VISITE TAMBIÉN |
|||||
01 de agosto de 2014
Un debate sobre los “fondos buitres” y la deuda externa Ni “Consulta Popular”, ni “plebiscitos vinculantes”… Desde hace un mes, con la cuestión de los fondos buitres copando el escenario político nacional, las corrientes de izquierda han quedado atrapadas una vez más en su propio laberinto -del cual no quieren salir-. La moda del momento en manos de los parlamentarios del FIT es realizar una “consulta popular” para “que sea el pueblo el que decida, por sí o por no, el pago a la deuda externa”. El juez Griesa, Obama y todos los empresarios de Wall Street que dirigen los destinos de este país, no entraron en pánico ante la “osada” medida de “lucha” que propone el FIT para frenar el saqueo imperialista. Tampoco asusto al gobierno y a la oposición. Es más, una “consulta popular” o “plebiscito vinculante”, incluso puede ser utilizado por la Kirchner o los diputados opositores del UNEN, el PRO, o el Frente Renovador de Massa, como una trampa para que los explotados acepten y legitimen por medio de las urnas, el saqueo de la nación. Un plebiscito, por mas vinculante que sea, es un mecanismo profundamente bonapartista, puesto que las masas deben “elegir” entre “el horno o la sartén”, es decir, siempre gana la burguesía. Pero supongamos que en un plebiscito vinculante ganara el “no pago”. Este sería de inmediato, declarado inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia de Argentina y por supuesto, de EEUU. Salvo que el FIT crea que en un país semicolonial como el nuestro, a las instituciones del régimen burgués, como la justicia argentina, no las dirigen las transnacionales y Wall Street. Esta justicia, es LA institución de la reaccionaria constitución del 1853 y su reforma de 1994 hecha a medida de la oligarquía y el imperialismo, que garantiza que la propiedad privada de los capitalistas no se toca. Quien le diga a las masas que a estas instituciones se las pueda presionar, como en este caso el FIT con su “consulta popular”, se convierte en un simple enfermero del capitalismo y su estado. Digamos la verdad, la única vez que un político patronal –desde el poder- se vio obligado a decir “no pagar la deuda externa en Argentina”, fue el monigote de Rodriguez Saá, porque millones de trabajadores y el pueblo en las calles con sus jornadas revolucionarias del 2001 le había puesto la soga al cuello, a él y al conjunto de los capitalistas. Una revolución así, retomando el grito de “que se vayan todos, que no quede ni uno solo”, esta vez llevándolo a la victoria sería lo único “vinculante” o “popular” para todos, puesto que la mayoría de los trabajadores y el pueblo se harían del poder para romper con el imperialismo. Los dirigentes del FIT no solo no están por esta perspectiva, sino que ni siquiera llegan a ser demócratas consecuentes. Pues ahora, para enfrentar este régimen infame y bonapartista hasta los tuétanos, de saqueo y sumisión de la nación al imperialismo, no se animan a plantear la convocatoria a una Asamblea Nacional, constituida con 1 representante cada 10.000 electores tomando a todo el país como distrito único, con diputados electos que cobren el salario medio de un obrero, y que sean revocables en todo momento por los mismos electores que lo votaron. Una Asamblea Nacional que constituya una cámara única y disuelva al poder ejecutivo, al poder legislativo y al poder judicial de la casta de jueces reaccionaria. Una Asamblea Constituyente que debe disolver a todas las fuerzas represivas, y que sólo será soberana si rompe con el imperialismo y expropia la tierra para que coman 42 millones de argentinos. Igualmente los marxistas revolucionarios afirmamos que una Republica Obrera y Popular será mil veces más democrática, que la más democrática de las repúblicas burguesas. La propuesta del FIT es una falacia descomunal. La oposición burguesa y el gobierno, que están todos bajo el mando de Obama y los fondos buitres, ya entregaron Vaca Muerta. Le han pagado a Repsol, después de que estos piratas imperialistas se llevaran, durante décadas, el petróleo argentino. Le pagaron al FMI, al club de Paris; 190.000 millones de dólares con los Kirchner, más los 300.000 millones de dólares que pagaron los gorilas de la dictadura militar, los radicales y el menemismo. Pero, “con un plebiscito todo se resuelve”, según la izquierda reformista… por favor. La cuestión de los llamados “fondos buitres” ha puesto sobre la mesa dos claras alternativas: o sometimiento al imperialismo para que nos chupe hasta la última gota de sangre como proponen los políticos del régimen, o lucha antiimperialista en las calles que solo puede triunfar si es acaudillada por la clase obrera con sus métodos de lucha. En última instancia, la política del PTS y el FIT de enfrentar al imperialismo con una “Consulta popular” es una reedición de la política stalinista de “vía pacífica al socialismo”. ¿Plebiscito para romper con Wall Street? ¿Esta gente se enteró que Bush degolló a un millón de iraquíes porque Sadam Hussein tomó una mínima medida contra el imperialismo? ¿Y las 7 bases yanquis en Colombia? ¿Esta gente se acuerda de Malvinas? Les proponemos que en el plebiscito se voten dos cuestiones: no pagar la deuda externa y que los ingleses devuelvan Malvinas… Ni el socialista Alfredo Palacios se animaría a semejante dislate… Y a esto lo llaman “estrategia seria”. ¿Expropiar a los banqueros de Wall Street, romper con ellos y no pagarles la deuda vía un plebiscito y que sea “vinculante” para que sea efectivo y obligue a la burguesía argentina y a los partidos del imperialismo a romper con ellos mismos?¿Con un plebiscito vinculante, los capitalistas y el imperialismo dejan de cobrar 250.000 millones de dólares? Es increíble el valor que la dirección del PTS le da al voto. Los trotskistas internacionalistas afirmamos que jamás un solo país de este planeta, devenido en una sucia prisión bajo el control imperialista, ha podido escaparse de dicho control si no es mediante la revolución socialista, revolución que conquistamos en la ex URSS, China, en Vietnam, Cuba, Corea, y que la lacra stalinista entregó al imperialismo luego de estrangular la revolución internacional. La clase obrera necesita en este combate crucial que tiene por delante, dotarse de sus propios organismos de autodeterminación y democracia directa, para expropiarles todas las propiedades, bancos, tierras, fábricas y establecimientos a las transnacionales que saquean la nación; y también a la oligarquía terrateniente y burguesía nativa que se robaron las cajas de las jubilaciones, las reservas del banco central y los fondos del banco nación para pagar los 50.000 millones de dólares que se robaron los banqueros en el 2001 y los bonos con los que financian sus deudas que pagamos luego los trabajadores y el pueblo… ¡Ahí están los fondos para el aumento general de salarios, del presupuesto de educación y salud, para un plan de obras públicas bajo control obrero para tener viviendas para todos y satisfacer las necesidades de todo el pueblo trabajador!
Al brutal saqueo de la nación no se lo puede enfrentar con plebiscitos o consultas populares, porque en esta lucha no hay voto ni ley que pueda detener a los piratas de Wall Street que financian las guerras de masacre y coloniaje y oprimen a todo el mundo. La Gaza bombardeada por el portaviones yanqui que es el ocupante sionista de Israel es la prueba más contundente.
|