Sudáfrica - 22 de Abril de 2023

Ante la desocupación récord, despidos, bajos salarios y ahora sin electricidad…

LOS TRABAJADORES Y EXPLOTADOS SUDAFRICANOS ENTRAN NUEVAMENTE AL COMBATE CONTRA EL GOBIERNO DEL CNA–PC Y EL RÉGIMEN DE LA RECONCILIACIÓN

¡RAMAPHOSA DEBE CAER!

Congreso nacional de las organizaciones obreras y populares para unificar a todos los sectores en lucha e imponer la huelga general revolucionaria hasta que caiga Ramaphosa y el régimen

Por un gobierno Provisional Revolucionario Obrero y Campesino

El día 20 de marzo la clase obrera y los explotados sudafricanos tomaron nuevamente las calles de todo el país en una jornada de paro nacional reclamando derecho al servicio básico de electricidad y por renuncia del presidente de ese país Cyril Ramaphosa. Ya desde enero vienen habiendo sucesivas movilizaciones por esta demanda, que se fueron profundizando cada vez más.

Desde hace más de una década Sudáfrica viene sufriendo apagones, pero en los últimos tres años se han agravado ocasionando la peor crisis energética de los últimos tres años.
La empresa que provee electricidad a Sudáfrica es Eskom, una empresa estatal en la cual el gobierno del Congreso Nacional Africano (CNA) y el Partido Comunista (PC), no ha invertido ni en mantenimiento, ni siquiera en su renovación. Casi toda la electricidad que genera viene de la combustión del carbón, del cual Sudáfrica es el séptimo productor mundial, y los equipos no solo están obsoletos sino que incluso han perdido ya la capacidad de abastecer a toda Sudáfrica.
El plan del gobierno es decir que “hace falta inversión” y emitir bonos para su financiación. Con el ahogamiento de deuda externa que tiene Sudáfrica (superior al 80%), los bonos serán impagables, es decir, luego no van a valer nada en el mercado, aunque el estado sudafricano se va a ver obligado a tomarlos a valor nominal y entregar la misma Eskom como parte de pago. Es decir, hay un plan de privatización de Eskom por dos monedas.

Pero este plan ya lo están pagando los trabajadores, junto con todo el saqueo imperialista de los recursos naturales, el acogotamiento de la deuda externa y los ataques fondomonetaristas de ajuste del gobierno. La situación es tan delicada que el gobierno declaró el “estado nacional de desastre”, el cuarto que ha decretado. Los otros dos han sido por inundaciones, y un tercero a causa de la pandemia del Covid-19. Esta situación agrava las penurias de las masas de los barrios más pobres ya que los centros de salud, de educación, no funcionan en gran parte del día y lo poco que pueden comprar para comer se les termina pudriendo por falta de electricidad.

Por ello, en esta lucha por la electricidad confluyen las demandas por salud, educación contra el hambre, el derecho a un trabajo y un salario digno… ya que el motor fundamental es el hambre.
Las masas identifican al gobierno del CNA-PC como el responsable de sus penurias. Por eso plantean que para conseguir sus mínimas demandas Ramaphosa debe caer. Pero el combate para mejorar sus miserables condiciones de vida es una lucha antiimperialista contra las transnacionales, el FMI y sus gerentes locales del gobierno, responsables del latrocinio, y el saqueo de todas nuestras riquezas.

¡La situación ya no se aguanta más! ¡La clase obrera dio mil y un intentos de imponer una salida obrera a la crisis!
Sus direcciones la han traicionado

La clase obrera de Sudáfrica viene presentando batalla en sucesivas oleadas contra el régimen hambreador. Ya desde la enorme huelga de los mineros de Marikana en 2012 con la demanda “12.500 rands para todos”. Enfrentaron a la burocracia sindical stalinista y la represión de la policía del CNA con 34 mártires y luego fueron llevados a presionar a los tribunales burgueses, alejándolos del camino para conquistar verdadera justicia. En este desvío jugó un rol fundamental Julius Malema, dirigente de la juventud del PC que se escindió de él y formó un nuevo partido llamado Luchadores por la Libertad Económica (EFF). Se trata de un partido burgués que levanta la consigna de “poder negro” como política para engañar a las masas y llevarlas a los pies del régimen.

Desde el 2017 los obreros rompieron con la central sindical COSATU (Confederación de Sindicatos Sudafricanos) y su dirección stalinista que estaba apoyando y sosteniendo al gobierno del CNA y salieron a la huelga general para que caiga el gobierno del por entonces presidente Zuma.
Ante esta lucha, surgió una nueva mediación, una nueva central sindical llamada SAFTU, encabezada por la burocracia sindical stalinista del sindicato metalmecánico NUMSA. Esta dirección llevó semejante lucha de la clase obrera a presionar sobre el parlamento, el cual votó la destitución de Zuma y que asumiera su vicepresidente, el asesino de Marikana y actual presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, un ala del CNA representante de las mineras imperialistas que saquean la nación, quien desde que asumió viene descargando un plan fondomonetarista de ajuste y tarifazos para pagar hasta el último rand de la deuda externa.
Un rol no menor en permitir que Ramphosa asuma el poder y continúe siendo hasta hoy el presidente sudafricano lo jugó la burocracia stalinista del NUMSA. Ellos llamaron a poner en pie el SRWP- Partido Socialista Revolucionario de Trabajadores- un “partido de la clase obrera” desde el mismo sindicato metalmecánico. Pero los dirigentes del NUMSA impusieron que ese partido fuera para apoyar a Lula, a Fidel Castro, vistiéndose de “socialismo” y de esa estafa de “Revolución Bolivariana” que fue el aborto de la revolución socialista en América Latina. El SRWP, luego de desviar por izquierda y separar a los obreros del NUMSA como alternativa clasista del conjunto del movimiento obrero, desaparece sin pena ni mucho menos gloria. Demostró ser otra variante del stalinismo para sostener por izquierda al régimen de la reconciliación con el Apartheid en crisis.
Mientras tanto, la desocupación llegó alrededor de un 35% y el año pasado, las masas, sobre todo desocupadas, protagonizaron levantamientos por el hambre yendo a buscar el pan a donde está, tomándolo de los supermercados.
La inflación no hace más que aumentar, sectores de trabajadores sindicalizados con el Numsa a la cabeza salieron a la huelga nacional. La demanda de un aumento salarial digno y trabajo para todos es la demanda de todo el movimiento obrero.
Hoy son los trabajadores de las poblaciones los que encabezan las enormes marchas y huelgas contra Ramaphosa por los cortes de electricidad, ya que no han invertido ni un solo rand en el mantenimiento y modernización necesaria para abastecer de electricidad a Sudáfrica.

El desvío electoral: Una trampa para los trabajadores

Mientras las masas ya identificaron que el gobierno es el causante de esta acuciante situación, la burocracia del COSATU, como no podía ser de otra manera, insiste en apoyar al CNA para las próximas elecciones de 2024. La otra central sindical, SAFTU, dice apoyar las demandas de las masas por electricidad, pero se ha encolumnado detrás del partido burgués de Julius Malema, el EFF. Malema quiere montarse por delante de las acciones de masas llamando a “paros”, haciendo “presentaciones judiciales por la electricidad” y levantando la consigna “que renuncie Ramaphosa”.
Así vemos que el objetivo de las direcciones es canalizar la ira revolucionaria de las masas por vías pacíficas, en donde distintas variantes burguesas quieren montarse por sobre la bronca de masas en vistas a las elecciones de 2024. Pero aun así la clase obrera, ganando las calles, demostró que fue una gran jornada de lucha donde salieron al combate todos los sectores, contando inclusive con el apoyo de las clases medias de la ciudad y el campo, resultando un golpe contra Ramaphosa.

¡Ramaphosa y todo el régimen deben caer!¡ Fuera el imperialismo, Fuera el FMI!

Esta nueva jornada de huelga nacional del 20 de marzo significa un gran paso adelante, por eso es necesario un llamado a todas las organizaciones obreras y populares, en principal al sindicato NUMSA, a romper con la burguesía, sea “oficialista” u “opositora”, y convoquen a un Congreso nacional de las organizaciones obreras y populares para unificar a todos los sectores en lucha con un pliego único de demandas, imponer la huelga general hasta que caiga Ramaphosa, asesino de Marikana agente de la Angloamerican y demás pandillas imperialistas y expulsar al imperialismo.
Ese Congreso debe unificar los reclamos y los combates de todos los trabajadores del sur de África que se ponen de pie en lucha por las mismas demandas comenzando por los trabajadores migrantes que hacen los peores trabajos y hoy están a merced de las bandas fascistas. Debe llamar a poner en pie comités de trabajadores ocupados, desocupados, de estudiantes combativos, de inmigrantes y de los que luchan por  las mínimas demandas del pueblo pobre. Es necesario poner en pie comités de autodefensa para defenderse de las bandas fascistas que atacan a nuestros hermanos de clase de Zimbabwe y Africa del Sur, pues primero vienen por los trabajadores inmigrantes y desocupados y mañana se volverán contra el conjunto de los trabajadores en lucha.

¡Fuera la burocracia estalinista colaboracionista del COSATU sostenedora de este régimen infame!
Salario digno mínimo vital y móvil acorde a la canasta familiar indexado por la inflación. Reducción de la jornada laboral sin reducción salarial y un turno más por fábrica y establecimiento para que todos los desocupados entren a trabajar.  
Los sindicatos y organizaciones obreras deben incorporar a los hermanos inmigrantes como miembros plenos. Basta de obreros de primera y de segunda. ¡¡¡Papeles y plenos derechos para todos!!!

¡Fuera Ramaphosa y el régimen hambreador! ¡Gobierno provisional revolucionario obrero y campesino!

Para que la crisis la paguen los capitalistas y podamos vivir dignamente…
¡Fuera el imperialismo, Fuera el FMI!
Ni un solo rand más al FMI ¡Hay que expropiar a las transnacionales sin pago y bajo control obrero, la Angloamerican, la minería, la tierra, los bancos y las propiedades de estos negros ricos lacayos del imperialismo!  ¡Banca estatal única bajo control de los trabajadores y monopolio del comercio exterior! Allí está la plata para el crédito, la electricidad, ¡la salud y educación de calidad y todas las demandas del pueblo pobre!
Por comités de autodefensa para aplastar a las bandas fascistas armadas por la burguesía blanca y el CNA que atacan a nuestros hermanos inmigrantes.
Los soldados rasos deben desobedecer a la casta de oficiales del ejército asesino de Pretoria y pasarse con sus armas del lado del pueblo. ¡Por comités de soldados para parar la represión y aplastar a los fascistas!

En esta crisis económica mundial, el imperialismo viene a por todo en las semicolonias. El continente africano no es una excepción. Las deudas externas de sus países se han vuelto impagables. Una África saqueada, con millones de obreros migrantes dejando su sangre en el Mediterráneo buscando un país donde poder llegar a trabajar…
La clase obrera no solo presenta batalla en Sudáfrica, sino que ha ganado las calles en países como Nigeria, Senegal, Kenya o Swazilandia donde en 2021-2022 los trabajadores se sublevaron. La lucha de la clase obrera sudafricana es una sola en toda la región.
¡Hay que volver a unir la lucha de los obreros sudafricanos con los trabajadores y explotados de todo el continente africano!
¡Por una Federación de Repúblicas Negras Obreras y Campesinas de Centro y Sud de África!

¡Hay que volver a unir los lazos internacionalistas trazada por la ruta de los esclavos junto a nuestros hermanos de clase de EEUU y la Europa imperialista porque las vidas negras importan!
En la unidad y el combate internacionalista esta la fuerza para vencer a nuestros gobiernos opresores y liberar a nuestras naciones del yugo imperialista.
¡Esclavos en África, en América, en Europa, una misma clase obrera, una misma lucha!