volver al índice del OOI Nº 17

América Latina no se rinde y enfrenta a los gobiernos bolivarianos y del TLC, todos agentes de Obama y el imperialismo
Ofensiva revolucionaria de las masas chilenas
Pese a la traición de la burocracia de la COB; combaten los estudiantes, de la salud, fabriles, maestros y campesinos pobres de Bolivia

La masacre de Al-Assad a cuenta del imperialismo en Siria fue para contener la cadena de revoluciones obreras que sacuden a toda la región, y para escarmentar a las masas de Europa y a nivel mundial

 

Para que la Grecia revolucionaria no quede cercada y para que termine de ponerse de pie la clase obrera europea…

UNA SOLA REVOLUCION SOCIALISTA INTERNACIONAL

√ Hay que recuperar Homs y derrotar al asesino Al-Assad
√ ¡Viva el levantamiento revolucionario de las masas del Líbano
en apoyo a los martirizados explotados de Siria!
√ Hay que derrotar el fraude electoral del CNT en Libia
y de los generales asesinos en Egipto
√ Hay que retomar el camino de la revolución en Túnez
√ Hasta que flamee en Jerusalén la bandera de la nación palestina

La brutal contraofensiva imperialista desatada en Siria continúa. El chacal Al-Assad, armado hasta los dientes por Putin y Hu Jintao, sigue haciendo el “trabajo sucio” del imperialismo de aplastar a sangre y fuego a las masas insurrectas sirias, con la colaboración de esa Quinta Columna de los Ayatollahs iraníes y Hezbollah del Líbano, sostenida por todos los bolivarianos y el Foro Social Mundial.

Una “santa alianza” se puso de pie para evitar que las masas sirias sigan el camino de sus hermanos de clase de Libia, incluyendo a los carniceros de la Liga Árabe que decían “oponerse” a la masacre pero entraron a Siria a marcarle los objetivos de las masas para que Al-Assad desate su sangrienta masacre en Homs, Deraa y demás ciudades sirias.

El imperialismo concentró en Siria todas sus fuerzas para dislocar la cadena de revoluciones desatada en el Norte de África y Medio Oriente. Fue con la masacre desatada contra las masas sirias que se pudo asentar la Junta Militar en Egipto, que también garantizó esto con acciones contrarrevolucionarias con cientos de masacres contra los explotados que volvían a Plaza Tahrir a recuperar su revolución y la matanza en el estadio Port Said. Así lograron terminar de imponer la trampa de elecciones presidenciales que se está desarrollando en estos días, con el objetivo de legitimar un gobierno de los continuadores de Mubarak.
Esta trampa electoral ya la realizaron en Túnez, donde el año pasado se llevaron adelante elecciones a Asamblea Constituyente totalmente fraudulentas y amañadas, sostenidas por la burocracia sindical de la UGTT, ante la que se arrodillan todos los partidos social-imperialistas y de la izquierda reformista mundial, mientras las bandas salafistas y la asesina policía de Ben Alí atacan los locales de las organizaciones obreras, y reprimen y encarcelan a los trabajadores que luchan por el triunfo de la revolución que empezaron.

Se trata de un plan contrarrevolucionario contra las masas de toda la región, que incluye el llamado a elecciones constituyentes en Libia y también el accionar de los lacayos de Hezbollah que mandan a asesinar a los explotados sirios que se encuentran en la frontera del Líbano y a los trabajadores libaneses que se unen a su combate contra Al-Assad. Este plan también incluye a esos colonos sionistas fascistas que asesinan sin piedad a decenas de martirizados trabajadores palestinos.

El genocidio en Siria es una acción contrarrevolucionaria implacable que persigue el objetivo de cortar esa cadena de revoluciones que protagonizan las masas de toda la región, y escarmentar a los trabajadores que en Europa y también en el resto del mundo quieran pelear como los explotados revolucionarios el Norte de África y Medio Oriente, mostrándoles que si hacen esto su destino será el de los mártires de Homs y toda Siria. Esto significa impedir que el combate revolucionario del Magreb se extienda más allá del Mediterráneo y llegue a la Europa de Maastricht. De esta manera, dejan aislada a la clase obrera de Grecia y demás países europeos que a cada paso pugnaron por enfrentar el ataque de su propia burguesía imperialista siguiendo el camino de sus hermanos de clase de Túnez, Egipto y Libia. Esto se combinó con el ataque que sufrieron los explotados griegos
Cuando el año pasado los matones del PC les rompieron la cabeza a los trabajadores y jóvenes que cercaban el Parlamento al grito de “¡que se vayan todos, que no quede ni uno solo!” y así impidieron que se inicie la revolución europea.

Es decir, en Siria el imperialismo concentró sus fuerzas para detener en un punto la enorme ofensiva revolucionaria de masas que conmoviera al mundo durante todo el 2011, que contó también como uno de sus destacamentos de avanzada a los “indignados” que en EE.UU. cercaban a Wall Street, ese 1 % de los mayores enemigos de la clase obrera mundial.

Pero debemos afirmar que esta acción contrarrevolucionaria del imperialismo y sus lacayos de las burguesías nativas sólo se pudo realizar gracias al accionar de todas las direcciones traidoras de la clase obrera mundial.

Comienza a romperse el cerco a las masas sirias
¡Con un levantamiento de las masas de las fronteras con Siria en Líbano, Turquía, y desde Túnez para luchar contra Al Assad el masacrador del pueblo sirio a cuenta del imperialismo!

Mientras las masas sirias, luego de meses de genocidio, siguen resistiendo heroicamente sin desfallecer, los explotados de la región comienzan a romper el cerco impuesto por el imperialismo y por las direcciones traidoras de la clase obrera mundial para que sean aplastadas las masas de Siria.
En Túnez, 400 Mezquitas están llamando a una Yihad “guerra santa contra el asesino Bashar”, y están enviando milicias para combatir en Siria. Al igual que las masas de Libia, los tunecinos cuentan con decenas de mártires en las calles de Homs, Deraa y Damasco.
Al sur de Turquía se ubica la provincia de Hatay, que hasta 1939 fuera parte de Siria. Desde Hatay se abastece a la resistencia siria con alimentos, medicina y armas para combatir contra Al Assad. En esa ciudad, desde junio de 2011 hay campamentos de miles de refugiados sirios. Toda la izquierda mundial lo sabe y no movieron un dedo para ayudar a los refugiados que son familias de combatientes de Siria. 
En la frontera de Líbano con Siria se encuentra la ciudad de Trípoli donde las masas han creado un verdadero corredor donde se alimentan, curan sus heridas, resguardan a sus familias y se abastecen los combatientes de la resistencia siria.
El Ejército asesino de Líbano al mando de Hezbollah comenzó a masacrar a la población de Trípoli por ayudar a la resistencia siria dejando un saldo de más de 12 muertos y cientos de heridos y ocupando el territorio con las FF.AA. Pero las masas respondieron y enfrentan valientemente al ejército de Hezbollah para mantener ese bastión de la resistencia siria y de las masas del mundo en momentos que se combate casa a casa en las calles de Damasco y Akkar en Siria. Los voceros del imperialismo alertan aterrorizados “la guerra civil en Siria comienza a meterse en Líbano”.

¡A pesar de las masacres y las mil y un traiciones de sus direcciones: las masas no se rinden! ¡Los fusiles de la resistencia siria se sostienen en las manos de los explotados de Turquía, Líbano, Túnez y Libia! ¡Viva el combate internacional de la clase obrera del Norte de África y Medio Oriente contra Al Assad y todos los sirvientes del imperialismo!

En Siria han concentrado todas sus fuerzas las potencias imperialistas para aplicarle un duro golpe a la revolución mundial. Los explotados del Magreb y Medio Oriente saben que en Siria se define una batalla decisiva entre revolución y contrarrevolución y por ello también concentran allí sus fuerzas en acciones heroicas de solidaridad y combate: ¡Las masas no se rinden, las que se rindieron fueron sus cobardes direcciones!

Las masas del Líbano vuelven al combate, son las mismas que en 2006 derrotaron a las tropas del estado sionista fascista de Israel. La burguesía de Hezbollah desarmó a las masas de Líbano para sostener al sionista ocupante israelí y entregó la causa palestina a cambio de asociarse con el imperialismo en el negocio de las telecomunicaciones y tecnología, el mismo negocio en el que está Al-Assad y por ello lo sostiene contra las masas explotadas ¡Esa es la cobarde burguesía nativa y sus gobiernos asesinos de sus propios pueblos a cuenta del imperialismo y las transnacionales!

Si las masas de la región rompen el cerco a Siria y es aplastado Al-Assad, las trampas de desvíos electorales como los de Egipto, Libia y Túnez, serán derrotadas y volverá a ponerse de pie la cadena de revoluciones por el pan que estalló en todo el Norte de África y Medio Oriente, amenazando con destruir al estado sionista fascista de Israel y penetrar en la Europa imperialista en bancarrota. ¡Viva el combate de los explotados de Siria que no se rinden! ¡Por brigadas internacionales de las organizaciones obreras del mundo para abastecer a la resistencia siria de alimento, medicina y armas! Mientras las direcciones reformistas de la clase obrera mundial miran para otro lado y afirman que no se puede hacer nada por el pueblo sirio, la clase obrera en Turquía, Líbano, Túnez y Libia ya está demostrando que sí se puede. ¡Viva la solidaridad internacional de la clase obrera de Turquía, Líbano, Túnez y Libia con la resistencia Siria!

Fueron estas direcciones las que en Europa se dedicaron a llevar a los heroicos combates de la clase obrera y las masas a luchas impotentes de presión para terminar de someterlos a los pies de los regímenes y gobiernos burgueses imperialistas bajo la demanda de “que rectifiquen el ajuste” y de avanzar a “una Europa más social”. En el Norte de África y Medio Oriente, apoyaron las trampas y desvíos parlamentarios que se desarrollaban en Túnez y Egipto para expropiar la revolución. En Libia, donde las masas llegaron más lejos en su revolución conquistando el armamento y ajusticiando al chacal Khadafy, estas direcciones se dividieron: unas sostuvieron al CNT de los generales y políticos khadafistas, a la vez que otras apoyaban a Khadafy y se dedicaban a calumniar a los explotados en armas -a las milicias obreras y populares de Libia- como tropas terrestres de la OTAN.

En Siria se concentró su accionar más siniestro. Estas corrientes guardaron un silencio cómplice frente a la masacre a los martirizados oprimidos de Siria y no movieron un dedo para frenar semejante genocidio. Fueron enemigos de llamar a todas las organizaciones obreras que ellos dirigen e influencian a ganar las calles en apoyo a los trabajadores sirios, a organizar el envío de alimentos, medicamentos y brigadas para fortalecer a la resistencia, etc.
Es decir, mientras el estalinismo y sectores de los ex trotskistas apoyaban abiertamente a Al-Assad afirmando que los explotados sirios “están armados por el imperialismo” –como ayer calumniaban también a las milicias libias-, otras corrientes se dedicaron a mirar para otro lado, o a lo sumo, a proclamar su “apoyo” y “solidaridad” con los explotados sirios, desde lejos y sólo de palabra.
Todos ellos dejaron a los explotados de Siria aislados del proletariado mundial, y así les dejaron las manos libres a Al-Assad y el imperialismo para que aplasten sin piedad a las masas insurrectas de Siria y desaten su ofensiva contrarrevolucionaria.
Hoy, tres meses después de la masacre abierta desatada primero en Homs y luego en el resto del país, se ven los resultados: decenas de miles de muertos, que aún yacen bajo los escombros de las distintas ciudades sirias, y cientos de miles de trabajadores que con sus familias se hacinan en los campos de refugiados en las fronteras del Líbano y Turquía. Y ahora el chacal y genocida Al-Assad llamó a ¡elecciones!... sobre la “paz de los cementerios” impuesta en la Siria martirizada.

A pesar y en contra de todas las direcciones reformistas, comienza a romper el cerco contra las masas sirias

Frente a tanto silencio criminal por parte de las burocracias sindicales y las corrientes reformistas de la clase obrera mundial, sectores de la vanguardia y las masas explotadas se sublevan para combatir junto a sus hermanos de clase de Siria, al mismo tiempo que se han comenzado a levantar voces valientes que acuden en ayuda de las heroicas masas sirias, que a pesar de la masacre y de su aislamiento, siguen resistiendo para derrotar al chacal Al-Assad.

Así es que a pesar y en contra de sus direcciones, los explotados de Egipto desde febrero mismo se han movilizado de a miles a la embajada siria en El Cairo al grito de: "Assad, Assad, vas a terminar como Muammar (Khadafy)” y "Norteamérica, la OTAN, Assad y Hezbollah son quienes les cuidan las fronteras del sionismo". Más de 4.000 trabajadores y jóvenes de EE.UU. en el mes de marzo ganaron las calles y se movilizaron a la Casa Blanca en Washington contra Obama al grito de “¡Paremos la masacre en Siria!”. Los trabajadores y jóvenes de Túnez se organizan en sus mezquitas y ya han cruzado las fronteras y combaten y dejan sus mártires en Siria. En Turquía, desde los campos de refugiados de los exiliados sirios en la provincia de Hatay se organiza la resistencia contra Al-Assad. Y en el Líbano, las masas sirias junto a sus hermanos de clase libaneses comienzan a sublevarse contra Hezbollah en varias ciudades a favor del triunfo de la revolución en Siria.

En Libia, la clase obrera, las masas explotadas y sus milicias son la avanzada en romper el cerco contra los explotados de Siria, no sólo dejando sus mártires combatiendo en las calles de Homs, Deraa y todas las ciudades de Siria, sino también planteando un programa para unir las filas del proletariado internacional junto a las masas sirias, como el que votaron los trabajadores portuarios de Trípoli en su asamblea del pasado 25/04 que afirman: “Hoy en Libia necesitamos otra revolución, y si tenemos que hacer 10 revoluciones, las haremos. Y si necesitamos 20 revoluciones en Libia y en Siria, también las haremos. O vivimos bien o morimos luchando por ello. Sépanlo todos los gerentes, jefes y patrones: no descansaremos hasta conseguir nuestras demandas; y si tenemos que cerrar el puerto impidiendo la entrada y salida de mercancías, lo vamos a hacer; y si tenemos que salir con nuestros rifles a ajusticiar a todos los patrones, también lo vamos a hacer. No regalaremos la sangre de nuestros mártires”.

Estos enormes combates de las masas demuestran que siempre sobraron condiciones para que las organizaciones obreras de todo el mundo, los sindicatos de Europa y todos los partidos que se reclaman de la clase obrera, se pongan de pie en apoyo a las masas sirias organizando huelgas, boicots a la maquinaria de guerra de las tropas de ocupación de Al-Assad, acciones sobre las embajadas sirias, envíos de alimentos, medicinas, pertrechos y brigadas internacionales para ir a combatir junto a la resistencia en Siria. De haber sucedido esto, ya hace rato que el proletariado mundial le hubiera atado las manos a Al-Assad y a sus jefes imperialistas para que no sigan masacrando, cuestión que hubiera puesto a la orden del día que la revolución siria sea una “nueva Libia” y que la cabezas de Al-Assad ruede como la de Ben Alí, Mubarak y Khadafy.

Contra ese vergonzoso accionar, distintas corrientes y organizaciones obreras y estudiantiles a nivel mundial con múltiples acciones de lucha se pliegan a la lucha por romper el cerco impuesto a los martirizados explotados de Siria, pese al silencio de todas las direcciones de la izquierda mundial. Y también pese a los partidos que ahora, después de  que las masas sirias dejaron miles y miles de mártires, dicen estar de palabra contra la masacre de Al-Assad y no proponen ninguna medida de lucha, ni de solidaridad efectiva, para con los trabajadores y explotados de Siria.

Esta lucha la venimos impulsando distintas organizaciones a nivel mundial como el Comité de apoyo a las masas sirias de Argentina, conformado por estudiantes combativos, organizaciones obreras y distintas corrientes. El mismo surgió a partir de un Comité integrado por estudiantes combativos de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires y por la juventud de la LOI-CI / Democracia Obrera, que el pasado 24 de Marzo, a 36 años del golpe militar genocida en Argentina, marchó con carteles en defensa de las masas sirias, contra la masacre de Al-Assad.
Luego ingresaron a dicho Comité la Comisión de Trabajadores de Paty, Grupo TORRE, Izquierda Socialista, Comuna Socialista, Corriente Obrera Revolucionaria (COR) y La Cigarra - Asociación de Ex Detenidos, además de la LOI-CI, integrante de la FLTI.
Este comité el pasado 27/04 organizó un Acto de lucha por Siria en la facultad de Filosofía y Letras de la UBA, aunque lamentablemente no todos los firmantes que convocaban a dicha acción pusieron todas sus fuerzas para garantizarla y así algunas corrientes, como IS, boicotearon la única acción de solidaridad efectiva con las masas sirias que se hizo en ese país.
Pero a pesar de la actitud de estas corrientes, el Acto / Charla-Debate realizado en la facultad de Filosofía y Letras fue un enorme éxito a favor de las masas sirias y contra el silencio mezquino de la izquierda mundial.
Incluso allí se estableció una comunicación directa con representantes de las milicias, los obreros portuarios y toda la clase obrera de Libia, que son la avanzada en pelear por romper el cerco contra las masas sirias.

En Brasil, el Comité Internacional de apoyo a los revolucionarios de Libia y Siria, integrado por los compañeros del Movimiento Revolucionario y de la Fracción Leninista Trotskista Internacional, viene de impulsar en el congreso de Conlutas que se realizó en Brasil, una gran campaña en defensa de las masas sirias junto a los trabajadores sin techo de Curitiba, a la cual adhirieron decenas de delegados de algunas de las organizaciones de América, Europa y el resto del mundo que se hicieron presentes allí, pese al silencio de la LIT y toda la dirección oficial de Conlutas que no llevaron a votación la moción de decenas de delegados para pelear en defensa de las masas sirias.

En Chile, los estudiantes secundarios de la ACES, a pesar y en contra de sus direcciones, hacen suya la moción que impulsan los obreros portuarios de Trípoli desde Libia. ¡Viva el internacionalismo militante de los jóvenes de la ACES que se ponen de pie junto a las masas de Siria y Libia!

Desde Japón, los compañeros de la JRCL-RMF (Liga Comunista Revolucionaria – Fracción Marxista Revolucionaria) denuncian y enfrentan al asesino Al-Assad que masacra a las masas sirias. Esta es una voz decisiva que se escuchó de una corriente revolucionaria de un país imperialista en defensa de los explotados de un país semicolonial como es Siria.

De forma valiente la Corriente Socialista Revolucionaria, El Topo Obrero, de Venezuela adhieren al comunicado de los Combatientes revolucionarios de las milicias de Libia y del Comité de Voluntarios obreros internacionalistas que llaman a todas las organizaciones obreras del mundo a realizar acciones de lucha en las calles en defensa de las masas sirias. Los compañeros de CSR-El Topo Obrero luchan junto a los explotados de Siria en la Venezuela de Chávez, que es la cuna de los amigos de Khadafy y Al-Assad, y el 1° de Mayo han realizado un acto por el Día Internacional de los Trabajadores, de pie junto a los explotados martirizados de Siria.

En Zimbabwe decenas de organizaciones obreras realizaron un Acto en la ciudad de Harare, donde los obreros revolucionarios de la Workers International League –integrante de la FLTI- llevaron la moción de que los trabajadores de color de Zimbabwe –uno de los proletariados más explotados del mundo- se pongan de pie junto a las martirizadas masas sirias haciendo suyo el programa de los portuarios de Trípoli.

A esta campaña también adhiere y la viene impulsando la  FLTI, integrada por la Workers International League, de Zimbabwe, la Liga Trotskista Internacional, de Bolivia, el Partido Obrero Internacionalista – Cuarta Internacional, de Chile, el Grupo Socialista Revolucionario Trotskista Leninista, “Los Comuneros”, de Colombia, el Comité por la Refundación de la IV Internacional, de San Pablo, Brasil, la Liga Trotskista Internacional, de Perú, el Núcleo Obrero Revolucionario, de Perú, y la Liga Obrera Internacionalista – Cuarta Internacional, de Argentina.

Esta campaña la hacemos no de palabra, sino en los hechos; no con proclamas de “solidaridad” en general, sino con llamados a la clase obrera mundial y a sus organizaciones de lucha a realizar acciones en las calles en defensa de las martirizadas masas sirias, tal como sostienen los obreros portuarios de Trípoli desde su asamblea y también los Combatientes revolucionarios de las Milicias de Libia y del Comité de Voluntarios Obreros Internacionalistas que en su declaración ante el pasado 1° de Mayo afirman: “Organicemos una gran colecta en todos los sindicatos y las organizaciones obreras de Libia, Túnez y Egipto para mandarle dinero, armas, medicamentos y para ir a combatir con brigadas internacionales junto a las milicias de Libia que ya están allí, junto a nuestros hermanos de Siria.”

Con la contraofensiva imperialista en Siria, los explotadores buscan imponer la trampa del desvío parlamentario a la revolución en Libia

Como se ha demostrado, la cuestión siria es un enorme test ácido que separa con claridad a los revolucionarios que estamos por el triunfo de la revolución socialista en toda la región, y a los reformistas lacayos de la burguesía.
Esta divisoria también se establece porque la ofensiva contrarrevolucionaria en Siria fue fundamental para imponer el desvío parlamentario que está llevando adelante el CNT en Libia con su llamado a elecciones para una Asamblea Constituyente el próximo mes de junio, luego de que fracasaron en desarmar a las masas.
Ahora con el engaño del llamado a la Asamblea Constituyente –como lo hicieron en Túnez y Egipto-, persiguen el objetivo de legitimar con millones de votos una nueva Constitución de Libia que será la base para reconstituir el estado maltrecho y un régimen burgués de los “jefes de las tribus”, es decir, un régimen khadafista sin Khadafy. Luego de esto, a renglón seguido, estarán en las mejores condiciones para cooptar a sectores de las milicias obreras y populares como un ejército regular, que con una fuerte casta de oficiales, se encargará de desarmar a los explotados en armas.
Estamos ante un nuevo capítulo de la revolución libia, ésta vez, con la imposición de un desvío parlamentario para intentar estrangular la revolución.

Ante el dislocamiento de la cadena revolucionaria de toda la región, con cada revolución del Norte de África y Medio Oriente intentando ser cercada país por país, el imperialismo utilizó la masacre en Siria como un chantaje para que los explotados libios acepten este llamado a elecciones. La heroica clase obrera de Libia y sus milicias, que vienen de estar 42 años bajo la dictadura del chacal Khadafy, entran llenas de ilusiones a esta trampa electoral, porque por responsabilidad de todas las direcciones traidoras que las dejaron aisladas, no encuentran otra alternativa. Así, sin dirección revolucionaria, las masas armadas no pudieron hacerse del poder que tenían al alcance de la mano. Los quisieron desarmar, quisieron corromper a sectores de las masas en armas e intentaron provocaciones y golpes parciales contrarrevolucionarios, pero los lacayos del imperialismo del CNT y sus generales khadafistas, aún están lejos de haber derrotado a las masas, pero con este desvío parlamentario intentarán crear mejores condiciones para lograrlo, legitimando con votos un gobierno agente directo de la burguesía y el imperialismo.

La trampa electoral intenta cerrar una verdadera crisis revolucionaria en las alturas, basada en una crisis y debilidad extrema de un gobierno burgués jaqueado y  cercado por la existencia de un doble poder armado de las masas. El desvío parlamentario viene a fortalecer al poder burgués, que será un gobierno e instituciones rebozadas del estado patrronal. Esta situación se vuelve grave para las masas. Dos poderes en un mismo estado no pueden ni podrán coexistir. El choque entre ellos será inevitable.
Las masas necesitan imperiosamente de una dirección revolucionaria que no sólo acelere la experiencia de las masas con este desvío parlamentario, sino que impida su desarme y prepare las condiciones para la victoria en un choque inevitable con la burguesía, el imperialismo y su estado.

Los trotskistas luchamos por enfrentar el cerco contra las masas libias. Como parte de este combate, es nuestra obligación acompañar a los explotados para que éstos superen el desvío parlamentario y fortalezcan sus organismos armados de autodeterminación y democracia directa (los comités de fábrica, de desocupados, de inquilinos, los consejos obreros… es decir, los soviets) para la toma del poder, desenmascarando a cada paso que las elecciones convocadas por el CNT son elecciones amañadas y fraudulentas.
Es que en primer lugar los que pelearon y murieron enfrentando a Khadafy no conquistaron el pan y un salario digno, mientras las petroleras imperialistas y todas las transnacionales continúan saqueando toda la riqueza de Libia. Son elecciones fraudulentas porque vienen a darle continuidad a esta situación y por ello quieren vestir de “democracia” a 200 políticos que serán electos en dicha Constituyente, quienes definirán, a espaldas del pueblo, el destino de 6 millones de libios.

Lo que realmente necesitan los explotados libios es que sus organizaciones de lucha, sus milicias y sus organizaciones obreras se hagan del poder y expulsen del mismo a todos los generales y viejos políticos khadafistas, llevándolos a todos a tribunales obreros y populares que los juzguen y castiguen.
Solo un gobierno así, de ruptura con la burguesía y el imperialismo, podrá inclusive convocar -y será el único que lo podrá hacer- a una Asamblea Nacional Libia que sea verdaderamente democrática, libre y soberana. Esta debe ser elegida con un diputado electo cada 10.000 habitantes, tomando el país como distrito único, que sean revocables en cualquier momento, vuelvan a trabajar cuando finalice su mandato y perciban el salario medio de un obrero; que rompa y desconozca todos los pactos económicos, políticos y militares con el imperialismo; que disuelva la institución presidencial, todas las instituciones del régimen actual y la justicia khadafista para crear un gobierno barato con una cámara única ejecutiva, legislativa y judicial. Esta Asamblea Nacional será verdaderamente democrática si romper con el imperialismo, es decir, si expropia sin pago y bajo control obrero el petróleo, las fábricas y bienes de las transnacionales y la burguesía nativa para brindarle pan, salarios dignos, trabajo, vivienda, salud y educación de calidad a todos los obreros y el pueblo pobre de Libia, todo el Norte de África y Medio Oriente. Para ello, se deberá declarar como ciudadanos de honor a todos los obreros de Egipto, Túnez y toda la región que trabajan en Libia produciendo las riquezas de la nación, garantizando que ellos tengan plenos derechos, salarios dignos e iguales condiciones laborales a todos los trabajadores de Libia.
Para que esta Asamblea sea verdaderamente democrática, las masas no deben entregar sus armas y deben redoblar el armamento de los obreros en su lugar de trabajo y desarrollar milicias obreras que funcionen con democracia directa, donde los milicianos eligen y destituyen a sus jefes, y todos dependen de los comités de fábrica y del pueblo podre, de donde han salido, para defenderlos ante los explotadores, hambreadores y saqueadores del pueblo libio.
La burguesía y sus generales y políticos khadafistas intentarán desarmar a las masas. Sin eso, no podrán estabilizar ningún estado burgués que garantice el robo de los recursos naturales de Libia y que siga explotando a los trabajadores, en iguales o peores condiciones que con Khadafy.
La clase obrera tiene en primer lugar de organizarse como clase frente a la clase de los ricos y millonarios, que son apenas una pequeña minoría que hoy sostienen al CNT, al imperialismo y entre bambalinas, con los jefes de las petroleras, conspiran contra el pueblo y los trabajadores de Libia.
La clase obrera debe ejercer su derecho democrático a peticionar, a levantar sus pliegos de reclamos y a imponerlos con su lucha, su armamento y su decisión de vencer. ¡A igual trabajo, igual salario para todos! ¡2.800 dinares como salario mínimo, vital y móvil! Con los recursos de la expropiación a las petroleras y las transnacionales, conquistar vivienda, salud y educación gratuita para todos.
Un congreso nacional de las organizaciones obreras y sus comités armados se vuelve indispensable, puesto que no hay ni habrá democracia verdadera en Libia si la amplia mayoría de la población, que son los trabajadores y el pueblo pobre, no comen ni viven dignamente, mientras una minoría de parásitos explotadores y saqueadores de la nación se roban sus riquezas.

Esta sí sería una verdadera democracia a favor de la amplia mayoría oprimida del pueblo libio; y no al servicio de un puñado de burgueses que buscan volver a poner en pie el régimen de Khadafy, esta vez, sin Khadafy para seguir hambreando al pueblo y entregando la nación al imperialismo.

Pero aún, insistimos, las tareas mínimas democráticas de conquistar una Asamblea Nacional auténticamente libre, soberana y democrática, no las pueden ni las van a garantizar esos políticos y generales khadafistas del CNT, ni los “jefes de las tribus” que sostuvieron durante más de 40 años a Khadafy y como era él, son todos sirvientes del imperialismo.
Por ello reafirmamos que solamente un gobierno provisional revolucionario de los comités de fábricas y las milicias obreras que no se venden al CNT ni entregan sus armas, basado en los organismos de lucha, democracia directa y armamento de los explotados libios, e impuesto con una insurrección triunfante sobre los escombros del CNT, podrá garantizar una Asamblea Nacional Libia que sea verdaderamente democrática, libre y soberana, la ruptura con el imperialismo, la recuperación de las enormes riquezas petroleras de la nación a manos de las empresas transnacionales que se las roban y garantizar el pan y la dignidad para todos.

Estas tareas hoy son de vida o muerte para la revolución libia. Es que con el actual desvío parlamentario y su trampa electoral, la burguesía busca adormecer a las masas mientras prepara nuevos ataques contrarrevolucionarios contra los explotados para desarmarlos y avanzar en derrotar definitivamente su heroica revolución, aplastando su doble poder.

Pero la revolución libia y de toda la región no se resolverá en un acto. Ya vimos el primer capítulo cuando las masas protagonizaban a principios de 2011 una cadena de insurrecciones locales en todas las ciudades de Libia, desarmando a la policía, partiendo el ejército de Khadafy y conquistando su armamento. El imperialismo mundial actuó armando hasta los dientes a Khadafy para que aplaste la insurrección en Trípoli en febrero de 2011, mientras mandaba a un sector de la oficialidad del ejército y de los políticos khadafistas a poner en pie el CNT que buscaba impedir que las masas avanzaran a la ciudadela del poder. Todo este plan fue garantizado con la intervención de la OTAN, pero por la heroicidad de las masas éste fracasó rotundamente. Una vez que las masas llegaron a Trípoli y meses después se hicieran con la cabeza del asesino Khadafy, los generales y políticos khadafistas del CNT, agentes del imperialismo, quisieron desarmarnos por la fuerza, intentando juzgar a los combatientes que ajusticiaron al perro Khadafy y dictando un ultimátum para que las milicias entreguen sus armas el 20 de diciembre del año pasado (mientras sectores de la izquierda reformista calumniaban a las milicias afirmando que eran “tropas y agentes del imperialismo y la OTAN). Por el momento, este plan –que consagró el segundo capítulo de la revolución libia- le fracasó al CNT y sus secuaces. Entonces se abrió un tercer momento de la revolución, con el CNT buscando profundizar la división de las filas de las masas explotadas, para cooptar a un sector de los milicianos, otorgándoles mayores indemnizaciones a todos aquellos que reconozcan al CNT como el gobierno legítimo de Libia, con el objetivo de corromperlos. Esto tampoco lograron conseguirlo. Y hoy, con la trampa del llamado a elecciones, estamos ante el cuarto capítulo de esta heroica revolución de los obreros y explotados de Libia.

Su futuro dependerá de cuán temprano y rápidamente madure una dirección revolucionaria internacionalista de las masas de Libia, y de que en medida la clase obrera de Túnez, Egipto, Yemen logran romper los cercos que les impusieron las direcciones traidoras del proletariado mundial a sus combates y en qué medida la resistencia siria avance en darle golpes decisivos al asesino Al-Assad.
La burguesía palestina, lacaya del sionismo y del imperialismo, tanto de Hamas como de Al Fatah y Hezbollah, contienen a las masas palestinas mientras el ejército sionista y los colonos fascistas atacan diariamente a los trabajadores y el pueblo en los campos de concentración de Gaza y Cisjordania.
El levantamiento de las masas del Líbano en apoyo a las masas de Siria y un levantamiento de las masas palestinas contra la más grande de las autocracias contrarrevolucionarias de la región, el estado sionista-fascista de Israel, podrá actuar como un shock revolucionario capaz de sublevar a todos los explotadores de la región en un nivel superior e combate del que se ha visto hasta ahora.
De allí que la puesta en pie de un partido revolucionario en Libia, está indisolublemente ligada a la tarea de poner en pie el partido mundial de la revolución socialista y de forma particular, a un partido revolucionario unificado que logre unificar a las masas revolucionarias del Magreb y Medio Oriente, y sublevarla junto a la clase obrera de Grecia y todo Europa, y junto a los jóvenes y obreros que cercan a la súper-oligarquía financiera de Wall Street.

Esta nueva trampa contra las masas libias, las encuentra en una situación distinta y con una particularidad en relación a sus hermanos de Túnez, Yemen y Egipto. Es que en Libia las masas destruyeron la casta de oficiales burguesa del ejército de Khadafy y a la policía asesina.
El pan aún no está en los hogares donde murieron los que se sublevaron por el pan, la justicia y la dignidad. Por ello aún luego de que se hicieran elecciones en Misarrata para el Consejo Local, éste fue atacado por las milicias y las masas explotadas con una huelga general para defender a sus lisiados de guerra y conquistar el pan que aún no está en su mesa.

Las milicias de Libia han decidido y votado mantenerse independientes del proceso electoral, y no empadronarse para votar, para garantizar “que nunca más un gobierno maltrate al pueblo”. Se trata de plantearles y explicar pacientemente hoy a los explotados en armas, que el único gobierno que no maltratará al pueblo, es un gobierno de los trabajadores sostenidos en las milicias de los trabajadores y el pueblo.
Habrá que desoír todo llamado a constituir un ejército regular, una “escuela de oficiales de guerra” y el desarme de la base de las milicias para que pasen a reservistas. Esto no se puede permitir, porque será reconstituir un nuevo ejército de generales con medallas y condecoraciones, ladrones y asesinos del propio pueblo libio.
Esto significará que las armas volverán a los cuarteles para que los oficiales de los ricos y parásitos capitalistas de la nación, las usen nuevamente contra los trabajadores y el pueblo. Por eso… ¡los trabajadores y el pueblo no se desarman! ¡Las armas no se entregan, porque el que no conquista las armas, no conquista el pan!
Los trabajadores libios deben aprender de sus hermanos explotados de Egipto que justamente por no tener las armas y por no haber podido aún desarmar a esos oficiales y esa policía asesina de Mubarak, cada vez que salen a luchar son brutalmente masacrados en la Plaza Tahrir y las calles de Egipto.
Hay que decirle la verdad a las masas de Libia: el únicio objetivo que persiguen el CNT y los patrones khadafistas de Libia es desarmar a las masas para seguir explotándolos igual o peor que Khadafy. Esta es la verdad que comprendrán los trabajadores de Libia a partir de su propia experiencia.
Los trotskistas de la FLTI los acompañamos en los momentos más difíciles y críticos de la guerra civil, fuimos parte, carne y sangre de sus combatientes y sus muertos fueron y son nuestros muertos. No permitiremos que nuestros hermanos sean llevados a trampas y callejones sin salida. No los dejaremos solos. Acompañeremos su experiencia pero diciéndoles la verdad, siempre la verdad. Porque estamos seguros de que juntos la conquistaremos y juntos daremos las peleas decisivas por el pan que aún quedan por dar, y la más decisiva de todas, que es la lucha por la toma del poder.

A pesar de la traición de sus direcciones, la clase obrera presenta batalla a nivel mundial
¡Por un nuevo reagrupamiento de las fuerzas revolucionarias internacionalistas para dotar al proletariado de una dirección para triunfar!

No está dicha la última palabra en la revolución libia, ni en todo el Norte de África y Medio Oriente, ni en la lucha de clases a nivel mundial, donde aquí y allá, distintos destacamentos del proletariado a nivel internacional, presentan batalla ante la contraofensiva imperialista, en momentos, en que el crac mundial y la bancarrota del capitalismo no hacen más que profundizarse. Los “indignados” de España han vuelto a ganar las calles, en momentos en que los “indignados” de EE.UU. organizaban una huelga general en todo el país el pasado 1° de Mayo contra los parásitos de Wall Street y en defensa de los trabajadores inmigrantes. Los explotados del este de Europa vuelven a entrar en escena combatiendo contra los planes de hambre del FMI. Las masas sirias, junto a los combatientes de Libia que luchan en Homs, Deraa y Hama, y los explotados de toda la región, resisten con enorme heroísmo la brutal ofensiva del carnicero Al-Assad, sirviente de Obama. En América Latina, los trabajadores de la salud, los estudiantes combativos y los campesinos pobres del TIPNIS en Bolivia enfrentan al gobierno asesino y hambreador de Morales; mientras en Chile vuelve a conmover el enormes ascenso de la juventud, el movimiento minero y los trabajadores que a cada paso, a pesar y en contra de sus direcciones, pugnan por tirar al gobierno de Piñera y hacer volar por los aires al régimen cívico-militar pinochetista, para abrir paso a la segunda revolución chilena.
Está claro que las energías de las masas a nivel mundial no se han agotado, pero también está claro que fueron las corrientes de la izquierda reformista mundial las que “se rindieron” y entregaron, cercaron y aislaron cada combate revolucionario de los explotados, creando hoy las peores condiciones para la lucha de la clase obrera contra los capitalistas.
¡Lo que ha quedado claro es que con esas direcciones no se puede pelear, ni mucho menos pensar en triunfar!

Pelear por resolver la crisis de dirección, es decir contra la sobreabundancia de direcciones traidoras y ante la falta de una dirección revolucionaria para el triunfo del proletariado mundial, se ha vuelto una tarea decisiva. Así lo demuestra la situación a la que han llevado a los explotados revolucionarios de Libia, al igual que la cuestión siria, griega, cubana y demás test ácidos que hoy separa con claridad a los revolucionarios de los reformistas.
Hay que conquistar un nuevo reagrupamiento internacional de las fuerzas revolucionarias de la clase obrera mundial contra las direcciones de la izquierda reformista que cercaron el combate de las masas de Libia y silenciaron la masacre en Siria; que levantan las banderas de la “Asamblea Constituyente” para someter a la clase obrera a los desvíos parlamentarios; que en Grecia están con los “anticapitalistas” de Syriza que se reunieron con el presidente griego postulándose para administrar el gobierno del capital financiero griego y pregonan un “gobierno de unidad de toda la izquierda” como una nueva variante de la “vía pacífica al socialismo” del estalinismo, mientras afirman, todos a los pies de los hermanos Castro, que el “socialismo no va más ni siquiera en Cuba”.
Se ha puesto a la orden del día la lucha por un Polo Internacional para centralizar las fuerzas auténticamente revolucionarias bajo las banderas del triunfo de la revolución socialista internacional, contra estas direcciones reformistas centralizadas por el gran capital para salvarlo de los embates revolucionarios de las masas.

La pelea por poner en pie esa dirección revolucionaria no es una tarea tan solo de los revolucionarios de Libia, de las masas de todo el Norte de África, de los explotados griegos o de la clase obrera cubana. Es una tarea de todas las corrientes principistas del movimiento trotskista a nivel internacional y las organizaciones obreras revolucionarias. Las fuerzas para ello ya comienzan a ponerse de pie en los enormes combates que protagonizan la clase obrera y los explotados en distintos focos del planeta, a pesar y en contra de sus direcciones, y también con distintas corrientes revolucionarias que, desde Japón o Venezuela por ejemplo, atan el destino del combate de su propia clase obrera a la suerte de los explotados de Libia y Siria.
Por ello desde la Fracción Leninista Trotskista Internacional llamamos a conquistar este Bloque Internacional a todas las fuerzas sanas del marxismo internacional y las organizaciones obreras revolucionarias que combaten por derrotar los desvíos parlamentarios en el Norte de África y poner en pie un partido revolucionario para la toma del poder en Libia y toda la región; por romper el cerco contra las masas sirias y derrotar el chacal Al-Assad, agente del imperialismo; por que la clase obrera mundial derrote la restauración del capitalismo en Cuba echando a los hermanos Castro y toda la proto-burguesía cubana; por que en Grecia se inicie la revolución europea, desde Portugal hasta las estepas rusas; por que en Chile vuelvan los Cordones Industriales victoriosos; por que en Bolivia se ponga de pie y triunfe la COB del ’52; es decir, por conquistar la unidad de las filas obreras a nivel internacional para responder ataque de los capitalistas con un ascenso revolucionario de masas a nivel mundial, y por dotarle al proletariado de una dirección revolucionaria que lo lleve a la victoria bajo las banderas de la IV Internacional.

 

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