de las siete bases militares norteamericanas el castrismo y la dirección de las FARC se abrazan con Santos pasa sellar los “acuerdos de paz” con los que entregan a la resistencia obrera y campesina colombiana.
Esta debe ser la norma y no la excepción en todo el patio trasero yanqui, puesto que, gracias al Foro Social Mundial estrangularon la revolución socialista. Los bolivarianos, sostenidos por las direcciones reformistas de los explotados conformada por los restos stalinistas y socialdemócratas y legitimados por los renegados del trotskismo, salvaron a la burguesía y el imperialismo de la revolución socialista.
Hoy los bolivarianos ya no son necesarios. La crisis capitalista mundial impuso la necesidad al imperialismo de reorganizar la división mundial de trabajo. EE.UU. tiró la crisis sobre el mundo y les impone a todos que abran sus mercados, que hagan acuerdos de libre comercio y que le permitan competir “en igualdad” en todos los mercados. Estos son el TPP (Tratado del Transpacífico) y el acuerdo comercial que se negocia con la UE. A su vez, Brasil se encuentra completamente por afuera de esa división. La economía china –principal aliado comercial– crece a un ritmo más lento, y no tiene un acuerdo económico con EE.UU. –el segundo aliado comercial. El MERCOSUR se disgrega con Argentina buscando irse al Pacífico. Brasil tiene que recolocarse en esta nueva división. Para eso tiene que imponer una profunda reestructuración productiva atacando duramente a la clase obrera y los explotados del campo y la ciudad. A eso viene Temer: a imponer este ataque e imponer condiciones de maquiladora a toda la clase obrera y los explotados, y al PT el imperialismo le reserva otro rol.
Las transnacionales imperialistas han determinado que a los bolivarianos, como a un limón exprimido, se les acabó todo el jugo y que estos después de haber matado de hambre al pueblo y de atar con triples cadenas a las naciones latinoamericanas al imperialismo, deben dejar su lugar a los gobiernos abiertamente bonapartistas, puesto que deben avanzar sobre la clase obrera y los explotados sin mascaradas pseudo antiimperialistas, pseudo progresistas y populistas detrás de las que se escondieron los lacayos de la burguesía bolivariana, que se demostró como el mecanismo con el que desviaron y después estrangularon la revolución latinoamericana y el levantamiento del proletariado norteamericano.
Es que la crisis económica del capitalismo abierta en 2008 se profundiza más y más, la economía china disminuyó su crecimiento llevado a la baja del precio de los commodities –de los cuales las economías latinoamericanas son meras exportadoras–, el mercado mundial se achica y el imperialismo tiene que profundizar sus ataques para tirar sobre la espalda de la clase obrera mundial el peso de la crisis.
Quedó atrás el tiempo en que el imperialismo comandaba con el Frente Popular y los gobiernos de colaboración de clases a las semicolonias latinoamericanas que entraban en maniobras de revolución a principios del siglo XXI.
No solamente el PT en Brasil, sino los Kirchner, el chavismo, los Morales, los Ortega, con toda su farsa de revolución bolivariana, han demostrado tener mucho jugo, el cual fue succionado por el imperialismo hasta disecarlos. En Bolivia se van con las manos ensangrentadas. En Argentina, saqueando al pueblo y batiendo records de entrega del país al imperialismo.
En Venezuela, mientras corre el tiempo de descuento del chavismo con el llamado al plebiscito revocatorio que está poniendo en marcha la oposición burguesa “bolivariana” de Capriles y compañía, la OEA sostiene a Maduro para que siga atacando, masacrando y hambreando a mansalva al pueblo, impidiendo que vuelva el Caracazo. Es que allí el gobierno semibonapartista de Maduro ya se sostiene en la casta de oficiales bolivariana y en las fuerzas de choque parapoliciales contra los hambrientos. Colocar a las masas, como lo hace el reformismo y los renegados del trotskismo, entre la sartén hirviendo de Maduro y las brasas ardientes de Capriles, es llevar a la clase obrera a un callejón sin salida, y abrir el camino a una derrota histórica de las masas.
En Bolivia, Morales dejará al gobierno burgués que lo suceda un curso y lecciones de cómo matar y reprimir obreros… de cómo matar mineros, de cómo encarcelarlos, de cómo apalear campesinos… y cómo pactar con los fascistas de la Media Luna un gobierno de la banca Morgan.
Pero los que se entienden y se entenderán muy bien con Temer, con Capriles… como lo hacen con el gobierno fascista de las bases yanquis en Colombia de Santos, son los Hermanos Castro, que abrazados con el Papa y con Obama han puesto la bandera yanqui en La Habana y hoy mandan medicinas y “ayuda solidaria” al genocida Al Assad y su guardia de mercenarios… Y pensar que la izquierda basura vendehumo llora y maldice el “atraso político” de las masas de Siria y todo el Magreb y Medio Oriente, cuando apoyan a la nueva burguesía castrista que está apoyando a las fuerzas contrarrevolucionarias de Al Assad en nombre del “socialismo”. Las masas no son socialistas por la traición de la izquierda lacaya del imperialismo.
El gobierno de Dilma y el PT, un miembro selecto del club de limones exprimidos de las burguesías latinoamericanas
Wall Street y el FMI durante los años de gobierno petista convirtió a Brasil en una verdadera Plaza financiera en la que hizo ingresar enormes masas de capitales sin respaldo que sacaba de la Reserva Federal a tasas de intereses de 0,5% y 1% para colocarla de forma especulativa en los bancos de Brasil, para después cobrarse intereses que variaban entre 11% y 14%. Todas las fracciones burguesas hacían suculentos negocios con esta especulación, al tiempo que surgió una verdadera burguesía contratista ligada a las “mega construcciones” que nunca se terminaron, mientras el PT repartía estos negocios quedándose con parte de las comisiones.
Así surgió una burguesía sedienta de negocios de las entrañas del PT asentada en utilizar estas inyecciones de capitales, respaldadas en el BNDES, que hicieron negocios con todos.
Al imperialismo poco le importa las negociaciones tras bambalinas que hacían sus socios menores de la burguesía brasilera, por eso se cobra la cabeza de Dilma, pero también la de Cunha, al mismo tiempo que procesa a centenares de políticos burgueses de todos los partidos, tanto del PT, como del PMDB y del PSDB.
Al imperialismo lo que le importa es cobrarse todo y con intereses, esos son los 700 mil millones de dólares de deuda externa, a costo de quebrar las cajas de los estados, quedándose con la Petrobras, con todos los minerales, con las tierras fértiles, con el Amazonas y con toda la costa atlántica que bañan al país. Y a eso lo llamaron “Milagro Brasilero”.
Para cobrarse todo el imperialismo precisa de un régimen estable de dominio y este para nada es un gobierno de colaboración de clases. Por eso, como dijimos, ha decidido que Dilma y el PT deben dejar su lugar a su vicepresidente Temer y al partido aliado del PMDB, puesto que estos aplicarán a rajatablas el plan imperialista dejando de lado toda demagogia y verborragia populista.
Sin embargo, el imperialismo también se juega a resguardar al PT, su agente más probado adentro de las filas obreras a través de las direcciones de la CUT, MST, MTST como también de las corrientes stalinistas internacionales y de los renegados del marxismo que los revisten de “progresistas” y de que sufren “golpes parlamentarios”, “golpes institucionales”, etc. puesto si las masas motorizadas por los golpes del crack y la lucha por pan, trabajo, tierra y vida digna, rompen el control de la burocracia y vuelven a entrar de forma independiente en la escena política como lo hicieron en 2013, el imperialismo también precisará de un PT con algún prestigio que le permita canalizar esta situación, y es de eso que se trata la actual campaña “contra el golpe, que vuelva Dilma” y en defensa de Lula para 2018.
A las burocracias, a las aristocracias y a sus partidos de la “Nueva Izquierda”,
el imperialismo les reservó un lugar:
Junto a los bolivarianos en su ocaso que actúan como la “oposición responsable”, para que garanticen el camino libre a Temer que viene a concluir el trabajo
Mientras se desarrollaba todo el proceso de Impeachment se garantizó que un profundo paquete de ajuste fiscal sea aplicado. Una vez terminado este proceso se avanzará abiertamente en la “reforma laboral” que prepara atacar hasta el final las conquistas obreras para imponer los ataques esclavistas que el imperialismo precisa imponer en Brasil.
El proceso del Impeachment y la disyuntiva de “contra el golpe” funcionó como un circo garantizado por todos los partidos tanto burgueses como los de la izquierda del régimen, con lo que se impidió una intervención independiente de la clase obrera. Las masas fueron doblemente engañadas, la burguesía machacó con la idea sobre que al fin de este proceso se llegaría a la solución de la crisis y el país saldría a flote de nuevo, mientras tiraron sobre los obreros y los explotados la crisis que ellos mismos engendraron diciendo que “todos pierden algo en la crisis” y que llegó la hora de “ajustarse los pantalones y ser responsables a la hora de elegir al gobierno”.
Desde el inicio del proceso de Impeachment el PT lo respetó y se disciplinó. Se lo acató e incluso Dilma en su defensa dijo que “respetaba a sus jueces”, “que confiaba que se haría justicia”. Meses antes el PT ya había dicho en el parlamento que sería una “oposición responsable”.
Al mismo tiempo la burocracia pelega y las direcciones traidoras montaron la cortina de humo de “golpe” contra Dilma, como una política de continuar sometiendo a los explotados brasileros al PT y a los explotados del continente a los bolivarianos en desgracia, y para eso cuentan con el papel fundamental que juegan las organizaciones de la “Nueva izquierda” que los sostienen. Como se vio de forma lamentable cuando las protestas contra el Impeachment no fueron más que meras acciones testimoniales, verdaderas escaramuzas de algunos miles, cuando las organizaciones que estaba en las calles (CUT, CTB, MST, MTST, Intersindical, entre otros) dirigen o influencian directamente a millones de explotados a los que día a día los someten a sus verdugos del PT.
El mismo PT, que ayer se montó sobre los Comités de Huelga, de abastecimiento y de las asambleas de fabrica de los 70’ y 80’ que hicieron temblar a la dictadura y al imperialismo, para desviarlos y abortar el camino a la revolución; el mismo PT que garantizó la transición y la constitución de 1988 que salvó a los milicos genocidas y los intereses de las transnacionales, y a la que hoy se somete y bajo la cual gobernó junto a la burguesía esclavista, sometiendo a Brasil a Wall Street. A este PT a los que la “Nueva Izquierda” los quiere pintar de progresivos, de clasistas, cuando no fue más que el agente más probado del imperialismo.
Por eso lo reconoce y lo preserva centralizando y poniendo a toda la “Nueva Izquierda” a defenderlos bajo la farsa de que éste enfrenta un “golpe”, mientras al mismo tiempo se niegan rotundamente a enfrentar este “golpe” con los métodos de la clase obrera, atacando a las transnacionales, partiendo al ejército y ganando a los soldados rasos, etc. mientras que sólo se determinaron a defender abiertamente al PT que, como toda burguesía nativa le teme más a la revolución que a una intervención directa del imperialismo mediante un golpe bonapartista. Cuando queda claro que la burguesía del PT antes de llamar a la clase obrera a ganar las calles y enfrentar al imperialismo se somete sin ningún problema como lo hizo Dilma, Lula y todos los representantes del PT.
El revisionismo del marxismo, la cobertura por izquierda del “frente anti golpista”
El que llega al ridículo y a la falsificación del marxismo, para no quedar afuera de las tropas que sostienen a Dilma es el PTS. Chamuya y parlotea como una cacatúa sobre la primavera de los pueblos y la posición de Marx en 1848 en Francia, sobre El 18 brumario de Luis Bonaparte… extrae citas fuera de contexto de Trotsky de los ‘30 para Francia… El PTS ha llegado a falsificar el programa del trotskismo a grados inauditos. Es necesario escribir un manual contra su escuela de falsificaciones y amalgamas contra el marxismo revolucionario.
El PTS afirma que “el gobierno golpista viene a preparar nuevos ataques”. Pero silencia que Dilma se postulaba para hacerlo ella, inclusive con Lula en el gabinete, como garante de la fraudulenta deuda externa de Brasil. Por ello, Dilma peleó hasta último momento mantenerse en el poder; y por ello mismo los senadores le garantizan que pueda volver en 2 años, si Temer fracasa.
A cada paso, el eclecticismo del revisionista choca con sus propios dientes. El MRT, la oficina del PTS en Brasil, llama a retomar el camino de las jornadas de lucha del 2013 en las calles. Pero en esas jornadas la consigna que plantearon las masas era “¡Ellos no nos representan, fuera Dilma!”.
Dilma y todos sus amigos estrangularon ese ascenso del 2013. Agotaron su posibilidad de engaño a las masas. Con el comienzo del crack y la crisis económica, es la oposición burguesa la que se anticipa para impedir la derrota de Dilma en las calles ante un nuevo embate de masas. Saca a las clases medias reaccionarias. Pone un nuevo directorio de los negocios de la burguesía en Brasil para atacar con el mejor verdugo que tiene a su disposición.
Con este plan, la burocracia sindical de la CUT, que fue oficialista para atacar el ascenso del 2013, pasa a ser “opositora” al gobierno de Temer… para entregar las luchas desde adentro, y desde allí contener mejor a las masas ante el ataque de Temer. Este es el plan burgués. El plan del PTS es utilizar al marxismo para cubrirlo por izquierda.
El PTS va a pasar a la historia como uno de los más feroces combatientes “contra los golpes de estado” que no llaman al armamento generalizado de las masas. Esto los convierte en unos vulgares charlatanes. Están en Brasil, cuyas fuerzas armadas invaden Haití como parte de la ONU… donde la policía asesina no se cansa de matar obreros todos los días. ¿Qué no será capaz de hacer con los trabajadores y sus luchas la burguesía y el imperialismo en Brasil, si tiene detenido a algunos de los directores de empresas más grandes por quedarse con vueltos?
Llamar a derrotar a Temer, a los “golpistas”, y no llamar a las organizaciones obreras a poner en pie piquetes y comités de autodefensa, sin luchar por disolver la policía y poner en pie comités de soldados, es una chapucería democrático-burguesa liberal. Ya el marxismo revolucionario ha planteado que defendemos inclusive la más mínima de las conquistas democráticas de las masas con el método de la revolución proletaria. Todo lo demás es charlatanería barata de gente que ya hace rato rompió con el trotskismo.
El PTS llama a las organizaciones obreras que se dicen “socialistas” de Brasil a “enfrentar los golpes” como lo hacía Trotsky en los ’30 en “Un programa de acción para Francia”, donde le pedía a las corrientes que adhieren al “socialismo democrático” que “sean fieles a sus ideas, que no se inspiren en los métodos de la III República, sino en los de la convención de 1793”. Parece mentira que se quiera falsificar tanto al bolchevismo. Este era el diálogo del trotskismo con el obrero que seguía al partido socialista francés cuando Francia era amenazada por pustchs bonapartistas y el fascismo. ¿Qué les proponía el trotskismo a ellos? Utilizar los métodos de la convención de 1793 de la revolución burguesa en Francia. ¿Cuáles eran esos métodos? La guillotina para el rey y la aristocracia francesa. El PTS tiene la guillotina muy lejos de su programa para “defender la democracia”. No estamos ante jacobinos de la revolución proletaria, sino ante vulgares girondinos, puestos por sus pares de los partidos socialimperialistas de Europa, como el NPA, en el PSOL para que los legitimen a todos ellos por izquierda. Parlanchines del reformismo y vulgares falsificadores del marxismo.
La burguesía y sus políticos disputan a dentelladas los negocios con el imperialismo, sobre un mar de miserables, gracias al sometimiento a la burguesía petista impuesta por las direcciones de nuestras organizaciones de lucha
¡BASTA! ¡ELLOS NO NOS REPRESENTAN!
Llegó la hora de que la clase obrera intervenga y ponga orden en la escena nacional
Hay que retomar el camino del 2013
Estas mismas direcciones que hoy sustentan al PT en su ocaso, ya eran expulsadas de las calles por las masas al grito de “Ellos no nos representan”. Por eso se han juramentado esconder bajo siete llaves el combate de 2013.
Hacen esto cuando retomar el camino de 2013 es que puede unificar a la clase obrera, la juventud rebelde y los explotados del campo y la ciudad bajo un combate común, que garantice la unidad de las filas de los explotados y le ponga el pie en el pecho a los explotadores.
Ahora queda todo claro, ni el PT, ni ningún partido de la izquierda del régimen reivindica el combate de 2013, porque este fue a pesar y principalmente en contra de ellos. Su grito de “No nos representan” era la chispa para sacudir de sus cimentos al gigante brasilero, que chocaba contra las direcciones del Foro Social Mundial que durante años se habían sometido a los bolivarianos, a los verdugos del PT a través del Pacto Social, garantizando el “orden y progreso” del imperialismo y los explotadores.
Es que tanto los que se han determinado a engañar a la clase obrera con la “lucha contra el golpe” para someterla abiertamente al PT en su ocaso, como los que dicen que no hay un golpe en curso, pero consideran reaccionaria la salida de Impeachment, se han determinado en cerrar todo camino de intervención independiente de la clase obrera en la escena política y se dedican a someterla a la burguesía y sus instituciones, puesto que todos han acordado que la salida está en los marcos de la Constitución de 1988, sea con elecciones generales, sea con plebiscitos vinculantes, el reformismo siempre a los pies de la burguesía y fieles a su régimen.
Esta ha sido la tragedia de la clase obrera en Brasil. Las direcciones de la clase obrera y los explotados se negaron a plantear que sólo se puede salir de la situación de miseria actual e impedir que esta continúe profundizándose atacando la propiedad capitalista, rompiendo todos los acuerdos firmados con el imperialismo, rompiendo con el FMI, expropiando sin pago y bajo control obrero todas las trasnacionales y ponerlas bajo control obrero, expropiar a los terratenientes y a las transnacionales del agro negocio para dar tierra al campesino pobre y garantizar alimento barato para todos los explotados. Cuando estaba en discusión el problema del poder, cuando las brechas en las alturas planteaban que se colasen las masas con sus demandas de pan, trabajo, tierra, vivienda y vida digna, cuando estaba a la orden del día que las organizaciones que durante años hablaron en nombre de los explotados del campo y la ciudad jugasen el papel para el que fueron puestas en pie en décadas de combate, éstas estaban atadas por miles de lazos a la burguesía y sometidas en años de Pacto Social con los verdugos de los explotados.
Si hoy la clase obrera y los explotados no pesan en la escena política, es por el rol de las direcciones de sus organizaciones de lucha, se ha impedido la centralización y coordinación de las luchas que SÍ ocurrieron, pero que fueron aisladas y sometidas a las mesas de negociación con la patronal y el Ministerio del Trabajo.
Su papel luego de blindar al Frente Popular e impedir una ruptura de las masas por la izquierda, atando las manos del proletariado industrial organizado en los sindicatos e impedir que surjan en las movilizaciones de 2013-14 organismos donde las masas que tomaban las calles pudieran centralizarse y coordinarse e intervenir en la cena política centralizando el combate de los explotados.
Este papel lo jugaron los representantes directos del PT como son las direcciones pelegas y las corrientes stalinistas colgadas de los faldones del PT desde la CUT, CTB, etc. como también lo hicieron las direcciones de la izquierda reformista como el PSOL, el PSTU y ahora el MAIS y todos sus satélites que dirigen la Intersindical y la CSP-Conlutas.
Todos ellos que venían de firmar acuerdos de despidos y flexibilización en las industrias que dirigen y cuando estalló la rebelión de 2013 fueron raudamente a reunirse con Dilma en una mesa de conciliación para definir un plan de gobernabilidad, limpiándole el camino de obstáculos al PT y a toda la burguesía para que desviase todo hacia las elecciones presidenciales de finales 2014, mientras todos corearon al unísono que las manifestaciones de 2013 eran fascistas porque cuando los expulsaban de las calles a ellos y sus banderas rojas al grito de “ellos no nos representan”.
Hoy se juegan a salvar al régimen burgués sosteniendo al PT en su ocaso y llevando todo a los pies del régimen exigiendo elecciones y sometiéndose de hecho a la farsa de las próximas elecciones municipales.
Todas, sin distinción se han negado rotundamente a romper sus lazos con la burguesía y el estado, se han negado a romper el sometimiento de las organizaciones de lucha con la burguesía. Así sólo la burguesía tiene claridad hacia dónde va, mientras la clase obrera y los explotados se encuentran aún desorientados puesto que, puesto que mientras no reconocen a Temer ni consideran a Dilma como la solución, no cuentan con una voz firme desde sus organizaciones que determinen un camino de lucha, ni mucho menos un camino a la victoria.
Lamentablemente gracias a este sometimiento, la clase obrera no cuenta con una dirección que determine la defensa inalienable de sus intereses en detrimento de los explotadores y del imperialismo. Es que toda esta farsa, toda esta escenografía montada por las direcciones traidoras, tiene un único y mismo objetivo, resguardar la propiedad de los capitalistas, actuando como enfermeros de este sistema que ni siquiera puede alimentar a sus esclavos.
Es que la burguesía, muy perspicaz cuando ve que corre peligro su propiedad, percibió que el 2013 significó la ruptura de la juventud obrera y de la vanguardia con el Frente Popular y sus agentes de izquierda. Por eso desde el primer momento cerró filas con todos y desarticuló el movimiento de masas. Puesto que había que, sobretodo, impedir un ascenso generalizado de jóvenes explotados, estudiantes, obreros industriales y campesinos pobres, sin tierras y sin techos, lo que pondría toda su propiedad en riesgo.
La ruptura de las masas con el Frente Popular, era tal que estas veían cada vez más claramente que eran todos lo mismo, que ninguno de ellos los representaba. Las últimas elecciones presidenciales fueron una demonstración de eso. De un lado, desde que el PT llegó al poder no ganaba una elección con una diferencia tan apretada, con casi 40 millones que no fueron votar. Las condiciones para una intervención de la clase obrera y los explotados estaban al alcance de la mano. Pero, al no existir una salida por parte de la clase obrera y sus organizaciones cuando éstas sabían que de las urnas y las elecciones burguesas no les saldría nada bueno, la salida la dio la burguesía.
Los de arriba se cansaron de robarle al pueblo y de entregar la nación al imperialismo
No hay que darle un solo segundo de tregua al gobierno de Temer
Ha llegado la hora de que la clase obrera y los explotados peleen por lo que le pertenece
¡FUERA TEMER Y EL PARLAMENTO FANTOCHE DE CAPITALISTAS Y BANQUEROS!
¡No al pago de la deuda externa! ¡Fuera el FMI!
¡FUERA TODOS LOS JUECES, POLÍTICOS Y REPRESENTANTES DE LA BURGUESÍA!
¡ELLOS NO NOS REPRESENTAN!
Que gobiernen los obreros y los campesinos pobres
¡GOBIERNO PROVISIONAL DE LA CUT, EL MST, EL MTST, LA CSP-CONLUTAS Y LAS ORGANIZACIONES OBRERAS Y POPULARES DE LUCHA!
Por pan, trabajo, tierra, techo y vida digna
FRENTE DE LUCHA NACIONAL YA DE LA CUT, MST, MTST, CSP-CONLUTAS Y TODAS LAS ORGANIZACIONES DE LUCHA OBRERAS Y POPULARES
¡Hay que parar la represión a los luchadores! ¡Comités de autodefensa de las organizaciones obreras y de luchas para defendernos de la represión en las fábricas, en las calles, en las favelas y en el campo!
Hay que conquistar ya la Huelga General Revolucionaria
¡HAY QUE EXPROPIAR A LOS EXPROPIADORES!
No hay que darle ni un segundo de tregua al gobierno de Temer. Hoy más que nunca, cunado la patronal esclavista se prepara a cerrar filas y pasar ataques históricos llegó la hora de centralizar las filas de la clase obrera y los explotados
Hay que impedir que los obreros continúen sometidos a los políticos burgueses y a los patrones. El proceso de Impeachment dejó más que claro que Dilma prefiere someterse a este y jamás llamar a la clase obrera a defenderla con acciones en las calles. Hay que impedir que la burocracia colaboracionista continúe sometiendo a los trabajadores a sus verdugos, hay que votar delegados de base votados en Asamblea en todas las fábricas y establecimientos para conquistar un Frente Nacional de Lucha de la CUT, MST, MTST, CSP-Conlutas, Intersindical y todas las organizaciones obreras y populares de lucha ¡Hay que organizar y conquistar la Huelga General Revolucionaria!
La patronal esclavista dice que hay que apretarse los cinturones y que todos deben ceder algo para que vuelva a crecer el país. La clase obrera no debe pagar por los malos negocios que hicieron los explotadores sobre nuestro sudor y nuestra sangre ¡Hay que abolir el secreto comercial! Hay que imponer la apertura de los libros de contabilidad de todas las transnacionales y de todas las empresas privatizadas, comenzando por la Petrobras, la Vale y la Embraer, hay que abrir los libros de contabilidad de toda la rama metalúrgica, hay que abrir los libros de contabilidad de todas las grandes constructoras. Se trata de ver dónde está el dinero que hicieron con nuestra super explotación y el saque de nuestro país. Ahí se verá con certeza quién robó al pueblo, haciendo que paguen por todo.
Basta de patrones esclavistas y salarios de miseria
Para luchar por pan, trabajo, tierra, techo y vida digna
HAY QUE CONQUISTAR UN PLAN OBRERO DE EMERGENCIA DE SALIDA A LA CRISIS
Expropiación sin pago y bajo control obrero de todas las transnacionales y de toda fábrica que cierre suspenda o despida trabajadores, para ello hay que imponer desde las organizaciones de lucha la ruptura y el desconocimiento de los acuerdos firmados por la burocracia en la mesa de negociación con la patronal. Expropiación sin pago y bajo control obrero de todas las metalúrgicas, de la GM, la Volks, la Mercedes, la Ford, y todas las automotrices y autopartistas. Hay que reanacionalizar sin pago y bajo control obrero a la Petrobras, la Vale y todas las privatizadas.
Hay que expropiar a todas las transnacionales, romper todos los acuerdos de entrega con el imperialismo y parar de pagar la deuda externa. Las reservas del Banco Central son de los trabajadores, fuera las manos de Merielles y del FMI de nuestras reservas.
Contra los ladrones de la Odebrecht, la OAS, la Camargo Correia, y todas las constructoras hay que expropiarlas sin pago y confiscar todos sus bienes, bajo control de los obreros de la construcción, que mueren como moscas en las obras y después que estas son paralizadas terminan como mendigos en la calle.
Así conquistaremos un plan de obras públicas al servicio del pueblo brasilero. Podremos conquistar trabajo para todos repartiendo las horas de trabajo entre todas las manos disponibles. Podremos conquistar infraestructura digna para salud, educación, caminos, hidroeléctricas y petroquímicas. Así estará al alcance de la mano la vivienda digna. ¡Salario mínimo vital y móvil de R$5.000 para todos ya!
Basta de hambre, represión, masacre y cárcel a los trabajadores
¡Basta de Brasil de los banqueros, las transnacionales,
los jueces y los políticos que roban y engañan al pueblo!
¡Que se vayan todos, que no quede ni uno solo!
Para conquistar todas nuestras demandas, hay que unificar las filas obreras y de los explotados, en el camino de conquistar la HUELGA GENERAL para demostrar quién es el dueño de la casa. Hay que disolver a la policía y todo el aparato represivo del estado. Hay que conquistar comités de Autodefensa desde las organizaciones obreras y populares.
Hay que romper el sometimiento a la burguesía de nuestras organizaciones de lucha, ni un segundo de tregua al gobierno de Temer. Hay que luchar por todo lo que nos pertenece: ¡Por un Gobierno provisional revolucionario de la CUT, el MST, MTST y todas las organizaciones de luchas de obreros y campesinos, apoyado en las masas autoorganizadas y armadas! Solo un gobierno así podrá garantizar inclusive una Asamblea Nacional Constituyente libre y soberana sin patrones, que rompa con el imperialismo que expropie la tierra entregada a las transnacionales para conquistar alimento barato para todos los explotados y tierra para los campesinos pobres. Una asamblea constituyentes con un diputado cada 30 mil habitantes, que ganen un salario obrero y que asuma en una cámara única los poderes ejecutivo, legislativo y judicial.
¡La liberación de los trabajadores, será obra de los trabajadores mismos!