Desde febrero de este año, los explotados vienen enfrentando la dictadura hambreadora y pro imperialista de Blaise Compaoré, un milico que desde 1987, se hiciera del poder luego de un golpe de Estado.
Tras sucesivos cambios en la constitución del país, este pro hombre de Francia y de EEUU se ha perpetuado en el poder, luego de varias elecciones fraudulentas, durante 27 años. Blaise Compaoré es un agente decisivo en la estabilización en la región; ha colaborado en la invasión a Malí y cuenta con una base militar de fuerzas especiales francesas. Garantizando de esta forma los negocios millonarios de la minería a las transnacionales europeas, principalmente en la extracción de Manganeso (en el país existe la reserva más grande del planeta), un material imprescindible en la fabricación del acero.
Las empresas europeas se llevan miles de millones de dólares al año, mientras el salario mínimo de los obreros es de 68 dólares mensuales, y aún menos para los obreros en negro y rurales. En una nación con 17 millones de habitantes, el 60% de la población menor de 25 años, pues la expectativa de vida es de 50 años. La desocupación es del 77%. El 70% de los adultos es analfabeto. Estas condiciones empujan a que miles de obreros emigren a los países limítrofes a trabajar o sean llevados como esclavos modernos a las capitales de la Europa imperialista.
Estas condiciones de pobreza, desocupación producto del saqueo de la nación por parte del imperialismo francés y yanki, empujaron a las masas de Burkina Faso a insurreccionarse en contra del mas grande amigo de Khadafy y así han puesto en cuestión las bases militares imperialistas instaladas en la región.
El 29 de octubre, por presión de las masas, la burocracia sindical se vio obligada a llamar a la Huelga General. El 30 y 31 de octubre las masas se sublevaron contra un nuevo intento del dictador de reformar la constitución y perpetuarse en el poder. Al grito de “¡Blaise lárgate!”, las masas, con la juventud explotada a la cabeza, ganaron las calles ocupando todos los centros del país. Solo en la capital se movilizaron un millón de explotados, que marcharon sobre el Parlamento, disolvieron la sesión que buscaba reformar la constitución y lo prendieron fuego.
También se tomaron durante un par de días la cadena de televisión y la radio estatal; quemaron los locales del partido gobernante, saquearon y prendieron fuego las casas de varios hombres del régimen, incluida la mansión del hermano de Blaise Compaoré y de varios funcionarios del régimen.
En distintas ciudades los explotados saquearon y prendieron fuego las comisarías, hoteles, bancos, comercios y demolieron todos los monumentos del viejo régimen y rebautizaron la plaza central de la capital como “Plaza de la Revolución”.
¡Viva la lucha de los explotados burkineses que con esta fenomenal insurrección independiente de masas han iniciado su revolución!
El gobierno y su ejército descargaron una brutal represión, principalmente en la capital, donde fueron asesinados más de 30 jóvenes frente al palacio presidencial donde una multitud marchaba a ajusticiar a Blaise Compaoré. En ciudades del interior el ejército empezó a negarse a reprimir. Los jóvenes explotados resistieron la represión de la policía y parte del ejército leal a Compaoré, en lucha de barricadas, bloqueando las principales avenidas y accesos. La juventud sublevada marcho a buscar a sus hermanos de clase bajo armas en los cuarteles. El dictador huyo del país con la ayuda de Francia y hoy se encuentra en Costa De Marfil.
El régimen se encuentra deshecho, pero la burguesía ha impedido que se parta el ejército y se disuelva, por lo que por el momento respira. ¡Las masas no deben detener su movilización hasta que no quede piedra sobre piedra del régimen colonial y su Estado!
Hay que conquistar el armamento generalizado de las masas. Hay que poner en pie la milicia obrera y campesina para derrotar al ejército asesino del régimen. Hay que buscar a nuestros hermanos de clase bajo armas en los cuarteles para que se pasen del lado de la revolución.
Disolvamos la casta de oficiales asesina comandada por los generales de las bases militares francesas. Hay que rodear las bases militares francesas, la verdadera casa de gobierno desde donde se dirigen los destinos de la nación, hasta expulsarlos.
Los explotadores, para llenar ese vacío de poder pusieron, con el apoyo y decisión del hombre más importante del ejército que es Honoré Traoré, jefe del Estado Mayor de las FFAA, a un Teniente Coronel llamado Zida, haciendo un gobierno de transición hasta que dentro de los 12 meses siguientes haya elecciones. De esta manera buscan frenar el combate de las masas ya que los explotadores imperialistas temen que las masas de la región se contagien de la lucha de las masas de Burkina Faso y derroten a todos los gobiernos de la región que han actuado como verdaderos estabilizadores para que las transnacionales sigan saqueando las naciones.
Pero las masas odian al ejército y sus coroneles. Al día siguiente de la asunción siguieron las manifestaciones ganaron las calles nuevamente, esta vez con la demanda “¡Zida, lárgate!”.
Como las masas denuncian, el imperialismo intenta mantener un gobierno que mantenga al régimen de Compaoré pero sin él. Pero con el ejército al frente de este es imposible ya que las masas lo odian por eso Obama, Hollande y la Unión Africana han llamado inmediatamente a que dentro de quince días dirija la transición un civil.
Para frenar la revolución el partido Unión por el progreso y el Cambio (UPC) con su líder Zéphirin Diabré que se presenta como el principal opositor, corrió a apoyar el gobierno de transición. Diabré, bajo el gobierno de Blaise Campoaré fue Ministro de Comercio, Industria y Minas, Ministro de Economía, Finanzas y Planificación y Presidente del Consejo Económico y Social y asesor económico de Blaise.
Hoy bajo el mando de Obama y Hollande y la supervisión de la Unión Africana, han pactado un gobierno de transición con rostro civil para preservar al ejército y que las masas no lo disuelvan. El ejército es la única institución del Estado colonial que ha quedado en pie. Así intentan frenar la lucha de las masas y que no avancen en su revolución y subleven a todos los explotados de la región; de esta manera el imperialismo creara las condiciones para aplastarla.
El gobierno que surja de este acuerdo será tan o más contrarrevolucionario y aplicara los mismos planes del imperialismo con una cara bonachona. Los sindicatos también apoyan la trampa de la transición. ¡No permitamos que se roben la revolución! ¡Fuera el gobierno de Zida! Hay que desconocer todo gobierno de transición de los explotadores.
¡Las masas deben poner en pie su propio poder desde cada fabrica, desde cada barrio, universidad y en el campo! Hay que poner en pie los comités de fábrica, de obreros rurales, de los campesinos pobres, de desocupados y de los jóvenes que combaten en las calles, centralizarlos y armarlos.
Hay que poner en pie comités de abastecimiento. Hay que poner en pie los comités de vivienda y expropiar las cadenas de hoteles y las mansiones de los explotadores para que haya vivienda digna para todos.
Hay que llamar desde los sindicatos a poner en pie un congreso nacional de delegados de base de obreros ocupados, desocupados y de los campesinos pobres.
Las masas insurrectas deben tomar el poder en sus manos: Por un gobierno provisional de las masas autoorganizadas y armadas.
¡Para conseguir trabajo, salario, salud educación y darle la tierra al campesino pobre hay que expulsar a los piratas imperialistas del continente negro!
¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de todas las petroleras y mineras! ¡Expropiación de la banca! Ahí está la plata para resolver todas nuestras demandas.
Por tribunales obreros y populares para juzgar y castigar a los asesinos del pueblo.
¡Burkina Faso debe ser la chispa que subleve a las masas de Ghana, Malí, Senegal, Níger, Chad y Costa De Marfil! ¡Que se vuelvan a sublevar las masas de Nigeria! Fuera el imperialismo de toda la región.
¡Hay que expulsar a las tropas invasoras francesas de Malí!
¡Fuera las bases militares inglesas, yanquis y españolas de Burkina Faso, Malí, Chad y toda África! ¡Fuera el Africom! ¡Fuera las multinacionales de Burkina Faso y toda el África ensangrentada!
El PCF que dirige la CGT, el Front de Gauche, el NPA y Lutte Ouviere, estos verdaderos socialistas de Hollande, jamás han llamado a la clase obrera francesa a combatir por la expulsión de las tropas francesas de Malí y la destrucción de las bases militares de toda África. Lo que los convierte en sostenedores de las aventuras coloniales del imperialismo francés. ¡Basta! La clase obrera francesa debe ponerse de pie y ganar las calles al grito de “el enemigo esta en casa” y pelear por la derrota y expulsión de su propio imperialismo que saquea a punta de bayoneta el África ensangrentada.
¡Para que la clase obrera viva el imperialismo debe morir! ¡Por una federación de repúblicas soviéticas del norte, centro y sur de África!
Ana Negri e Iban T. |
Las masas protestan en la Plaza de la Nación en Ouagadougou, capital de Burkina Faso - Octubre de 2014
Los explotados toman el parlamento
Los soldados intentan impedir que las masas lleguen al parlamento
Los asesinos Glaise y Kadafy,
agentes del imperialismo en la región
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