Al compañero Soria, de obreros metalúrgicos de Acindar-Arcelor Mittal
Pasadas las primeras horas de enterarnos de la amarga noticia del fallecimiento del compañero David Soria, recordábamos las peleas que dimos codo a codo con él.
Junto a la delegación de David y otros compañeros, viajamos con una delegación a la ciudad de Las Heras, donde iban a ser sentenciados los obreros petroleros que habían luchado contra el impuesto a las ganancias, en la pelea por unir las filas obreras para luchar por la libertad y absolución de los compañeros, la cual impulsaría también a nivel internacional.
Hemos compartido asados, largas charlas y risas. Pudimos conocerlo aún más cuando lo acompañamos en la aguerrida lucha por impedir los despidos y posterior cierre del frigorífico Paty, en la resistencia desigual contra las fuerzas represivas que por centenares ocupaban el lugar. Nada lo amedrentó y eso nos dio fuerzas y seguridad a quienes como nosotros no teníamos ninguna experiencia. Cuando cerraron la fábrica en la cual había logrado junto a sus compañeros mantener las conquistas arrancadas a la patronal durante más de 15 años, no se detuvo, su tarea iba más allá de los portones del frigorífico, su tarea era organizar a los obreros para una lucha superior contra los explotadores que nos oprimen en el país y más allá de las fronteras. Y eso hizo, combatió a la burocracia sindical de todos los gremios, peleo incansablemente por la unidad de los trabajadores, “unidad y coordinación” era la consigna que levantaba en cada lucha que estuvo y apoyo con todas sus fuerzas de manera incondicional.
Hasta el cordón industrial llegó el compañero y aquí nuevamente estuvimos juntos apoyando la enorme lucha de los trabajadores aceiteros que mantuvieron en vilo cerca de un mes a toda la oligarquía agraria. En el acampe de Dreyfus, en la multitudinaria asamblea en la aceitera Patito y luego marchando al piquete de San Lorenzo, bregaba por la unidad, para que el justo reclamo de los trabajadores aceiteros de salario igual a la canasta familiar fuera para todo el movimiento obrero del país, pues si no lo conquistábamos para todos, tarde o temprano, los aceiteros iban a perder sus conquistas, puestos de trabajo, etc.
Soria, como le decíamos afectuosamente, siempre de buen ánimo y contando anécdotas, ha dejado una fuerte marca en nuestras vidas y en la de miles de obreros y jóvenes combativos alrededor del mundo. Estaba convencido de la necesidad de la revolución socialista, por lo que también defendió a capa y espada a los explotados que avanzaron en ese camino como en Siria. Organizaba y preparaba a los obreros, sin poner un gramo de confianza en las instituciones del enemigo, para ser protagonistas de su propia liberación, batallando por dotarlos de la dirección que necesitaban para triunfar.
Nunca te olvidaremos querido Soria, fue un honor combatir a tu lado.
La Gota- Boletín Metalúrgico
Acindar - Arcelor Mittal - Villa Constitución
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David Soria Interviniendo en el aniversario de la condena a perpetua de los petroleros de Las Heras.
Asamblea frente a la aceitera Patito,
al fondo las banderas de los compañeros de Paty y La Gota
Carpa en Dreyfus durante la Huelga de aceiteros
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