Del libro 2013-2014 Siria Bajo Fuego – Una revolución ensangrentada

Mención Especial a los obreros de la fábrica Paty de Argentina por Abu Muad y Abu al Baraa Como co-autores de esta obra, desde los combates de Medio Oriente y de la resistencia siria, queremos hacer una mención especial a los obreros de la fábrica Paty, de la industria de la carne en Argentina. Ellos luchan y han luchado por recomponer los lazos de internacionalismo proletario a nivel mundial. Fueron fundadores del Comité Internacional de Apoyo a las Masas Sirias, como ayer de las masas revolucionarias libias, impulsando la solidaridad activa, juntando fondos y peleando por dar a conocer la verdad de esta grandiosa revolución cercada y calumniada por la izquierda reformista mundial. Con su incansable militancia cotidiana en las organizaciones obreras de masas por el triunfo de la revolución en el Norte de África y Medio Oriente, son un ejemplo de internacionalismo para los trabajadores del mundo. Durante trece años la joven dirección obrera de esta fábrica de Argentina marcó un camino y dio duras batallas combatiendo por la democracia obrera, siendo un ejemplo de solidaridad con todos los que luchan, no sólo en Argentina, sino en la clase obrera mundial. Desde el año 2006, aislados, vienen dando una durísima lucha para romper el cerco a los obreros petroleros de Las Heras, que en ese entonces se encontraban encarcelados y en diciembre de 2013 fueron condenados a cadena perpetua por luchar contra las petroleras imperialistas en el sur de Argentina. Trece años de un heroico combate, de una indomable lucha -que nació en la revolución argentina del año 2001- de obreros que quisieron que esa revolución triunfe, y por eso resistían contra los jueces videlistas de Las Heras y también resisten junto a las masas de Libia y Siria. Son los obreros de la revolución. Lamentablemente, muchos grupos pseudosocialistas de la izquierda de Obama en Argentina hoy festejan que la patronal de Paty, luego de casi una década y media, haya podido “derrotar” a estos aguerridos trabajadores, cerrar la planta y trasladar su producción a San Jorge (Santa Fe) y a Brasil. Esta gente no se ha percatado de que festeja antes de tiempo. Son los obreros de la revolución de 2001, que hoy resisten en Siria y se sublevan en México -en el patio trasero de EE.UU.-, haciendo tronar en las calles el grito de “que se vayan todos, que no quede ni uno solo”… Los obreros socialistas de la revolución argentina no han sido derrotados. La avanzada de esa fracción de obreros internacionalistas de Paty también escribieron en la vida y con su lucha este trabajo. La historia hubiese sido distinta si millones de obreros en el mundo hubieran seguido este camino internacionalista, como lo hicieron miles de obreros en la Revolución Española en los años ‘30.