Lampedusa - ITALIA
Al grito de “¡Libertá, libertá!”, enfrentan al gobierno de berlusconi
¡Viva el combate de los obreros tunecinos en la isla italiana!
¡El movimiento obrero europeo debe ponerse de pie junto a sus hermanos de clase del Norte de África y Medio Oriente!
¡Una sola clase, un solo combate internacionala uno y otro lado del mar Mediterráneo!
Entre los días domingo 10 y lunes 11 de abril, los obreros inmigrantes que se encuentran retenidos en Lampedusa (Italia) han protagonizado una heroica sublevación al grito de "Libertá, Libertá" contra el gobierno imperialista de Berlusconi.
Hartos de vivir bajo la órbita de un campo de concentración a cielo abierto, donde son tratados como basuras, los explotados inmigrantes irrumpieron desplegando todo su odio contra el régimen fascista –que nada tiene que envidiarle a los de Hitler y Mussolini- al que están sometidos. Prendiendo fuego al edificio central del "campamento" y enfrentándose con la policía y las bandas fascistas de la "Liga Norte", los obreros inmigrantes tunecinos, libios, etc., dejaron en claro que son carne y sangre de las revoluciones que desde el Norte de África y Medio Oriente conmueven al mundo.
Indudablemente, este combate internacionalista de los obreros inmigrantes en suelo europeo, es parte de la lucha del proletariado de Egipto contra la farsa burguesa del "referéndum" que intenta expropiar la revolución en ese país; de las heroicas masas revolucionarias libias que resisten el ataque contrarrevolucionario del régimen asesino de Gadafi y las tropas imperialistas de la OTAN; de la combativa clase obrera que en el mismo Túnez sigue embistiendo contra el gobierno pro imperialista de Essebsi y de las masas explotadas de Siria que resisten heroicamente los cañones del ejército contrarrevolucionario de Bachar El Asad.
Los trabajadores inmigrantes son los que hoy están llevando el fuego de la revolución al interior de la Europa imperialista, y son quienes le muestran al movimiento obrero mundial cómo se lucha y cómo se enfrenta a los parásitos capitalistas que han convertido al mundo en una sucia prisión. Este combate revolucionario en Lampedusa es la guía a seguir por todos los obreros inmigrantes del mundo, comenzando por los obreros latinos que son encarcelados en EE.UU. y masacrados en la frontera con México por las fuerzas represivas del estado y las bandas parapoliciales. ¡Así se lucha! ¡Prendamos fuego y destruyamos todos los campos de concentración del mundo! ¡Viva el combate de los obreros inmigrantes, vanguardia del proletariado internacionalista que lucha por su liberación en las entrañas mismas de las potencias imperialistas!
El gobierno italiano y todos los representantes de la burguesía tienen terror de que esta vez sea el proletariado moderno el que incendie Roma, como decenas de siglos atrás lo hiciera Espartaco y el movimiento de esclavos.
La clase obrera europea debe comprender que la revolución en Medio Oriente y el Norte de África ha venido en su ayuda. Ya las masas revolucionarias de Túnez le han dado un golpe al gobierno francés cobrándose, con su combate, la cabeza de la ministra francesa de relaciones exteriores Michèlle Alliot-Marie. Este camino, de lucha política contra los gobiernos imperialistas, es el que debe tomar en sus manos y profundizar el movimiento obrero europeo. Para ello hay que derrotar a todas las direcciones traidoras. Porque mientras más lejos esté la clase obrera en Europa de la revolución, mientras más se permita que la burguesía imperialista oprima a naciones enteras, y reprima y hambree a los obreros inmigrantes; más se fortalecerá la reacción en sus países y más duros serán los ataques que recibirá sobre sus propias filas.
Cientos de trabajadores inmigrantes yacen muertos bajo las aguas del Mediterráneo.
¡La clase obrera mundial debe parar esta masacre!
Esta heroica sublevación de los trabajadores inmigrantes contra el régimen fascista que reina en Lampedusa, fue en respuesta a las condiciones infrahumanas a las que los tienen sometidos el gobierno de Berlusconi y toda la Unión Europea.
Sin ir más lejos, el pasado 6 de abril, 250 obreros procedentes de Libia –en su mayoría mujeres y niños- naufragaron en el Mar Mediterráneo, cuando volcó la barcaza en que viajaban a Europa. Esto no es nuevo. En lo que va del año ya han muerto más de 500 trabajadores "ilegales" que intentaban llegar a Italia.
Los gobiernos imperialistas, con el asesino Berlusconi al frente, quisieron hacer pasar esta masacre como un mero "accidente" provocado por las fuerzas ciegas de la naturaleza. Ellos MIENTEN. Los explotados del mundo debemos saber que las flotas más grandes de las potencias imperialistas que monitorean y patrullan todo el Mediterráneo -con la excusa de "detener una catástrofe humanitaria"- no movieron un dedo para impedir que la barcaza de los obreros inmigrantes sea devorada por el mar. ¡Esto no fue un "accidente", fue un ASESINATO!
Con la revolución y la contrarrevolución sacudiendo el Norte de África y Medio Oriente, miles de tunecinos, libios, egipcios, etc., intentan llegar a Europa en busca de pan y trabajo. Su vía de ingreso son las islas del sur de Italia.
Sarkozy (Francia) y Merkel (Alemania), que deben profundizar su ataque contra el proletariado europeo, afirmaron que no abrirían sus puertas a los inmigrantes, salvo a los que tengan suficientes "recursos financieros".
Así fue que el gobierno italiano dio la orden de encerrar a los inmigrantes -que un mes atrás marchaban por las calles de Lampedusa clamando por "trabajo"- en barcos y contenedores, para expulsarlos a sus países de origen; al mismo tiempo que en acuerdo con Francia reforzaban la presencia de barcos militares frente a las costas de Túnez.
Esta es la forma en que tratan las potencias imperialistas a los trabajadores inmigrantes, que hoy intentan volver a Europa después de haber sido "deportados"; cuando en verdad, fueron estos trabajadores –el sector más superexplotado y el corazón de la clase obrera europea- los que hacen e hicieron funcionar Europa.
La burguesía imperialista, atemorizada por los combates de los explotados en Túnez, Libia, Egipto, Siria, Argelia, Bahrein, busca que las llamas de la revolución proletaria del Magreb no crucen el Mediterráneo e incendien la Europa de Maastricht. Quieren impedir que se sincronicen los combates revolucionarios del Norte de África y Medio Oriente con la sublevación de la clase obrera de las metrópolis imperialistas y del este europeo, donde justamente está la llave para el triunfo de la revolución obrera y socialista que ha comenzado.
Para esta tarea la burguesía ha reclutado y centralizado a todas las direcciones reformistas que hoy callan vergonzosamente lo sucedido en Lampedusa, como siempre lo hicieron con los padecimientos inauditos que soportan los trabajadores inmigrantes en Madrid, Paris, Londres y Berlín.
Los socialimperialistas guardan un silencio criminal frente a la dramática situación de los inmigrantes en Italia y toda Europa
Las direcciones oficiales de los grandes sindicatos en Europa y los partidos que hablan en nombre de la clase obrera y la "revolución socialista", guardan hoy el más absoluto y cómplice silencio ante la hambruna y la represión con que sus gobiernos imperialistas castigan a miles de obreros inmigrantes en Lampedusa y toda Europa.
Es que no puede ser de otra manera. Son las mismas organizaciones que no movieron un solo dedo a favor de los trabajadores inmigrantes africanos cuando, en enero de 2010, la Olivetti, la Fiat y el Vaticano, en Rosarno -sur de Italia- sacaron a las calles fuerzas protofascistas ligadas a la camorra bajo el lema de "cazando al negro". En esa ocasión los trabajadores inmigrantes respondieron con una fenomenal revuelta, quemando coches, contenedores de basura y combatieron en las calles contra los policías. Esa heroica lucha gestó el llamado, en marzo de 2010, a una huelga general de los trabajadores inmigrantes en toda Europa.
Ante este ejemplar combate, ninguna de las centrales sindicales, ni las corrientes estalinistas, los PCs y los partidos que se dicen "trotskistas", llamaron a poner en pie comités de obreros nativos e inmigrantes armados, para derrotar a las bandas fascistas, pagadas por los monopolios imperialistas. Ni en Italia, ni en ningún país europeo.
Indudablemente, esta "indiferencia" ante la suerte de los obreros inmigrantes también es continuidad de la política que aplicaron los sindicatos ingleses (TUC) en el 2009, cuando culpaban a los "inmigrantes" de la crisis económica y clamaban "trabajo inglés para los ingleses".
En Francia, en 2010, cuando los trabajadores se levantaron en todo el país contra la ofensiva del gobierno de Sarkozy, la burocracia de las centrales obreras armó un cordón de "seguridad" en las movilizaciones para impedir que los jóvenes desocupados, hijos de inmigrantes de las cités y vanguardia del proletariado francés -a los que llamaban "vándalos"- impusieran su impronta y desplegaran toda su energía revolucionaria, como años atrás lo hicieran al grito de "todas las noches haremos de Paris una Bagdad".
La criminal política de estas direcciones es coherente con el programa que tienen ante la revolución del Norte de África y Medio Oriente: mientras se llenan la boca hablando de las "revoluciones árabes", ocultan cínicamente el drama de miles de trabajadores inmigrantes sometidos y perseguidos por toda Europa. Son partidos que representan los intereses de la arrogante aristocracia y burocracia obrera, cuyos privilegios son obtenidos del saqueo del mundo colonial y semicolonial y la superexplotación de los obreros inmigrantes. Por ello se niegan a llamar a que el movimiento obrero ataque la propiedad imperialista y luche junto a sus hermanos de clase del mundo oprimido.
Los renegados del trotskismo de Inglaterra sirvientes de su propia burguesía
El SWP inglés, por ejemplo, organiza en Londres el encuentro "Marxismo 2011", donde hablará de "la revolución permanente" para las "revoluciones árabes", mientras que a la clase obrera inglesa le plantea como única tarea sacar a los Tories y defender sus "derechos democráticos". Por eso, no dice nada sobre el Partido Laborista -que sostiene la intervención militar de Inglaterra en Libia-, ni llama a derrocar a la asesina monarquía inglesa. Es decir, hablan de "revolución", siempre que se mantenga bien lejos de Europa. Pero en Inglaterra someten a la clase obrera a impotentes marchas de presión contra los planes de austeridad del gobierno imperialista. Así quedó demostrado en la gran marcha del 26 de marzo, en la cual liquidaron una gran oportunidad para dar el primer paso hacia una huelga general revolucionaria continental.
El SWP no plantea ninguna obligación para con las masas revolucionarias del Norte de África y Medio Oriente, demostrando ser defensores acérrimos de su burguesía imperialista, tanto dentro como fuera de Inglaterra. Un ejemplo, declaran "no a la intervención" de Estados Unidos, Francia e Inglaterra, en Libia". Sin embargo, se niegan a impulsar la lucha del movimiento inglés por la derrota militar de las tropas asesinas inglesas en Libia. ¡No está con las masas insurreccionadas del Norte de África y Medio Oriente quien no combate porque las arenas del desierto sean la tumba de los invasores imperialistas, como décadas atrás lo fue Vietnam para las tropas yanquis!
Los socialimperialistas del NPA de Francia... una vez más a los pies de la V República
Por su parte, el Nuevo Partido Anticapitalista de Francia también guarda el más siniestro silencio frente a los inmigrantes de Lampedusa. Habla de las "revoluciones árabes" diciendo que "hay que devolver las riquezas de los dictadores al pueblo" y que hay que presionar al gobierno de Sarkozy para que deje de cobrar la deuda externa en los países donde ha comenzado la revolución. Para ello proponen a la clase obrera francesa hacer solamente comités de "solidaridad" en general. Estos "anticapitalistas" no le dicen a la clase obrera de sus países que la única solidaridad posible con los obreros tunecinos, libios, egipcios, etc. es un combate unificado de los trabajadores en Europa por el triunfo de la revolución obrera y socialista en la región. Por eso se niegan a luchar por la expropiación de los monopolios franceses que saquean África. No han hecho ni un tímido llamado a boicotear la maquinaria de guerra del ejército francés que masacra en Libia y Costa de Marfil, y que patrulla cazando inmigrantes en el Mediterráneo. ¿Huelga general en toda Europa con los inmigrantes para luchar por igual trabajo, igual salario, y para barrer a los gobiernos y regímenes asesinos de toda Europa, partiendo por la V República francesa? "No hay condiciones", repiten.
El camino para el proletariado francés no es el que marca el NPA, que con su partido en Túnez, dentro del frente "14 de enero" y de la mano de la burocracia de la UGTT, son una pata más del gobierno de frente popular que en ese país intenta expropiar la revolución. El camino para el proletariado francés lo marcan las masas revolucionarias que combaten a los regímenes y gobiernos sirvientes del imperialismo, con los métodos de la revolución proletaria.
Al grito de "el enemigo está en casa", la clase obrera europea debe sublevarse y conquistar la Huelga General Revolucionaria en todo el continente
La tardanza de una intervención revolucionaria de la clase obrera europea –tardanza impuesta por las direcciones socialimperialistas- es lo que garantiza, por ahora, que las revoluciones que han comenzado intenten ser expropiadas con una política de frente popular de colaboración de clases, como en Bengasi, Egipto o Túnez. Esta política, de sometimiento del proletariado a la burguesía, no hace más que fortalecer a las potencias imperialistas contra su propio proletariado. Por esta razón, la clase obrera europea hoy debe entrar en ofensiva revolucionaria contra su propia burguesía imperialista.
El proletariado mundial debe ponerse de pie ya mismo. Debe luchar implacablemente contra toda ley antiinmigrante como la que quieren aplicar en Florida, EE.UU., que será mil veces más reaccionaria que la de Arizona. Debe derrotar la ley aprobada en el parlamento de los carniceros imperialistas franceses, que prohíbe el uso del velo integral a miles de mujeres inmigrantes árabes. Con estas leyes reaccionarias los estados imperialistas legitiman su redoblado ataque contra los trabajadores inmigrantes.
La clase obrera europea y estadounidense debe hacer suyo el combate de las masas afganas que, ante la provocación de una secta fascista religiosa que quemó el Corán, incendió la sede de la ONU en Kabul. Ante esto, si bien los marxistas afirmamos que la religión es el opio de los pueblos, estamos incondicionalmente en las barricadas de toda acción antiimperialistas de los pueblos oprimidos del mundo.
Los obreros norteamericanos deben generalizar a todo EE.UU. el grito de los trabajadores de Wisconsin que salieron a luchar contra el gobierno de Obama al grito de "¡hay que luchar como en Egipto!". Nuevamente tienen que levantarse los obreros inmigrantes negros, latinos y chicanos que en el 2008 se movilizaban por millones en todo Estados Unidos.
Los obreros griegos deben volver a irrumpir contra el gobierno de Papandreau y retomar su lucha internacionalista bajo las banderas de "¡pueblo de Libia no están solos, estamos junto a ustedes!”. Este camino ya lo están marcando los obreros y jóvenes italianos que cortaron las rutas del ferrocarril en la frontera de Francia e Italia al grito de: "¡De Lampedusa a Bologna, BIENVENIDOS! ¡Libertad a los inmigrantes!" Hay que profundizar ese combate. Hay que marchar sobre los campos de concentración y liberar a los obreros inmigrantes.
La clase obrera europea tiene en sus manos la tarea de unificar las filas de todos los explotados. Debe pelear por ¡Igual trabajo, Igual salario para la clase obrera nativa e inmigrante en Europa, el Magreb y los países del Este! ¡Escala móvil de salario y horas de trabajo! ¡Todas las manos libres a producir!
Esto solo será posible con la ¡expropiación sin pago y bajo control obrero de las empresas imperialistas que cierren, suspendan o despidan! ¡Por el triunfo de la revolución obrera y socialista en todo el Norte de África y Medio Oriente!
Los revolucionarios de la FLTI combatimos junto a los obreros del Norte de África y Medio Oriente, el verdadero corazón de la clase obrera europea. Llamamos a las organizaciones obreras del mundo a lanzar un grito de guerra en defensa de nuestros hermanos de clase que viven en campos de concentración en Lampedusa, que mueren cruzando el Mediterráneo y que son tratados como esclavos en Europa y en todos los países imperialistas:
¡BASTA DE PERSECUSIÓN A LOS TRABAJADORES INMIGRANTES! ¡TODOS SOMOS OBREROS INMIGRANTES! ¡ABAJO LOS CARNICEROS IMPERIALISTAS QUE REPRIMEN Y LLEVAN A CAMPOS DE CONCENTRACIÓN A MILES DE INMIGRANTES!
¡LIBERTAD A LOS INMIGRANTES PRESOS EN LAS CARCELES DE OBAMA!
¡LIBERTAD A LOS PRESOS DE GUANTANAMO!
¡CONGRESO CONTINENTAL DE TODOS LOS OBREROS EUROPEOS, INMIGRANTES, OCUPADOS Y DESOCUPADOS! ¡HAY QUE IMPONER LA HUELGA GENERAL REVOLUCIONARIA EUROPEA!
¡UNA MISMA CLASE, UNA MISMA REVOLUCIÓN
EN EL NORTE DE ÁFRICA, MEDIO ORIENTE Y TODO EUROPA!
SCI de la FLTI
26/04/2011
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