volver al índice del OOI Nº 17 La debacle del NPA y Lutte Ouvrière El pasado 22 de abril se realizaron elecciones presidenciales en Francia. Se presentaron el UMP de Sarkozy (27%), el PS de F. Hollande (28%), el Frente de Izquierda, compuesto por Partido Comunista Francés, el Partido de Izquierda, que lidera Melenchon, y otros pequeños grupos maoístas, socialistas, ecologistas e incluso un sector de la LCR que se negó a entrar al NPA, que sacó el 11% de los votos. En esta primera vuelta, el Nuevo Partido Anticapitalista sacó el 1,15% de los votos y Lutte Ouvriere el 0,56%. El 6 de mayo se llevó a cabo la segunda vuelta para dirimir quién sería el presidente de la V República, que la primera vuelta no había definido. Finalmente, con una apretada diferencia, ganó François Hollande: 51.8% de los votos frente al 48,1% de Sarkozy. Un 20% del padrón electoral no se presentó a votar y un 6% votó en blanco o nulo. En esta segunda vuelta el Frente de Izquierda y el NPA llamaron a votar contra Sarkozy, es decir, apoyaron al PS, mientras LO dio libertad de acción a sus votantes. El bajísimo porcentaje de votos que sacó la izquierda radical, (NPA y LO) habla de la crisis que estas corrientes atraviesan. Hace unos años, sacaban un millón de votos en las elecciones europeas logrando tener eurodiputados. En las elecciones regionales del 2010, el NPA llegó a tener un porcentaje de dos dígitos de votos en algunas regiones. Pero la situación hoy es diferente. Al no plantear una alternativa de lucha, una salida obrera a la crisis, es decir, al no diferenciarse del Frente de Izquierda de Melenchon, e incluso del PS, los trabajadores sin una alternativa de clase, votaron por los verdaderos dueños del programa de “morigerar el ataque”: el PS y el Frente de Izquierda. Los renegados del trotskismo: el NPA y LO: Crónica de una debacle anunciada Es que no podía ser de otra manera. Estas corrientes son socialimperialistas: guardianes de los intereses de la burguesía imperialista francesa, subordinadas al régimen de la V República. Fueron parte de las direcciones, junto con las burocracias sindicales de toda Europa, que aislaron los embates de la clase obrera europea país por país y los llevaron a los pies de su propia burguesía imperialista. Pues cuando se levantaban los indignados de España, cuando los trabajadores irrumpían en combates revolucionarios contra su gobierno, cuando quemaban Totenham, estos sirvientes por izquierda de la V República ya habían apagado el fuego de los tomas de fábricas con rehenes del 2008; habían acallado a la clase obrera que ocupó la Renault, la Sony, la Continental ante los despidos, usando este combate para demandar mayores indemnizaciones. Sacaron a la clase obrera francesa fuera de combate en el momento que comenzaba a arder el resto de Europa, y de esta manera la dividieron de los embates que sus hermanos de clase daban en el continente. Desviaron el combate de los trabajadores franceses a estas elecciones, donde la burguesía presenta a sus candidatos para lograr un recambio en el gobierno una vez que Sarkozy perdió toda base social, y así puede, el ganador legitimado por estas elecciones seguir aplicando el plan de “austeridad” de Merkel-Sarkozy y ahora también de Hollande. En 2009, ni bien se fundaba, el NPA, su vocero Besancenot viajaba presurosamente a la Isla Guadalupe. Allí el proletariado se había puesto de pie combatiendo en las calles, con piquetes, huelga contra la carestía de la vida, demandando que bajen los precios de los alimentos, pidiendo un aumento de salarios de 200 euros. Mientras que en la metrópolis, los trabajadores franceses luchaban contra el ataque de Sarkozy sobre las jubilaciones. Una gran oportunidad para unir la lucha de los explotados en la colonia con los de la metrópolis, gran oportunidad para que la clase obrera de Francia, libere a sus hermanos de las colonias tomando sus demandas y al grito de “¡Abajo la V República, fuera Sarkozy! ¡Liberemos a nuestros hermanos de estos carniceros imperialistas e impongamos un gobierno de los obreros y las masas explotadas!” ¡Una gran oportunidad desperdiciada por traición de estas direcciones socialimperialistas! Por el contrario, Bensancenot viajó a Guadalupe a decirles a los obreros que los “contribuyentes franceses” no les pagarían el aumento de sueldo, que debían demandarlo a sus propios patrones o a las autoridades locales. Propuesta vergonzosa, que por otra parte… ¡era la misma que proponía Sarkozy! También por aquel entonces, el eurodiputado Alain Krivine (LCR) viajó a Palestina para expresar su acuerdo con el plan de Obama. Apoyando la constitución de un estado palestino, pero eso sí, reconociendo al estado fascista de Israel este enclave del imperialismo en medio oriente, asesino de las masas palestinas, usurpador de la nación palestina. ¡Y el que reconoce al Estado de Israel, le reconoce el derecho a seguir ocupando la tierra palestina! Tan lacayos de la burguesía francesa son que, cuando en 2007, el sector más explotado de la clase obrera francesa, la juventud hija de los inmigrantes, desplegó su odio contra la persecución policial prendiendo fuego las calles de París, estas corrientes los llamaron “marginales”, “vándalos” y llamaron a la paz y a “reconstituir el tejido social”. Estos representantes de la aristocracia obrera francesa no movieron un dedo cuando Sarkozy echaba como perros a los inmigrantes de Francia, dejando a la clase obrera atada de pies y manos para luchar junto a sus hermanos inmigrantes. En 2011, hubo excelentes condiciones para enfrentar ese ataque, cuando las masas de Túnez tiraban abajo a Ben Alí, el amigo de Sarkozy, e incluso se cobraron la cabeza de la ministro de relaciones exteriores francesa, Michele Alliot-Marie, que tuvo que renunciar porque los obreros tunecinos enfrentaban en la embajada de Francia a este imperialismo sostenedor del dictador que los oprimía. Presurosamente el NPA montó los comités de solidaridad para posar de “solidarios” con los combates de los explotados del otro lado del Mediterráneo, pero dejaron a los inmigrantes que empezaban a pelear en Francia solos. Lo mismo hizo con la lucha revolucionaria de Libia, de Egipto, de Siria, etc. Es que había que impedir que la revolución del Norte de África y Medio Oriente penetre en la Europa imperialista, única solución para los trabajadores de parar el ataque de sus propias burguesías. Lejos de eso, le dijeron a la clase obrera europea que siga presionando con marchas y luchas parciales para “morigerar el ataque” hasta desgastar sus fuerzas. Por otro lado, hicieron todo por desviar las magníficas revoluciones que estallaban en el Norte de África. En primer lugar, porque afirmaron que se trata de revoluciones democráticas que sólo buscan tirar a los dictadores y conquistar algunas libertades democráticas negando así el carácter obrero y socialista de estas revoluciones. En Túnez, con su partido, la Liga de la Izquierda Obrera, el NPA apoyó la fraudulenta Asamblea Constituyente hasta el día anterior a que se realizara (y que al día de hoy no llamaron a desconocerla) y sostuvieron a la burocracia de la UGTT que apoyó cada gobierno de transición que se puso en pie. Jamás plantearon que para ayudar a los explotados de Libia había que enfrentar a Sarkozy en Francia, pues éste era uno de los principales promotores de la intervención de la OTAN en Libia, que fue a evitar que las milicias revolucionarias llegaran a Trípoli y se hicieran del poder. Durante la campaña electoral, el NPA y LO, no hicieron una sola mención a la revolución del Norte de África y Medio Oriente, ni denunciaron la masacre del sanguinario Al Assad en Siria. Porque hoy sacan decenas de declaraciones proclamando su solidaridad con el pueblo sirio (incluso el NPA publica declaraciones de un partido que está en Siria y con el que tienen relación – la Corriente de la Izquierda Siria-) para no realizar ninguna acción real para parar la masacre de Al-Assad. ¡No llamaron a enviarle armas, ni pertrechos, ni médicos, ni medicamentos, ni nada a la resistencia siria! Podrían haber utilizado la tribuna electoral (con sus spots y horas en televisión), la influencia sindical que tienen, o el alcance de las centenas de miles votos que se felicitan de haber sacado… Pero no lo hicieron. Por eso, una vez que ya cumplieron ese rol, el de salvarle el pellejo a la burguesía imperialista francesa y de toda Europa cada vez que ésta se vio realmente amenazada, ahora ya no los necesitan más. AN y LM
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