El Parlamento de los partidos de los banqueros, la patronal y el imperialismo aprueba una ley retaceada de despenalización del aborto
En años de lucha en las calles, ya habíamos conquistado la fuerza para hacer realidad nuestro reclamo único e innegociable de aborto legal, seguro, libre, gratuito y de calidad
Se impuso la ley pactada del gobierno con la Iglesia y el PRO, con sus objetores de conciencia y el “Plan de los 1.000 días” de los curas y los jueces
¡Fuera definitivamente las manos del estado
y la iglesia de nuestros cuerpos!
Junto a la lucha de la clase obrera, ¡nuestro combate no termina!
Desde hace años las mujeres en las calles venimos desarrollando una enorme lucha por conquistar nuestro derecho a decidir sobre nuestros cuerpos. Nuestra posición siempre fue clara: ¡queremos aborto legal, seguro, libre, gratuito y de calidad! Pero alrededor de nuestro justo reclamo por el aborto, también se expresaron otras dos posiciones: por un lado, la de la reacción y la Iglesia que se oponen a nuestra demanda y por otro, la del gobierno de Fernández con su ley pactada con el Papa y los gorilas del PRO, que no es el reclamo por el cual nos movilizamos.
Esta fue finalmente la ley que se aprobó en la cueva de bandidos del Parlamento. Así el pasado 30/12, junto a la ley de los “1.000 días”, se votaba la ley de legalización del aborto del gobierno de la UIA y la Iglesia.
Esta concesión parcial se la arrancamos a la burguesía con años de lucha en las calles, de realizar movilizaciones masivas y paros internacionales los 8 de marzo. Por ello, los mismos políticos patronales del PJ, el PRO, etc., que durante décadas nos obligaron a morir en la clandestinidad y que en 2018 nos robaron nuestra conquista del aborto legal en el Senado, tuvieron que votar esta ley.
Teníamos al alcance de la mano conquistar el conjunto de nuestra demanda y no una ley retaceada que es la que votó el Congreso. Pero más nos sometieron al Parlamento gracias a la traición de la burocracia sindical y por la política de la dirección del movimiento feminista, más nos impusieron el engaño de que los políticos patronales “legislaban para nosotras” y más la burguesía tuvo las manos libres para recortar nuestra demanda e imponer esta trampa.
Ellos están utilizando nuestra lucha para represtigiar a ese Parlamento escribanía de Wall Street, que hoy se pinta de “verde”, cuando son los que están pasando los planes del FMI que imponen brutales padecimientos a las mujeres trabajadoras y al conjunto de los explotados, como demuestra que el mismo día que votaban la ley del aborto de Fernández, aprobaban el feroz saqueo a los jubilados y a las AUH, que en su mayoría las reciben las mujeres trabajadoras. Y todo esto, sostenido por esos traidores de la burocracia sindical que como parte del infame Pacto Social con el gobierno de la UIA, los banqueros y la oligarquía, fueron los garantes de que nos arrebataran la conquista de toda nuestra demanda, porque separaron y dividieron nuestra lucha de los reclamos del conjunto del movimiento obrero.
La ley pactada por el gobierno de la UIA con el PRO y la Iglesia recorta nuestra demanda
La ley que Fernández pactó con el PRO y el Papa admite a los objetores de conciencia y legaliza el aborto solo hasta la semana 14, permitiendo que los jueces puedan seguir judicializando nuestro derecho a decidir. Como parte de esta misma ley, se aprobó la ley de los 1.000 días que la presentan como un “plan integral de acompañamiento y protección de la mujer y el niño”. ¡Caraduras! Con esta ley de promesas de subsidios de hambre o míseros bolsones de mercadería, rodearán a las mujeres embarazadas de médicos, psicólogos, asistentes sociales, especialistas, etc. para convencerlas de que sigan adelante con su embarazo, es decir, que no aborten y sigan las “niñas madres” como les gusta a Bergoglio, los curas pedófilos y la Iglesia.
Los objetores de conciencia, los jueces que nos perseguirán si queremos abortar después de la semana 14 y todo el aparato del estado funcionarán como un verdadero mecanismo de coerción contra nuestro derecho a decidir libremente sobre nuestros cuerpos, del que tanto se llenan la boca hablando. ¡El Estado y la Iglesia seguirán entrometiéndose contra nuestro derecho al aborto libre! ¡Cínicos!
Pero si a pesar de esta coerción, decidiéramos abortar igual, quedaríamos a merced de los hospitales “cromañón”, sin insumos ni infraestructura, ya que el 70% de las mujeres no tenemos ni obra social, mientras el gobierno sigue pasando los planes del FMI para el pago de la deuda fraudulenta. Así, con presupuestos de hambre salidos de ese mismo Parlamento se mantiene el ahogo presupuestario a la salud y a la educación pública, por lo que el derecho al aborto no será gratuito ni seguro para las mujeres trabajadoras.
Esta ley no regirá entonces por igual para todas las mujeres, como nos quiere hacer creer la burguesía. La mujer burguesa tendrá legalidad para realizarse el aborto en la mejor clínica del país sin tener que darle explicaciones a ningún juez, asistente social o psicólogo. Y también podrá hacer fabulosos negocios con la nueva ley porque son dueñas de clínicas privadas y de los laboratorios que fabrican las pastillas abortivas.
Bajo estas condiciones, la ley aprobada en el Parlamento en definitiva nos permitirá no ir presas por abortar, pero el gobierno y los políticos patronales saben que desde hace rato no están en condiciones de meter presa a ninguna compañera más por hacerse un aborto, como se demostró con Belén, a quien tuvieron que liberar y absolver por nuestra lucha en las calles.
¡Si los partidos patronales tuvieron que aprobar esta ley no fue porque quisieron darnos alguna concesión sino porque saben que estábamos en condiciones de conquistarlo todo! Si no les arrancamos toda nuestra demanda fue porque las direcciones del movimiento feminista, en manos de los K y el PCR, nos sometieron al Parlamento y a un frente de los políticos patronales donde se rebajó, mutiló y retaceó nuestro derecho. ¡En ninguna organización de mujeres ni de la clase obrera combativa votamos que nuestra ley era la ley recortada de Fernández!
El FIT-U votó la ley retaceada del gobierno de Fernández, pactada con la Iglesia, rebajando la demanda de las mujeres en las calles
Lamentablemente, el FIT-U votó a favor de la Ley IVE y de los 1.000 días en el Congreso. Sus diputados apoyaron una ley con objetores de conciencia y que continúa garantizando la intromisión de la Iglesia y el Estado sobre nuestros cuerpos.
Así, en una abierta política de colaboración de clases, el FIT-U le dio apoyo político al gobierno de Fernández, sirviente del FMI, votando su ley pactada con el Vaticano y los gorilas del PRO, que acordaron recortar y mutilar nuestra demanda. Esto es consecuente con la política que viene llevando adelante la dirección del FIT-U de apoyar las medidas del gobierno que ellos consideran “progresivas” (como esta ley) y criticar las “negativas” o “reaccionarias” (como la del ataque a las jubilaciones), con lo cual no hacen más que embellecer a este gobierno antiobrero y represor.
La aprobación de esta ley en el Congreso, fue presentada por el FIT-U y toda la izquierda reformista como un “triunfo histórico”.
Esto es una estafa porque lo que se votó no es por lo que peleamos en las calles. Las mujeres trabajadoras no solo queremos aborto legal, sino que también sea libre, gratuito y de calidad. Y para conquistar esto, los capitalistas y la patronal tienen que poner la plata para la salud pública y hay que dejar de pagar la deuda al FMI. Esto jamás ningún gobierno de los capitalistas, ni ningún político patronal ni ninguna burguesa “feminista” lo votaría, porque sería ir en contra de sus propios intereses de clase. Por eso la demanda de “aborto legal, libre, seguro, gratuito y de calidad”, solo se puede conquistar de forma efectiva con el movimiento feminista peleando junto a la clase obrera, con sus métodos de lucha del paro, piquete y la huelga general, porque solo así podremos tocarle los intereses a los capitalistas y su propiedad para hacer realidad todos nuestros reclamos.
Pero el FIT-U rebajó el programa de la mujer trabajadora en pos de apoyar la ley que el gobierno antiobrero de Fernández pactó con el Papa, forjando un “frente transversal” con el Frente de Todos, el PRO y demás partidos patronales en el Parlamento. Así legitimaron la trampa que se consumó en el Congreso.
La izquierda parlamentaria fue enemiga de llamar a poner en pie un frente de lucha de todas las organizaciones obreras combativas, junto a los aceiteros que se encontraban peleando por salario digno de $93 mil, que sea encabezado por la mujer trabajadora, para enfrentar la trampa del Congreso de la Nación, pelear por el aborto legal, libre, seguro y gratuito como parte de los reclamos de todo el movimiento obrero de salario, trabajo, etc. y derrotar el saqueo a las jubilaciones. Es decir, un frente junto a la clase obrera para romper con el infame Pacto Social de la burocracia sindical con Fernández y los capitalistas y retomar el camino de la huelga general revolucionaria del 18 y 19 de diciembre de 2017, cuando los trabajadores y trabajadoras rodeamos el Parlamento con toneladas de piedras. Sobraban condiciones para hacer esto realidad.
A 180° de esto, el FIT-U llevó nuestra lucha al callejón sin salida del Parlamento burgués ¡y le dio apoyo a una ley que el gobierno de Fernández pactó con los gorilas del PRO y con la Iglesia! Y más nos sometían al Parlamento, llamando a rodearlo para “presionar” al Senado y “convencer a sus legisladores indecisos”, y más nos alejaron de conquistar nuestra demanda. Así permitieron que la burguesía pueda manipular la lucha de millones de mujeres trabajadoras y continúan abriendo ilusiones, no solo en Argentina sino entre millones de mujeres trabajadoras de América Latina y el mundo, de que de la mano de los políticos patronales se pueden conquistar leyes a favor de las masas en el Parlamento burgués.
Estas mismas corrientes plantean que la ley de Fernández “es un golpe al clero” y que ahora “vamos por la separación de la Iglesia del Estado”... como si esto se pudiera realizar con una ley en el Parlamento. La Iglesia que bendijo los sables de la dictadura militar genocida de Videla, no solo es una institución religiosa, sino que es una de las fuerzas capitalistas más fuertes de Argentina, propietaria desde el Vaticano del Banco Ambrosiano, de FIAT y de Techint, y socia de la oligarquía de la Sociedad Rural. Es parte del Estado. Por eso, contra lo que afirma la dirección del FIT-U, su separación es imposible sin tocarle su propiedad privada y la de los capitalistas, cuestión que jamás votará ningún Parlamento burgués.
¡Las mujeres trabajadoras lo queremos todo! Para que el aborto sea legal, libre, seguro, gratuito y de calidad: ¡que los capitalistas pongan la plata!
Como parte de nuestra lucha por conquistar efectivamente nuestros derechos, no dudaremos en utilizar esta concesión ultra parcial que les arrancamos a los capitalistas y los políticos patronales, pero si no profundizamos nuestro combate y peleamos por todo, incluso hasta esto perderemos. Por ejemplo, ya en Salta, el 95% de los médicos del principal hospital de la provincia, el Materno Infantil, se han declarado objetores de conciencia, mientras que seguimos teniendo compañeras procesadas y perseguidas por abortar. Este es un botón de muestra de cómo incluso nos quieren negar a acceder a lo que estipula la ley retaceada del Parlamento.
Para ello, nuestra lucha no puede quedar en manos de los políticos y partidos patronales. ¡Fuera las patronas de nuestra lucha!
La demanda del movimiento de mujeres en las calles triunfará junto a la clase obrera y sus organizaciones de lucha. Llamamos a todas las compañeras que vienen peleando por sus justos derechos a poner en pie un comité de lucha de las mujeres trabajadoras para hacer realidad esta perspectiva. Debemos profundizar nuestro combate retomando el camino del 18 y 19 de diciembre de 2017 y a nivel internacional como ya hicimos los 8 de Marzo peleando contra los piratas imperialistas.
Para hacer realidad nuestra demanda hay que expropiar a los capitalistas.
Para que el aborto sea seguro y gratuito: ¡Triplicación del presupuesto a la salud y a la educación en base a impuestos progresivos a los capitalistas y la ruptura con el FMI! ¡Expropiación de todas las clínicas privadas y laboratorios!
Para que el aborto sea libre: ¡Fuera las manos de todas las instituciones del Estado y de la Iglesia de nuestros cuerpos! ¡Separación de la Iglesia del Estado! ¡Expropiación de todos sus bienes, sin pago y bajo control obrero! ¡Por una educación laica, gratuita, científica y de calidad, que incluya la educación sexual integral brindada por profesionales!
¡Abajo la burocracia sindical! ¡Hay que romper el pacto social y golpear con el método de la clase obrera: el paro, el piquete y la huelga general! ¡Hay que desconocer las paritarias truchas firmadas por la burocracia sindical y levantar la demanda de aceiteros de 93 mil pesos de salario mínimo para todas las y los trabajadores!
¡Basta de someter nuestras demandas al gobierno y los políticos burgueses! ¡Por un movimiento feminista independiente del Estado, la Iglesia y los políticos patronales! ¡Paso a la mujer trabajadora!
Paso a la Mujer Trabajadora |
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