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Argentina - 30 de julio de 2023

El estado subsidia con miles de pesos a grandes capitalistas y le da migajas a las empresas ceramistas

Hay que reabrir el camino a la provincialización de Zanon, Cerámica Neuquén y Stefani, bajo control obrero, con salarios de $ 420 mil

La fábrica Zanon, hoy Fasinpat, ha sido objeto de discusión en el último tiempo, por lo que es como conquista y por el riesgo que ésta corre con la amenaza constante de cierre. El mismo peligro pende sobre Cerámica Neuquén y Stefani. Así lo afirman sus dirigentes del Sindicato de Obreros y Empleados Ceramistas de Neuquén cuando explican la situación de las fábricas ante las amenazas de cortes de gas o de desalojo en el caso de CN.
Por ello, desde Democracia Obrera queremos dar nuestra posición de cómo llegamos hasta acá y una propuesta para salir del atolladero. Partimos de afirmar que defendemos a Zanon como conquista de la clase obrera argentina. Zanon fue una fábrica recuperada por los trabajadores como parte de la revolución de 2001 y la enorme lucha de la clase obrera neuquina. En ese año, los trabajadores tomaron la fábrica y la pusieron a producir cuando el patrón quebraba y huía dejando cientos de obreros en la calle, y una deuda millonaria.
No solamente fue Zanon, sino que todas las fábricas ceramistas de Neuquén quebraron sucesivamente en los años subsiguientes, y también fueron recuperadas por sus trabajadores como Stefani y Cerámica Neuquén. También fue en ese momento en que se recuperó, de la vieja burocracia sindical de Montes, el Sindicato de Obreros y Empleados Ceramistas de Neuquén (SOECN), la seccional 21. Todas estas son conquistas que siguen hasta el día de hoy.
Ahora bien, de continuar como están en el día de hoy, estas conquistas corren peligro de perderse. No podemos simplemente contentarnos diciendo que ya existe un paraíso de control obrero y ponerlo como ejemplo en campañas electorales, como hace el PTS, cuando los obreros están cobrando un salario de $120.000. Es que las ceramistas de Neuquén atraviesan una marcada crisis, como veremos producto de la política aplicada por su dirección y es necesario salir del atolladero.

La crisis de las fábricas ceramistas de Neuquén y la ley de expropiación de Zanon de 2009

Para comprender la situación de Zanon, creemos necesario partir de cuando las fábricas ceramistas de Neuquén quebraron y los obreros las recuperaron. Las sucesivas quiebras de Zanon, Cerámica Neuquén y Stefani fueron cuando se fue agotando su mercado, esencialmente los planes de construcción de viviendas que había en la provincia. La patronal vio entonces un mercado que aseguraba la venta de sus productos y realizó una enorme inversión, pero luego se encontró con que no tuvo la posibilidad de poder vender su producción. La inversión entonces no obtuvo retorno en ventas y una a una las fábricas fueron declarando su quiebra.
Por eso las fábricas que los obreros recuperaban contaban con maquinaria relativamente renovada, lo que les permitió producir cerámicos los primeros años. Pero con el correr del tiempo no hubo inversión y la maquinaria se fue desgastando. Por eso llegamos hoy a que en Zanon de las 10 líneas de producción que tiene la fábrica solo funcionan 3. De 450 operarios de la fábrica que había en 2001, trabajando 3 turnos, hoy lamentablemente quedan solo 147 obreros en dos turnos.

Pasaron 22 años desde que se tomó Zanon y en ese tiempo los obreros ceramistas no han dejado de luchar. Han logrado arrancarle subsidios al Estado provincial que le han permitido realizar ciertas reparaciones y pagar algunas facturas de gas y electricidad, y realizar alguna que otra compra de los insumos importados. Pero hasta ahí llegaron los subsidios, porque, como dijimos, no alcanzó para realizar las inversiones necesarias y no se pudo aumentar la productividad de la fábrica.
Esta situación, sumada a las amenazas de desalojos constantes, derivó en la ley 2656 de la legislatura neuquina, en donde Zanon se provincializó, pero no fue estatizada. Esto quiere decir que el Estado no se hizo cargo de poner ni inversión, ni pagar salarios, sino que la fábrica quedó a cargo de la cooperativa Fasinpat. La dirección de Zanon en aquel momento, el PTS, presentó esta ley como un gran triunfo, cuando fue un gran chantaje del Estado, de que o los obreros la aceptaban o se quedaban sin su fábrica. Veamos por qué.
La ley establecía que el estado provincial solo debía adelantar los 23 millones de pesos de la deuda del patrón a los proveedores, pero los obreros tenían que devolverlos proveyendo al Estado de cerámicos al costo. Como el valor de los cerámicos es el de su precio de venta (de mercado), mucho más elevado que el costo, el estado provincial compró más barato algo que valía más. La diferencia que ganó el Estado por comprar más barato es el valor que agregaron los obreros con su trabajo. Esta ganancia resignaron los obreros. Esta es la llamada plusvalía, que en este caso se lo quedó la legislatura al comprar cerámicos al costo. Así terminaron los obreros de Zanon devolviendo la deuda del patrón con sus músculos, nervios, sangre… es decir, con su fuerza de trabajo.
Esta ley no solo puso la deuda del patrón sobre las espaldas de los obreros, sino que además ellos tuvieron que resignar los salarios atrasados, indemnizaciones, antigüedad, etc. Además, en la ley se establecía que no se haría ninguna inversión. En resumen, lo que sucedió en el 2009 fue que le sacaron el peso de la quiebra al patrón, se la dieron a los obreros, estos tuvieron que resignar sus derechos a cambio de quedarse con una fábrica en quiebra y sin ninguna inversión para sacarla adelante, más que el esfuerzo y la lucha de los trabajadores, sin posibilidad de competir en el mercado contra las empresas con mayor productividad.
Ahora bien, los obreros tuvieron que aceptarla por la situación en la que se encontraban, pero había que decir la verdad sobre esa ley y que había que preparar una gran lucha por el control obrero, por la estatización de toda fábrica que cierre, suspenda o despido bajo control obrero y hacer una coordinadora que luche por ello. La única salida era expropiar sin pago y bajo control obrero, como parte de un plan de expropiar a la burguesía, sabiendo que si no se avanzaba al triunfo de la revolución con la toma del poder, toda conquista se pierde. Por el contrario, con la política del PTS de contentarse con la ley y quedarse solos, terminaron las fábricas ceramistas como veremos a continuación.

La grave situación actual de Zanon, Cerámica Neuquén y Stefani ante el aislamiento a nivel nacional

Tampoco puede decir el PTS que los obreros de Zanon viven en un paraíso socialista. Debido al bajo salario que cobran tienen que hacer changas para llegar a la canasta básica. Tampoco cuentan ya con el colectivo que los llevaba de sus hogares a la fábrica, ya que no dan las finanzas de Fasinpat para mantenerlo.
Con el correr de los años, las facturas de gas y electricidad han ido subiendo y todos los meses se vuelve un desafío hacer andar las máquinas. A pesar de los subsidios arrancados al estado, la deuda de electricidad es de 157 millones de pesos y la de gas es impagable, según declaró uno de los dirigentes de Zanon, Andres Blanco a “Minuto Neuquén” el 15/11 del año pasado. Tal es la gravedad de la situación económica de los últimos años que en 2014 tuvieron que vender un lote del predio de la fábrica.
Es decir, lejos de ser un paraíso de “trabajo libre sin patrón”, Zanon es hoy una cooperativa estatizada, ya que la poca inversión que hay es arrancada al estado provincial. Se sostiene con los abnegados obreros que dejan su alma y vida en la fábrica y con los subsidios del estado, otorgados no porque el estado sea bueno, sino por la relación de fuerzas impuesta por enorme lucha de toda la clase obrera de Neuquén. Pero está lejos de ser el control obrero que los obreros ceramistas necesitan.

Es que una fábrica aislada no puede subsistir en un mercado capitalista. Todos los partidos del FIT, incluyendo al PTS, reconocen que Fasinpat no puede competir contra las fábricas ceramistas capitalistas del mercado, que cuentan con mayor inversión y tecnología, por lo que los cerámicos los pueden vender más baratos en el mercado. Por eso Fasinpat no puede aumentar los precios para subir los salarios y pagar las facturas.
Una fábrica aislada en un mercado capitalista no solo está sujeta a las leyes del mercado, sino de todo el sistema capitalista, que es también producción. Por lo tanto, los obreros deben producir en esas condiciones y ritmos. Así, con un enorme esfuerzo, autoexplotándose, los trabajadores mantienen a Zanon produciendo. Pero de mantenerse así, su destino corre el riesgo de ser el de tantas otras fábricas recuperadas a nivel nacional que han quebrado.

Esta realidad también la enfrentan las otras dos fábricas de la zona, Cerámica Neuquén y Stefani. Hasta el momento la relación de fuerzas no le dio a la patronal y el estado para cortar todo subsidio y ejecutar el mencionado desalojo. Pero no a dudarlo que lo harán ni bien puedan. Ya amenazan con cortar el gas por las enormes deudas y dejar las fábricas sin producir.
Si hasta ahora la conquista de las 3 fábricas se mantiene es gracias a la pelea y todo el sacrificio puesto por los obreros. No por la política del PTS, que es la misma que la que aplicó el PO en otras fábricas recuperadas como la ex Sasetru, que ha puesto en manos de la legislatura y los jueces la resolución de todos los problemas por los que pasa Zanon, a los que le exige que se hagan cargo de los mismos.
En lugar de pelear por que Zanon no quedara aislada del conjunto del movimiento obrero cuando esta tenía que ser un bastión para el conjunto del movimiento obrero y de los trabajadores desocupados para “hacer como en Zanon” en toda fábrica que cierre, suspenda o despida, y avanzar a establecer el control obrero en toda la rama de producción, su política fue que las cerámicas presionen a la legislatura. Su política no fue que se ponga en pie una coordinadora de fábricas que se vayan recuperando luchando contra los despidos y cierres. Esto lo demuestra el hecho de que en estos 22 años que la planta está tomada, pasaron miles y miles de despidos y cierres donde ni por atisbo se siguió el camino de Zanon. Basta ver solamente un par de ejemplos, las fábricas de Lear o Pepsico, que dirigía el PTS, para comprobar lo que afirmamos.
Lamentablemente se impuso la política del PTS de que los obreros despedidos hagan juicios y confíen en proyectos de leyes de parlamentarios de izquierda, y llevaron a los heroicos y abnegados trabajadores ceramistas de Neuquén a los pies de la legislatura, de la justicia, de las urnas para votar “diputados de izquierda”, y no junto a los trabajadores en lucha, y hoy vemos los resultados.
Zanon se expropió por la lucha de la clase obrera tomándola en sus manos, sin proyectos de ley ni votaciones por candidatos del FIT-U, ni haciendo presión a la patronal. Y se hizo como parte de una gran lucha de toda la clase obrera. Solo así se puede defender y conquistar los salarios, maquinaria, insumos y pago de gas y electricidad que se necesita para que siga funcionando.

La lucha para defender la conquista

Para mantener la conquista, es necesaria inversión en maquinaria y aumentar la productividad. Hay que luchar por una provincialización plena, con inversión estatal garantizada y con los obreros cobrando salarios estatales bajo el convenio ceramista.
El control obrero, a diferencia de lo que dice el PTS, no está conquistado. Puesto que el mismo es que se conquista en toda la rama, estableciendo un plan de producción donde se contemple la cantidad a producir según las necesidades reales, los insumos, materias primas e inversión necesaria. Con los libros de contabilidad que sean públicas y sin ningún secreto comercial, para que todos los obreros vean cómo se produce en las fábricas ceramistas, algo que Zanon hizo durante los dos primeros meses que fue tomada y nunca más los dio a conocer.
Hay fondos para provincializar Zanon y todas las fábricas ceramistas y garantizar inversión y salarios. El estado subsidia con $2.285.506 millones a la patronal, como la del transporte, y ni hablar durante la pandemia. En cambio, solo da migajas de un par de miles a las fábricas ceramistas de Neuquén.
¡Que la plata para Zanon y las fábricas ceramistas la pongan los que se han enriquecido todos estos años a costas de los trabajadores y el pueblo! ¡Impuestos progresivos a las grandes fortunas que se han llenado los bolsillos con los gobiernos de MPN, como los Paolo Rocca del Grupo Techint, Bulgheroni de Axion-Panamerican, Gregorio Perez Companc, etc! ¡Hay que expropiar Vaca Muerta y todos los recursos naturales de la provincia, sin pago y bajo control obrero, para poner la renta de los hidrocarburos al servicio del pueblo!

Hacemos un llamado al PTS y al SOECN a largar una gran campaña nacional por la provincialización plena de las 3 fábricas ceramistas de Neuquén y por el control obrero de toda la rama en el país. Hay que hacer una gran campaña por la expropiación sin pago y bajo control obrero de toda fábrica que cierre, suspenda o despida. Solo rompiendo en el aislamiento podemos defender Zanon.
Es vital para las fábricas ceramistas la unidad con los trabajadores en lucha de Jujuy, los obreros de la Terminal 5 del Puerto de Buenos Aires, los combativos obreros metalúrgicos y del neumático que salieron al combate y todos los sectores en lucha. Un gran Congreso Nacional de Obreros Ocupados y Desocupados, que retome los métodos del 2001, con el paro, los piquetes del movimiento de desocupados por trabajo genuino, la lucha contra los traidores de la burocracia sindical y todos los partidos patronales, al grito de “que se vayan todos”. Así se conquistó Zanon y así se defenderá.

Corresponsal de Neuquén

 

 

 

 

 

 

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