El trotskismo, continuidad del bolchevismo, es la única corriente que lucha verdaderamente por la democracia obrera. Así lo prueba toda su historia de lucha contra el stalinismo, y por la revolución política en los hoy ex estados obreros, contra la burocracia stalinista que usurpaba esas enormes conquistas obreras. Pero además, porque es la única corriente obrera que lucha consecuentemente contra la burocracia y la aristocracia obreras que son la correa de transmisión de las políticas de colaboración de clases y proimperialistas dentro de las filas obreras porque el programa del trotskismo es la expresión de los sectores más explotados de la clase obrera, de sus necesidades e intereses.
En Neuquén, los dirigentes del SOECN hicieron un intento para romper con los viejos estatutos de la burocracia sindical pero, al no partir de una posición consecuentemente revolucionaria, no pudieron ir hasta el final en esa ruptura. Quedaron atrapados en los marcos de los estatutos sindicales burocráticos; no terminan de romper con la injerencia del estado burgués en las organizaciones obreras, y sigue siendo un estatuto que no abarca a los sectores más explotados de los trabajadores. Esta cuestión es particularmente importante, porque en la dirección del SOECN están compañeros que pertenecen a Zanón, que es una empresa administrada directamente por los trabajadores.
Sin embargo, seguiremos insistiendo en nuestras propuestas, porque sería un triunfo no sólo de los trabajadores de Neuquén si no de todo el país, y un ejemplo para todos los trabajadores, que el SOECN avanzara hasta el final en el camino de romper con los estatutos de la burocracia. En ese sentido, reivindicamos la lucha principista dada por los compañeros de Cerámica Neuquén, que apuntan en este camino.
Sabemos que la reunión que discutió los Estatutos resolvió dejar abierto y continuar el debate sobre los mismos. Porque queremos colaborar con este esfuerzo que están haciendo los trabajadores ceramistas, es que adelantamos aquí seis mociones y un anexo, para aportar en esta discusión que, naturalmente, quedarán a decisión de los obreros de base ceramistas de Neuquén:
1- Como plantean claramente las Tesis de Pulacayo –el programa de los obreros bolivianos en su revolución de 1952, basado en el programa del trotskismo- es necesario romper con el estado burgués planteando “Fuera las manos de los ministerios patronales de las organizaciones obreras; abajo las conciliaciones, los arbitrajes obligatorios y toda legislación que permita la injerencia patronal. Abajo el cobro compulsivo de las cuotas por parte de la patronal. Los dirigentes deben cobrar las cuotas en el lugar de trabajo, y los trabajadores la pagarán voluntariamente”.
2- El sindicato debe representar a todos los trabajadores, lo que significa que un sindicato de esas características se convierte en una organización de verdaderos comités de fábricas, donde están representados todos los sectores efectivos, contratados, precarizados, tercerizados. Esto implica la lucha práctica por un programa contra la desocupación, basado en la escala móvil de salarios y horas de trabajo.
3- Los compañeros no podrán estar por un período mayor a dos años como rentados del sindicato, luego de ese período vuelven a trabajar. Esta es una máxima elemental contra la burocratización.
4- Comisión negociadora de base, y los negociadores rotan en cada entrevista. Lo que implica la subordinación total de los dirigentes a la voluntad de la base y evita que la patronal pueda corromper al negociador al ser este rotativo.
5- Asambleas democráticas, es decir que no sólo tienen que ser garantizando la presencia de la mayoría de los trabajadores parando la producción, y garantizar la libre expresión de las posiciones. Debe también garantizar la defensa de cualquier compañero atacado por concurrir a las asambleas.
6- Cuentas públicas del sindicato y Comisión de Base Revisora de Cuentas, rotativa cada 30 días.
Anexo:
Por encontrarse los dirigentes del SOECN administrando una enorme conquista de la clase obrera no sólo de Neuquén si no de todo el país, como es la fábrica Zanón, en medio de una sociedad capitalista hostil. Y por tener que comerciar inevitablemente, para sobrevivir, y vender sus productos sujetos a las leyes del mercado capitalista: El estatuto establece que dentro de la fábrica recuperada, el sindicato es independiente del consejo de administración obrera de la misma, y como tal, lucha por los derechos de los trabajadores, defendiendo su salario, y sus condiciones de trabajo y el control obrero de las mismas.
El fundamento de esta propuesta surge de las mejores enseñanzas del bolchevismo y de la Revolución Rusa de octubre de1917. Al ser un estado obrero aislado, cercado por el imperialismo y por la economía capitalista mundial, Lenin y el Partido Bolchevique luchaban por que los sindicatos defendieran los derechos de los obreros frente a los consejos obreros de administración de las fábricas, y aún contra su propio Estado obrero, para combatir todo abuso o desviación burocrática, hasta tanto no triunfara la revolución mundial.
•••
(…)
Estas propuestas también surgen de las mejores tradiciones de lucha de los trabajadores y en especial, tienen un antecedente en Neuquén: en la década del ’80, estas propuestas fueron votadas, en asambleas de cientos de obreros de la construcción integrantes de la Lista Naranja de la UOCRA, encabezada por el compañero Alcides Christiansen. Esa experiencia de lucha de los obreros neuquinos fue clave en la lucha contra la burocracia, y también un jalón de pelea por la democracia obrera para los trabajadores de todo el país.
Democracia Obrera |