Columna de opinión

19/10/2020

Argentina

El “17 de octubre” de la burocracia sindical peronista:
la “lealtad” de los traidores

Alberto Fernández cerró el acto del “Día de la Lealtad” en el edificio de la CGT, donde estuvieron casi todas las alas del PJ, con los gobernadores y los políticos patronales y la burocracia de la CGT y la CTA, e inclusive Grabois y la burocracia piquetera del Vaticano. Antes Moyano y Pignanelli, que también están apoyan al gobierno, habían hecho su propio acto.
Ahí no estuvo la clase obrera. Estuvieron sus enemigos, los que se encargaron de imponerles la flexibilización laboral, la desocupación y el hambre a los trabajadores, por orden y cuenta de la UIA, los banqueros, la oligarquía, la Bolsa y el FMI.
La “lealtad” de esa burocracia sindical infame es con los capitalistas, a los que acaban de firmarle un salario mínimo ¡al nivel de Haití! Esos carneros que le dieron paz social a Macri (Caló ayer dijo “si Macri pudo gobernar es porque nosotros lo dejamos”) ahora están con los Fernández, en un pacto social que defienden inclusive a los tiros contra los trabajadores, como hicieron en la huelga de los portuarios de Buenos Aires en septiembre pasado.
El acto que organizó la burocracia de la CGT fue para fortalecer al gobierno agente del “Grupo de los 6” y el FMI contra la clase obrera, que todavía no ha sido derrotada y resiste duramente en aceiteros, desocupados, metalúrgicos, docentes, etc. Por eso el PJ preparan a las bandas fascistas de la burocracia sindical pistolera para mantener al movimiento obrero de rodillas, como hicieron Perón, López Rega y Lorenzo Miguel (UOM) en los ’70 con la Triple A.
Toda esa liturgia peronista de la “lealtad” se reduce a una burocracia sindical pistolera, la policía interna del movimiento obrero, que desde hace más de 70 años controla los sindicatos con puño de hierro para ponerlos a los pies de la burguesía y su Estado. ¡Esa es su “lealtad”! ¡Por eso Fernández, el político patronal de turno que comanda el ataque a los trabajadores, fue gustoso a la CGT!
Para poder luchar por el trabajo, el salario, vivienda e inclusive defender la vida en la pandemia, la clase obrera ocupada y desocupada tiene que saldar cuentas con esos traidores. Hay que declararles la guerra y echarlos de los sindicatos y las organizaciones obreras.
Esos carneros merecen ser tratados como en marzo de 2017, cuando los echamos de su propio acto y les tomamos el palco al grito de “Ponele fecha al paro”, o como en 2001 cuando echamos a Moyano a piedrazos de la Asamblea Piquetera. ¡Así se trata a los traidores!
¡Abajo el pacto social de la burocracia son el gobierno y la patronal! ¡Fuera la burocracia sindical!
¡Paso a la base obrera y la autoorganización de los trabajadores!
¡La liberación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos!

Juan Carballo