Volver al índice OOI 4 | Irak |
IRAK
La ejecución de Saddam Hussein y sus colaboradores
una nueva agresión imperialista contra el pueblo iraquí
Para parar la ofensiva que las nuevas tropas de Bush y los “Republicratas”, con la colaboración de las burguesías siria e iraní, han comenzado contra la heroica resistencia iraquí
El proletariado norteamericano tiene que ponerse de pie para
imponer la huelga general en los Estados Unidos
¡Basta de subordinar a la clase obrera a los carniceros imperialistas del Partido Demócrata!
El 30 de diciembre de 2006, a las 6 de la mañana, el ex-dictador Saddam Hussein fue ahorcado en Bagdad por el gobierno títere de Nouri al-Maliki, por orden del carnicero imperialista George Bush. La ejecución de Saddam sólo “se llevó a cabo poco después de que una jueza rechazara, en Washington, una solicitud de aplazamiento presentada por los abogados del ex-gobernante”, lo que, por si hacía falta, demuestra que el supuesto “juicio” realizado en Irak fue una farsa que no logra ocultar que fueron los imperialistas yanquis los que decidieron y mandaron a consumar la ejecución. Tanto es así que incluso gobiernos burgueses interesados en el juzgamiento del ex-dictador iraquí, por ejemplo el gobierno iraní, no dejan de constatar que Hussein fue “ejecutado rápidamente bajo la supervisión de los americanos”.
Esta farsa es una agresión contra el pueblo iraquí, tan descarada que los títeres del imperialismo norteamericano en Irak tienen que justificarse argumentando que “los jueces iraquíes son conocidos por su neutralidad y capacidad”. El teatro donde Saddam era llevado para ser “interrogado” está en Irak (Area verde), pero las decisiones sobre su destino y el de los otros miembros de su régimen se tomaron en las cortes norteamericanas, tanto que los últimos recursos y pedidos de clemencia fueron dirigidos al gobierno de George Bush y a sus tribunales. El 15 de enero, fueron ejecutados también otros dos altos funcionarios del gobierno de Hussein y el Partido Bath, resultando uno de ellos decapitado durante el ahorcamiento.
Por su parte, los imperialistas franceses, alemanes, el Vaticano y voceros de esa cueva de bandidos imperialistas de la ONU –es decir, los mismos que hoy ocupan con sus “cascos azules” el sur del Líbano- salieron a denunciar el carácter parcial del tribunal, cuestionaron su legitimidad y “repudiaron” la condena a muerte y ejecución de Hussein y ahora, de sus dos colaboradores. ¡Cuánto cinismo! Los mismos imperialistas que reconocen al régimen del protectorado sostenido por las bayonetas de 160.000 marines y soldados británicos asesinos que ocupan la nación y masacran al pueblo iraquí; los mismos que alabaron como un “avance de la democracia” las farsescas elecciones realizadas hace casi dos años de las que surgió su gobierno títere –supervisadas por la propia ONU-, ahora cuando los tribunales de ese mismo régimen de ocupación que ellos apoyan sentencian y ahorcan a Hussein, salen a lamentarse ¡Lloran lágrimas de cocodrilo por la muerte de Hussein y sus colaboradores, los mismos que formaron parte de la coalición de 21 ejércitos que mandó a Irak a bombazos a la edad media en la guerra de 1991, y cuando ya la guerra de coloniaje y la ocupación se han cobrado las vidas de más de 650.000 explotados iraquíes; y mientras todos aplauden los bombardeos de los aviones yanquis contra los explotados de Somalía ordenados por Bush!
Estos cínicos se “lamentan”, cuando Bush no hace más que actuar como lo que es: el jefe del “imperio” norteamericano que, al estilo del César en la antigua Roma imperial, imponía la “pax romana” en los territorios conquistados: ejecutaba a los jefes de los pueblos vencidos para demostrar quién era el que mandaba, e imponía el dominio por el terror. Lo mismo ha hecho el “César” Bush: aplastó y ocupó a la nación iraquí, ejecutó a su “jefe” Hussein –el mismo que en los ’80 fuera su agente y socio menor- para mostrar con claridad que él es el amo y decide sobre la vida y muerte de sus perros cuando éstos le muerden la mano -como lo hiciera Saddam- e impuso la “pax americana”: un régimen de ocupación, de terror, masacres y linchamientos, un régimen un millón de veces más genocida y opresor que el ya sanguinario régimen de Hussein. ¡Esa es la “pax americana” que Bush y su camarilla de monopolios petroleros y armamentísticos, y el régimen imperialista de los “Republicratas” impusieron en el protectorado iraquí!
¡Décadas de experiencia en linchamientos tiene la burguesía imperialista yanqui, esa que con los fascistas del Ku Klux Klan impuso el terror durante décadas contra la clase obrera y los explotados negros, a los que perseguía, apaleaba, torturaba y ahorcaba –como lo hace hoy en Irak con Hussein y sus colaboradores-, colgándolos de los álamos en todo el sur de los Estados Unidos!
Las organizaciones firmantes de esta declaración denunciamos que el ahorcamiento de Saddam Hussein es una agresión imperialista contra la nación oprimida iraquí que fue invadida y sojuzgada en marzo de 2003. No fue el pueblo iraquí el que derribó a Saddam y a su régimen; Saddam no fue juzgado y condenado por tribunales obreros y populares, por sus crímenes contra los explotados. Fueron las tropas agresoras imperialistas norteamericanas e inglesas las que apresaron a Saddam, organizaron el tribunal y determinaron la sentencia a muerte para el ex-dictador y sus colaboradores.
Denunciamos a los gobiernos de George Bush y de Tony Blair como responsables de la muerte de más de 650.000 trabajadores y explotados iraquíes desde la invasión del 2003; los denunciamos como responsables por los asesinatos y torturas de luchadores de la resistencia en la prisión de Abu Graib y demás mazmorras del régimen de ocupación; los denunciamos como carceleros de más de 500 luchadores antiimperialistas presos, vejados y torturados en Guantánamo. Los denunciamos como culpables también de la utilización de armas químicas (fósforo blanco) contra la población y los milicianos de la heroica resistencia en la ciudad de Fallujah.
Denunciamos que el imperialismo norteamericano e inglés son los que, junto a las demás potencias imperialistas, apoyan y financian al estado sionista-fascista de Israel y su plan de exterminio del pueblo palestino cuya nación ocupa y coloniza ese estado desde hace ya casi 60 años. Denunciamos que fue el imperialismo norteamericano el que financió y armó hasta los dientes en los ’70 y los ’80 al régimen de Saddam Hussein –su socio menor en los jugosos negocios petroleros, en aquel entonces- para que provocara una guerra fratricida contra Irán y aplastara la revolución comenzada por los explotados iraníes en 1979. Fue el que proveyó a Hussein de las armas químicas con las que masacró al pueblo kurdo. Fueron los que armaron a Hussein para que masacrara a los explotados chiítas por cuya matanza hoy lo “juzgaron” y ejecutaron los propios imperialistas yanquis.
No le reconocemos a los carniceros imperialistas Bush y Blair, ni a sus tropas de ocupación, ni al gobierno títere del protectorado imperialista de la burguesía cipaya, ningún derecho ni legitimidad para detener y mucho menos condenar a muerte a nadie, y frente a la opresión imperialista anglo-yanqui y al gobierno títere del protectorado iraquí, nos ubicamos incondicionalmente del lado de la nación oprimida iraquí y de la heroica resistencia, por la derrota militar de todas las tropas imperialistas y por la victoria de las masas iraquíes para que éstas hagan justicia y que sean los carniceros Bush y Blair, sus cómplices imperialistas alemanes, franceses y japoneses, y sus cipayos colaboracionistas del gobierno del protectorado, los que cuelguen de una soga.
Bush manda nuevas tropas genocidas, y con los “Republicratas” y la colaboración de las burguesías siria e iraní, impulsa una guerra fratricida de las masasiraquíes
Con las ejecuciones de Hussein y otros antiguos funcionarios de su régimen, el imperialismo angloyanqui busca demostrar quién manda en Irak, escarmentar a las masas, y sobre todo, sumir a la clase obrera y los explotados en una guerra civil fratricida entre sunnitas y chiítas, contando para ello con la colaboración de las burguesías siria e iraní, y las distintas fracciones de la burguesía iraquí colaboracionista con la ocupación.
Es el mismo plan que buscan aplicar en la Palestina martirizada y ocupada por el Estado sionista de Israel. Allí, la burguesía egipcia, agente del imperialismo, está armando hasta los dientes a la fracción burguesa de Abu Mazen y Al Fatah, mientras que el estado sionista le manda dinero, para provocar un enfrentamiento entre Al Fatah y Hamas y ahogar a la heroica resistencia palestina en una guerra civil fratricida. ¡La sangre de las masas palestinas de Gaza y Cisjordania es la moneda de cambio de las negociaciones del imperialismo con la burguesía de Hizbollah, para incorporarla a los negocios de la reconstrucción de un Líbano destruido luego de la derrota del ejército genocida del Estado sionista-fascista de Israel!
Es que Bush y sus secuaces necesitan encontrar un camino que les permita una salida ordenada del pantano iraquí, en el que sus tropas están enterradas hasta el cuello por la persistente y heroica resistencia de las masas de esa nación –que hizo entrar en crisis al propio gobierno de Bush-, y por la derrota sufrida por su gendarme, el ejército del estado sionista-facista de Israel, a manos de las masas palestinas y los explotados del sur del Líbano. Necesitan impedir que la resistencia iraquí termine por transformarse en ofensiva y en el inicio de la revolución en Irak, y que el regreso a Estados Unidos de tropas derrotadas y humilladas signifique que el despertar de la clase obrera norteamericana se convierta en un ascenso revolucionario al interior de esa potencia imperialista.
Para ello, fortalecieron al régimen de los “Republicratas” en Estados Unidos con los carniceros imperialistas del Partido Demócrata ganando las elecciones y expropiando, con la colaboración de las direcciones traidoras del Foro Social Mundial, la lucha antiimperialista de la clase obrera norteamericana contra la guerra. Por ello, Bush manda hoy 21.000 nuevos marines asesinos que junto con la policía y el ejército iraquíes colaboracionistas, ya han lanzado una dura ofensiva contra la resistencia, mientras una comisión parlamentaria de republicanos y demócratas, bajo el mando de Baker, negocian con las burguesías siria e iraní para que sean ellas las que garanticen el desarme de las masas explotadas sunnitas y chiítas en Irak, y la masacre de quienes se nieguen a hacerlo.
Este es el plan que está aplicando en Irak el régimen imperialista y asesino de los “Republicratas”: Bush manda más tropas para que, junto a la policía y el ejército colaboracionistas bajo el mando de la burguesía chiíta –y con el apoyo de Siria e Irán, cortando toda provisión de armas a la resistencia desde sus territorios- masacren y aniquilen la resistencia de las masas sunnitas, transformando cada una de sus ciudades y barrios en nuevas Fallujah devastadas. Y luego, una vez que las masas sunnitas estén aplastadas, no les temblará la mano para aplastar a sangre y fuego a las milicias chiítas que, como las de Al Sadr, se niegan a desarmarse. ¡Este es el baño de sangre que se aprestan a imponer en Irak, mientras el Partido Demócrata controla y subordina a la clase obrera norteamericana!
Este plan contrarrevolucionario es sostenido por el conjunto de las potencias imperialistas que, si bien disputan por los negocios con el imperialismo yanqui, cierran filas a la hora de aplastar la resistencia iraquí e impedir una derrota militar yanqui en Irak que, motorizando la revolución en Medio Oriente y al interior mismo de los Estados Unidos, amenazaría su dominio y su propiedad de conjunto. ¡Esta es la masacre que se aprestan a apoyar, esos carniceros imperialistas franceses que hoy tienen sus tropas en el sur del Líbano y que en Irán sostiene al régimen de los Ayatolahs chiítas, tan asesinos de su propio pueblo como lo fuera Saddam; y esos imperialistas alemanes que tienen tropas de ocupación en Afganistán, y que hoy cínicamente lloran lágrimas de cocodrilo frente a la ejecución de Hussein y sus colaboradores!
Esta es la masacre que se aprestan a consumar los carniceros del Partido Demócrata, cuyo triunfo electoral salieron a festejar Chávez, Castro y el Foro Social Mundial presentándolos como “pacifistas” y “democráticos”. Estos son los “Republicratas” con los que se reunió recientemente en La Habana la burocracia castrista restauracionista, abriendo negociaciones formales para discutir cómo mejor consumar la restauración capitalista, mientras esos mismos carniceros imperialistas masacran en Irak!
¡Abajo el nuevo plan de masacre de Bush, los “Republicratas” y las burguesías NATIVAS de Medio Oriente!
¡Abajo el régimen del protectorado y el gobierno títere de Nouri al-Maliki!
¡Por la derrota de las tropas imperialistas en Irak y por la victoria de la resistencia iraquí!
La situación de las masas iraquíes explotadas es cada vez más crítica. Las fuerzas del imperialismo y de las burguesías cipayas de Medio Oriente se han conjurado para aplastar su heroica resistencia, y salvar a los Estados Unidos de un nuevo Vietnam.
Sólo rompiendo el sometimiento a toda fracción burguesa –ya sea la burguesía siria, iraní, el chiíta Al Sadr, o la burguesía del Triángulo Sunní- que utilizan el combate de las masas como moneda de cambio para sus negocios y pactos y los empuja a una guerra fratricida, podrán la clase obrera y los explotados de Irak desatarse las manos para llevar hasta el final su heroica resistencia y lucha antiimperialista contra el invasor. Sólo rompiendo con la burguesía, y con la clase obrera acaudillando y dirigiendo la resistencia nacional, podrán las masas coordinar y centralizar a todos los que combaten, conquistar su armamento generalizado y transformar la resistencia en contraofensiva, es decir, en una insurrección de masas armadas que expulse al invasor imperialista, destruya el régimen del protectorado y a su gobierno títere, e imponga sobre sus ruinas una Asamblea Nacional iraquí libre y soberana que rompa con el imperialismo y nacionalice sin pago y bajo control obrero el petróleo, Asamblea que sólo podrá ser garantizada por un gobierno obrero y campesino de las masas victoriosas autoorganizadas y armadas.
¡Romper con la burguesía! Ese es el primer paso indispensable para pasar de la resistencia a una contraofensiva que sea el inicio de la revolución proletaria en Irak y en todo Medio Oriente, que sólo podrá consolidarse como tal, en estrecha unidad con el levantamiento revolucionario de sus grandes aliados: la clase obrera y los explotados de los países imperialistas.
¡Abajo la política del Foro Social Mundial de subordinar a la clase obrera norteamericana al Partido Demócrata y al parlamento de los asesinos “Republicratas! La tarea clave del proletariado norteamericano: romper la subordinación al Partido Demócrata, volver a levantarse en lucha contra la guerra, e imponer en Estados Unidos la HUELGA GENERAL por el triunfo de la resistencia iraquí y por la derrota militar de las tropas imperialistas invasoras
Las masas iraquíes han dado y siguen dando todo de sí, dejando ya más de 650.000 mártires en la lucha contra la ocupación. ¡Qué más se les puede pedir! Hoy, la llave para que éstas logren triunfar, para que sean derrotadas todas las tropas invasoras, está en manos del proletariado norteamericano, está en que éste vuelva a levantarse, con sus organizaciones de lucha, y lance un llamamiento a preparar y organizar la Huelga General contra la guerra, como lo hiciera el 1° de Diciembre de 2005.
Esto es precisamente lo que quieren impedir las direcciones traidoras del Foro Social Mundial que la han puesto a los pies del Partido Demócrata, y la llaman a confiar en que se puede poner fin a la guerra presionando al parlamento de los bandoleros “Republicratas”. Ahí están las direcciones reformistas de los movimientos anti-guerra, de los trabajadores inmigrantes, etc., organizando para el próximo 17 de Marzo –cuando se cumplen cuatro años del inicio de la guerra contra Irak- una movilización de masas a Washington para... acampar frente al Capitolio para presionar a los diputados y senadores para que “cumplan con el mandato de las urnas” y no aprueben los nuevos créditos de guerra pedidos por Bush.
¡Abajo la política del Foro Social Mundial de subordinar a la clase obrera norteamericana al Partido Demócrata y al parlamento de los asesinos “Republicratas! El proletariado norteamericano ya ha comprobado en carne propia que cuanto mejor le va a su burguesía imperialista en sus aventuras y guerras de masacre contra los pueblos oprimidos del mundo, más y más ataca sus propias conquistas y nivel de vida. Así, desde 2001, los triunfos imperialistas en Afganistán, en Irak, en Palestina, han significado para la clase obrera de los Estados Unidos un nivel de esclavitud, superexplotación y salarios de hambre no visto desde la crisis del ’30.
Si hoy, subordinada como está a los Demócratas imperialistas se ve impedida de actuar, si se consuma la nueva masacre contra la resistencia y las masas iraquíes, ¡muy caro lo pagará la clase obrera norteamericana! Ya la burocracia sindical de la AFL-CIO –integrante del Foro Social Mundial- ha impuesto en las fábricas y empresas, consejos comunes de patrones y obreros que “discuten” cuántos trabajadores despedir, cuánto rebajar los salarios, qué conquistas perder para que los patrones no se lleven la planta a Vietnam, China o Centroamérica.
El proletariado norteamericano ya esté pagando con su esclavitud y su sudor los cientos de miles de millones de dólares que cuesta la guerra en Irak, y el envío de 20.000 marines asesinos más. Y no cabe duda de que pagará esta nueva ofensiva y las próximas masacres llevadas adelante por su burguesía imperialista en Irak, con una nueva vuelta de tuerca en las relocalizaciones de las empresas imperialistas en China, Asia y América Latina, con miles de despidos y cierres de plantas en los Estados Unidos; lo pagará con más esclavitud, rebajas salariales, con una desocupación de dos dígitos, con una más feroz explotación de los trabajadores inmigrantes. La terrible situación de las masas de Irak y de las colonias y semicolonias, ¡ese será el espejo donde tendrá que mirarse la clase obrera norteamericana si se consuma el nuevo plan de los “Republicratas” en Irak!
Los firmantes de esta declaración llamamos a la clase obrera norteamericana a volver a ganar las calles y volver a poner todas sus fuerzas en la lucha por el fin de la ocupación de Irak y el retorno inmediato e incondicional de todas las tropas yanquis a los Estados Unidos. La llamamos a romper la subordinación al Partido Demócrata y con la política de presión sobre el parlamento imperialista de los “Republicratas” que imponen las direcciones reformistas del Foro Social Mundial; y a volver al camino que habían comenzado de enfrentamiento contra su propia burguesía imperialista, al camino que marcó la lucha por Vietnam, la lucha por la victoria de las masas iraquíes y por derrota de las tropas de la propia burguesía imperialista, al camino de transformar la lucha contra la guerra en el inicio de la revolución obrera y socialista al interior mismo de los Estados Unidos.
En oposición a la movilización de presión al Parlamento que se prepara para el 17 de Marzo, llamamos a los obreros portuarios de Oakland –que fueron la vanguardia de la lucha contra la guerra ya desde 2003-; a las organizaciones obreras combativas, a los locales sindicales arrebatados a la burocracia socialpatriota de la AFL-CIO; a los trabajadores inmigrantes, a los trabajadores y jóvenes que animaron la constitución de más de 1500 piquetes antiguerra en todo el país; a las 700 organizaciones de base obreras y de lucha que hace un año reunieron sus fuerzas en un Comité Nacional y convocaron al paro del 1° de Diciembre de 2005; a las organizaciones de lucha en apoyo a los explotados víctimas del Katrina, abandonados a su suerte por los “Republicratas”; a todos ellos, los llamamos a que vuelvan a constituir un Comando Nacional por la Huelga General contra la guerra, en los Estados Unidos. La huelga general con piquetes es el camino para ayudar efectivamente a nuestros hermanos de clase de Irak, y para imponer el regreso de las tropas, paralizando los puertos y no cargando los buques ; paralizando las comunicaciones y los transportes, paralizando las fábricas, impidiendo así que les lleguen armas, pertrechos y municiones a las tropas imperialistas en Irak, y garantizando, por el contrario, que llegue a destino todo embarque destinado a países de los que se provee la resistencia iraquí.
Hay en Estados Unidos ya 1200 soldados que se niegan a volver a Irak a combatir y que han salido a exigir el fin de la guerra y el retorno de las tropas. Esta legítima demanda que es el clamor hoy de la amplia mayoría de los explotados norteamericanos no se conquistará en la cueva de bandidos del parlamento de los “Republicratas”. Un Comando nacional de organizaciones obreras y de lucha por la huelga general, podría impulsar la constitución de Comités de soldados que se nieguen a ir a Irak en las filas del ejército yanqui, y que, sin abandonar sus armas, elijan y envíen sus delegados a ese Comando Nacional de lucha contra la guerra.
Este es el camino más corto y más efectivo para terminar con la guerra, para que vuelvan las tropas “a casa” y para que el pueblo iraquí triunfe y conquiste la independencia nacional. Es el camino más corto y efectivo para tirar abajo a la burocracia sindical traidora y socialpatriota de la AFL-CIO, derrotar su nefasta política de consejos comunes de patrones y obreros, y organizar el combate por recuperar el trabajo, el salario digno y todas las conquistas perdidas de la clase obrera. Es el camino más corto para imponer todas las demandas de los trabajadores inmigrantes, de las victimas del Katrina, y del conjunto de los obreros y los explotados en los Estados Unidos. Es el camino para transformar a la heroica resistencia iraquí y a la lucha antiimperialista de la clase obrera norteamericana en el inicio de la revolución obrera y socialista en Irak, Medio Oriente y al interior mismo de los Estados Unidos.
√ ¡Abajo el nuevo plan de Bush, los “Republicratas” y las burguesías nativas de Medio Oriente, para ahogar en un baño de sangre la heroica resistencia de las masas iraquíes!
√ ¡Abajo el régimen del protectorado y el gobierno títere de Nouri al-Maliki!
√ ¡Apoyo incondicional a la resistencia iraquí!
√ ¡Libertad a todos los milicianos presos en las cárceles del protectorado anglo-yanqui! ¡Libertad inmediata a los milicianos antiimperialistas presos en Guantánamo!
√ ¡Por la derrota de las tropas imperialistas en Irak y por la victoria de la resistencia iraquí!
√ ¡Fuera todas las tropas imperialistas de Afganistán, Medio Oriente y Asia Central! ¡Fuera la Marina yanqui de las costas de Irán!
√ ¡Por la destrucción del estado sionista-fascista de Israel y la conquista de una Palestina laica, democrática y no racista!
√ ¡Por una Federación de Repúblicas Obrero-campesinas de Medio Oriente!
√ ¡Fuera las manos del imperialismo yanqui asesino de Somalía!
√¡Abajo la política del Foro Social Mundial de subordinar a la clase obrera norteamericana al Partido Demócrata y al parlamento de los asesinos “Republicratas!
√ ¡Por un Comando nacional de las organizaciones obreras combativas y de lucha contra la guerra, para imponer en Estados Unidos la HUELGA GENERAL CONTRA LA GUERRA, para que las arenas de Irak sean el nuevo Vietnam de las tropas invasoras!
Fracción Leninista Trotskista
17 de Enero de 2007