Volver al índice OOI 6 Parte 2 | La tragedia de la Revolución Boliviana |
La tragedia de la revolución boliviana
Presentación
Cuando en 2003 los obreros y campesinos pobres revolucionarios, con acciones independientes de masas, se cobraban la cabeza de Sánchez de Lozada y abrían una fenomenal crisis revolucionaria en las alturas, iniciando así la revolución boliviana; cuando las masas, desplegando una enorme espontaneidad, mandaban al basurero de la historia al gobierno del asesino “Goni” y dislocaban el régimen histórico de la Rosca; las direcciones traidoras, centralizadas a nivel internacional, impidieron que los obreros y campesinos pobres se hicieran del poder. Así, las direcciones reformistas de todo el continente encabezadas por el Foro Social Mundial de Castro, Chávez y Evo Morales, se pusieron sobre los hombros la tarea de impedir que esta revolución que comenzaba desplegara todas sus alas y así lograr que quedara inconclusa.
Sin embargo, vino el embate revolucionario del 2005. ¡Toda la burguesía internacional estaba espantada! Es que, como decía un dirigente burgués de Santa Cruz, Hormando Vaca Diez, expresando todo el sentir de su clase: “los demonios se habían escapado de la caja de Pandora”
Cuatro años después de iniciada la revolución, esos mismos demonios fueron metidos en su caja -provisoriamente- gracias a la traición de la dirección del proletariado. Todo lo que las masas habían construido con sus dos embates revolucionarios fue destruido por las direcciones traidoras: los embates del 2003-2005 que habían dejado descalabradas y en total crisis todas las instituciones del régimen burgués; los organismos de semi-doble poder, los embriones de milicias obreras; fueron liquidadas por estas direcciones traidoras.
Así hicieron retroceder al régimen de semi-doble poder, dividieron la alianza obrera-campesina quitándole al proletariado la dirección del movimiento campesino, y finalmente, con el frente popular se expropiaron la revolución.
Gracias al frente popular, gracias a la colaboración de clases, la revolución boliviana (una de las primeras de este siglo, junto con la revolución Palestina, ecuatoriana y argentina) fue expropiada por el gobierno de colaboración de clases de Evo Morales sostenido por la burguesía internacional, la “Bolivariana” y la que no lo es, y las direcciones traidoras organizadas en el Foro Social Mundial encabezado por la burocracia restauracionista cubana con su ala izquierda los renegados del trotskismo, quienes apuntalaron a las direcciones traidoras del proletariado boliviano para impedir el triunfo de la revolución socialista.
Las masas dieron todo de sí en dos embates revolucionarios en 2003 y 2005; pero sin una dirección revolucionaria internacionalista a su frente no pudieron hacerse del poder y todo lo conquistado en las calles les fue expropiado por el gobierno de colaboración de clases de Evo Morales. Con el frente popular por un lado, echando agua al fuego de la revolución, adormeciendo a las masas con demagogia barata, con las direcciones reformistas de la COB, COD, COR dividiendo y sometiendo a la clase obrera al pacto MAS-PODEMOS de la burguesía mientras ésta reprime violentamente al ala izquierda del proletariado; y por el otro, resguardando a la casta de oficiales asesinos y preparando a las bandas fascistas de la Media Luna para aplastar a sangre y fuego al proletariado; el estado mayor de las transnacionales y sus colaboradores buscan estrangular definitivamente a la revolución de octubre.
Esta tragedia de la revolución boliviana, se reduce a la tragedia de la crisis de dirección revolucionaria del proletariado internacional, es decir, la sobreabundancia de direcciones traidoras pagas por el capital.
Dos teorías y dos programas se enfrentaron y se enfrentan en la revolución boliviana: Por un lado, la de Chávez y el FSM, de “revolución bolivariana”, que ha significado la expropiación de la lucha revolucionaria antiimperialista de las masas, del “Socialismo de Mercado” –en Bolivia llamado “Capitalismo Andino”–, que solo significa enormes negocios para las transnacionales imperialistas y las burguesías nativas, sobre la base de la superexplotación, miseria y represión para el proletariado y los explotados. Esta teoría tiene su sostén en la política de colaboración de clases del ala “izquierda” del Foro Social Mundial dirigida por la burocracia restauracionista cubana y por los renegados del trotskismo.
Por otro lado, la teoría de los trotskistas y el proletariado revolucionario en los socavones de Bolivia: Las Tesis de Pulacayo, que plantean un programa revolucionario contra todas las direcciones contrarrevolucionarias del FSM y sus “alas de izquierda” de los ex-trotskistas que predican la colaboración de clases; un programa para combatir la amenaza fascista. Un programa y estrategia para la toma del poder por parte de la clase obrera, para que surjan los organismos de autoorganización de las masas y el armamento generalizado del proletariado, el camino de la expropiación a la burguesía y los terratenientes para organizar, con una dirección revolucionaria a la cabeza, una insurrección armada triunfante como parte de una única revolución latinoamericana.
Hoy, en momentos que la colaboración de clases juega todo su rol contrarrevolucionario subordinando las organizaciones obreras a la burguesía y expropiando la revolución, la reacción levanta cabeza y se prepara para el momento del ataque decisivo contra el proletariado. Por ello, las direcciones reformistas de la pata “izquierda” del Foro Social Mundial ya se están preparando para sostener a las burocracias del continente contra el proletariado: a ello responde el “Encuentro Latinoamericano y Caribeño de los trabajadores”.
Repetimos: todo se reduce a la crisis de dirección que está más que al rojo vivo en la revolución boliviana; ésta ha demostrado que las masas, irrumpiendo con sus acciones históricas independientes pueden abrir revoluciones, dejar descalabrado el aparato del estado burgués, poner en pie sus organismos de autodeterminación y democracia directa, dividir al ejército burgués y conquistar su armamento; pero que no pueden triunfar e instaurar la dictadura del proletariado sin tener a su frente una dirección revolucionaria capaz de ver a su revolución como un eslabón de la revolución proletaria mundial.
La tragedia de la revolución boliviana es la dirección traidora del proletariado. Luego que en la década del ’40, exiliados trotskistas internacionalista de Brasil se fusionaran con estudiantes y mineros bolivianos y llevaran el programa revolucionario de la IV internacional a lo más profundo de los socavones, marcando a fuego a la clase obrera boliviana con Las Tesis de Pulacayo; este mismo partido, el POR de Lora ya degenerado –de la mano del pablismo liquidacionista de la IV Internacional- fue quien traicionó la gloriosa revolución de 1952 con su apoyo político a las “medidas progresivas” del gobierno burgués del MNR, y luego la revolución de 1971 con su política del FRA, es decir, de colaboración de clases con el “militar patriota de Torres”, y ahora en la revolución que se iniciara el 2003 y 2005 nuevamente jugó todo su rol reformista sosteniendo por izquierda a la dirección traidora de la COB. Crisis de dirección revolucionaria significa, en Bolivia, que existe el POR-Lora, este partido patriarca de los oportunistas y revisionistas que liquidaron la IV Internacional, que usurpa las banderas del trotskismo para engañar a la vanguardia proletaria; pero que no es más que la negación del trotskismo y el continuador del stalinismo. Este es el gran escollo que tienen el proletariado y la revolución boliviana para conquistar la dirección que verdaderamente se merecen para triunfar.
Sin embargo, en los actuales combates del proletariado internacional, en la heroica resistencia de las masas iraquíes, en los combates del proletariado peruano y mexicano; en los focos de rebelión obrera contra la burocracia sindical y el pacto social en Argentina, pero sobre todo en esa gran rebelión política de los obreros y jóvenes chilenos que se han levantado contra el régimen pinochetista, contra el gobierno de Bachelet y contra los “pacos rojos” del Partido Comunista que los sostienen. La revolución boliviana vive en los combates que comienzan a protagonizar los proletarios de los países centrales ante la crisis económica mundial que ya esta aquí, y es en este terreno internacional donde se definirá en última instancia esta revolución.
El destino del proletariado boliviano y de su revolución, como el del proletariado latinoamericano de conjunto está atado a la suerte de la revolución cubana contra la que -ahora que expropiaron la revolución en Bolivia- el imperialismo, la burocracia castrista y todos sus agentes contrarrevolucionarios están acelerando su pérfido plan para terminar restaurando el capitalismo y enterrar así la revolución cubana, que sería un durísimo y certero golpe contra el proletariado latinoamericano y mundial.
Por otro lado, si aplastan a la clase obrera boliviana, el imperialismo estará también en mejores condiciones para aplastar la resistencia de Irak y encaminar nuevas aventuras guerreras contra los pueblos del mundo; los gobiernos del viejo Foro Social Mundial hoy en el poder, tendrían más fácil su política de entrega de la nación y profundizarían la ya desatada represión sistemática contra la clase obrera, como la de Kirchner, Lula y Chávez.
Por eso los trotskystas internacionalistas queremos sacar, junto a la vanguardia proletaria y juvenil, las lecciones de la tragedia de la revolución boliviana para que el proletariado mundial pueda contar con una herramienta filosa para combatir contra ese engendro contrarrevolucionario que es el FSM y su “ala de izquierda” que son los ex-trotskistas como los renegados del POR. Sacar estas lecciones para reagrupar a la vanguardia obrera y la juventud boliviana y poner en pie la dirección revolucionaria con la que el proletariado no contó en 2003 y 2005.
Lecciones para levantar un programa revolucionario en el momento actual para derrotar a las direcciones que subordinan al proletariado a la burguesía, y que el proletariado boliviano retome su camino histórico: el de las Tesis de Pulacayo y la gloriosa revolución de 1952, cuestión que logrará poniendo en pie una dirección revolucionaria por la cual peleamos incansablemente los internacionalistas del ORI-FLT.
Capítulo 1
La “Revolución Bolivariana” de Evo Morales, Chávez y Fidel Castro es la expropiación de la revolución obrera y campesina que el proletariado iniciara en 2003
- I -
Fueron enormes fuerzas contrarrevolucionarias internacionales las que actuaron decisivamente para impedir que el proletariado boliviano triunfe en su revolución. Luego de las acciones independientes de masas que dieran comienzo a la revolución en octubre del 2003, se puso en pie un verdadero cerco internacional económico, político y militar dirigido por las burguesías del Cono Sur con el apoyo del Foro Social Mundial, con la firma del “Tratado Comercial de los Pueblos” firmado por Evo, Chávez y Castro, y con el ingreso de Venezuela a ese tratado de libre comercio de los monopolios imperialistas y las burguesías cipayos que es el MERCOSUR y su acuerdo comercial con Cuba. Se institucionalizaba así el cerco político, económico y militar contra el triunfo de la revolución socialista en Bolivia.
Este dispositivo contrarrevolucionario internacional se transformaba en el enemigo central del proletariado boliviano y latinoamericano de conjunto. Estos eran los pasos de la llamada “revolución bolivariana” que significaba y sigue significando jugosos negocios para el imperialismo y las burguesías nativas, sobre la base del saqueo de las riquezas nacionales y la super explotación y represión de la clase obrera.
Esta política se sostenía en la aristocracia y burocracias obreras del continente que subordinaban a los proletariados de sus países a su propia burguesía impidiendo que la revolución boliviana se transforme en la cabecera de una única revolución proletaria latinoamericana. Así vimos a la burocracia de la CUT de Brasil sostener los intereses de Petrobrás, testaferro en Bolivia de la transnacional Totalfina, burocracia sindical sostenida a su vez por los renegados del trotskismo como el PSTU-LIT en la dirección de CONLUTAS.
El otro pilar fundamental de esta política continental de cerco a la revolución boliviana lo jugó la burocracia castrista cubana. Así como Fidel Castro viajó a la Argentina luego de las acciones revolucionarias de 2001 para que la clase obrera apoye al gobierno de Kirchner, nuevamente se le iba la vida en impedir el triunfo de la revolución proletaria en Bolivia, pues ésta automáticamente ponía en cuestión al conjunto de la burocracia castrista cubana que se prepara para restaurar el capitalismo en la isla. La política de Fidel Castro y sus seguidores se resumía a que “Bolivia no sea una nueva Cuba”.
Es por esto que hoy, luego de haber expropiado la revolución obrera y campesina en Bolivia, la burocracia castrista está iniciando ya una política abierta de perestroika y una salida al estilo de la que usó la ex-burocracia china –hoy devenida en nueva burguesía- para restaurar el capitalismo y terminar de entregar la revolución cubana; mientras sus socios del FSM como Petras en polémica con Castro, les aconsejan incorporarle una glasnost, es decir, la apertura a la restauración capitalista “con democracia”. Si la revolución boliviana, cuando se iniciaba, ponía en cuestión los intereses del conjunto de las burguesías del continente y le mostraba un camino revolucionario al proletariado latinoamericano; hoy el gran golpe que tiene preparado el capitalismo para derrotar definitivamente a Bolivia y a los combates revolucionarios de América Latina, y a los embates del primer lustro del siglo XXI, es la restauración capitalista en Cuba. Allí está atada la suerte de la revolución latinoamericana.
Así es que, sostener la política de colaboración de clases en Bolivia para expropiar la revolución obrera y campesina, era de interés del conjunto de la burguesía internacional y de las direcciones traidoras que la sostienen.
Fue esta política y este dispositivo internacional las que le permitieron a la burguesía expropiar la revolución obrera y campesina en Bolivia e imponer el gobierno de colaboración de clases de Evo Morales, de subordinación del proletariado a la burguesía, sostenido por las direcciones de la COB, CORs y CODs para salvar la propiedad de conjunto de la burguesía y las transnacionales y establecer los mecanismos para no dejar rastro de las acciones, el programa y los organismos que las masas pusieron en pie en 2003 y 2005.
- II -
Las lecciones revolucionarias de las acciones independientes de masa de 2003 y 2005.
Octubre de 2003: Comienza la revolución.
Las direcciones traidoras de las masas impiden una insurrección triunfante y le devuelven el poder a la burguesía.
El pasado 17 de Octubre se cumplieron cuatro años del comienzo de la revolución boliviana, cuando con acciones independientes de masas éstas derrocaran al gobierno de Goni, abrieran una fenomenal crisis revolucionaria en las alturas e hicieran estallar por los aires al viejo régimen de La Rosca. Acciones revolucionarias independientes de masas que con barricadas, huelga general revolucionaria, bloqueos de caminos, control de territorios abrían una enorme revolución obrera y campesina. La clase obrera se liberaba del control de las direcciones burocráticas y con una enorme espontaneidad en las calles imponía las demandas motoras de la revolución con la cual soldaba la alianza obrera y campesina: ¡El gas para los bolivianos! ¡Fuera las transnacionales! ¡Nacionalización bajo control obrero de los hidrocarburos! ¡La tierra para los campesinos! ¡Fusil, metralla, el pueblo no se calla!
Se había puesto al orden del día la centralización de los organismos de lucha política de las masas, el armamento generalizado del proletariado, la partición del ejército y la organización de una insurrección triunfante que instaure un gobierno obrero y campesino revolucionario.
Contra el triunfo de la revolución obrera y campesina que había comenzado es que conspiraron las direcciones traidoras del proletariado y de los campesinos pobres, apuntaladas y sostenidas por las direcciones traidoras del Foro Social Mundial con Fidel Castro a la cabeza.
Las masas revolucionarias habían puesto en pie organizaciones de defensa; sus piquetes armados con dinamita, bloqueaban las carreteras y hacían frente al ejército asesino. La sangre de los mejores hijos del pueblo, más de cien mártires, no conmovieron ni un poco a las direcciones traidoras de la COB y las dirigencias campesinas, quienes impidieron el desarrollo pleno de la revolución que nacía, conspirando para que no surjan las milicias obreras y no se destruyera la casta de oficiales del ejército retomando el camino de la gloriosa revolución boliviana de 1952. Fueron las direcciones de la COB con Solares a la cabeza y la dirección del movimiento campesino con Quispe y Evo Morales, quienes, entre bambalinas y luego en el parlamento, le entregaban el poder al vicepresidente del derrocado Goni, Carlos Mesa, el continuador del régimen de la Rosca, expropiando así el primer embate revolucionario de las masas.
El poder del nuevo gobierno de Mesa no provenía de ninguna institución del estado burgués, puesto que éste había quedado dislocado por la acción de masas, sino que fueron la dirección de la COB y las centrales campesinas con Morales a la cabeza quienes le entregaron el poder a un gobierno suspendido en el aire, que sólo se sostenía en los hombros de estas direcciones traidoras de las masas.
Así es que, por traición de la dirección de las masas, la revolución boliviana que se ponía de pie quedaba inconclusa. Los dirigentes reformistas comandados por el FSM transformaron la caída de Goni y las perspectivas revolucionarias que el inicio de la revolución abría, en un verdadero salvataje del régimen burgués.
La revolución que había comenzado sólo podía triunfar como revolución socialista, y esto es lo que impidieron las direcciones traidoras de las centrales campesinas y las del proletariado enquistadas en la COB y sostenidas por los renegados del trotskismo del POR.
- III -
Mayo-Junio de 2005. Las masas irrumpen en jornadas revolucionarias complementarias e imponen un régimen de semi doble poder. Nuevamente las direcciones traidoras del proletariado impiden una insurrección triunfante.
Durante la primera mitad del 2005, el gobierno de Mesa (quien se encargó de proteger la casta de oficiales asesina del ejercito boliviano, apoyado por el frente de la contención a la revolución latinoamericana encabezado por Castro, Lula y las burguesías latinas, y sostenido en sus inicios por las direcciones traidoras de las masas quienes le dieron permanente tregua), buscó apoyarse en las clases medias urbanas para lanzar un nuevo ataque contra las masas explotadas e intentar así estrangular la revolución. Frente a esto las masas respondieron irrumpiendo nuevamente con sus demandas “¡Fuera gringos! ¡Nacionalización o muerte! ¡Justicia para los mártires de Octubre! y ¡Pan para los esclavos!” en una nación cuya riquezas naturales alimentan con su energía, la producción, como mínimo, de la inmensa mayoría de los países del Cono Sur.
Un segundo embate revolucionario, una jornada revolucionaria complementaria de los obreros y campesinos, se desarrolló de mayo a junio de 2005. Nuevamente los explotados cercaban la ciudadela del poder con la Huelga General indefinida, con combates de barricadas y con bloqueos de caminos generalizados.
Fue este segundo embate revolucionario el que hizo rodar la cabeza de Mesa, terminó de dislocar todas las instituciones del viejo pacto militar-campesino y del régimen de la Rosca, dejando en crisis al estado burgués boliviano y a sus instituciones totalmente desprestigiadas ante las masas.
Así, con las centrales departamentales y regionales, con los mineros como vanguardia junto a la combativa clase obrera de El Alto, contra la política de Evo Morales y las centrales campesinas que pedían 50% de las regalías hidrocarburíferas, el proletariado se ganaba en las calles nuevamente al campesino pobre con su consigna de “¡Ni 30 ni 50, nacionalización!” e imponía “El Cuartel general de la revolución” en El Alto. Una vez más, se ponía como tarea inmediata: organizar una insurrección triunfante para imponer un gobierno obrero y campesino basado en la centralización de los organismos de lucha política de las masas y el armamento generalizado del proletariado.
Solares, Quispe y el POR inmediatamente se pusieron manos a la obra para impedir la puesta en pie de una Asamblea Nacional Originaria que centralizara las organizaciones en lucha como organismo de doble poder armado y colocara al proletariado como alternativa del poder. Traicionaron, ante 400.000 obreros y campesinos insurrectos que se reunían en el Cabildo Abierto de La Paz el 6 de junio, las resoluciones que la COR de El Alto había puesto como programa revolucionario de los explotados. El POR, con Vilma Plata en el palco del cabildo, legitimó a las direcciones de la COB, CORs, CODs y las centrales campesinas para impedir este camino.
Es así que, nuevamente las direcciones reformistas del proletariado y de los campesinos pobres expropian la acción independiente revolucionaria de masas. Por segunda vez consecutiva, le arrebatan el poder de las manos al proletariado insurrecto para entregársela al gobierno de Rodríguez, un alto funcionario de la justicia de la vieja Rosca, quien anuncia la instalación de un gobierno de transición cuyo objetivo son la convocatoria a elecciones presidenciales, una Asamblea Constituyente y el Referéndum autonómico.
Sin embargo, la dirección traidora del proletariado no logró impedir que los obreros que se expresaron en las COD y CORs, donde centralizaron su combate, le dieran a éstos el carácter de organismos de semi-doble poder. Las masas revolucionarias imponían, a pesar y contra las direcciones reformistas, un régimen de semi-doble poder.
Entonces, en dos embates revolucionarios, en dos crisis revolucionarias en las alturas abiertas por los mismos, de cuasi vacío de poder, a pesar y en contra de las direcciones traidoras de las masas, la heroica revolución obrera y campesina planteó firmemente sus demandas motoras de ruptura con el imperialismo, de tierra para el campesino y pan para el obrero, irreconciliables con la existencia del estado burgués. Surgía un régimen de semi-doble poder; semi-doble poder, pues el accionar de las direcciones traidoras de las masas impidió nuevamente la centralización nacional de las organizaciones de lucha y su armamento generalizado. Ya desde octubre del 2003, el rol de las direcciones traidoras fue la de impedir el surgimiento de los organismos de doble poder de las masas en lucha, con Solares sacando de escena a la COB para impedir que los obreros y campesinos pobres insurrectos la transformaran en un organismo de doble poder, es decir, en la COB del 52. En este embate revolucionario de mayo-junio, las direcciones se encargaron de sostener a Rodríguez con una tregua mientras disolvían los organismos de semi doble poder de las masas, rompían la alianza obrera y campesina conquistada por el proletariado en las calles y subordinaban las organizaciones obreras a la burguesía y sus prefecturas, para garantizar el camino a las elecciones presidenciales de diciembre de 2005 y la posterior asunción de Evo Morales a la presidencia.
Capítulo 2
La burguesía, con las instituciones del régimen y el estado dislocadas por la movilización revolucionaria de las masas, apela a la política de colaboración de clases del frente popular para expropiar la revolución obrera y campesina.
- IV -
Luego de las jornadas revolucionarias de Mayo- Junio que fueran traicionadas por las direcciones del proletariado y de las centrales campesinas, frente al conjunto de las instituciones del régimen y del estado burgués dislocadas y en total crisis por los golpes dados la revolución; el gran capital apela a la política de frente popular, es decir a la colaboración de clases, para sostener al régimen maltrecho y las instituciones del estado, subordinar al proletariado a la burguesía y de esta manera expropiar la revolución.
Esta es la política que el gran capital preparó con las elecciones presidenciales de diciembre de 2005, con el MAS de Evo Morales montándose en la movilización revolucionaria de las masas para ganar las elecciones y con la cual la dirección traidora del proletariado colaboró decisivamente:
Así, el rol fundamental que debían cumplir las direcciones de la COB -entonces en manos del castrista Solares- y la COR de El Alto junto al POR, era garantizar la disolución de los organismos de lucha de las masas, mantener dividida la alianza obrera y campesina para que no queden ni vestigios de estos organismos y así hacer retroceder al régimen de semi-doble poder que las masas conquistaron con su combate del 2005.
Para ello, primero impidieron su centralización en la Asamblea Popular Originaria y que ésta pusiera en pie las milicias obreras y campesinas; el segundo paso fue copar las direcciones de las organizaciones de lucha y desde allí subordinarlas a las Alcaldías y prefecturas. Así, los dirigentes reformistas realizaban en pos de su objetivo, los encuentros de las “dos ciudades” reconciliando El Alto revolucionario con la Santa Cruz fascista. A ello le siguió el encuentro de dirigentes del 9 de julio en Cochabamba encabezado por Solares, dirigentes de la FEJUVE alteña, emisarios de Evo Morales y el POR cuyo objetivo era enterrar en lo más profundo las resoluciones revolucionarias de El Alto del 8 de junio y preparar el terreno para las elecciones fraudulentas.
Pero estas direcciones y su política traidora no estuvieron comandadas desde Bolivia, sino por las direcciones reformistas de todo el continente que realizaron en agosto de ese año, un supuesto “Encuentro Continental por la nacionalización de los hidrocarburos”, comandado por la CUT de Brasil, los lambertistas, LIT y PSTU, la tendencia marxista de Alan Woods, UIT-CI, PSOL de Brasil, PTS de Argentina, etc. y los burócratas y stalinistas del continente con el objetivo de poner a la revolución boliviana a los pies de Chávez y su “revolución bolivariana”.
Esta conspiración de todas las direcciones reformistas, stalinistas y burocráticas del continente es lo que terminó por imponerle al proletariado la política de “lo posible” en el camino a las elecciones presidenciales, llevándolo a apoyar a Evo Morales como “el mal menor” para que “no gane la derecha”; luego con el mismo argumento, las elecciones a constituyentes y los referéndum por autonomía continuando la política reformista de “Democracia vs Fascismo” para someter al proletariado a la burguesía.
Así sube al gobierno Evo Morales, un gobierno de colaboración de clases sostenido por todas las direcciones reformistas del continente, que viene a salvar del fuego de la revolución proletaria a la gran propiedad privada del conjunto de la burguesía y las transnacionales.
-V-
El gobierno de colaboración de clases de Evo Morales pacta con la Media Luna fascista y, con la fraudulenta Asamblea Constituyente y el referéndum autonómico, impone un régimen transitorio de expropiación de la revolución boliviana
Evo Morales es el representante de una burguesía nacional rastrera, la cual llega al poder del estado no por su fortaleza en la producción capitalista, sino porque es la fracción de la burguesía que apoyada en la farsa de “revolución bolivariana” y sostenido por Foro Social Mundial, logra engañar a las masas para salvar al conjunto de la burguesía del triunfo de la revolución proletaria. De ahí deviene su condición de negociante con el imperialismo de una parte de la renta hidrocarburífera para su pandilla burguesa, mientras garantiza las ganancias y la propiedad del conjunto de las transnacionales sometiendo al proletariado.
Por otro lado, mientras negocia su parte de la renta hidrocarburífera, apenas asumía el poder, Evo Morales pacta un acuerdo con la burguesía de la Media Luna, es decir, con el conjunto de los partidos burgueses odiados por las masas, centralmente con Podemos, –representante directo de las transnacionales y organizador de las bandas fascistas–, por la Asamblea Constituyente y el referéndum autonómico. Con este pacto entre el MAS y el PODEMOS, Morales, la burguesía fascista de Santa Cruz y las petroleras ponían en marcha su plan para asentar un nuevo régimen de la Rosca. Con la Constituyente y el referéndum, el objetivo inicial era institucionalizar el pacto y restablecer todas las instituciones del régimen burgués que fueron descalabradas por los embates del 2003 y 2005. Con la Constituyente y el Referéndum, dividen en principio al proletariado y las masas entre la burguesía cruceñista fascista y el gobierno de Evo Morales, representante de la burguesía nativa expropiadora de la revolución.
La burguesía de conjunto lograba así poner en pie un régimen transitorio expropiador de la revolución, cuyos pilares fundamentales se asientan en el referéndum autonómico y la Asamblea Constituyente. Este pacto MAS-PODEMOS también se refleja luego en el plano económico con la nacionalización “chuta” de los hidrocarburos –que no son más que empresas mixtas de “joint venture” con los monopolios imperialistas que le dejan el 50% al estado boliviano- y la posterior “reforma agraria” – reparto de tierras infértiles del altiplano o de algunas propiedades fértiles, pero pagando indemnización por ellas- de Evo Morales.
Pero este plan no podía pasar sin la abierta colaboración de las direcciones reformistas que cumplen el rol de legitimar ante los ojos de las masas este plan siniestro de estrangulamiento de la revolución. Así se ponen como “pata social” de la Asamblea Constituyente para legitimarla ante las masas y luego someten a los obreros y campesinos a luchas de presión sobre la misma.
Así, mientras el frente popular adormece a las masas desde adentro mismo del movimiento obrero y campesino, liquida la dirección proletaria del combate y echa más y más agua al fuego de la revolución; reconstituye y resguarda a la casta de oficiales del ejército asesino y le deja las manos libres a la gran burguesía de la Media Luna para hacer sus negocios, amenazando al proletariado a cada paso con el látigo de las bandas fascistas.
Este régimen, sin embargo, para la burguesía es altamente inestable puesto que es transitorio entre la revolución –que dejó descalabrado a todo el régimen burgués y a todas las instituciones del aparato del estado con sus embates espontáneos de masas del 2003-2005–, y la restauración de instituciones burguesas fuertes que solo se podrán imponer sobre la base de la derrota histórica de la revolución Boliviana.
Por ello, volver a reconstituir las instituciones del estado descalabradas por la revolución es el objetivo y la tarea más inmediata de este régimen del pacto MAS-PODEMOS y su Constituyente para lograr imponer un nuevo régimen estable de dominio burgués.
- VI -
La Asamblea Constituyente del pacto MAS-PODEMOS: un verdadero fraude contra los explotados.
Esta Asamblea Constituyente no es más que el ámbito donde, una vez expropiada la revolución e impuesto un régimen de transición; las distintas fracciones de la burguesía nativa y las transnacionales se dan el lujo de disputar los jugosos negocios del saqueo de los hidrocarburos y los minerales.
Esta Asamblea totalmente antidemocrática para las masas -ya que nació del pacto entre la burguesía nativa, la oligarquía cruceña y las transnacionales-, cumple el rol central de entretener a los pobres, a los hambrientos, a los indígenas, a los obreros y campesinos pobre con frases dulzonas y demagogia barata, mientras la burguesía, la oligarquía petrolera y los monopolios imperialistas desde el pacto MAS-PODEMOS discuten el reparto de la renta de los hidrocarburos y cómo imponer un régimen estable de dominio burgués.
Por ello, esta Asamblea Constituyente no le ha dado ni le dará nada a los obreros y campesinos pobres. Ninguna de las demandas estructurales planteadas por la revolución han sido resueltas por esta fraudulenta Asamblea: ni la ruptura con el imperialismo, ni la verdadera nacionalización de los recursos naturales, ni la tierra, ni el pan, ni el trabajo. Mucho menos le dará el castigo a los asesinos de Octubre, ya que necesita conservar intacta la casta de oficiales del ejército, el pilar fundamental del estado burgués; a su vez que mantiene intactas también a las bandas fascistas de la Media Luna.
Esta fraudulenta Asamblea Constituyente ha demostrado una vez más que la burguesía nacional lo máximo que puede llegar a hacer, como socia menor del imperialismo, es regatear con él su tajada de los negocios. Este regateo y negociación de la burguesía nativa que quiere una mayor tajada de la renta hidrocarburifera y negocios menores, es sobre la base de la expropiación de la lucha antiimperialista de las masas y su férreo control por parte del frente popula; esa es la esencia de la Asamblea Constituyente amañada del pacto MAS-PODEMOS.
En este régimen de la Asamblea Constituyente y del pacto MAS-PODEMOS cumplen un rol central las direcciones traidoras que están al frente de las organizaciones obreras sometiendo al proletariado a las distintas fracciones burguesas. Así, durante sus sesiones, Montes – el actual ejecutivo de la COB- se encargó en atar de pies y manos a la COB para disolverla en los hechos a los pies de la burguesía en la colaboración de clases con su “amigo” Evo Morales, así como Patana trasformó a la combativa COR de El Alto en abiertamente masista y el resto de las centrales departamentales quedaron sometidas a las distintas fracciones de la burguesía y su regateo en la Constituyente.
El proletariado tenía como tarea central por todo un periodo, derrotar a su dirección colaboracionista, centralizar sus fuerzas recuperando sus organizaciones de lucha y poner en pie la milicia obrera, enfrentar y derrotar al pacto MAS-PODEMOS para recuperar su revolución, tarea que solo podía conquistarse bajo una dirección revolucionaria internacionalista.
- VII -
Un recambio necesario en la dirección de la COB: La nueva burocracia colaboracionista de Montes viene a subordinar totalmente la COB al gobierno de Evo Morales
Para garantizar que la burocracia cobista siguiera su rol de sostener al gobierno de frente popular, sometiendo al proletariado a la burguesía y destruyendo cualquier atisbo de semi doble poder, era necesario reemplazar a Solares, quien más que quemado, estaba hecho cenizas, tras sostener a Mesa y Rodríguez. Por ello, en junio 2006 “renovaron” la ejecutiva de la COB, pero manteniendo la misma política de conciliación de clases. Pusieron a Pedro Montes, quien tenía prestigio en la base minera de Huanuni; a la vez que alardeaba de sus orígenes “trotskistas”, le daba apoyo crítico al gobierno de su “amigo” Evo Morales.
Esta política se volvía imprescindible para el gobierno de colaboración de clases y para sostener el régimen de transición. Es que Solares estaba demasiado desprestigiado luego de sostener a Mesa desde Octubre de 2003 con la tregua, por lo que la COB se debilitó enormemente y no jugó un rol central en los acontecimientos de Mayo-Junio, los cuales fueron protagonizados por las centrales departamentales y regionales.
Para el gobierno de frente popular de Evo Morales y para la burguesía en su conjunto, se volvía de vida o muerte terminar de disolver el carácter de doble poder local que habían adquirido las centrales departamentales y regionales a partir del embate revolucionario de mayo-junio. Este es el rol llamado a jugar por Montes y la burocracia colaboracionista de la COB para someter al proletariado a la burguesía, al frente popular y su Asamblea Constituyente fraudulenta del pacto MAS-PODEMOS.
Para esto lo primero que hizo Montes fue separar completamente a la base minera de Huanuni de los obreros combativos de El Alto rompiendo la unidad que fue el corazón de la lucha revolucionaria de 2003 y 2005. Así, Montes y su camarilla se negaron a darle representación a la COR El Alto en la dirección de la COB, lo cual fue excusa perfecta para que Patana subordine la COR a Evo Morales.
La política de Montes fue presionar a su “amigo” Evo Morales con demandas parciales de los trabajadores presentando papelitos con los cual el gobierno se limpiaba la boca. Montes se transforma así en el sirviente preferido del frente popular, sometiendo a la COB al engaño de Evo Morales para adormecer a las masas y sacarlas de la movilización revolucionaria.
Así pasó su primera prueba de siervo de la colaboración de clases cuando, un día después del referéndum, las bandas fascistas de la Media Luna, aliadas a un sector de la burocracia, atacaron el local de la COD de Santa Cruz y apalearon a sus dirigentes y a trabajadores al grito de “¡Autonomías Carajo! ¡Mueran collas de mierda!”. Montes, lejos de llamar a la clase obrera a organizar sus milicias y marchar a Santa Cruz para aplastar a los fascistas, llamó a un congreso de unidad de los obreros apaleados con la burocracia pro fascista para “mantener la unidad de la central obrera”. A esta posición la legitimó el POR, planteando también que no había que enfrentarse entre “trabajadores Cambas y trabajadores Collas” y que hay que “combatir el racismo de ambos signos”, intentando presentar lo que fue un ataque fascista contra una organización obrera como un “enfrentamiento racial”.
A fines de Agosto del 2006, nuevamente la burocracia colaboracionista de Montes juega todo su rol. Comienzan combates duros y aislados de sectores de la clase obrera resistiendo a la expropiación de la revolución. Montes, como ayer Solares, sacan a la COB de escena para que estos combates no se centralicen. Ante estas duras luchas obreras, la Media Luna fascista convoca a un “Paro Cívico” y automáticamente las direcciones de los conflictos, entre ellas el POR a la cabeza del magisterio de La Paz, se sientan a negociar con el gobierno las demandas de la huelga. En ese momento reaparece la COB convocando un ampliado para el 6 de septiembre “contra el Paro Cívico”. En este ampliado, la burocracia colaboracionista vota rechazar la acción de la Media Luna y llama a la “unidad granítica del pueblo boliviano por la dignidad y la soberanía, contra toda acción de la derecha” sometiendo al proletariado al gobierno de Evo Morales con la política traidora reformista de “apoyemos la democracia contra el fascismo”. Fascismo que levantaba cabeza gracias a que el frente popular apoyado en las direcciones traidoras del proletariado, adormecían a las masas y las sacaban de la lucha revolucionaria.
La política de la COB de “enfrentar al fascismo con democracia” desarmaba al proletariado en su combate y mientras más subordinado quedaba al gobierno de colaboración de clases de Evo Morales, más el fascismo se fortalecía y resguardaban a su casta de oficiales del ejército asesino para atacar al proletariado y los campesinos pobres si estos se les terminaban escapando del control del frente popular y de las direcciones reformistas.
Luego del ampliado del 6 de septiembre, nuevamente la COB se guardaba a silencio para que el frente popular jugara todo su rol, y para que las direcciones de las centrales regionales y departamentales subordinen las organizaciones de lucha a la Asamblea Constituyente del pacto MAS-PODEMOS o a las Alcaldías.
Capítulo 3
La colaboración de clases del frente popular por un lado, y el fascismo por el otro: dos agentes del imperialismo juegan su rol contrarrevolucionario para estrangular definitivamente la revolución e imponer así un nuevo régimen estable de dominio burgués
- VIII -
Una vez que la burguesía conquista subordinar al proletariado a la fraudulenta Asamblea Constituyente del pacto MAS-PODEMOS y conquista disolver, gracias a la traición de la dirección del proletariado, los organismos de lucha política de las masas, la burguesía comienza los intentos de estrangular definitivamente la revolución.
Mientras el frente popular tira agua al fuego de la revolución, divide al proletariado, desorganiza sus fuerzas; el estado mayor de la contrarrevolución, con la burguesía cruceña representante directa de las transnacionales, se prepara para encabezar el aplastamiento a sangre y fuego de la revolución en caso de que el frente popular no logre estrangularla definitivamente.
Así, el estado mayor de las transnacionales con su mano izquierda, digita a sus agentes del nacionalismo burgués y las direcciones reformistas para que dividan y desorganicen a los explotados; y con su mano derecha, al mismo tiempo, arma a las bandas fascistas y alista a la casta de oficiales de su ejército asesino.
El frente popular por un lado, el fascismo por el otro, son dos puntas de la misma soga en manos del estado mayor de las transnacionales, dos agentes a los cuales hace jugar todo su rol contrarrevolucionario ya que necesita reconstituir nuevas instituciones para volver a establecer un nuevo régimen de dominio estable de la nación boliviana, sobre la base de la miseria y esclavitud y de la derrota de la clase obrera boliviana.
Es que, de lo que se trata es de volver a poner adentro a los demonios que salieron de la caja de Pandora con el embate revolucionario de mayo-junio del 2005; es por ello que la burguesía imperialista discute cuál es la mejor política para lograrlo definitivamente, mientras utiliza por el momento todo el rol contrarrevolucionario de sus dos agentes.
Mientras no logre salir del régimen transitorio e inestable de expropiación de la revolución, la constituyente es el lugar donde estos agentes pactan y juegan todo su pérfido rol: el frente popular sigue echando agua al fuego de la revolución adormeciendo a las masas con ilusiones parlamentarias, paralizando su voluntad mientras reprime al ala izquierda del proletariado, y las direcciones reformistas juegan un rol central en mantener subordinada a las masas a la fraudulenta Asamblea Constituyente y el pacto MAS-PODEMOS; por el momento, el rol del fascismo es disciplinarlos mientras acumula fuerzas contrarrevolucionarias por si se escapan las masas al control del frente popular y las direcciones reformistas, para luego aplastar al proletariado e inclusive partir Bolivia y disgregar a la nación.
Las masas sometidas a la política de colaboración de clases por traición de su dirección, no pueden responder a la altura de las circunstancias. Pero la situación no se puede mantener como tal por mucho tiempo, pues sectores de las masas se movilizan para presionar al frente popular y entorpecen el funcionamiento del estado burgués.
Luchas de presión sobre el frente popular que devienen en enormes combates del proletariado.
- IX -
Octubre de 2006: La heroica autodefensa minera contra las bandas contrarrevolucionarias de los patrones cooperativistas enviados por el gobierno a masacrar a los trabajadores asalariados del subsuelo.
En las jornadas del 5 y 6 de octubre del 2006, los mineros asalariados de Huanuni enfrentaban a las bandas contrarrevolucionarias de los patrones cooperativistas, –entonces aliados del gobierno y enviados por él– desplegando su heroica resistencia y autodefensa obrera, haciendo fracasar el plan del gobierno de aplastar a sangre y fuego a los mineros combativos de Huanuni.
El ataque de los cooperativistas fue la respuesta del gobierno de Morales a la lucha de los mineros asalariados que, en común con los campesinos pobres, los desocupados e incluso un sector de los cooperativistas de base –obreros esclavizados por los patrones cooperativistas –, venían de imponer con su lucha, en duros bloqueos de las principales rutas, 1500 puestos de trabajo para las minas de Huanuni y obligaron al gobierno a comprometerse a crear una empresa estatal de COMIBOL para explotar el cerro Possokoni.
Los mineros de Huanuni conquistaban así los 1500 puestos de trabajo en un combate ejemplar levantando además las principales demandas de octubre del 2003, motoras de la revolución, lo que significaba un gran triunfo obrero que ponía en cuestión la relación de la clase obrera con el gobierno de Evo Morales.
El gobierno de frente popular de Morales, sirviente de las transnacionales, no podía permitir que se consolidara este triunfo minero y así es que, pone en marcha su plan contrarrevolucionario contra la vanguardia proletaria de Huanuni.
Los mineros con sus mujeres y sus hijos, derrotaron el ataque contrarrevolucionario dejando su sangre en el cerro Possokoni y con dos días de enfrentamientos contra los grupos armados enviados por el gobierno, terminando por derrotar la intentona fascista.
Las direcciones colaboracionistas del proletariado de la COB y la FSTMB, lejos de llamar a enviar delegados de todas las fábricas, escuelas y lugares de trabajo a Huanuni para poner en pie un congreso obrero de delegados de base para enfrentar el ataque contrarrevolucionario dirigido por el gobierno de Evo Morales, llamaron a la militarización del cerro Possokoni e impusieron de esta forma el aislamiento de los mineros de Huanuni.
A pesar de la traición de la dirección minera, el enfrentamiento, gracias a la heroicidad de los mineros y del Comité de Amas de Casa, terminó con un enorme triunfo parcial. Derrotaron a las bandas patronales cooperativas locales quienes huyeron en desbandada y conquistaron 4000 nuevos puestos de trabajo en la mina para los trabajadores de las cooperativas y los desocupados.
Este enorme triunfo parcial de los mineros de Huanuni abrió la primer crisis seria del gobierno de frente popular, la cual se cerro gracias a que las direcciones de la COB, las CODs y CORs, junto a la FSTMB dejaron aislados a los mineros de Huanuni en su distrito y así sostuvieron al gobierno hasta que cierre su crisis, fortaleciendo el pacto con la Media Luna en la Constituyente.
Por el carácter de la dirección que los mineros tienen al frente, las enormes conquistas parciales no se pusieron al servicio de la lucha del conjunto de la clase obrera. Así, la dirección del sindicato de Huanuni y de la FSTMB terminaron por trasformar las conquistas de los mineros, es decir, la concentración de 5000 obreros en la mina, conquistada con sangre y sacrificio, en una soga en el cuello de la vanguardia. Se puso en pie una fortísima aristocracia obrera –base social de la burocracia sindical minera– sobre la base de mantener una diferenciación salarial y la diferenciación entre obreros nuevos y viejos. La burocracia del sindicato de Huanuni, apoyada en esta aristocracia obrera impone su política y su programa contrario al programa con el que los mineros habían salido victoriosos de la resistencia y defensa del cerro Possokoni. El resultado es que mantienen y profundizan el aislamiento y división de los mineros del resto de los trabajadores y sus luchas. Esta política tendría terribles consecuencias para el proletariado de conjunto cuando el gobierno de frente popular de Evo Morales y su ejército reprimió violentamente a los mineros en Julio de 2007.
- X -
Enero de 2007, Cochabamba: Una enorme semi-insurrección local, traicionada por las direcciones colaboracionistas del proletariado.
En enero, tan solo unos meses después de la autodefensa minera de Huanuni, el gobierno de Evo Morales moviliza en Cochabamba a un sector de sus bases campesinas para presionar en sus negociaciones en la Asamblea Constituyente al prefecto cochabambino Manfred Reyes que responde a la Media Luna. En medio de estas disputas de los de arriba, en sus negociaciones por la renta de los hidrocarburos, es que termina por irrumpir la clase obrera y los estudiantes que, enfrentándose contra las bandas fascistas armadas por el ejército y la policía de Morales, dejando mártires en las calles, se ganan a los campesinos pobres movilizados y ponen en pie su Cabildo obrero y campesino que sesionaba con miles de explotados para derrotar al prefecto fascista y sus bandas armadas de la Media Luna.
El levantamiento revolucionario de las masas cochabambinas fue una verdadera semi-insurrección local, ya que no terminó de armarse completamente para demoler el poder burgués. Fue la traición de la COB, CODs, FSTMB y centralmente el POR lo que impidió el triunfo de la semi-insurrección y le garantizó al gobierno de Evo Morales devolverle el poder a Manfred y disolver la movilización de masas en referéndum revocatorios pactados con la Media Luna.
En el calendario de la revolución española, a los acontecimientos de Cochabamba podemos compararlos con la “insurrección de Cataluña de 1936”, donde las masas derrotan el poder burgués local que respondía a la reacción, y el frente popular sostenido por las direcciones traidoras del proletariado español, le devuelve el poder a Azaña, tal cual Evo Morales a Manfred Villa, gracias a la traición de la COB, FSTMB y el POR.
Las direcciones colaboracionistas de la COD, COB, etc. dejaron aislados a los explotados cochabambinos, impidieron su coordinación con los explotados de El Alto que ganaban las calles y con los mineros de Huanuni que se encontraban en alerta de movilización. Esta nueva puñalada de las direcciones reformistas le permitió al gobierno de Morales cerrar filas con la Media Luna, impedir que 3000 mineros de Huanuni con su dinamita y otros tantos miles de El Alto aplastaran físicamente a las bandas fascistas e impusieran una comuna revolucionaria de donde salga un grito de guerra de los explotados que haga estallar por los aires la farsa de “revolución bolivariana”.
- XI -
De los enormes combates de Huanuni y Cochabamba, el frente popular y el fascismo sacan sus conclusiones: Hay que aplicarle un golpe contrarrevolucionario certero al conjunto del proletariado para estrangular definitivamente la revolución.
Tanto los combates de Octubre en Huanuni, pero centralmente la semi insurrección de enero en Cochabamba, fueron un verdadero alerta para el conjunto de la burguesía y las transnacionales. Los discursos demagógicos de manos vacías del gobierno de frente popular de Evo Morales llevaban a sectores de las masas a movilizarse permanentemente para presionar al gobierno y arrancarle conquistas. Pero Cochabamba se le escapaba de las manos y se prendía la sirena roja que marcaba que debía derrotarse al proletariado, antes que éste vuelva a irrumpir nuevamente.
La Media Luna ve que el frente popular no contiene a la vanguardia minera y las masas cochabambinas, que se le escapan de su control, y necesita disciplinar al frente popular y las direcciones reformistas mientras fortalece con todo sus bandas fascistas para salir a aplastar a las masas cuando sea necesario.
A su vez el gobierno de Evo Morales se llena de “ministros obreros”, como el ministro de trabajo ex dirigente de la COB, mientras saca la conclusión que si no le aplica él mismo una derrota al ala izquierda del proletariado, no podría demostrarle al conjunto de la burguesía que sigue siendo un agente necesario e imprescindible para derrotar la revolución y garantizar las ganancias de las transnacionales a cambio de su propia tajada de la renta de los hidrocarburos.
Así es que, mientras la Media Luna se arma hasta los dientes y prepara su ofensiva, el frente popular comienza a preparar y organizar con la complicidad de las direcciones colaboracionistas del proletariado, un golpe certero a la izquierda de la clase obrera que signifique un certero golpe al conjunto del proletariado.
El gobierno de frente popular de Evo Morales debe demostrarle al conjunto de la burguesía que es él quien puede estrangular la revolución definitivamente. La Media Luna, una vez vista la semi insurreccion de Cochabamba, no confía en esto y fortalece las bandas fascistas para disciplinar al frente popular. El gobierno de Morales y las direcciones colaboracionistas del proletariado comienzan a preparar una trampa y ataque contrarrevolucionario contra la clase obrera, las “Jornadas de Julio” de la revolución boliviana.
Las “Jornadas de julio” en el calendario de la revolución rusa eran caracterizadas así por Trotsky:
“Hallamos el prototipo de las “Jornadas de julio” en todas las antiguas revoluciones [...] La lógica de este proceso es completamente clara. La clase poseedora, después de haber obtenido el poder por la revolución, se inclina a considerar que por ello mismo la revolución ha realizado ya íntegramente su misión, y de lo que más se preocupa es demostrar su buena conducta a las fuerzas reaccionarias. La burguesía “revolucionaria” provoca la indignación de las masas populares por las mismas medidas con las cuales se esfuerza en conquistar la buena disposición de las clases derribadas. La desilusión de las masas se produce muy pronto, antes de que su vanguardia se haya enfriado de los combates revolucionarios. Los cabecillas del movimiento creen que dando un nuevo golpe van a poder acabar o corregir lo que no han hecho antes con suficiente resolución. De aquí el afán de una nueva revolución sin preparación, sin programa, sin tener en cuenta las reservas, sin pensar en las consecuencias. De otra parte, la burguesía llegada al poder no hace más que vigilar el momento del empuje impetuoso de abajo para intentar arreglar definitivamente las cuentas al pueblo. Tal es la base social y psicológica de esa semirevolución complementaria que, más de una vez en la historia, se ha convertido en el punto de partida de la contrarrevolución victoriosa. (“La revolución española y los peligros que la amenazan”, 1931. Negritas nuestras)
“... a menudo he mencionado las Jornadas de julio como el ejemplo de una grave derrota que, sin embargo, no es decisiva, y que incluso puede ser considerada como una etapa inevitable en el camino de la victoria. Pero hay que añadir que de ninguna forma esta victoria queda asegurada por la derrota, sino que sólo es posible mediante determinadas condiciones suplementarias, incluida una justa política revolucionaria.” (“Sobre el calendario revolucionario”, 22/10/1937)
Salvando las diferencias de toda analogía, en las jornadas de julio de la revolución boliviana el proletariado está desprovisto de una dirección revolucionaria a su frente, como la que tenía el proletariado ruso con los bolcheviques revolucionarios; esto aumenta el peligro de que estas Jornadas se transformaran en el “punto de partida de la contrarrevolución” contra el proletariado boliviano.
Así se ponía en marcha este plan contrarrevolucionario contra la vanguardia obrera minera: con las direcciones reformistas de las organizaciones obreras derrotando una importante oleada de huelgas obreras que se habían generado en abril-mayo del 2007, en respuesta a la situación inflacionaria que se imponía a las masas explotadas, con una canasta familiar que se disparaba al 100%.
Mientras las trasnacionales tenían garantizados sus negocios gracias a la nacionalización chuta de los hidrocarburos, las masas sufrían la miseria y la hambruna. Así comienza una importante oleada de huelgas con el magisterio en huelga a nivel nacional con movilizaciones por 48 hs; los trabajadores de la sanidad protagonizaban una enorme huelga general durante un mes; salian también los metalúrgicos de Oruro y los mineros de Huanuni con huelgas y movilizaciones por sus demandas mientras los estudiantes de Potosí sostenían una enorme lucha contra las roscas universitarias.
Esta oleada fue traicionada por las direcciones reformistas de la COB y demás organizaciones obreras que de forma implacable se llamaron al silencio y permitieron el desgaste de las huelgas y movilizaciones para que el gobierno reprima solapadamente y persiga a la vanguardia obrera. La impotencia de enormes luchas divididas sector por sector llevaba a ver cómo las enfermeras combativas de Cochabamba se cosían literalmente sus bocas protestando contra el gobierno hambreador de Evo Morales.
Estas direcciones colaboracionistas impidieron toda coordinación y centralización posible de las luchas en curso que planteaban la necesidad de construir un comando único de lucha de los explotados bolivianos que nuevamente intentaban ponerse de pie. Así, el frente popular apoyado en las direcciones traidoras del proletariado, desgastaba las fuerzas de la clase obrera que pujaba de forma abnegada por volver a pesar en la vida política nacional. En esta tarea, de dejar aisladas y divididas esta oleada de huelgas, el POR-Masas jugó todo su papel. Dirigiendo el Magisterio de La Paz, el sector más combativo de los maestros, cubrió por izquierda a la burocracia cobista sosteniéndola mientras dividía al proletariado en lucha para sostener al gobierno de Morales. Así, el PC que tiene la dirección nacional del magisterio, levantó la huelga y sacó a los maestros de las calles, mientras el POR llamaba al magisterio de La Paz a no acatar la medida y seguir con paros y movilizaciones… claro, aislados y divididos inclusive de los propios maestros de base del resto del país que eran traicionados por el stalinismo. La dirección porista del magisterio paceño se negó a hacer un llamamiento desde La Paz a los maestros del país a realizar asambleas de base y votar delegados a un encuentro de maestros en lucha en La Paz para discutir de conjunto cómo derrotar a la dirección stalinista y llamar a la coordinación de todas las luchas en curso y así organizar la lucha por el derrocamiento de la burocracia de la COB y sus secuaces.
La política del POR fue, seguir agitando su “dictadura del proletariado” como consigna sin contenido, mientras mantenía su política sindicalista local cubriéndole la espalda a la traición de la COB ante la oleada de huelgas obreras de Abril-Mayo.
La COB de Montes y la COR de El Alto con Patana al frente, terminaron por marchar con Evo Morales el 1º de Mayo, Día internacional de los trabajadores, lo que fortaleció al gobierno permitiéndole que un día después largara la ofensiva para derrotar las huelgas sector por sector e impedir las movilizaciones de los trabajadores. Sólo los mineros de Huanuni quedaban en alerta de movilización y el frente popular se frotaba las manos para aplastarlos.
- XII -
Evo Morales y su ejército, con la colaboración de las direcciones del proletariado de la COB y la FSTMB, reprime violentamente a los mineros de Huanuni para asestarle un golpe al conjunto del proletariado boliviano.
Las “Jornadas de Julio” de la revolución Boliviana.
Luego que el Gobierno saca de escena la oleada de huelgas de Abril, las direcciones colaboracionistas del proletariado preparan el terreno para que el frente popular le aplique una derrota en las calles a la vanguardia minera de Huanuni.
En Junio los mineros comienzan una serie de movilizaciones por demandas salariales y de bonos por producción, incluyendo movilizaciones de 4000 mineros a Sucre para obtener sus demandas. Sin embargo, el pliego de demandas que impone la dirección del sindicato de Huanuni junto a la FSTMB no va más allá de las fronteras del distrito, dejando de lado la política histórica de los mineros de Huanuni, quienes siempre salieron a la lucha no sólo por sus demandas, sino también por demandas del conjunto de los trabajadores y por eso recibían un apoyo generalizado del proletariado boliviano. La dirección del sindicato no solo dejó la lucha minera limitada a demandas estrictamente sectoriales, sino que se negó en su momento a coordinar junto con las luchas en curso de la sanidad, el magisterio, los estudiantes etc. etc.
Los mineros, con el pasar de los días, iban quedando más y más aislados. A mediados de julio se reúne una magna asamblea general que decide marchar a La Paz a exigir las demandas de salarios, bonos de producción, inversiones para la empresa etc. etc. Sin embargo, una vez finalizada la asamblea la dirección del sindicato cambia la resolución de la movilización y llama a bloqueos de las rutas Oruro- Cochabamba y Oruro- La Paz, bloqueos organizados de un día para el otro con unos 4000 trabajadores en total. Ya el magisterio no se encontraba en huelga, lo mismo que la sanidad y otros sectores que habían levantado las movilizaciones y los mineros se encontraban en las rutas solos, con la COB en silencio, y con el sindicato local y la FSTMB negándose a hacer un llamado al conjunto de los trabajadores a coordinarse y levantar un único pliego de demandas que contemplaran a todos los sectores para que los mineros no queden solos.
El gobierno envalentonado gracias a las direcciones colaboracionistas que le cubren las espaldas, luego de unos días de bloqueo acepta el llamado a negociación en Oruro con la directiva del sindicato. Pero mientras esta reunión se realizaba, los mismos ministros que participaban en ella, dieron la orden de reprimir. El cobarde gobierno de Evo Morales movilizó tropas desde distintos puntos del país para reprimir a los mineros. Miles de efectivos rodearon los bloqueos y reprimieron brutalmente al estilo de Goni en sus “mejores” años. Los mineros, por responsabilidad de la dirección del sindicato, se encontraban desorganizados y sin dinamitas siquiera. El Comité de Amas de Casa en el mismo momento impedía el paso de tropas que intentaban fortalecer la represión, mientras que hacía lo posible para hacerles llegar a los mineros sus dinamitas, las cuales el sindicato tenía guardadas, como relataría una compañera.
La represión fue brutal; más de 50 trabajadores terminaron presos, y miles volvieron a pie al distrito minero, golpeados y la mayoría sin sus ropas, humillados y desmoralizados ¡El gobierno demostraba su valentía para reprimir a los mineros mientras pactaba con la Media Luna fascista en la fraudulenta Asamblea Constituyente!
Era la primera vez en muchos años que los mineros de Huanuni, ya no unos cientos sino varios miles, recibían una derrota de estas características en movilizaciones o bloqueos. En esos momentos los trabajadores del país se paralizaron al escuchar las noticias. Los mineros habían sido reprimidos, encarcelados y echados de los bloqueos. Nuevamente aparecería el traidor Montes de la COB a amenazar con ampliados de emergencia que nunca aparecieron y con movilizaciones fantasmas.
Luego de la brutal represión del ejército de Morales -que ya se había probado matando explotados en Yacuiba meses atrás, pero nunca enfrentando a un solo grupo fascista Camba-, los mineros llamaron a una magna asamblea general en Huanuni. A la misma, asistieron los burócratas de lindos discursos a llevar su solidaridad en papelitos, pero nunca a llamar ya a votar delegados de todas las fábricas para poner en pie un congreso obrero para organizar una lucha a la altura de los acontecimientos.
Al día siguiente, se formaría una mesa de negociaciones en Huanuni donde el gobierno formalizaría algunas conquistas de lucha anteriores transformándolas en leyes, para que el sindicato pase esta farsa como un “gran” triunfo y de esta manera terminar de desmovilizar.
Así, el gobierno nuevamente le declaraba la guerra a los trabajadores, militarizaba las rutas, deteniendo mineros que viajaban a La Paz; sacó un decreto donde puede encarcelar a quienes detonen dinamitas en movilizaciones y una serie de medidas represivas en este sentido.
¡Así paga la clase obrera la traición de su dirección! Esta brutal represión a los mineros de Huanuni establecía una nueva relación de fuerzas entre los explotados y el gobierno de frente popular que era aplaudido a más no poder por la Media Luna fascista. Los trabajadores de distintos sectores que estaban por salir a la lucha suspendieron sus medidas y la vanguardia sacó la conclusión: si reprimen así a los mineros, cualquier huelga aislada terminaría con presos, procesados y echados de sus trabajos. Fue una acción contrarrevolucionaria absolutamente pensada y organizada milimétricamente por el gobierno de Evo Morales con la complicidad de las direcciones colaboracionistas de las organizaciones obreras para asestarle un golpe al conjunto del proletariado boliviano. En el calendario de la revolución rusa, una “Jornada de Julio”.
No fueron entonces las bandas fascistas de la Media Luna quienes atacaron a los mineros, sino el ejército cobarde y asesino de Evo Morales quien humillaba y reprimía a los mineros, asestándole así un duro golpe al conjunto del proletariado. La política de las direcciones colaboracionistas de las organizaciones obreras jugaba todo su rol traidor sometiendo al proletariado al gobierno “democrático” de Evo Morales, contra los “fascistas” de la Media Luna. Pues fue el “democrático” Evo Morales quien aplastó a sangre y fuego a la vanguardia minera, mientras ese mismo ejército defiende y arma a las bandas fascistas de la Media Luna.
Sólo conquistando una dirección revolucionaria para derrotar a la burocracia colaboracionista, recuperando así las organizaciones de lucha del proletariado, centralizando a su vanguardia en un congreso de delegados de base de la COB, el proletariado podrá revertir el derrotero impuesto por la “Revolución Bolivariana” y sus agentes colaboracionistas.
Capítulo 4
El frente popular apaga el fuego de la revolución, saca a las masas de su camino revolucionario, mientras el fascismo se prepara para ahogar en un baño de sangre al proletariado y al campesinado pobre boliviano
- XIII -
Una vez que el frente popular subordinó las organizaciones obreras a la Asamblea Constituyente, que liquidó los organismos de semi doble poder que la revolución había conquistado, que controló gracias a las direcciones traidoras las semi insurrecciones locales como la de Cochabamba y que organizó y ejecutó las mini “Jornadas de Julio” reprimiendo y humillando a los mineros de Huanuni, la Media Luna se prepara para, sacando a sus perros fascistas, ahogar en un baño de sangre al proletariado y al campesinado pobre si el frente popular fracasa en su intento de estrangular la revolución.
Mientras la burguesía de conjunto discute y aplica políticas contrarrevolucionarias contra el proletariado, sus fieles colaboradores, las direcciones reformistas, quieren hacerle creer a los obreros que el enemigo central “es el fascismo” y por esa vía someten a la clase obrera a la “democracia”. Sin embargo, queda a las claras que el enemigo fundamental que tiene la clase obrera, inclusive para derrotar a los fascistas, es el gobierno de frente popular de Evo Morales.
El camarada León Trotsky así definía la lucha contra el fascismo en los países semi-coloniales en su escrito “El fascismo y el mundo colonial” Agosto de 1938 “En los países atrasados el camino para oponerse al fascismo es ante todo el camino de la lucha revolucionaria por la independencia nacional y por la transformación radical de las relaciones agrarias. Sin la revolución agraria no hay independencia nacional ni salvación contra el fascismo. Cualquiera que bloquee el camino hacia la expropiación de la propiedad territorial y de los recursos nacionales en beneficio de los campesinos y del pueblo en general, está instigando al fascismo. Generalidades vagas acerca de la amistad y la democracia no son suficientes. Se debe tener una posición clara: o con los magnates del capital y la seudo-democracia, o con la democracia genuina de los obreros, los campesinos y los pueblos oprimidos.”
El gobierno de Evo Morales, lejos de lo que dicen los colaboracionistas de la COB, no puede enfrentar jamás a los fascistas que se cobijan y fortalecen en las sombras del frente popular, porque la burguesía nacional no puede cumplir las tareas democráticas estructurales de Bolivia, que son la liberación del imperialismo y la revolución agraria. No puede jamás enfrentar al fascismo, porque es defensor de la propiedad privada de los capitalistas, propiedad que organiza, financia y arma a las bandas fascistas para que aplasten al proletariado.
La política de Montes de la COB y compañía de “Defendamos la democracia contra los reaccionarios” es el programa que fortalece a los fascistas de la Media Luna, porque entrega al proletariado al otro sector burgués que apaña y protege a los fascistas, transformando al proletariado en carne de cañón de la burguesía. Así se refería Trotsky a esta cuestión: “La política del “frente popular”, como lo demuestran los ejemplos de España, Francia y otros países, consiste en subordinar al proletariado al ala izquierda de la burguesía. Pero toda burguesía de los países capitalistas, tanto la de derecha como la de “izquierda”, esta impregnada de chovinismo e imperialismo. El “frente popular” sirve para hacer de los obreros carne de cañón de su burguesía imperialista. Y para nada mas.” (“La lucha antiimperialista es la clave de la liberación”. Septiembre 1938)
Es Evo Morales quien garantizó, con su falsa nacionalización de los hidrocarburos, la permanencia de las transnacionales saqueadoras que hunden en la miseria a los trabajadores, es el gobierno de Evo Morales, quien pactando con la Media Luna, garantiza intactas las bandas fascistas cambas; es el gobierno de Evo Morales quien garantiza que la inflación se coma los salarios miserables de los explotados; es el gobierno de Morales quien le entregó el Mutún a las transnacionales y quien le garantiza la propiedad a los grandes terratenientes, mientras el campesino pobre se hunde en la miseria; es el gobierno de Evo Morales quien mantiene presos a los comuneros de Ayo Ayo; quien garantiza el magro presupuesto a la educación y la salud de los explotados; y es el gobierno de Evo Morales quien reprimió a sangre y fuego cuanta lucha de los explotados cuestionó la política del frente popular, acercando la cifra de mártires obreros a la establecida por el asesino Goni. Su ejército asesinó, apenas asumió Evo Morales, a un compañero del Movimiento Sin Techo de Oruro; luego mandó a masacrar a más de una docena de mineros en Huanuni, luego volvió a asesinar en Yacuiba y reprimió violentamente a los mineros de Huanuni en julio pasado, abriéndole las puertas al fascismo para que pase a la ofensiva. ¡Este es el gobierno que las direcciones del proletariado sostienen!
Pues, la reacción levanta cabeza gracias a que el pacto MAS-PODEMOS, sostenido por las direcciones traidoras, divide y descuartiza las fuerzas del proletariado que queda subordinado y sometido a las distintas facciones de la burguesía y sus disputas que comienzan a dar un salto, con la Media Luna a la ofensiva que comienza a preparar sus paros “Cívicos” fascistas y sus movilizaciones anti obreras para disciplinar a la burguesía del frente popular y a las direcciones reformistas y que las masas no se salgan de su control. ¡Esto gracias a que el ejercito de Evo Morales reprimió y humilló a los mineros de Huanuni, permitiendo que la burguesía de la Media Luna se fortalezca para aplastar al proletariado en el momento que sea preciso!
La clase obrera no puede enfrentar y derrotar al fascismo de la mano de la burguesía “democrática”, como dicen las direcciones traidoras del proletariado. Esta es la vieja política stalinista que hoy hacen suya las direcciones traidoras de todo pelaje, incluidos los renegados del trotskismo organizados en el FSM. Así, llevan a cada paso al proletariado a subordinarse a los “Frentes democráticos”, haciéndole creer que si no apoyan a la burguesía “Democrática” lo que les espera es el fascismo. Contra eso, ya los obreros revolucionarios de Bolivia en los ‘40, con sus Tesis de Pulacayo, recogiendo el programa trotskista, respondieron así:
1.- Nuestra lucha contra el imperialismo tiene que ser paralela a nuestra lucha contra la feudal-burguesía entreguista. El antifascismo se convierte, en la práctica, en un aspecto de tal lucha: la defensa y consecución de garantías democráticas y la destrucción de las bandas armadas y mantenidas por la burguesía.
2.- El fascismo es producto del capitalismo internacional. El fascismo es la última etapa del de descomposición del imperialismo, pero, con todo, no deja de ser una fase imperialista. Cuando se organiza la violencia desde el Estado para defender los privilegios capitalistas y destruir físicamente al movimiento obrero, nos encontramos en un régimen de corte fascista. La democracia burguesa es un lujo demasiado caro, que solamente países que han acumulado mucha grasa a costa del hambre mundial pueden darse. En países pobres, como el nuestro, por ejemplo, los obreros en un momento determinado están condenados a enfrentarse con la boca de los fusiles.
Poco importa el partido político que tenga que recurrir a medidas fascistizantes para vivir mejor los intereses imperialistas. Si se persiste en mantener la opresión capitalista, el destino de los gobernantes está ya escrito: la violencia contra los obreros.
3.- La lucha contra los grupúsculos fascistizantes está subordinada a la lucha contra el imperialismo y la feudal-burguesía. Los que, pretextando luchar contra el fascismo, se entregan al imperialismo “democrático” y a la feudal-burguesía también “democrática”, no hacen otra cosa que preparar el camino para el advenimiento inevitable de un régimen fascistizante.
Para destruir definitivamente el peligro fascista tenemos que destruir el capitalismo como sistema. Para luchar contra el fascismo, lejos de atenuar artificialmente las contradicciones clasistas, tenemos que avivar la lucha de clases. Obreros y explotados en general: ¡Destruyamos el capitalismo para destruir definitivamente el peligro fascista y los grupículos fascistizantes! Solamente con los métodos de la revolución proletaria y en el marco de la lucha de clases podremos derrocar al fascismo.
Este es el programa que Montes y compañía se niegan a aplicar, como buenos agentes de la burguesía se transforman en los defensores de los verdugos del proletariado. Son enemigos de Las Tesis de Pulacayo, pues, son amigos de la democracia burguesa explotadora, hambreadora y represora que le abre las puertas al fascismo.
- XIV -
La Media Luna sale al Paro Cívico en seis departamentos sacando sus perros fascistas a apalear obreros, campesinos y feriantes.
Una vez que el frente popular derrota a los mineros de Huanuni, La Media Luna pasa a la ofensiva para definir a su favor la disputa de la burguesía e intentar aplastar al proletariado. Así es que la Media Luna, el 28 de Agosto, sale a un Paro Cívico en seis departamentos y saca a sus perros fascistas para apalear a obreros, jóvenes y estudiantes que no acaten la medida. En Sucre se dan enfrentamientos entre la policía y movilizaciones por la capitalía donde el Prefecto de Chuquisaca termina por presentar su renuncia “No quiero pagar los costos de las muertes que habrá en estos enfrentamientos”, declaraba el funcionario agente de la Media Luna.
El MAS, representante de la burguesía nativa que se queda con una tajada de los negocios hisdrocarburiferos en manos de las transnacionales, y apoyado por los campesinos ricos, tiene la cobardía de toda burguesía nacional: Le teme más a la movilización revolucionaria de las masas, que a las bandas fascistas que acechan por miles.
Con el Paro Cívico se abre, por solo 48 hs, una crisis en el pacto MAS-PODEMOS y el fascismo gana las calles y rutas de 6 departamentos para apalear obreros y jóvenes. En ese momento y sólo durante el paro fascista, la política revolucionaria bolchevique del proletariado era la del frente único obrero para aplastar al fascismo: “Sobre el hombro de Kerensky (Evo Morales), disparemos contra Kornilov (La Media Luna)”, es decir, que los obreros debían marchar sobre los locales de la COB, CODs y CORs para imponer un congreso obrero que organice la milicia, marche sobre los cuarteles militares para ganarse a los soldados rasos y aplastar a las bandas fascistas, demostrando que sólo el proletariado con su milicia puede derrotar a los fascistas. Esto lo impidió la dirección traidora del proletariado con su política de “Defensa de la Democracia”.
Cuando, en la revolución Rusa, bajo el gobierno de frente popular de Kerenski, el general Kornilov comienza a avanzar en asestar un golpe contrarrevolucionario, así define Trotsky la política de los Bolcheviques: “Los centristas de izquierda como los incurables “ultraizquierdistas” citan a menudo el ejemplo de la política bolchevique en el conflicto Kerenski-Kornilov, sin comprender nada. El POUM dice: “Pero los bolcheviques luchaban junto a Kerenski”. Los ultraizquierdistas responden: “Pero los bolcheviques negaron hasta frente a la amenaza de Kornilov, toda confianza Kerenski”. Los dos tienen razón... a medias, es decir, los dos se equivocan completamente. Los bolcheviques no permanecieron neutrales entre el campo Kerenski y el de Kornilov. Aceptaron el mando oficial, mientras no fueron lo suficientemente fuertes para derribarlo. Es precisamente del mes de agosto cuando se produce el levantamiento de Kornilov, del que data la ascensión prodigiosa de los bolcheviques. Esta ascensión no fue posible más que gracias al doble aspecto de la, política bolchevique.
Al participar en primera línea en la lucha contra Kornilov, los bolcheviques no tenían la menor responsabilidad por la política de Kerenski, al contrario, la denunciabas como responsable del asalto reaccionario y como incapaz de dominarlo. Es así como se prepararon las premisas políticas de la Revolución de Octubre, en la que la alternativa: bolchevismo o contrarrevolución (comunismo o fascismo), de ser una tendencia histórica llegó a ser una realidad viva e inmediata.” (“Los ultraizquierdistas en general y los incurables en particular”. Septiembre 1937)
Sin embargo, la política colaboracionista de la dirección del proletariado dejó desarmada a la clase obrera ante la acción de la Media Luna fascista, mientras el gobierno de Evo Morales llamaba a los fascistas a recomponer el pacto en crisis, cuestión que así fue, una vez terminado el paro cívico.
- XV -
La burguesía saca sus lecciones de las revoluciones de 1952 y 1971 para llevar adelante su estrategia contrarrevolucionaria asentada en las direcciones traidoras del proletariado y los campesinos pobres.
El accionar del estado mayor de la burguesía para, primero expropiar las acciones independientes de masas y luego intentar cerrar definitivamente el capitulo de la revolución, es sobre la base de que las clases dominantes, el imperialismo, la burguesía y las direcciones traidoras aprendieron y sacaron sus conclusiones de las revoluciones de 1952 y 1971.
La burguesía aprendió que debía preservar de la revolución a las fuerzas armadas, sacándolas primero de la escena luego de la caída de Goni en 2003, y luego presentándolas como “nacionales y populares”, poniéndolas a “cuidar los hidrocarburos” cuando Evo Morales sacó su decreto de impostura de “nacionalización” arrancando los hidrocarburos de las manos a sus verdadero guardianes, los obreros y campesinos revolucionarios, para que sea el “nuevo ejercito” el guardián eficaz de la propiedad privada de los capitalistas. La burguesía preservó al ejército asesino precisamente para impedir que los obreros y los campesinos pobres lo partieran y pusieran en pie las milicias obreras, dejando así descalabrado al pilar del estado burgués como lo habían hecho en 1952.
Aprendió también, que debía impedir por todos los medios que las masas pusieran en pie sus organismos de doble poder, y por eso sus agentes las direcciones traidoras sacaron de la escena a la COB y CORes: para impedir que los obreros y campesinos pobres las transformaran en organismos de doble poder. Impedir esto fue la esencia de la política contrarrevolucionaria del Foro Social Mundial y las direcciones traidoras del proletariado boliviano sostenidas por el POR. Gracias a esto el gobierno de frente popular de Evo Morales pudo cumplir su rol de terminar con todo vestigio de esos organismos que las masas habían conquistado embrionariamente en 2003 y 2005.
Las masas protagonizaran insurrecciones y semi-insurreciones espontáneas, pero el accionar de las direcciones traidoras les impidió poder conquistar los soviets y las milicias obreras, es decir, organismos maduros de doble poder, preparatorios de la insurrección, en los que se habrían desenmascarado rápidamente, bajo los ojos vigilantes de las masas, las direcciones traidoras, y en los que un pequeño núcleo de revolucionarios podría haber multiplicado rápidamente sus fuerzas, podría haber ganado la dirección de las masas para preparar la insurrección como arte y conducirlas a la toma del poder.
La burguesía entonces centró su estrategia contrarrevolucionaria, desde el inicio mismo de la revolución, en preservar “el destacamento de hombres armados al servicio del Capital”, el ejército del estado burgués boliviano, para luego prestigiarlo y atacar nuevamente a la vanguardia proletaria y juvenil mientras este ejército garantiza la protección de la propiedad del conjunto de los capitalistas; a su vez, y gracias a las direcciones traidoras del proletariado, la burguesía, con la política de colaboración de clases, impidió la centralización de los organismos embrionarios de doble poder de las masas y los liquidó para expropiar la revolución obrera y campesina.
Esto quiere decir que la burguesía tiene un estado mayor que saca lecciones y afina su estrategia para impedir ser derrocada; sin embargo el proletariado no cuenta con un estado mayor internacional que, con las lecciones revolucionarias de las derrotas del pasado, prepare y dirija el triunfo revolucionario de los explotados. Esta es la ventaja de los explotadores y el más grande problema a resolver para la clase obrera, cuestión que se conquistará sólo derrotando a las direcciones traidoras del proletariado en todas sus formas.
La burguesía saca sus conclusiones para mantener su dominio, los explotados, la clase obrera debe sacar las suyas. La principal lección que ya ha dejado la revolución boliviana, es que el proletariado, si no conquista una dirección revolucionaria internacionalista, no podrá preparar los triunfos futuros.
A esta lección fundamental los revolucionarios de ORI-FLT queremos darle cuerpo, fusionando a los Trotskistas internacionalistas con los obreros y jóvenes de vanguardia para poner en pie una verdadera dirección revolucionaria de la clase obrera boliviana, como parte de una dirección revolucionaria mundial del proletariado.
- XVI -
La crisis económica mundial acelera las disputas interburguesas por los hidrocarburos.
La Totalfina y Respsol representadas por el MAS disputa su parte de los negocios con la British Petroleum y la Esso asociadas a la Media Luna.
La enorme crisis económica mundial que ya está aquí, repercute directamente en Bolivia acelerando los tiempos de las disputas de las distintas transnacionales y su representantes nativos sobre los jugosos negocios hidrocraburiferos.
Con el proletariado subordinado al frente popular y con la crisis económica mundial soplándole la nuca a la burguesía, ésta comienza sus movimientos.
Así, los primeros días de agosto, Evo Morales, Chávez y Kirchner comandados por la Repsol y la Totalfina organizaban una serie de actos para terminar acordando el llamado “Gasoducto del Sur”, un verdadero negocio para estas transnacionales quienes les dejan una tajada a las burguesías nativas implicadas. Esta ofensiva de la Repsol y la Totalfina representadas por Morales tuvo como respuesta inmediata de la Media Luna fascista comandada por la British Petroleum y la Esso; a sabiendas que el frente popular jugó todo su rol sacando al proletariado de escena y con su ejército anti obrero reprimiendo violentamente a los mineros de Huanuni en Julio, lo que significó un duro golpe para el conjunto del proletariado, la burguesía de la Media Luna abandonó “los debates” para salir a una verdadera ofensiva con sus paros cívicos, movilizaciones y grupos fascistas que tomaron las calles apaleando a trabajadores, estudiantes y feriantes.
Las disputas por la “Capitalía Plena” son una cortina de humo para esconder esta verdadera disputa de las transnacionales y sus agentes sobre los recursos naturales de la nación. A su vez, mientras se disputan los negocios, las dos facciones de la burguesía, con sus transnacionales detrás, avanzan en terminar de estrangular la revolución y ese es el rol del pacto MAS-PODEMOS sostenido por las direcciones traidoras del proletariado.
Las distintas fracciones de la burguesía utilizan un sector de las masas para movilizarlas y definir una negociación, sobre la base de mantener a la clase obrera subordinada a la burguesía. Esto fueron los “Cabildos por la Capitalía” a fines de Julio en La Paz y Sucre, donde sus protagonistas fueron las Centrales Obreras, las Fejuve y las federaciones estudiantiles locales. Las direcciones traidoras del proletariado profundizaban así su política de “Democracia vs Fascismo” para someter al proletariado a las disputas de la burguesía.
Frente a esta crisis económica mundial que acelera los tiempos de la lucha de clases mundial y las disputas interburguesas que se hacen más intensas, la burguesía imperialista busca la mejor salida para terminar de cerrar el capítulo de la revolución boliviana. Para ello baraja dos salidas: una política nacionalista burguesa de aborto de la revolución boliviana como la que hicieron con Chávez para abortar la revolución venezolana en 1998. Allí cuando las masas con su lucha revolucionaria antiimperialista a partir del Caracazo de 1989, hicieron estallar por los aires el putrefacto régimen del “Pacto de Punto Fijo” y los partidos patronales que eran su sustento: COPEI (Democracia Cristiana) y AD (Socialdemócratas), el imperialismo y la burguesía recurrieron a un gobierno nacionalista burgués con Chávez para abortar la revolución venezolana. Esta salida será posible –y el imperialismo la tiene de reserva- sólo en la medida en que sea necesaria si el proletariado se escapa del control de las direcciones reformistas e irrumpen en un tercer embate revolucionario; cuestión que no se descarta ante el golpe de la crisis económica mundial que está en curso.
Es por ello que el imperialismo sostiene al frente popular en la medida que logre sacar definitivamente a las masas de la revolución. Sin embargo, detrás del frente popular, estan la Repsol y la Totalfina que juegan sus negocios a un pacto y acuerdo con la burguesía nativa como socia menor. Mientras que detrás de la Rosca de la Media Luna que ha levantado cabeza, están las transnacionales y las fracciones del imperialismo que no aceptan a la burguesía nativa como socia menor. Esta situación aleja la perspectiva de un nacionalismo burgués y empuja, por otro lado, mucho más al pacto MAS-PODEMOS.
La otra salida que tiene es que, mientras el frente popular juega todo su rol de bombero de la revolución, la burguesía imperialista logrando conquistar ya instituciones prestigiadas y fortalecidas, apele al fascismo para bañar en sangre y fuego la revolución con métodos de guerra civil en el caso de que el accionar del frente popular no logre estrangularla definitivamente.
- XVII -
La suspensión de la Asamblea Constituyente:
Una política del pacto MAS-PODEMOS para mantener subordinados a los explotados a la burguesía y sus disputas.
Con el “paro cívico” la Media Luna conquista una nueva relación de fuerzas que no quiere ceder. Así, vuelve a recomponer el pacto con el MAS, negociando con él tras bambalinas, mientras se suspende la asamblea constituyente con la excusa de la discusión de las “capitalías”.
Mientras tanto el gobierno del MAS y sus campesinos ricos, sostenidos por la direcciones colaboracionistas del proletariado, amenazan con una movilización de 100.000 campesinos sobre Sucre para “garantizar el funcionamiento de la Asamblea Constituyente”, la cual termina siendo una movilización de no más de 10 mil campesinos ricos que entran a Sucre llamando a los fascistas a la unidad y terminaron por votar todas las medidas del gobierno de Morales, es decir, no tocarle un pelo a las bandas fascistas de la Media Luna.
Con la suspensión de la fraudulenta Asamblea Constituyente, el pacto MAS-PODEMOS mantiene a las masas divididas y subordinadas a la burguesía; esta vez, entre los que están a favor de que vuelva a sesionar la Constituyente y quienes no.
Múltiples reuniones de negociaciones se dan entre los partidos de la burguesía a espaldas de las masas donde negocian sus dividendos de la renta hidrocarburifera y el resto de sus negocios. En estas reuniones de conspiración de la burguesía contra los explotados, también se esta discutiendo y negociando las formas que debe tomar un régimen que cierre definitivamente el capítulo de la revolución. Por eso están discutiendo si se acepta o no la reelección presidencial, la cuestión de la capitalía, de las autonomías etc. etc., todas medidas que favorecen a tal o cual sector de la burguesía, pero nada bueno vendrá para el proletariado y los explotados de esas negociaciones.
Ayer el pacto MAS-PODEMOS, gracias a las direcciones colaboracionistas de las organizaciones obreras, subordinaba a la clase obrera a la disputa fantoche de dónde se instala la capital de los explotadores; hoy inventan una disputa por el IDH (Impuesto Directo a los Hidrocarburos) para nuevamente subordinar a las masas a la burguesía y enfrentarlas entre si.
Este impuesto es subproducto de la nacionalización chuta de los hidrocarburos y crea un determinado presupuesto departamental extra. El gobierno de Evo Morales salió en estos días, a decir que se descontaría una parte de ese presupuesto para que se invierta en el plan “Renta Dignidad” que consiste en darle unos miserables 200 Bs. por mes a los ancianos quienes fueron explotados durante toda la vida por la burguesía. Distintos departamentos y prefecturas pusieron el grito en el cielo contra dicho descuento y con la Media Luna a la cabeza salieron a movilizarse en contra de la medida. Se dan movilizaciones, concentraciones multitudinarias, y la burguesía divide a los departamentos entre los que aceptan este plan y los que no, mientras enfrenta a golpes de puños a un sector de las masas contra otro, a los ancianos contra los estudiantes etc. etc.
¡La clase obrera y los campesinos pobres no dejamos más de 100 mártires en 2003-2005 para que el gobierno le llame “dignidad” a las migajas que dejan las transnacionales del saqueo de los hidrocarburos!
El pacto MAS-PODEMOS, garantiza que las masas se peleen por un IDH que no resuelve ninguno de los problemas estructurales de los explotados, ni el presupuesto para la salud, para la educación, los seguros de desempleos, ya que son las migajas que dejan entre las transnacionales y las burguesías nativas del saqueo de los hidrocarburos.
Solamente el proletariado con su programa y sus métodos, rompiendo toda subordinación a la burguesía, puede garantizar con la verdadera nacionalización de los hidrocarburos y la minería bajo control obrero, los recursos para resolver la indigna situación de los ancianos, las cuestiones presupuestarias para la salud y educación, la cuestión de la desocupación y los salarios de miseria que la burguesía no puede resolver.
Así con el proletariado fuera de escena y sus organizaciones a los pies de la burguesía gracias a las direcciones traidoras, el pacto MAS-PODEMOS monta distintas excusas para mantener a las masas subordinadas a sus negociaciones; esta vez fuera de la Asamblea Constituyente, la cual, por el momento, mantienen suspendida.
Sin embargo, mientras más subordinado esta el proletariado al frente popular, y mientras más negocia Evo Morales con la Media Luna, más se fortalece esta para salir a una nueva ofensiva contrarrevolucionaria cuando mejor lo crea, si no es que terminan por definir repartirse tal y cual cuestión y marchar a nuevas elecciones donde se termine de definir el nuevo régimen de dominio burgués.
- XVIII-
La dirección de la COB sostiene el pacto MAS-PODEMOS para someter al proletariado a la burguesía y sus negociaciones.
Montes y la burocracia de la COB rompen el silencio para llamar a la “unidad granítica”
de la clase obrera con la burguesía.
¡Abajo el pacto MAS-PODEMOS que con su ejército fusiló al joven normalista Omar Flores de Cochabamba!
¡Abajo las direcciones colaboracionistas de la COB, CORs, CODs y de la FSTMB!
Durante todo el mes de Septiembre la burguesía y sus partidos mantuvieron reuniones de negociaciones permanentes. La dirección colaboracionista de la COB se llama al silencio para que las centrales departamentales y regionales queden a los pies de tal o cual prefectura o alcaldía. Así, las direcciones traidoras de la clase obrera garantizan que el proletariado no alce su voz independiente, mientras la burguesía alegremente discute y negocia su parte de la torta.
Sin embargo en la semana del 20 de septiembre comienzan una serie de movilizaciones de sectores de los trabajadores. Así se movilizaron en La Paz los rentistas mineros que fueron brutalmente gasificados, los trabajadores de obras públicas de Cochabamba, del transporte Interdepartamental y otros sectores de trabajadores que salían a movilizarse por sus demandas.
El pico de estos conflictos lo protagonizaron los estudiantes normalistas de Cochabamba en la zona de Arani, quienes salieron a luchar junto a sus padres y docentes, simplemente para que su edificio no se derrumbe en sus cabezas. Las autoridades dieron la espalda a la demanda de los estudiantes y estos decidieron hacerse escuchar tomando, junto a sus padres y docentes el 27 de Septiembre, una refinería de la región y cerraron sus válvulas. Rápidamente llegó el ejército y no vaciló en reprimir violentamente a los estudiantes, al punto que llegaron a fusilar al joven normalista Omar Flores. ¡Nuevamente el ejército de Evo Morales salía a matar explotados mientras éste negociaba con la Media Luna fascista, sin tocarle un pelo a sus bandas de la juventud cruceñista!
Ante esta situación, rápidamente la burocracia colaboracionista de Montes y compañía, para evitar que las movilizaciones obreras se multipliquen, llaman de la noche a la mañana a los burócratas de la COB a sesionar en Sucre montando una “Cumbre social de la COB” que funcionó el 2 de Octubre. Esta cumbre de burócratas rompió el silencio para transformar en discursos públicos lo que vienen practicando hace años: La más pérfida política de colaboración con la burguesía para sostenerla e impedir la lucha revolucionaria del proletariado.
Escuchamos en esa cueva de colaboracionistas a Montes decir que lo que necesitan los explotados es la “Unidad granítica del país” para “resolver las cuestiones del salario, del trabajo y los problemas estructurales”. ¿“Unidad granítica del país”? Es una política traidora de “unidad nacional”, es decir, unidad de los trabajadores con sus explotadores y asesinos; es una política de esconder que la derecha se fortalece porque el frente popular de Evo Morales apoyado en el sostén de la dirección de la COB, reprimió violentamente a los mineros de Huanuni en Julio y por eso la Media Luna hoy saca sus bandas fascistas a las calles a apalear obreros y jóvenes. ¿“Unidad granítica”? Cuando Evo Morales hacia sólo unos días antes de ese encuentro de burócratas de la COB venía de masacrar al joven normalista Omar Flores.
Las direcciones colaboracionistas le quieren hacer creer a los explotados que hay que sostener al gobierno de Evo Morales porque si no, “la derecha divisionista avanza”. ¡Mentira! La Media Luna avanza porque el frente popular lo permite. La clase obrera la única “unidad granítica” que debe conquistar es la de sus filas totalmente independientes del gobierno burgués de Evo Morales, y a esto es a lo que se niegan los burócratas de la COB y sus amigos.
Lo que debe conquistar el proletariado es la ruptura total de sus organizaciones con la burguesía y el frente popular, expulsando de las organizaciones obreras de lucha a todos los dirigentes colaboracionistas; debe poner en pie un congreso de delegados de base de la COB y todas las organizaciones obreras de lucha y conquistar una poderosa milicia obrera y campesina nacional centralizada para aplastar a los fascistas de la Media Luna, así como también al ejército asesino de obreros y estudiantes, de Evo Morales. De esta manera podía retomar el programa y las acciones revolucionarias de 2003 y 2005 ¡Fuera las transnacionales! ¡Nacionalización bajo control obrero de todos los hidrocarburos! ¡Tierra para los campesinos! ¡Fusil, metralla, Bolivia no se calla!
Una vez terminada esa cumbre de burócratas, la dirección colaboracionista del proletariado se dedicó a organizar el acto conmemorativo del 17 de Octubre para negar el verdadero contenido de aquellas jornadas revolucionarias del 2003. Así organizaron un paro fantoche y realizaron una marcha en La Paz para plantearle al gobierno que “cumpla la agenda de Octubre”, consigna utilizada por los burócratas para intentar mantener ilusiones en que este gobierno represor y hambreador, que es la negación de las acciones revolucionarias independientes de masas de Octubre de 2003, puede cumplir alguna de las demandas planteadas por la revolución. A su vez, demostraron todo su servilismo llamando a defender la Asamblea Constituyente, que ni el gobierno defiende, contra la “Oligarquía de la Media Luna”. Finalizado el acto, nuevamente la COB se llama al silencio y sale de escena para permitir que las centrales regionales y departamentales sigan sometiendo al proletariado a las disputas de la burguesía, como lo es hoy la cuestión del IDH.
De este forma la burocracia de la COB y de las centrales departamentales y regionales junto a la FSTMB, sostienen el pacto MAS-PODEMOS que está terminando de estrangular la revolución. La tarea de derrotar a las direcciones colaboracionistas de las organizaciones obreras pasa a ser una cuestión de vida o muerte para el proletariado y los explotados. ¡Abajo las direcciones traidoras del proletariado!
- XIX -
¡¡¡Una tarea urgente!!!
Romper toda subordinación de las organizaciones obreras con el gobierno de colaboración de clases de Evo Morales.
El proletariado debe intervenir de forma independiente con sus métodos de lucha y su programa.
¡Hay que derrotar el pacto MAS-PODEMOS!
¡Abajo las direcciones colaboracionistas que pregonan la “unidad granítica” con la burguesía!
¡Congreso de delegados de base de la COB y todas las organizaciones obreras, junto con delegados de base de los campesinos pobres y estudiantes combativos!
-Para poner en pie la milicia obrera y campesina nacional para aplastar a los fascistas de la Media Luna
-Para conquistar todas las demandas de los explotados
-Para organizar la lucha por la verdadera nacionalización de los Hidrocarburos y de la minería bajo control obrero y conquistar la tierra para los campesinos pobres.
La gran tragedia de la revolución boliviana no es más que la tragedia de su dirección: luego de los combates del 2003 y 2005 que le planteó al proletariado arrancarle el poder a la burguesía; hoy éste por traición de las direcciones que tienen al frente está completamente subordinado a su propia burguesía, que tiene al frente popular por un lado y al fascismo por el otro para estrangular su revolución. Si la clase obrera no vuelve a dar una salida revolucionaria, la respuesta la dará alguna pandilla burguesa sobre los huesos de los explotados, respuesta que tiene como posibilidades la partición de Bolivia en dos si es necesario.
Las discusiones y reuniones diplomáticas sobre la cuestión de la salida al Mar para Bolivia, lleva imbricada las disputas de las transnacionales por los hidrocarburos bolivianos. Es que la British Petroleum y la Esso quieren quedarse con los negocios hidrocarburiferos y sacarlos por el Pacifico de la mano de Bachelet, con quien la Media Luna comparte jefes. Por eso PODEMOS y sus amigos quieren ir a un acuerdo con Chile sobre esta cuestión, ya que el ejército pinochetista armado hasta los dientes por el imperialismo yanqui se apresta y está en alerta para ser las verdaderas fuerzas armadas de la Media Luna cuando la partición de Bolivia sea la única salida viable para las transnacionales.
Por su parte, Evo Morales mantiene buenas relaciones diplomáticas con García de Perú quien viene de militarizar el país y asesinar una docena de obreros y campesinos que enfrentan al régimen del TLC. Estos movimientos políticos y diplomáticos responden íntimamente también a las disputas inter imperialistas sobre la región.
Si la clase obrera no derrota a las direcciones reformistas que la someten al frente popular y rompe con éste, conquistando una dirección revolucionaria de las organizaciones de lucha, por delante no veremos otra cosa que la agudización de las disputas interimperialistas en Bolivia, implicando zarpazos contrarrevolucionarios y llegando a la partición total de la nación si es necesario.
Este es el terreno de combate en el que se encuentra la lucha de clases. El proletariado debe decir ¡Basta! La clase obrera boliviana y sus tareas revolucionarias concentran hoy las tareas del conjunto de la clase obrera latinoamericana. Romper la subordinación al frente popular y aplastar al fascismo es su tarea inmediata antes que la contrarrevolución dé nuevos zarpazos.
La base minera de Huanuni, los trabajadores de la sanidad, la base combativa del magisterio, de los trabajadores del Aeropuerto de El Alto, los estudiantes combativos de Oruro, Cochabamba y Potosí, los normalistas cochabambinos brutalmente reprimidos por el ejército quen asesinó al joven Omar Flores, los trabajadores de obras públicas que salen a las movilizaciones, los rentistas mineros que fueron gasificados por el gobierno; todos ellos tienen toda la autoridad para hacer un llamamiento a un congreso de delegados de base de la COB. Debemos formar comités de base para luchar por imponer dicho congreso. Debemos conquistar la única “unidad granítica” que le sirvió al proletariado boliviano y mundial, la de la COB del 52 y su milicia obrera, la de las Tesis de Pulacayo.
Este llamamiento de los sectores más combativos del proletariado boliviano será recibido con entusiasmo por miles de explotados oprimidos por las direcciones colaboracionistas, que se encuentran impotentes y confundidos. A no dudarlo que las bases obreras impondrán, en ese congreso, el camino de aplastar a los fascistas de la Media Luna, de ganar a los campesinos pobres con su dinamita y enfrentar con la huelga general y la milicia obrera y campesina a los fascistas y las transnacionales. Este camino es el que arrancará a los campesinos pobres de las manos de los campesinos ricos que los oprimen y del MAS que nada le ha dado al campesino arruinado, aparte de discursos y “espejitos de colores”. Por eso los dirigentes colaboracionistas no quieren llamar a un congreso de delegados de base de la COB, y por eso le entregan nuestras organizaciones a la burguesía. ¡Todos le temen a que el proletariado revolucionario intervenga en la situación política!
Hoy el pacto MAS-PODEMOS mantiene a las masas subordinadas a la burguesía y sus disputas con la excusa del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) el cual sería recortado en parte a las Prefecturas para sustentar la llamada “Renta Dignidad”. La Media Luna y otros departamentos se niegan al recorte y así el pacto MAS-PODEMOS enfrenta a sectores de las masas entre si. Las direcciones colaboracionistas de la COB y de las centrales departamentales, subordinan al proletariado a esta disputa que es una verdadera cortina de humo, al igual que la cuestión de la Capitalía Plena y la suspensión de la fraudulenta Asamblea Constituyente.
¡Que Evo Morales viva con 200Bs por mes para garantizar su dignidad! Están haciendo que las masas se peleen por las migajas que dejan las transnacionales y la burguesía nativa del saqueo de los hidrocarburos garantizado por la farsa de nacionalización de Evo Morales. Quieren sacar a las masas definitivamente de las demandas que supieron mocionar con sangre y combate en 2003 y 2005. Pues la solución para jubilaciones dignas para los explotados, para los salarios, para los presupuestos universitarios y de la salud, están en expulsar a las Transnacionales, en expropiar a la oligarquía terrateniente y al conjunto de la burguesía.
En Octubre y Mayo-Junio, las consignas de “¡Fuera las transnacionales! ¡Ni 30%, ni 50% Nacionalización! ¡Fusil, Metralla el pueblo no se calla! ¡La tierra para los campesinos!” fueron el programa que el proletariado supo mocionar en las calles, con el cual ganó a los campesinos pobres y derribó a la Rosca que Morales quiere reconstituir, sólo que con algún maquillaje. La única forma de enfrentar eficazmente al fascismo y conquistar las demandas más mínimas que acucian a las masas, es retomar ese camino, ese programa y esos métodos de lucha.
¡La clase obrera debe intervenir! Es de vida o muerte conquistar, imponer ese congreso de delegados de base de la COB para:
¡Derrotar a los dirigentes colaboracionistas! ¡Poner en pie la milicia obrera y campesina nacional centralizada para marchar sobre los fascistas! Debemos llamar a los explotados del país a ¡La expropiación sin pago y bajo control obrero de todas las fábricas y empresas de la Media Luna, así como todas las refinerías, gasoductos, oleoductos en manos de las transnacionales! ¡Imponer la escala móvil de horas de trabajo con salario mínimo al nivel de la canasta familiar! ¡La nacionalización bajo control obrero de toda la minería nacional incluido El Mutún!
¡Expropiación de los terratenientes para darles las tierras a los campesinos pobres! ¡Expropiación de la banca bajo control obrero para otorgar créditos baratos a los campesinos arruinados!
Para imponer estas demandas inmediatas hay que aplastar a los fascistas con la milicia obrera y campesina, y no solo eso, conquistando esa milicia podremos marchar sobre los cuarteles y llamar a nuestros hijos bajo armas a desconocer a sus oficiales y formar sus comités de soldados que envíen sus delegados a nuestro congreso y a nuestra milicia, poniendo sus armas a disposición de aplastar a los fascistas.
Este es el camino para conquistar la única capital de Bolivia que reconocemos los explotados, la capital de un gobierno obrero y campesino basado en la autoorganización y armamento de las masas, el cual podrá garantizarle a los campesinos pobres una verdadera Asamblea Constituyente democrática.
La coalición de la dirección proletaria con la burguesía ha puesto a los explotados al borde del abismo. La tarea más inmediata para conquistar la más mínima de las demandas, es romper toda subordinación a la burguesía, derrotar a las direcciones colaboracionistas del proletariado y volver a poner en pie la COB revolucionaria de 1952, la de las Tesis de Pulacayo y sus milicias obreras.
Capitulo 5
La tragedia de la revolución boliviana es que las masas sin un partido revolucionario a su frente no pueden llevar al triunfo su revolución. Todo se reduce a la crisis de su dirección revolucionaria
- XX-
Las direcciones sostenedoras por “izquierda” de la política de frentes populares latinoamericanos están preparando un encuentro sindical latinoamericano para el próximo año, encabezado por la COB y la CONLUTAS de Brasil.
No es un congreso de ruptura con la burguesía, no es un congreso para aplastar al fascismo en Bolivia, no es para organizar una lucha unificada de la clase obrera contra el imperialismo, no es un congreso para enfrentar la restauración capitalista en Cuba.
Es un congreso para fortalecer a las direcciones que someten a la clase obrera a la colaboración de clases.
El 30 de agosto, M. Bustamante, un dirigente de la COB, anunció que ésta, junto a la CONLUTAS, prepara un congreso sindical latinoamericano para julio del 2008.
Cuando las masas irrumpían en América latina iniciando revoluciones como en Argentina, Ecuador y Bolivia, luchas revolucionarias contra los regímenes y sus gobiernos lacayos del imperialismo, estas direcciones que hoy llaman a la coordinación planteando que: “Necesitamos unir y coordinar nuestras luchas y esfuerzos, hacer de la pelea de cada sector de los trabajadores, de cada uno de los países de la región, una única y fuerte lucha general de todos los trabajadores latinoamericanos y caribeños, para expulsar el imperialismo de Latinoamérica y el Caribe, para abolir definitivamente la explotación y la opresión del capitalismo y para construir una sociedad igualitaria, socialista” (Convocatoria al Encuentro latinoamericano y caribeño de trabajadores) ni unían ni coordinaban; son las mismas direcciones reformistas que ayer conspiraban contra el proletariado de estos países para expropiarles sus combates revolucionarios, son los responsables de haber estrangulado las revoluciones que se abrían paso entonces.
¡Hoy hablan de coordinación! Cuando ya sometieron a los obreros y campesinos pobres del continente y al proletariado boliviano que era su avanzada, al frente popular y sus regímenes. Son los que realizaron un Encuentro Continental en Bolivia en el 2005 para sostener a la entonces burocracia de la COB (Solares) para que termine de hacerle tragar al proletariado su política del “mal menor” y vote en las elecciones a Evo Morales; ¡y ahora hacen un encuentro con el burócrata Montes que tiene ministros en el gobierno de Evo Morales!
Esta política no responde a las verdaderas necesidades de la clase obrera del continente, que hoy en Bolivia está amenazado por la reacción que levanta cabeza para aplastar al proletariado y a los campesinos pobres. Pues estas direcciones que hablan de “Internacionalismo” y “revolución” son las que someten al proletariado y sus combates a la burguesía y su “revolución Bolivariana” que significa negocios para las trasnacionales y las burguesías nativas y miseria y represión para el proletariado y los explotados.
Esta convocatoria en ciernes es un verdadero plan para unificar formalmente las alas izquierdas del Foro Social Mundial, que están al frente de sectores combativos de la clase obrera latinoamericana, y que se encargaron durante estos años de contenerla y llevarla a “derrotas sin gloria”.
Es un encuentro sindical latinoamericano de quienes sostienen por izquierda a los gobiernos como los de Evo Morales, Chávez, Kirchner, Lula, etc., todos gobiernos anti obreros y entregadores de nuestras naciones al imperialismo, cubriéndose con fraseología “antiimperialista”.
Estas direcciones, en el periodo anterior jugaban el rol de ser “oposición” leal a las viejas burocracias sindicales, siendo pata izquierda de los regimenes latinoamericanos entreguistas; hoy, cuando ya asumieron el control de importantes sectores de masas, y están ante el peligro de que al calor de la crisis mundial, se desarrolle a nivel latinoamericano la revolución política iniciada en Chile, donde los obreros y jóvenes combativos echan a patadas de las asambleas a los “pacos rojos” del PC, y en Argentina, donde los obreros pesqueros de Mar del Plata recuperaron su sindicato de manos de la burocracia, para intentar cortar de raíz ese proceso de revolución política, crean una nueva institución para bloquearla.
Es por ello que, las burocracias paridas, amamantadas e instruidas por las corrientes de renegados del trotskismo, como es el caso de la burocracia cobista, toda ella en su momento reclutada, formada y luego expulsada en sucesivas tandas por Lora del POR; la de CONLUTAS, dirigida por el PSTU y el PSOL, van a hacer un congreso junto a la UNT venezolana dirigida por renegados del trotskismo que vienen de hacer la campaña por “10 millones de votos para Chávez” en su reelección, es decir los sostenedores de la “Revolución Bolivariana”. Lo que van a discutir en ese congreso sindical latinoamericano es cómo re prestigiar a la dirección colaboracionista de la COB, sostenedora del frente popular, necesaria para que la burguesía termine de estrangular la revolución boliviana. Se va a discutir cómo represtigiar al conjunto de las burocracias de “izquierda” del continente como la dirección de CONLUTAS y la UNT, para enfrentar el proceso de revolución política al interior de las organizaciones obreras del continente que, bajo la nueva crisis económica mundial se acelera rápidamente. Son las direcciones que se preparan para contener y controlar por “izquierda” los procesos de lucha de clases, esencialmente los de ruptura del proletariado con el frente popular latinoamericano.
Están preparando un fraude descarado contra el proletariado. Hablan de “dirección revolucionaria” de “internacionalismo proletario”. Un dirigente de la COB decía: “se está convocando para marzo del año que viene. Consideramos que es importante que se dé a nivel latinoamericano una dirección embrionaria, transitoria, que permita coordinar todas las luchas a nivel internacional. Necesitamos esa dirección internacional. Necesitamos formar esa dirección en el marco del internacionalismo proletario, para llenar este vacío que existe de dirección a nivel internacional, continental, boliviano, como argentino y de los otros países latinoamericanos. Creemos que deben ser convocadas todas las organizaciones dentro del campo popular, intentando superar las orientaciones reformistas, dogmáticas o sectarias, superar aquellos vicios de las organizaciones tradicionales de izquierda.” (Bolpress, 30/8/07)
¿Como van a hacer eso estas burocracias de la COB y la CONLUTAS, si sus dirigentes sostienen a sus respectivos gobiernos de frente popular, y se niegan a combatir a las bandas fascistas? Cuando son unas corrientes de la aristocracia obrera de sus países, ¿como van a poder estas corrientes representar el sentir del proletariado sobre-explotado, aquél que trabaja dos turnos en Brasil, que no esta debidamente escalafonado en Bolivia, realizando dos o más labores sin reconocimiento en sus salario, que trabaja “en negro” desde Tierra de Fuego hasta los mismos EEUU, donde la mayoría de la clase obrera ha sido descoptada, y está trabajando en condiciones casi latinoamericanas?
¡La revolución cubana corre un grave peligro! El objetivo de estas direcciones reformistas es sobre todo cubrir el flanco izquierdo para que la burocracia restauracionista castrista entregue definitivamente al imperialismo la revolución cubana: la burocracia castrista ya habla abiertamente de sentarse a discutir los términos con un gobierno “no fascista” y “sensato” en la Casa Blanca, es decir, con Hillary Clinton. ¿Qué “dirección revolucionaria e internacionalista” pondrá en pie la CONLUTAS, cuando Celia Hart y James Petras, cuadros del castrismo, dirigen los congresos de la CONLUTAS? ¿De qué “dirección revolucionaria e internacionalista” hablan los burócratas de la COB cuando se subordinan a los miles de cuadros castristas y chavistas en Bolivia, para sostener al pacto MAS-PODEMOS?
La política del ala “izquierda” del FSM, encabezada por los renegados del trotskismo, es la vieja política stalinista de subordinar el proletariado al “frente democrático” contra los “fascistas” para impedir el combate revolucionario del proletariado.
Lo que necesita la clase obrera latinoamericana, no es un congreso de dirigentes que someten al proletariado al frente popular, lo que necesita la clase obrera del continente es un congreso obrero internacional de delegados de base de las organizaciones combativas que sesione en Huanuni-Bolivia, un congreso de ruptura con la burguesía y el frente popular, para aplastar al fascismo en Bolivia, para enfrentar la farsa de “revolución Bolivariana” que expropia la lucha antiimperialista de las masas y de la mano de la burocracia castrista cubana está restaurando el capitalismo en la isla. Lo que necesita la clase obrera latinoamericana es organizar una verdadera lucha continental contra el imperialismo, en primer lugar por su derrota militar en Medio Oriente, lucha que unificará a los explotados del mundo semicolonial con su mejor aliado: el proletariado norteamericano hoy brutalmente atacado. Esto es lo que necesita el proletariado boliviano para ponerse de pie nuevamente; es lo que necesitan también los obreros y jóvenes chilenos que pujan por abrir la revolución; es lo que necesitan los comuneros de Oaxaca-México; los obreros que se enfrentan a la burocracia sindical y a la represión kirchnerista en la argentina; los obreros portuarios e inmigrantes en los Estados Unidos que enfrentan la guerra imperialista. Y es por esta perspectiva que luchamos los trotskystas internacionalistas del ORI-FLT y por eso alertamos a la vanguardia obrera internacional de la farsa que están preparando la dirección de la COB y CONLUTAS con su encuentro sindical latinoamericano.
- XXI -
Ante la pérfida política de colaboración de clases internacional con la que las direcciones reformistas del continente sostienen la “Revolución Bolivariana” para derrotar la revolución proletaria y restaurar el capitalismo en Cuba
Ante la tragedia de la revolución boliviana donde, gracias al accionar de las direcciones reformistas el frente popular de Evo Morales está estrangulando la revolución boliviana y latinoamericana
Un llamamiento internacional urgente de los trotskistas internacionalistas del ORI-FLT al proletariado Latinoamericano
La revolución boliviana, hoy al borde del abismo, junto con la heroica resistencia iraquí, han configurado dos de los más importantes bastiones del proletariado internacional, y sus derrotas o triunfos repercutirán de forma directa en los explotados del mundo.
Cuando la Cuarta Internacional del 38 redactó su programa de la revolución política en la URSS, el libro “La revolución traicionada”, terminaba el mismo haciendo un llamado a la clase obrera mundial: «Ahora más que nunca, los destinos de la Revolución de Octubre están ligados a los de Europa y del mundo. Los problemas de la URSS se resuelven en la Península Ibérica, en Francia [...] Si la burocracia soviética logra, con su política traicionera de los frentes populares, asegurar la victoria de la reacción en Francia y en España –y la Internacional Comunista hace todo lo que puede en este sentido–, la URSS se encontrará al borde del abismo y la contrarrevolución burguesa estará más a la orden del día que el levantamiento de los obreros contra la burocracia. Si, por el contrario, a pesar del sabotaje de los reformistas y de los jefes "comunistas", el proletariado de Occidente se abre camino hacia el poder, se inaugurará un nuevo capítulo en la historia de la URSS. La primera victoria revolucionaria en Europa, provocará en las masas soviéticas el efecto de una descarga eléctrica, las despertará y levantará su espíritu de independencia, reanimará las tradiciones de 1905 y 1907, debilitará las posiciones de la burocracia y no tendrá menos importancia para la IV Internacional que la que tuvo para la III la victoria de la Revolución de Octubre. El primer Estado obrero sólo se salvará para el porvenir del socialismo por este camino.»
¡Qué gran ejemplo de internacionalismo proletario el que daban León Trotsky y los militantes fundadores de la IV Internacional! Lejos de creer que la URSS tenía salvación en el plano nacional, ponían todas sus fuerzas y esperanzas en que la revolución en Europa salvara la URSS para la revolución socialista mundial.
Contra los renegados del trotskismo del POR y sus ahijados de la burocracia cobista, que envenenan la conciencia de los obreros predicando el más ruin exclusivismo nacional, los trotskistas internacionalistas del ORI y la FLT, declaramos que la revolución boliviana, estrangulada, mancillada, que no pudo transformarse en socialista porque fue estrangulado por las direcciones contrarrevolucionarias del continente que la cercaron y la postraron a los pies de la “revolución bolivariana” de Chávez, tiene atado su destino a los golpes revolucionarios que pueda darle el proletariado mundial a las burguesías y a las direcciones reformistas del FSM que los sostienen; ya que son éstos los que estrangularon cuanto combate revolucionario dieron los obreros del continente con el fundamental objetivo de preparar la restauración capitalista de Cuba, destruyendo la última conquista histórica revolucionaria del proletariado latinoamericano y mundial.
Así, mientras las direcciones reformistas del Foro Social Mundial y su ala “izquierda” de renegados del trotskismo, con su política de “Revolución Bolivariana” y “Socialismo de Mercado”, se confabulan para mantener una y otra vez a la clase obrera subordinada a su propia burguesía, dentro de las fronteras nacionales -y con sus “encuentros internacionales” fortalecían su estrategia de contención de la revolución-, Castro, la burocracia castrista y el imperialismo preparan la consumación de la restauración capitalista en la isla y así propinarle al proletariado latinoamericano de conjunto una terrible derrota.
Por eso la burocracia castrista no quiere “nuevas Cubas” en el continente, pues lo que quiere es que Cuba se transforme en una “nueva Venezuela”, es decir, en un país capitalista con una burguesía nativa que regatea con el imperialismo una tajada del saqueo de la isla.
Se ha puesto en pie una estrategia contrarrevolucionaria centralizada internacionalmente, una santa alianza para evitar, primero que triunfe la revolución boliviana y ahora para estrangularla, para evitar el desarrollo de los combates revolucionarios del continente en curso; es una santa alianza para evitar una lucha unificada del proletariado y los explotados desde Alaska hasta Tierra del Fuego contra el imperialismo y sus cipayos.
La revolución boliviana sólo puede volver a ponerse de pie como parte de un combate internacional del proletariado. Así como en 2003 y 2005 la clase obrera boliviana inspiró a los explotados del continente, hoy su revolución vive en cada combate de la clase obrera latinoamericana, porque es en última instancia, en el terreno internacional de la lucha de clases donde se definirá el destino de la revolución expropiada en Bolivia.
Por eso, para que vuelvan a tronar en Bolivia las dinamitas y los cánticos revolucionarios de 2003 y 2005, para que los explotados en Chile terminen de desarrollar su movilización hasta abrir la revolución, al igual que Perú y México; para que la clase obrera argentina reagrupe sus fuerzas y derrote a la burocracia sindical de la CGT, CTA y a la nueva burocracia de la izquierda reformista -como ya vienen haciendo los obreros del Mar del Plata en una ejemplar rebelión política al interior de sus organizaciones obreras, para poder enfrentar el ataque del Kirchnerato hoy fortalecido en las nuevas elecciones presidenciales; para que la clase obrera brasilera se ponga de pie contra la ofensiva del sirviente del imperialismo Lula; para evitar el saqueo de los recursos naturales de nuestras naciones; para ayudar a que el proletariado norteamericano, el más importante aliado de los explotados de Latinoamérica, se termine de poner de pie y enfrente al régimen de los “Republicratas” en lucha política contra la guerra imperialista, y fundamentalmente para impedir que la burocracia castrista cubana entregue la isla al capitalismo imperialista: No hay tarea más importante que la de derrotar a estas direcciones reformistas, stalinistas, burocráticas que se agrupan en ese engendro contrarrevolucionario que es el Foro Social Mundial, para que la clase obrera y sus organizaciones puedan romper la subordinación a la burguesía que le impusieron estas direcciones.
La unidad latinoamericana del proletariado no vendrá de la mano de estas burguesías nativas asociadas al imperialismo, como la de Chávez que le vende petróleo a Bush con el cual masacra en Irak y Palestina; no vendrá de la mano de Evo Morales quien junto a Chávez, Lula y Kirchner mantiene tropas de ocupación en Haití para someter a los explotados a la peor de las miserias. Esa unidad latinoamericana que necesitan los explotados no vendrá de la mano de la burocracia castrista cubana cuyo programa ante la revolución es “No queremos nuevas Cuba”-, es decir, se niegan a expropiar a la burguesía, son enemigos de que el proletariado tome el poder como en Cuba, y esta es la única manera de defender las conquistas de la revolución cubana. Por eso, la burocracia cubana, envía miles y miles de cuadros castristas a Bolivia, disfrazados de médicos, a impedir que las masas rompan con el frente popular y ataquen la propiedad privada de los capitalistas. Esos miles de militantes castristas no vinieron a levantar a Bolivia contra el imperialismo como lo intentara el Che Guevara, sino a someter a la nación a la bota de las transnacionales y sus bandas fascistas.
Sólo la clase obrera puede garantizar la unidad revolucionaria de Latinoamérica. Sólo la clase obrera, derrotando a las direcciones reformistas que tiene al frente y rompiendo toda subordinación a la burguesía, puede acaudillar a los explotados del continente en una única lucha antiimperialista.
La crisis económica mundial ya está aquí, ya está aquí el ataque directo a las masas; a lo lejos pueden escucharse los tambores de guerra. A los explotados no nos esperan tiempos de paz, sino de enorme agudización de la lucha de clases, de crisis, guerras y revoluciones. Las direcciones traidoras del proletariado organizadas en el Foro Social Mundial impiden que los obreros nos unamos y organicemos, apoyados en nuestras conquistas, para impedir la catástrofe capitalista.
Desde la revolución boliviana, hoy traicionada por las direcciones de la clase obrera que sostienen al frente popular, desde la Bolivia donde las bandas fascistas levantan cabeza para aplastar al proletariado, los trotskistas internacionalistas del ORI-FLT hacemos este llamamiento de emergencia a los explotados del continente rebelarse contra estas direcciones reformistas y a seguir el camino que recorren los obreros de Mar del Plata y el proletariado chileno contra los “pacos rojos”. Los llamamos a romper toda subordinación a la burguesía y conquistar un verdadero congreso de delegados de base de todas las organizaciones de lucha de la clase obrera, para poner de pie nuevamente la revolución obrera y campesina en Bolivia, para defender las conquistas de la revolución cubana contra la burocracia castrista restauracionista, y para unificar en un único combate a todos los explotados de norte a sur del continente contra el imperialismo, sus planes y sus gobiernos cipayos tanto los “bolivarianos” como a los del TLC, MERCOSUR, CAFTA etc. etc.
√ ¡Fuera las transnacionales, el imperialismo y sus tropas de Latinoamérica!
√ ¡Abajo la farsa de la “Revolución Bolivariana”!
√ Para derrotar los planes del imperialismo, para volver a poner en pie la revolución obrera y campesina en Bolivia y para defender las conquistas de la revolución cubana, para enfrentar los planes de hambre, miseria y represión de los gobiernos del continente: ¡La clase obrera debe romper toda subordinación a las burguesías y conquistar un congreso obrero continental para organizar una única lucha de los explotados latinoamericanos!
√ ¡Por una dirección revolucionaria de la COB_y las organizaciones obreras que vuelva a soldar la alianza obrera y campesina!
√ ¡Por un gobierno obrero y campesino basado en los organismos de autodeterminación y democracia directa de los obreros y campesinos pobres, y en el armamento generalizado de las masas!
√ Hay que volver a poner en pie al trotskismo en Bolivia, que será internacionalista o no será nada, para que la heroica clase obrera que durante 60 años atesoró las Tesis de Pulacayo como su bandera de combate, pueda triunfar.
Noviembre de 2007
Octube Rojo Internacionalista (ORI) de Bolivia,
integrante de la FLT