NACE
EL BOLETÍN DE DISCUSIÓN INTERNACIONAL
DEL COMITÉ DE ENLACE POR UNA CONFERENCIA INTERNACIONAL
DE LOS TROTSKISTAS PRINCIPISTAS Y LAS ORGANIZACIONES OBRERAS REVOLUCIONARIAS
El artículo que aquí reproducimos, sobre las
perspectivas y los desafíos del Comité de Enlace, fue firmado
y adoptado por la Fracción Trotskista (FT) y la Oposición Obrera
de Brasil, por el CWG de Nueva Zelanda y por la FTI-CI, expresando la posición
común de estas organizaciones,y fue publicado originalmente en el Boletín
de Discusión Internacional Nº 1 de dicho Comité.
Las masas que heroicamente resisten en Irak a la ocupación imperialista,
y que pusieron en jaque a los imperialistas anglo-yanquis, hoy ven cómo
las burguesías nacionales llegan a un acuerdo con los invasores para
obligar a los combatientes de la resistencia a entregar sus armas. Pero las
masas se resisten.
En la altura de Oruro, en Bolivia, los estudiantes revolucionarios de la UTO
se revuelven contra los acuerdos firmados por los burócratas dirigentes
de la COB, la COD que, con la ayuda del POR de Lora quieren echar por tierra
lo que los estudiantes impusieron con su lucha.
En Argentina, el régimen del Pacto Social cierra los últimos vestigios
del proceso revolucionario abierto en diciembre de 2001 con la caída
de De la Rúa a manos de las masas.
En Brasil, el gobierno pro imperialista de Lula, sostenido por la burocracia
sindical pelega, profundiza la aplicación de los planes del FMI y el
imperialismo, en tanto crece la resistencia obrera y popular, con huelgas como
la de los trabajadores de distintos gremios estatales, la huelga de los bancarios
privados y estatales, la heroica lucha estudiantil en Bahía, entre otras,
a las que Lula y la patronal responden con persecución y represión.
A cada paso, la lucha de las masas es contenida y traicionada por sus direcciones,
que les atan las manos para impedir que salden cuentas con el régimen
burgués imperialista. Los liquidadores y renegados del trotskismo acaban
de prestarles sus últimos servicios, subordinándose al castrismo,
al chavismo, a las burocracias sindicales y la aristocracia obrera, a la socialdemocracia,
y a todas las direcciones reformistas agrupadas en el Foro Social Mundial. No
dejan piedra sobre piedra de la teoría y el programa del marxismo revolucionario.
Su bancarrota es total. La crisis de dirección revolucionaria del proletariado
mundial, no hace más que profundizarse.
Bajo estas condiciones, nace el Boletín de Discusión Internacional
del Comité de Enlace por una Conferencia Internacional de los trotskistas
principistas y las organizaciones obreras revolucionarias. Este Comité
de Enlace se constituyó el 10 y 11 de julio de 2004 en San Pablo, Brasil,
durante la Preconferencia Internacional convocada por el Comité Coordinador
de todos los grupos brasileños que han tomado en sus manos la lucha por
una Conferencia Internacional de los trotskistas principistas y las organizaciones
obreras revolucionarias. Orgullosamente, en el Acta de constitución de
dicho Comité de Enlace, le declaramos la guerra a las direcciones traidoras
y a los liquidadores y renegados del trotskismo que ensucian sus banderas, cuando
planteamos:
"-Combatir contra las direcciones traidoras de la clase obrera, socialdemocracia, stalinismo, burocracia y aristocracia obrera, la gran mayoría de ellas agrupadas en el Foro Social Mundial, que pretende reformar el estado capitalista.
-Contra el frente
popular y contra los gobiernos de los partidos obreros - burgueses en el poder.
Contra toda política de colaboración de clases. Denunciar y enfrentar
el rol contrarrevolucionario del gobierno de Lula, y del castrismo, y su política
continental de contención con la que estrangulan la lucha revolucionaria
de las masas de América Latina y sostienen a los gobiernos y regímenes
lacayos del imperialismo.
-Enfrentamiento y lucha contra los renegados y liquidadores del trotskismo.
Contra el centrismo seudo trotskista que en la práctica se subordina
a los aparatos reformistas, y que, como por ejemplo, en Brasil, o bien integran
con ministros el gobierno pro imperialista de Lula como en el caso de Democracia
Socialista (Secretariado Unificado), o bien actúan como grupos de presión
sobre el mismo como el PSTU".
De esa reunión
participaron delegados del Partido Obrero Marxista (POM); de la Fracción
Trotskista (FT, miembro de la TCI); Colectivo Comunista Revolucionario (CCR),
Oposición Obrera (OO); Trincheira Marxista (TM) y Revolucionarios en
Lucha (Revolutas), todos ellos de Brasil. También el POR de Argentina
(miembro de la TCI); y los delegados de la FTI-CI, en representación
del Grupo Obrero Internacionalista (GOI) y del Núcleo Obrero Trotskista
(NOT) de Chile; el Comité Organizador de una Liga Trotskista Internacionalista
(COLTI), de Perú; la FTI-CI en Urus en Acción, de Bolivia y la
Liga Obrera Internacionalista (LOI-CI)-Democracia Obrera de Argentina.
Después de dos jornadas de un riquísimo, apasionante y democrático
debate programático, juntos constituimos el Comité de Enlace por
una Conferencia Internacional de los trotskistas principistas y las organizaciones
obreras revolucionarias, sobre la base de dejar claramente asentados los acuerdos,
así como también las diferencias que subsisten y que son y serán
motivo de una profunda discusión.
Al Comité de Enlace se sumaron también los compañeros del
Grupo de Obreros Comunistas (Communist Workers Group - CWG) de Nueva Zelanda,
y los camaradas del CRI de Francia, que no habían podido estar presentes
físicamente en la reunión, y que habían enviado su saludo
entusiasta a la misma.
Quienes constituimos este Comité de Enlace, provenimos la mayoría
del estallido de la IV Internacional, nos reagrupamos para sacar las lecciones
revolucionarias de los combates dados por las masas y de las traiciones que
éstas sufrieron; para reagrupar las filas dispersas de los internacionalistas
revolucionarios, combatiendo por impedir que las banderas del trotskismo queden
en manos de los liquidadores y renegados que las usurpan, tomando en nuestras
manos la lucha por una Conferencia Internacional que, en base a lecciones revolucionarias
y a un programa claro, ponga en pie un Centro Internacional transitorio con
centralismo democrático de reagrupamiento de los trotskistas principistas
y las organizaciones obreras revolucionarias en el camino de recuperar el Partido
mundial de la revolución socialista.
El Boletín de Discusión Internacional que hoy presentamos, tiene
el objetivo de defender el programa común conquistado por el Comité
de Enlace, como un punto de referencia del reagrupamiento de los revolucionarios
internacionalistas, y realizar un debate programático público
y de cara a la vanguardia obrera mundial y a las corrientes que se reivindican
del marxismo revolucionario, para echar luz sobre las discusiones entre los
revolucionarios y buscar la verdad marxista sobre las lecciones y el programa
revolucionario ante los acontecimientos álgidos de la lucha de clases
mundial que separan con nitidez reformistas y centristas, de revolucionarios.
Los miembros que suscriben este Boletín de Discusión Internacional
se transforman entonces, en el Comité redactor del mismo.
Un paso adelante en la lucha por una Conferencia Internacional de los trotskistas principistas y las organizaciones obreras revolucionarias
La constitución
del Comité de Enlace y la publicación de este Boletín de
Discusión Internacional son un gran paso adelante que permiten darle
continuidad a las conquistas que son la Convocatoria a la Conferencia Internacional
y su programa de 21 puntos, como punto de partida.
Hace dos años, hacia fines de 2002, la lucha revolucionaria de la clase
obrera y de los explotados de Argentina, la heroica lucha revolucionaria de
la clase obrera y el pueblo palestino, la tendencia de la clase obrera en todo
el mundo a entrar en lucha antiimperialista contra la guerra de coloniaje que
el imperialismo preparaba contra Irak, permitieron que distintas fuerzas sanas
del trotskismo que nos encontrábamos dispersas, buscando tortuosamente
un camino revolucionario, nos reconociéramos como revolucionarios e internacionalistas
en las lecciones y el programa frente a esos acontecimientos candentes, y nos
reagrupáramos en el Colectivo que conquistó el llamamiento a la
Conferencia Internacional y su programa de 21 puntos.
Posteriormente, la derrota y aplastamiento de la clase obrera y el pueblo palestino
a manos del ejército genocida de Sharon y Bush; los triunfos contrarrevolucionarios
parciales logrados por el imperialismo en Afganistán e Irak; la imposición
en América Latina de una política de contención y colaboración
de clases impulsada por las direcciones reformistas, llevaron a que un sector
de dicho Colectivo retrocediera y no pasara la prueba de los nuevos acontecimientos
agudos de la lucha de clases mundial, como fueran la rebelión de la clase
obrera del Estado Español luego de los atentados de Madrid; el posterior
triunfo electoral del PSOE, el salto en la resistencia iraquí, la situación
en Bolivia, las elecciones al Parlamento Europeo, entre otros.
A pesar de ello, se mantuvieron como conquistas el llamamiento a la Conferencia
Internacional y su programa de 21 puntos, que fueron tomados en sus manos y
puestos al debate por nuevas fuerzas y grupos, superando ampliamente las fuerzas
de sus iniciadores. Gran parte de estas fuerzas fuimos los que nos reunimos
en Brasil el 10 y 11 de Julio pasado, y constituimos el Comité de Enlace.
Una vez más, allí también, fue la lucha heroica de la clase
obrera y los explotados la que permitió que nos reagrupáramos,
posibilitando que esas conquistas que son la convocatoria a la Conferencia Internacional
y su programa de 21 puntos como punto de partida, no se perdieran. La rebelión
de la clase obrera del Estado Español; el salto de la resistencia de
las masas iraquíes contra la ocupación imperialista; los levantamientos
comuneros en Ilave, Perú, y en Ayo Ayo en Bolivia, junto a la lucha contra
el referéndum pro-imperialista de Mesa en Bolivia; la lucha de los mineros
del Turbio en Argentina; la lucha contra el gobierno pro imperialista de Lula-Alencar
en Brasil, entre otros acontecimientos, dividieron aguas en las filas del movimiento
trotskista internacional, y atravesaron también todas las discusiones
del 10 y 11 de julio en San Pablo. La discusión y lucha política,
franca y abierta pero fraternal en dicha reunión, permitió dar
una respuesta principista y marcar una trinchera de clase frente a estos acontecimientos,
en lucha abierta contra las direcciones traidoras y los renegados del trotskismo,
tal como está expresado en el Acta de dicha Pre-conferencia, permitiendo
conquistar el Comité de Enlace por una Conferencia Internacional.
Hoy, el Comité de Enlace y éste, su Boletín de Discusión
Internacional, son una palanca para darle un nuevo impulso a este combate internacionalista
por una Conferencia Internacional que, sobre la base de un programa claro, con
mayorías y minorías claras, ponga en pie un Centro Internacional
transitorio con centralismo democrático, de reagrupamiento de los trotskistas
principistas y las organizaciones obreras revolucionarias internacionalistas,
que marche a poner en pie el Partido Mundial de la Revolución Socialista,
que centristas, oportunistas, revisionistas y renegados del trotskismo pusieron
a los pies de las direcciones traidoras durante décadas. Y hoy, actúan
como un ala más del Foro Social Mundial, esa pandilla de contrarrevolucionarios
que subordinan a la clase obrera a la burguesía e impiden el avance hacia
la revolución proletaria.
Así, junto a los estalinistas reciclados, con la aristocracia y la burocracia
obrera de todo pelaje, los renegados del trotskismo constituyen el "cuarto"
de esa Internacional contrarrevolucionaria, que es el Foro Social Mundial, de
la misma manera que Trotsky en los 30 denominaba "Internacional 3 y un
cuarto" a ese agrupamiento oportunista que era el Buró de Londres
de los centristas. Así hablaba Trotsky sobre ellos: "...la burguesía,
los reformistas y los estalinistas, con toda seguridad, continuarán motejando
de "trotskistas" o "semitrotskistas" a estos creadores del
"fondo". En parte lo harán por ignorancia, pero fundamentalmente
para obligarlos a excusarse, justificarse y delimitarse. Y ellos efectivamente
jurarán con las dos manos que no son para nada trotskistas, y que si
alguna vez rugieron como leones, ahora, igual que su predecesor Bottom, el tejedor,
han logrado "rugir" como palomas. Los Fenner Brockway, los Walcher,
los Brandler, los Sneevliet, los Pivert, igual que los elementos rechazados
de la Cuarta Internacional, se las arreglaron durante largos años -algunos
durante décadas- para evidenciar su escéptico eclecticismo teórico
y su esterilidad práctica. Son menos cínicos que los estalinistas
y están un poquito más a la izquierda que la izquierda socialdemócrata;
es todo lo que se puede decir de ellos. Por eso, deben ingresar en la lista
de las internacionales con el número tres y un octavo o tres y un cuarto.
Con "fondo" o sin él figurarán en la historia como una
asociación de limones exprimidos. Cuando las grandes masas, bajo los
golpes de la guerra, entren en movimiento hacia la revolución, no se
molestarán en preguntar la dirección del Buró de Londres".
(Una lección reciente: Después de la "paz" imperialista
de Munich, 10/10/1938)
Se acabó la época de los programas nacionales
Este combate internacionalista
es indispensable para reagrupar a las fuerzas sanas del trotskismo superando
la dispersión de los grupos país a país, para evitar ser
arrastrados a la degeneración en el aislamiento nacional. Se acabó
la época de los programas nacionales. La política y la economía
mundiales dominadas por el imperialismo tornan utópica y reaccionaria
toda intención de poner en pie grupos nacionales que puedan orientarse
en un camino revolucionario sin ser parte de un agrupamiento revolucionario
internacional.
Los revolucionarios pretendemos encabezar el combate de la clase obrera mundial
cuyos combates, aquí y allá se tornan impotentes por el accionar
de las direcciones contrarrevolucionarias pagadas por el capital financiero
internacional, como son las aristocracias y burocracias obreras. Oportunistas
y centristas, jurando fidelidad al Programa de Transición de la IV Internacional,
a las resoluciones de los cuatro primeros Congresos de la III Internacional,
no han hecho más que mancillar, en los combates decisivos de la lucha
de clases mundial, todas las lecciones del marxismo internacional.
¿Cómo formar revolucionarios sin lecciones de la revolución
y la contrarrevolución ante los hechos más candentes de la lucha
de clases a nivel internacional? Allí, en esos tests ácidos del
combate de clases, queda establecido con nitidez quién habla en nombre
del marxismo y de la revolución, y quién pone a éstos de
rodillas ante las direcciones traidoras.
Los liquidadores y renegados del trotskismo, esa nueva hornada de menchevismo
que surgió de décadas de descomposición de la IV Internacional,
levantando el Programa de Transición los días de fiesta, no hacen
más que luchar todos los días por programas mínimos, mientras
proclaman a los cuatro vientos la lucha "por el socialismo" y por
"la dictadura del proletariado". Por ello, proclaman hoy junto con
el menchevismo del siglo XX, el stalinismo: "Combatiendo cada día
para aliviar a las masas laboriosas de las miserias que les impone el régimen
capitalista, los comunistas subrayan que la liberación definitiva no
puede ser lograda más que por la abolición del régimen
capitalista y la instauración de la dictadura del proletariado",
tal como los pintara de cuerpo entero León Trotsky en su trabajo "¿Adónde
va Francia?", en la década del 30.
Contra ellos se levantó el trotskismo al grito de: "Explicando
todos los días a las masas que el capitalismo burgués en putrefacción
no deja lugar, no sólo para el mejoramiento de su situación ,
sino incluso para el mantenimiento del nivel de miseria habitual; planteando
abiertamente ante las masas la tarea de la revolución socialista como
la tarea inmediata de nuestros días; movilizando a los obreros para la
toma del poder, defendiendo a las organizaciones obreras por medio de las milicias,
los comunistas (o socialistas) no pierden, al mismo tiempo, ni una sola ocasión
de arrancar al enemigo, en el camino, tal o cual concesión parcial o,
por lo menos, impedirle rebajar aun más el nivel de vida de los obreros"
("¿Adónde va Francia?", León Trotsky).
Los oportunistas y centristas, reniegan así, en la vida misma, del Programa
de Transición, en esta época de crisis, guerras, revoluciones,
cambios bruscos y convulsivos hacia delante y hacia atrás, que "la
hacen pasar de una situación directamente revolucionaria, en que el partido
comunista puede pretender arrancar el poder, a la victoria de la contrarrevolución
fascista o semifascista, de esta última al régimen provisional
del justo medio (bloque de las izquierdas en Francia, entrada de la socialdemocracia
en la coalición en Alemania, advenimiento al poder del partido de Mac
Donald en Inglaterra, etc.) para hacer de nuevo, más tarde, las contradicciones
cortantes como una navaja de afeitar y plantear claramente el problema del poder"
("Stalin, el gran organizador de derrotas", León Trotsky).
El centrismo, como decía Trotsky, es el factor más importante
de nuestra época. Quien no tiene una política para combatir al
centrismo, no puede encontrar un camino a las masas y, lo que es más
grave, le respeta los espacios y se hace él mismo centrista. Así,
"El centrismo está muy dispuesto a proclamar su hostilidad hacia
el reformismo, pero nunca menciona al centrismo. Además, considera que
la propia definición de centrismo es "poco clara", "arbitraria",
etcétera; en otras palabras, al centrismo no le gusta que lo llamen por
su nombre".(León Trotsky, "El centrismo y la Cuarta Internacional").
Saldar cuentas con los liquidadores de la IV Internacional que cotidianamente
llevan a la desmoralización a la vanguardia proletaria, es inseparable
de la lucha por encontrar un camino a las masas revolucionarias que entran al
combate. Por fuera de esta perspectiva, los pequeños grupos aislados
que buscamos un camino revolucionario, sólo podremos repetir de forma
bastarda la construcción del nacional trotskismo, muchas veces caído
en el pantano del parlamentarismo, y otras, en el más impotente pantano
sindicalista.
Se trata de poner en pie partidos revolucionarios insurreccionalistas, y ello
será imposible sin la fusión de los revolucionarios internacionalistas
con los obreros avanzados que buscan abrirse paso en su combate contra el oportunismo,
el centrismo, y contra las direcciones traidoras.
Por ello, la lucha por un reagrupamiento internacional sobre bases principistas,
debe condenar todo tipo de reagrupamientos diplomáticos y oportunistas
al estilo de "Internacionales" federativas de tipo socialdemócrata,
donde cada "sección nacional" capitula en su país y
ninguna critica a la otra, o al estilo de una "Internacional 2 y 1/2"
donde se discute de todo en general y no se resuelve sobre nada en particular.
Debe condenar toda alquimia centrista, como planteaba Trotsky cuando afirmaba
que "Lenin no consideraba un éxito sino un fraude y un crimen
una resolución "revolucionaria" que también podían
votar los oportunistas. Para él, el objetivo de las conferencias no consistía
en presentar una resolución "respetable" sino en seleccionar
a los militantes y las organizaciones que no traicionarían al proletariado
en la hora de la tormenta" ("¿Alquimia centrista o marxismo?",
León Trotsky).
La experiencia de estas alquimias centristas ya fue liquidada por la historia:
la impotencia del Comité Internacional en 1953 para derrotar al pablismo
que llevó al estallido a la IV Internacional; agrupamientos federativos
impotentes de pequeños grupos, han demostrado y demuestran no pasar las
pruebas más importantes de la lucha de clases internacional.
Un reagrupamiento internacional sobre bases principistas, debe también
condenar toda deriva autoproclamatoria y ultimatista, ya sea en su variante
de pequeños grupos que se consideran "la" Internacional, o
en su variante de partidos-madre nacional trotskistas con grupos satélites
en distintos países.
La constitución del Comité de Enlace, y la publicación
de su Boletín de discusión internacional, es entonces un paso
adelante en este combate. La fuerzas que lo componemos, como presentamos en
este Boletín, hemos logrado acuerdos fundamentales como para realizar
un debate público ante la vanguardia proletaria internacional, sobre
los acuerdos y sobre las diferencias que tenemos, y explorar así las
condiciones que hagan posible marchar a una Conferencia Internacional común
que ponga en pie un Centro internacional con centralismo democrático,
de reagrupamiento de los trotskistas principistas, que retome los hilos de continuidad
del marxismo revolucionario.
Pero dar un paso en este sentido desde el punto de vista leninista, sólo
será posible en base al choque de las diferentes posiciones, en base
a un debate público y fraternal, para convencer y ser convencidos. Debemos
probar los acuerdos y las diferencias que tenemos, frente a la revolución
y la contrarrevolución mundiales. Allí, en la vida, está
y estará el veredicto.
Nuestro Comité de Enlace así constituido con los fundamentos del
marxismo revolucionario, no es ni podrá ser "chapa" internacional
ni base de maniobras para ningún grupo nacional que rompa con el legado
del marxismo.
El debate abierto y público, de cara a la vanguardia proletaria mundial,
y este Boletín de discusión, junto al veredicto de la vida misma,
serán el único y verdadero contralor de las corrientes que nos
reivindicamos del marxismo revolucionario.
Nuevos combates de la lucha de clases mundial, nuevas pruebas para el movimiento revolucionario internacional
Luego de finalizada
la Preconferencia de julio, nuevos combates de clase se desarrollaron en Latinoamérica
y el mundo -como el referéndum en Venezuela, como la masacre de Osetia
del Norte, entre otros- ante los cuales es necesario dar nuevas respuestas y
extraer nuevas lecciones y conclusiones revolucionarias. Combates de clase y
lecciones políticas y programáticas que hoy vuelven a dividir
aguas -una vez más- en el movimiento trotskista internacional, y que
significan un nuevo y superior desafío para quienes integramos el Comité
de Enlace.
Dos trincheras se han establecido: en una, están la clase obrera y las
masas explotadas que combaten heroicamente, y junto a ellas, los trotskistas
principistas. En la otra trinchera, están el imperialismo, las burguesías
lacayas y las direcciones traidoras de las masas, y con ellos, los renegados
del trotskismo y liquidadores de la IV Internacional que han dado un nuevo salto
en su subordinación al Foro Social Mundial: en Venezuela se ponen a los
pies de Chávez, diciéndoles a los trabajadores que hay que estar
en el "campo antiimperialista" contra Bush. Se han puesto a los pies
de la burocracia castrista que impulsa la restauración capitalista en
Cuba. Se subordinan a los carniceros imperialistas "democráticos"
franceses, alemanes, españoles, y ahora a Kerry, con el argumento de
enfrentar al "fascista" Bush.
Las corrientes liquidacionistas y revisionistas del trotskismo vienen de sostener
a los regímenes y a las direcciones traidoras, llegando inclusive a darle
ministros asesinos de campesinos sin tierra al gobierno de Lula en Brasil, como
es el caso de la corriente mandelista. En Brasil, en Argentina, en Francia,
en los Estados Unidos, actúan como grupos de presión sobre las
burocracias sindicales.
Son garantes del sostenimiento de los regímenes y gobiernos en crisis
como en Bolivia, donde el POR de Lora ya está traicionando a velas desplegadas
el tercer embate revolucionario de los obreros y campesinos en cincuenta años,
apoyando las treguas de las direcciones castristas, estalinistas y pequeño
burguesas que sostienen a Mesa.
Como diría Trotsky, los oportunistas y liquidadores del trotskismo hablan
de "socialismo" y "dictadura del proletariado" cuando la
lucha por la toma del poder no está planteada en el horizonte cercano.
Y cuando sí lo está, cuando la clase obrera es puesta frente al
problema del poder, esta nueva hornada menchevique solo entiende el lenguaje
de la negociación, de las treguas y de los pactos. Cantan la marcha nupcial
en los velorios, y la marcha fúnebre en los casamientos.
Todas las corrientes que nos reclamamos del marxismo revolucionario estamos
siendo puestas a prueba ante estos nuevos acontecimientos de la lucha de clases
mundial. Este primer número del Boletín de Discusión Internacional
del Comité de Enlace así lo expresa, y a ello le dedicamos un
Dossier con artículos y polémicas sobre las elecciones al Parlamento
Europeo, la masacre en Osetia del Norte, y centralmente, ante el referéndum
en Venezuela y la política de los trotskistas para la defensa del estado
obrero cubano y el programa para la revolución política contra
la burocracia castrista restauracionista, inseparable de la lucha por la revolución
latinoamericana y por la revolución proletaria al interior de los Estados
Unidos. Es que sólo en lucha política internacional de grupos
y tendencias por regenerar al movimiento revolucionario, se puede buscar la
verdad marxista y conquistar las lecciones y el programa revolucionario frente
a estos acontecimientos agudos de la lucha de clases mundial.
Combates superiores se preparan, entonces, en la arena de la lucha de clases
internacional. El Comité de Enlace prepara una nueva Preconferencia a
realizarse en enero del 2005. El objetivo hasta entonces, es profundizar la
discusión para avanzar en la homogeneización o delimitación
política y programática que, en dicha Preconferencia, nos permita
evaluar si necesitaremos un período suplementario de discusión
del Comité de Enlace, o si hay suficiente acuerdo programático
como para marchar en la misma hacia la constitución de un Comité
Paritario que le ponga fecha a la realización de la Conferencia Internacional,
para poner en pie un Centro Internacional con centralismo democrático.
Llamamiento del Comité de Enlace a las fuerzas sanas del trotskismo y a las organizaciones obreras revolucionarias, a sumarse a la lucha por la Conferencia Internacional
Desde el Comité
de Enlace asumimos entonces el desafío de luchar por una Conferencia
Internacional para poner en pie un centro internacional transitorio con centralismo
democrático que reagrupe a las fuerzas sanas del trotskismo y las organizaciones
obreras revolucionarias. Este reagrupamiento se vuelve cada día más
urgente, por la agudización de la crisis de dirección revolucionaria
del proletariado, y cada día más indispensable para enfrentar
en todo el mundo a los renegados y liquidacionistas que usurpan las banderas
de la IV Internacional. Solo un reagrupamiento tal puede ser un instrumento
que permita, como subproducto de una lucha política de grupos y tendencias
por regenerar al movimiento revolucionario internacional, desarrollar en los
distintos países partidos revolucionarios insurreccionalistas para que
el proletariado y los explotados se hagan del poder.
Desde el Comité de Enlace, entonces, llamamos a todas las fuerzas sanas
del trotskismo y a las organizaciones obreras revolucionarias internacionalistas
que coincidan con los puntos básicos para ser parte del mismo, a sumarse
al debate y a la lucha por la Conferencia Internacional, y a integrarse al Comité
de Enlace. Para ello, es condición, tal como lo expresa el Acta del Comité
de Enlace, pronunciarse "sobre la convocatoria original de 21 puntos,
sobre los puntos de acuerdos, diferencias y debates aquí planteados",
y "la publicación de los 21 puntos en sus materiales impresos",
así como también "La defensa de los principios y la
moral proletaria y revolucionaria, tal como está planteado en los 21
puntos, en su punto 19", como consta en el Acta que reproducimos en
estas páginas. Y es fundamental reafirmar entonces, para el desarrollo
de una discusión donde prime la democracia obrera, que todos los que
nos hemos incorporado y quienes se incorporen a este Comité de Enlace
se comprometan "(...) a garantizar una discusión democrática,
y es incompatible la participación en el mismo de toda corriente, grupo
o tendencia que, a partir de la constitución de este Comité, expulse
compañeros que planteen diferencias políticas y que adhieran a
tal o cual posición de otros grupos o tendencias integrantes del mismo
Comité", tal como con toda claridad plantea el Acta de la Preconferencia
de San Pablo.
El Boletín de Discusión Internacional: el organizador del debate hacia la Preconferencia de enero de 2005. Los próximos números.
Con el objetivo
de organizar el debate, entonces, publicaremos tres números de este Boletín
de Discusión Internacional hasta la Preconferencia de enero de 2005.
Adelantamos aquí el contenido previsto para los dos próximos números
del Boletín de Discusión Internacional, que ordenarán y
expresarán el debate hacia la Preconferencia de enero de 2005.
El segundo número de dicho Boletín, cuya publicación está
prevista para fines de noviembre, estará dedicado a la polémica
alrededor del Frente Único Antiimperialista, con textos presentados por
la TCI, la FTI-CI, el POM y TM al respecto. Incluirá también la
polémica sobre cómo caracterizar las situaciones de la lucha de
clases y cómo definir una situación revolucionaria, desarrollada
por los camaradas del POM, la FTI-CI, la TCI y TM.
Un lugar destacado ocupará en el mismo la discusión sobre Brasil,
sobre la situación en dicho país, el combate contra el gobierno
de Lula-Alencar, la lucha contra la burocracia sindical pelega, y contra los
liquidadores del trotskismo, y sobre el programa de reivindicaciones transitorias
que tienda un puente entre las reivindicaciones actuales de las masas y la lucha
por la insurrección y la toma del poder. De la misma forma contendrá
las discusiones centrales sobre la situación en Argentina y el combate
contra el gobierno de Kirchner, sirviente de Bush y su régimen del pacto
social.
Incluimos también en este número un artículo que los compañeros
de la FTI-CI ponen al debate en el Comité de Enlace, dando cuenta del
avance del proceso de la restauración capitalista en Cuba, y planteando
el programa y la política para la defensa de las conquistas del Estado
Obrero cubano y para la lucha por la revolución política contra
la burocracia castrista restauracionista. Como así también todos
los aportes al debate que realicen las demás organizaciones.
El tercer número
del Boletín de Discusión Internacional, cuya edición está
prevista para mediados/fines de diciembre de 2004, estará dedicado a
la polémica sobre la situación política mundial, el balance
sobre los acontecimientos de 1989 y la restauración capitalista, sobre
el carácter actual de los antiguos estados obreros y el programa ante
ellos.
Un importante lugar ocupará el debate sobre el carácter de la
internacional revolucionaria que es necesario poner en pie, puesto que entre
las fuerzas que integramos el Comité de Enlace, unas plantean la lucha
por una V Internacional, como es el caso de los camaradas del CWG de Nueva Zelanda
y Oposición Operaria de Brasil; otras, la lucha por la reconstrucción
de la IV Internacional, como los compañeros del POR de Argentina, de
la FT y el POM de Brasil; mientras que otros, como los camaradas de la FTI-CI
levantan la lucha por la regeneración y refundación de la IV Internacional.
Siendo el número del Boletín previo a la realización de
la Preconferencia del 2005, incluirá todos los posicionamientos y discusiones
políticas y programáticas críticas al programa original
de 21 puntos, aportados por las distintas fuerzas y grupos que componemos el
Comité de Enlace, así como también las que se sumen al
debate en adelante. Incluirá también las distintas propuestas
de resoluciones a ser debatidas en dicha Preconferencia, y permitirá
así evaluar y definir si es necesario un período suplementario
de discusión programática y política, o si hemos logrado
conquistar las condiciones y la homogeneidad programática suficiente
como para marchar hacia la constitución de un Comité Paritario
que convoque y le ponga fecha a la Conferencia Internacional que marche a poner
en pie un Centro Internacional transitorio con centralismo democrático
de reagrupamiento de los trotskistas principistas y las organizaciones obreras
revolucionarias.
24 de octubre de 2004
FT-VP (TCI)
de Brasil
Oposición Operaria de Brasil
CWG de Nueva Zelanda
GOI y NOT de Chile (FTI-CI)- CO-LTI de Perú (FTI-CI)- FTI-CI Bolivia
(FTI-CI)- LOI-CI DO (FTI-CI) de Argentina