¡Basta de paritarias truchas con salarios de miseria que se los come la inflación, y que deja afuera a más del 60% del movimiento obrero flexibilizado, precarizado, en negro y desocupado!
El 70% del movimiento obrero cobra salarios miserables de $5.500, el 60% está en negro… y encima quieren que aplaudamos las limosnas que les dan a nuestros hijos… ¡que la Kirchner mantenga a su hijo Máximo y a su nieto con $500 de subsidios de la "asignación universal por hijo"! ¡Son gorilas!
¡Basta de mentiras! Con el impuesto al salario les pagaron la indemnización a los delincuentes de Repsol y a Marsans (cuando los K hicieron sus “nacionalizaciones” truchas de YPF y Aerolíneas, respectivamente), y les pagaron centenares de miles de millones de dólares por la refinanciación de la deuda (con el canje de 2003) a los banqueros del corralito de 2001.
Los Kirchner, la oposición gorila y las transnacionales se roban el país, nos imponen salarios de miseria y encima nos cobran impuestos… ¡No tienen vergüenza!

¡POR UNA PARITARIA NACIONAL ÚNICA!
Hay que unificar la lucha y todos los reclamos
¡Hoy somos todos aceiteros!

¡Nunca más un obrero en negro!
¡Nunca más un impuesto al salario!
¡Nunca más trabajadores precarizados y flexibilizados!
¡Nunca más obreros desocupados ni esclavos en las cooperativas de los punteros políticos
administradores de la miseria de las masas!
¡Nunca más un preso ni un procesado por luchar!

¡Basta de Argentina-maquila, colonia de Wall Street!

Si no aceptamos los topes salariales que firma la burocracia con la patronal todos los años -con los que nos roban nuestros ingresos-, nos amenazan con que "viene la crisis". El año pasado despidieron a 400 mil trabajadores, entre ellos a los mejores luchadores. Eso también es para flexibilizar el trabajo e imponernos mayores ritmos de producción.

Ha caído el precio del petróleo, y las petroleras con la burocracia sindical (verdaderos empleados de estos pulpos imperialistas) preparan, para los obreros del sector, convenios a la baja con reducción salarial, suspensiones, despidos y pérdida de conquistas.
Las transnacionales petroleras, como la Repsol, en los últimos 15 años se llevaron 200 mil millones de dólares del YPF privatizado en los '90. Y encima la Kirchner los indemnizó con 6.500 millones de dólares. Y ahora quieren que los obreros paguen la caída del precio del petróleo. ¡No lo podemos permitir!
El gobierno de la Kirchner, sirviente de la Chevrón, prepara este ataque contra todos los trabajadores petroleros. Por eso llamó a sus jueces y fiscales en la Patagonia a condenar a cadena perpetua a los obreros de Las Heras.

¿Las petroleras quieren sacarles conquistas a los trabajadores después de saquear el país? ¡Expropiación sin pago y bajo control obrero, de todas las petroleras, comenzando por la Chevrón y los 6.500 millones de dólares que se llevaron la Repsol y los Borbones pagados por sus socios los Kirchner!

En la industria gráfica, con el verso de la “introducción de nuevas tecnologías”, despidieron y nos amenazan con más despidos para que aceptemos que nos rebajen los salarios. Anuncian cierres y vaciamiento de empresas. ¡Caraduras! Están preparando un plan de despidos a mansalva para tercerizar todo el trabajo en cooperativas con trabajo esclavo. Esta es la “introducción de nuevas tecnologías” de la patronal.
Si hay renovación tecnológica: reducción de la jornada de trabajo, un turno más y aumento salarial,  puesto que nuestra hora produce un 30%, 50% ó 100% más.
¡Nacionalización sin pago y bajo control obrero de todas las cooperativas, que todos sus obreros estén bajo convenio, comenzando por Donnelley, Zanón, Brukman, Paty, etcétera!

Los patrones anuncian “preventivo de crisis” para despedir. Entonces, las familias obreras también nos declaramos en “concurso preventivo de crisis” porque nuestros hijos necesitan comer.

Por lo tanto, luchamos por:

¡Estatización sin pago y bajo control obrero de todo establecimiento que cierre, suspenda o despida!
¡Ni un solo despido, suspensión o desocupado más!
Hay que luchar como ayer en el Subte: ¡Por 6 horas de trabajo para todos y un turno más en todas las fábricas, sin reducción salarial!

Hay que pelear como en Las Heras en el 2006, con el grito de “abajo el impuesto a las ganancias” y “somos todos petroleros”, que levantaban los trabajadores de la construcción, verdaderos trabajadores petroleros precarizados. Por eso recibieron una brutal y salvaje represión, persecución, tortura y condena.
Ni flexibilizados, ni tercerizados, ni en negro. ¡Todos bajo convenio! ¡Todos somos trabajadores!
¡Basta de burocracia sindical, que deja por fuera de los sindicatos y de sus reclamos a la inmensa mayoría del movimiento obrero!
¡Absolución inmediata a los obreros petroleros de Las Heras! ¡Libertad a los presos políticos! ¡Desprocesamiento de los más de 7000 luchadores obreros y populares! ¡Basta de reprimir a los que luchan! 

Como hicimos en el paro, ahora más que nunca, hay que tomar la lucha en nuestras manos:

¡El plan de lucha y el paro general de 36 horas hay que conquistarlo con asambleas y por la base, por fábrica y por sindicato!

Los burócratas sindicales de las CGTs y las CTAs nos obligan a pelear establecimiento por establecimiento y fábrica a fábrica, mientras preparan nuevamente la entrega de nuestros salarios en las paritarias truchas… ¡No lo podemos permitir!
Para no pelear nunca más divididos:
¡Por congresos de delegados de base por sindicato, con mandato de asamblea, comenzando por elegir delegados de los trabajadores contratados, tercerizados, en los talleres de cama caliente y en las empresas que tienen obreros en negro, para votar como propio el pliego de reclamos de los aceiteros para todo el movimiento obrero!

¡Hay que imponer la unidad de los trabajadores, por nuestros derechos y nuestras demandas!
Han dividido al movimiento obrero en 5 centrales sindicales... ¡Basta ya!
¡Basta de paritarias por sindicato! ¡Un solo reclamo, una sola lucha!

¡Basta de comisiones internas que dividen a la base de los trabajadores!
¡Paso a la democracia obrera! ¡Por comisiones internas y cuerpos de delegados con representación de los trabajadores permanentes, contratados, tercerizados y en negro!

¡Abajo la ley de asociaciones profesionales
y los sacrosantos estatutos de la burocracia sindical!
¡Por la independencia de los trabajadores y sus organizaciones del estado! ¡Basta de burocracia sindical! ¡Que vuelvan todos a trabajar!

Los obreros precarizados y los desocupados no pueden quedar librados a la suerte de las limosnas de los políticos patronales, sus intendentes y sus punteros políticos.
Una burocracia piquetera corrupta, desde el ministerio de acción social, controla lo que fuera la avanzada del movimiento obrero argentino una década atrás.
¡Hay que volver a unir las filas obreras!
¡Trabajo digno para todos! ¡Ni bolsones, ni subsidios, ni limosnas! ¡Todas las manos libres a producir, con salario de $15 mil pesos para todos! ¡Todos bajo convenio!
¡Basta de burocracia piquetera! ¡Que vuelva el movimiento de desocupados del 2001: el de Aníbal Verón, Justiniano, Teresa Rodríguez, y demás mártires de la clase obrera argentina! ¡Basta de limosnas! ¡Trabajo digno para todos!
¡Por la III Asamblea nacional piquetera, de trabajadores ocupados y desocupados!

¡Hay que volver a poner en pie un nuevo movimiento obrero independiente de los políticos patronales, sus parlamentos testaferros de Wall Street y sus jueces, sin burócratas sindicales ni piqueteros!

La burocracia sindical nos obliga a pelear siempre de cero. Todos los años firma paritarias por debajo de la inflación, cuyos aumentos entran al bolsillo de los trabajadores cuando los precios ya se dispararon en el supermercado.
Los trabajadores hacemos enormes esfuerzos para hacer paros generales, como los últimos que hicimos contra el impuesto al salario, y la burocracia espera el guiño de algún político amigo. ¡Basta de mentiras y de engaños! ¡Basta de burócratas sindicales ricos y obreros pobres! ¡Basta de atar la suerte de los trabajadores a sus verdugos!

La patronal y su estado dividieron al movimiento obrero en 5 centrales sindicales: tres CGT y dos CTA. Ese fue el "sueño dorado" de los gorilas de la Libertadora del '55, la que impusieron los Menem con sus burocracias empresarias y que terminaron de asentar De la Rúa y los Kirchner, para que vuelva la burocracia sindical a controlar al movimiento obrero, esta vez dividiéndolo, para que nunca más pueda irrumpir en la vida política nacional con la fuerza de sus huelgas generales. No tuvieron éxito.
Como si este plan de los capitalistas y sus gobiernos no fuera suficiente, con una política irresponsable y cretinamente parlamentarista, el FIT, en 3 mini congresos de sus partidos componentes en el mes de diciembre de 2014 dividió a la vanguardia obrera luchadora. Entre todos nos llevaban al circo electoral, sobre la base de la entrega del salario de los trabajadores.
Por eso fue un gran paro. Porque éste se dio a pesar de la terrible división que impusieron a la clase obrera, inclusive desgarrada entre obreros en negro, precarizados, tercerizados, llevados por la burocracia sindical a levantar demandas distintas. Pese a todo ello... la clase obrera golpeó como un solo puño y conquistó el paro general.

El FIT no preparó a los trabajadores para la huelga general. Desde diciembre, dirimiendo sus candidaturas –dividiendo a la vanguardia luchadora- estaba en plena campaña electoral. Lejos estuvo en sus actos de diciembre, desde su programa y sus afiches electorales, el llamamiento a la huelga general.
En cada lucha, buscaron a los "jueces buenos", a las "legislaturas progresistas", a los "diputados burgueses opositores", y no hicieron más que abrir el camino a duras derrotas. Se negaron a coordinar las luchas... Las llevaron, bajo su táctica de "patrullas dispersas", a pelear fábrica a fábrica. Prometían "centralizarlas en algún momento"... y sólo las dividieron. Por eso, la jornada de lucha del 31/3 fue un gran paro.
Ellos prometen resolver los problemas de la clase obrera con 4 ó 5 leyes. Han hecho todo tipo de componendas con los partidos de la oposición burguesa para votar estas leyes (que nunca salieron), integrando comisiones fantoches donde los políticos patronales se lavan la ropa. Otras veces llevaron a los "políticos progresistas" del kirchnerismo y sus jueces a "apoyar" huelgas, como en Donnelley o Lear, y los obreros quedaron despedidos. Otras, apoyan limosnas para cooperativas en ruinas, como sucede en Zanón, endeudando más y más a las cooperativas para que luego vuelvan los capitalistas y se queden con ellas.

Por eso, a pesar y en contra de todos ellos, el movimiento obrero argentino sigue hablando el lenguaje del paro general para torcerles el brazo a sus enemigos. Un sector de la burocracia sindical, luego de que se diluyera su pacto con los jueces gorilas en la “marcha de fiscales” del 18 de febrero junto a lo más rancio de la oligarquía argentina, recibió el guiño de los políticos burgueses para hacer un "paro electoral". Mientras toda la burocracia sindical de los no menos gorilas del gobierno de Cristina llamaba a carnerear. Todos fueron sorprendidos. El movimiento obrero paró en todos sus sectores mayoritariamente.

Ante esta situación, parece mentira que la izquierda siga hablando del "atraso en la consciencia de los trabajadores". Esto es una infamia. Porque a pesar de las trágicas derrotas que la izquierda le impuso a la vanguardia luchadora; a pesar de que está el país lleno de sus afiches que solamente llaman a que los voten; a pesar de que no son ellos los que llamaron -ni hoy llaman- al paro general y la lucha; a pesar y en contra de ellos y toda la burocracia sindical... la clase obrera paró, como lo hizo también en dos oportunidades el año pasado.

La burocracia sindical habla de "nuevos paros". La burocracia del transporte quiere utilizar este último paro para reabrir una negociación con la Kirchner, al servicio de subsidios para sus patrones. Luego de apoyar la política fantoche de los Nisman y la oposición gorila, Moyano sigue suplicando que Massa lo autorice a sacar un nuevo paro. Mientras tanto, la fiesta electoral la pagan los trabajadores con despidos, carestía de la vida, hundimiento del salario e impuesto al mismo.
La Cristina, la presidenta devenida en socia de la Chevrón, cínicamente insiste en el "egoísmo" de los trabajadores que no quieren pagar impuestos para "ayudar a los más pobres", cuando es ella la que saquea el bolsillo de las capas más empobrecidas de los trabajadores que tienen salarios de miseria de $5500.
La clase obrera no puede quedar atada a ninguna de las pandillas burguesas ni al circo electoral. Se aproximan nuevas paritarias. Las enormes energías de la clase obrera no pueden volver a punto cero, como sucedió con los dos paros generales del año pasado.

El ejemplo de aceiteros es el camino a seguir. ¡Hoy somos todos aceiteros!
¡15 mil pesos para todos! ¡Todos bajo convenio!

Como decían a fin de año los obreros petroleros que luchaban por el reintegro de los $100.000 que les robaron con el impuesto al salario: “Si quieren impuesto a las ganancias que los paguen los patrones y los banqueros”

¡Que nadie entregue y divida nuestras luchas!

¡Basta de circo electoral! ¡Ni Massa ni Macri ni la Kirchner!
¡Paritaria nacional única! ¡Un solo reclamo!
¡Asambleas por fábrica y establecimiento para imponerlo!

Para impulsar una lucha decisiva no podemos tener rehenes en las cárceles de los patrones para pelear por nuestras demandas:
¡Absolución inmediata a los obreros petroleros de Las Heras, libertad ya a todos los presos políticos, desprocesamiento de los más de 7000 luchadores obreros y populares!

Lo que la vanguardia luchadora de la clase obrera necesita es un frente de lucha de los trabajadores

Centenares de miles de obreros en todo el país votaron al FIT. Miles de ellos fueron protagonistas de enormes luchas, que fueron llevadas por los políticos de la izquierda a callejones sin salida de apoyo al parlamentarismo burgués. Estos políticos de izquierda ya no merecen ninguna confianza de los trabajadores. Ellos no tienen nada que ver ni con el clasismo de los '70, ni con las coordinadoras, ni con el Villazo. Ellos son la izquierda democrática de la constitución del '53. Le quieren hacer creer a los trabajadores que todo se consigue votando a sus parlamentarios y con leyes en el parlamento, que es una escribanía de Wall Street.
Pero los obreros que votaron y lucharon junto al FIT ansían volver al camino de la lucha y abrir la perspectiva de una verdadera ofensiva de la clase obrera argentina. En ellos sí confiamos. Les proponemos llamar juntos a poner en pie un verdadero frente de los trabajadores, con un pliego de demandas inmediato que contemple los reclamos más acuciantes del movimiento obrero, que reagrupe sus filas para derrotar a la burocracia sindical, que impida que ésta le expropie el camino a un paro general de 36 horas.
Los aceiteros han salido a la lucha. Su reclamo debe ser el de todo el movimiento obrero. La vanguardia luchadora debe ponerse de pie y llevar el mismo a todos los sectores donde está implantada, como en Gráficos, Alimentación, Automotrices, autopartistas y allí donde la patronal avanzó y dejó a los mejores luchadores en las calles. ¡Hoy somos todos aceiteros! ¡Hoy somos todos trabajadores despedidos de Donnelley, Kronberg, Paty, Lear, VW, Valeo, Liliana, Calsa, Gestamp…!

La clase obrera debe ponerse de pie. Debe recuperar su unidad, y romper todo sometimiento a los políticos, parlamentarios y jueces de los patrones. ¡Por la independencia política de la clase obrera! ¡Retomemos el grito del 2001: “que se vayan todos, que no quede ni uno solo”!

La liberación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos