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UNA CONTRIBUCIÓN A LA INTERVENCIÓN DE LOS GRUPOS
Y CORRIENTES TROTSKISTAS PRINCIPISTAS DE BRASIL EN EL PROCESO DE LA CONLUTAS
Y DE LA CRISIS DE LA CUT
Presentamos aquí un aporte de la FTI-CI al debate abierto en el Comité de Enlace sobre la situación actual de Brasil y sobre cuál debe ser el programa de los revolucionarios internacionalistas en ese país.
Los camaradas del
POM, TM, FT y CCR, todos grupos integrantes del Comité de Enlace, han
sacado desde Brasil una declaración titulada "En defensa de una
Central proletaria soviética", dirigida a la Coordinación
Nacional de Luchas (CONLUTAS), al MST, al PSTU, al P-SOL y a todas las corrientes
y organizaciones obreras y de izquierda.
Es intención de nuestra corriente, la FTI-CI, integrante del Comité
de Enlace, hacer un aporte internacionalista sobre los difíciles y complejos
acontecimientos del proletariado brasileño a los que tienen que responder
nuestros compañeros en ese país.
Nuestra lejanía de los acontecimientos posiblemente nos lleve a cometer
errores de apreciación, y quizás nuestro aporte tenga falencias.
Pero decidimos escribirlo ya que, quizás, nuestras reflexiones puedan
ser de ayuda para que los trotskistas internacionalistas de Brasil conquisten
un programa y una orientación revolucionarios más precisos para
combatir por una dirección revolucionaria internacionalista del movimiento
obrero en ese país.
Les insistimos, camaradas, tomen esto como aportes, como reflexiones que esperamos
les sean de utilidad, como muy seguramente serán de gran utilidad para
nosotros vuestras respuestas y apreciaciones al respecto.
Nosotros ya hemos afirmado que el documento firmado por los camaradas -"En
defensa de una Central Proletaria soviética"- es un punto de
partida revolucionario para poner en pie una estrategia trotskista y de clase
en Brasil. De allí partimos entonces para hacer estos aportes y reflexiones.
Asimismo, hemos estudiado atentamente todos los materiales, tanto los de nuestros
grupos hermanos del Comité de Enlace, como lo publicado por el PSTU (LIT-CI),
uno de los fundamentales convocantes a la constitución de la CONLUTAS,
al respecto.
De nuestra parte, le damos un valor superlativo a esta discusión puesto
que de los acontecimientos del proletariado brasileño que lleva décadas
enchalecado y controlado por direcciones pelegas de distinto tipo, de los saltos
que éste logre dar para desembarazarse de las direcciones contrarrevolucionarias
que tiene a su frente, dependerá en gran medida la suerte de sus hermanos
de clase del Cono Sur y de toda América Latina.
Desde la FTI-CI ya hemos insistido sobre la enorme responsabilidad internacionalista
de los trotskistas brasileños, puesto que el gobierno del PT encabezado
por Lula, junto al de Fidel Castro -como expresiones de la aristocracia y las
burocracias obreras del continente- son los agentes directos sobre los que se
construyeron los diques de contención a las gestas heroicas de las masas
latinoamericanas, sobre todo en Bolivia, Argentina, Venezuela, etc.
Discutimos entonces, nada más ni nada menos que sobre los padres y fundadores
de esa cueva de bandidos que es el Foro Social Mundial, que se fundara en los
'90 como Foro de San Pablo (FSP), su predecesor, con la supervisión de
los castristas del FMLN y del sandinismo hoy devenidos en yuppies de Wall Street,
de partidos burgueses como el cardenismo mexicano o el Frente Grande de Argentina,
y también del partido Lavalas de Aristide en Haití. A principios
de 2001, cuando el siglo XXI comenzaba con acontecimientos convulsivos y revoluciones
como en Palestina y Argentina, se fundaba en Porto Alegre el Foro Social Mundial
para estrangular la revolución mundial, encabezado por Lula, el PT, la
burocracia pelega, el castrismo, y con el apoyo y participación de todas
las burocracias y aristocracias obreras del mundo, desde la AFL-CIO a las corrientes
obreras socialimperialistas de Europa.
Es enorme entonces la responsabilidad de los trotskistas brasileños.
Vaya entonces esta contribución.
-I-
A partir de un
Encuentro Sindical de más de 1800 dirigentes y activistas sindicales
y de movimientos sociales realizado en Luziânia (Goiania) en marzo de
2004, el PSTU ha encabezado la conformación de la Coordinación
Nacional de Luchas (CONLUTAS).
Distintos sindicatos y corrientes obreras de Brasil han seguido este camino.
EL PSTU ha llamado a romper con la CUT y la UNE, y ha hecho un llamamiento al
P-SOL, a la izquierda cutista y del PT, y a la dirección del MST, a romper
con la CUT y con la Unión Nacional de Estudiantes (UNE) y a "construir
una alternativa de dirección con la CONLUTAS, en su Encuentro nacional
que será realizado en enero de 2005, en el Forum Social Mundial".
(Opiniao Socialista N° 202, 2 al 8 de diciembre de 2005).
Asimismo, el PSTU, mientras llama a romper con la CUT y la UNE, hace una formulación
sobre la perspectiva de la CONLUTAS tan sólo como "alternativa
de dirección", dejando abierto el debate para que se defina
qué debe ser y cómo debe funcionar la CONLUTAS.
Ante esto, entonces, ha salido en octubre de 2004 el documento titulado "En
defensa de una Central Proletaria Soviética" firmado por el
POM, TM, FT y CCR de Brasil.
-II-
Es indudable que
el aceleramiento de este proceso de agrupamiento de la vanguardia de la clase
obrera brasileña no es más que la expresión de que el gobierno
burgués de Lula-Alencar, basado en un partido obrero-burgués como
es el PT, y en la burocracia pelega de la CUT, ha dado un salto, desde su mismo
surgimiento, en el ataque contra la clase obrera y en la entrega de la nación
al imperialismo, convirtiéndose en agente directo de los planes del capital
financiero internacional en ese país.
Estos procesos son la expresión de la enorme desilusión de amplias
capas de la clase obrera de ese país con el que creían que iba
a ser "su" gobierno, cuando éste demostró no ser más
que la continuidad del gobierno de Cardoso basado en un pacto social y en la
colaboración de clases de la burocracia pelega de la CUT, que sostuvo
ayer al gobierno antiobrero y proimperialista de Cardoso, y ahora sostiene al
de Lula y Alencar. Un verdadero régimen de pacto social con el que el
estado burgués semicolonial brasileño diera salida a la crisis
que significó la caída de Collor de Mello a fines de 1992.
Un régimen de pacto social que ya lleva más de una década
en la que se entregaron enormes conquistas de la clase obrera brasileña
y se hundió el salario, y en que se le hizo pagar todas las crisis, como
la de 1998, con superiores condiciones de esclavitud. La clase obrera brasileña
enfrenta un régimen de sometimiento a través de la dirección
traidora y burocrática de la CUT que la ha puesto de rodillas. Así,
con el sometimiento de las organizaciones obreras a la burguesía en el
pacto social y con la colaboración de clases del PT con los patrones
como Alencar, impidieron que se estableciera la alianza obrera y campesina,
la única que puede salvar a Brasil de la opresión nacional y terminar
con los padecimientos de sus clases explotadas. El sometimiento de la clase
obrera a la burguesía impide que ésta acaudille las demandas de
sus hermanos, en primer lugar, los trabajadores agrícolas y los campesinos
pobres sin tierra, sobre los que se ha estrechado, a medida que se profundizaba
la política de colaboración de clases, una feroz y sangrienta
represión que ha dejado ya centenares de muertos y heridos a manos de
las guardias blancas de los "fazendeiros" (hacendados) y de
la policía, y cientos de procesados y presos políticos en las
cárceles de ese régimen infame.
-III-
Por ello, desde
la FTI-CI, opinamos que toda política para unir las filas obreras para
que el proletariado enfrente a la burocracia y a su política de colaboración
de clases, para que acaudille a los trabajadores rurales y a los campesinos
pobres que luchan por la tierra, debe partir de plantear con claridad ¡Abajo
el régimen del pacto social que encabezara ayer Cardoso y hoy Lula-Alencar,
sostenido por los pelegos de la CUT cómplices del asesinato de los campesinos
pobres y del sometimiento de Brasil al imperialismo!
Opinamos entonces que toda estrategia soviética para el proletariado
brasileño debe comenzar por enfrentar a este régimen infame de
los políticos patronales y sus sirvientes del PT y de la burocracia de
la CUT.
-IV-
En todo país
semicolonial, las tendencias bonapartistas de sus regímenes y gobiernos
tienen su máxima expresión ya sea en la persecución y la
aplicación del terror de las dictaduras militares contra los sindicatos
y las organizaciones obreras cuando la burguesía pierde el control de
las masas; o bien, en la estatización extrema de los sindicatos.
El estado necesita un tutelaje sobre los explotados, poniéndolos bajo
control de una burocracia pagada y sostenida por el propio estado. Esta burocracia,
estatizada hasta los tuétanos, actúa como un verdadero guardiacárcel
al interior de las organizaciones obreras. Por ello, como planteara la IV Internacional
en vida de Trotsky "El capitalismo monopolista cada vez tiene menos
interés en transigir con la independencia de los sindicatos. Exige que
la burocracia reformista y la aristocracia obrera, que picotean las migajas
que se caen de su mesa, se transformen en su policía política
a los ojos de la clase obrera. Cuando no se puede lograr esto, se reemplaza
a la burocracia por el fascismo. Dicho sea de paso, todos los esfuerzos que
haga la aristocracia obrera al servicio del imperialismo, no podrán salvarla
a la larga de su propia destrucción". (Los sindicatos en la
era de la decadencia imperialista, León Trotsky).
Para nosotros, lo que estamos viviendo en este momento en Brasil y en relación
a la CUT, no es más que un salto cualitativo en el proceso de estatización
de esa central sindical, salto que se expresa en la nueva reforma sindical impulsada
conjuntamente por el gobierno, la patronal y la burocracia pelega, que plantea
el control centralizado de la burocracia central de la CUT en las negociaciones
colectivas; la liquidación de la oposición en el control de las
organizaciones de base de la CUT; y la liquidación de todo resquicio
de participación de la base en las decisiones de los sindicatos que queden
afiliados a la CUT. Coronando este salto estatizador, la reforma sindical que
preparan significa que las cuotas sindicales que pagan los trabajadores -que,
como en la Argentina, ya son descontadas compulsivamente por la patronal-, no
serán ya entregadas en su totalidad a los sindicatos de base, sino que
una importante proporción de esos fondos irá directamente al control
de la central sindical y a la dirección del sindicato nacional, así
como también a un fondo de "promoción sindical" controlado
directamente por el estado. Con la imposición de esta reforma, culminará
un proceso de estatización plena de los sindicatos de la CUT y de control
absoluto del estado sobre los mismos.
Y esto se aplica sin piedad ni contemplaciones, implacablemente. Es una necesidad
para la supervivencia del estado semicolonial brasileño.
-V-
Toda política
que luche por poner en pie una dirección revolucionaria del movimiento
obrero y abrir el camino al surgimiento de los soviets, debe comenzar por saldar
cuentas con los liquidadores del trotskismo que en sus variantes mandelista,
lambertista y morenista, durante años y años e inclusive siendo
mayoría o por lo menos un 50% de los representantes en los congresos
de la CUT, convivieron con esta burocracia infame y se negaron a derrocarla
con los métodos de la lucha y la acción directa. Se negaron a
luchar por una dirección revolucionaria de los sindicatos, liquidando
toda política de poner en pie organismos de autodeterminación
y democracia directa de las masas en lucha, cuestión que en varias oportunidades
puso como necesidad y a la orden del día la clase obrera brasileña
con su combate en los últimos años.
Hoy es la propia clase obrera la que paga la adaptación y la cobardía
de los que durante casi dos décadas convivieron pacífica y normalmente
con los Vicentinho, Meneghelli, Joao Felício, Luiz Marinho, etc., no
sólo en los sindicatos sino en la misma Ejecutiva Nacional de la CUT.
-VI-
Los oportunistas
y revisionistas del trotskismo se negaron durante años a levantar y a
luchar dentro de la CUT con un programa que superara los límites del
reformismo y la sumisión al estado de la burocracia sindical pelega del
PT y la iglesia. Se negaron -y se niegan aún- a levantar el programa
transicional trotskista para la acción inmediata que plantea el combate
por la independencia total e incondicional de los sindicatos respecto del estado
capitalista. Es que levantar ese programa no permitía convivir pacífica
y democráticamente con los Vicentinho y los Meneghelli, sino que significaba
combatir por transformar a los sindicatos en organismos de las masas explotadas
y no de la aristocracia obrera. Significaba llevar hasta el final el programa
de democracia sindical, poniendo a cada paso de la lucha, como dio mil y una
oportunidades la clase obrera brasileña en estos años, las mociones
de comités de lucha, comités de fábrica, de comités
de desocupados para que éstos últimos se organizaran dentro de
la CUT.
Ellos se negaron a levantar las demandas de lucha contra la estatización
de los sindicatos y por la democracia obrera, es decir, las demandas de que
los dirigentes sindicales ganen el salario promedio de un obrero, que sus mandatos
sean revocables en cualquier momento por decisión de la asamblea y los
cuerpos de delegados, y que luego de la finalización de su mandato, no
puedan ser reelectos y vuelvan a trabajar. Se negaron a luchar por ¡Abajo
las cuotas compulsivas!, y porque todos los dirigentes y delegados las cobren
mensualmente en las fábricas y empresas. Se negaron y se niegan a levantar
el programa de ¡Ninguna injerencia del estado en las organizaciones obreras!
¡Ninguna ley sindical con la que los patrones y su estado reglamenten
a las organizaciones obreras! Ni la ley vigente, ni la nueva que quieren imponer.
¡Abajo las conciliaciones obligatorias, fuera las manos del estado patronal
de las organizaciones obreras; los trabajadores se organizan como quieran!
De la misma manera, se negaron a cada paso a impulsar el combate por ¡Abajo
la burocracia sindical!, y por un Congreso nacional obrero y campesino de
delegados de base. Y lo que es más grave, esas corrientes estuvieron
por años y años dentro del PT, y cuando alguna de ellas rompió,
terminó de todas maneras llamando a votar en las últimas elecciones
a Lula-Alencar, como hiciera el PSTU, con el argumento de "no alejarse
de las masas".
No faltó oportunidad para que las corrientes liquidadoras del trotskismo,
con el enorme peso que tenían en la CUT, exigieran la lucha por poner
en pie un Congreso obrero y campesino, llevando la lucha de clases al campo,
organizando al obrero rural y al campesino sin tierra, cosa que no hicieron.
Los trotskistas internacionalistas debemos denunciar que el atolladero al que
ha sido llevado el proletariado brasileño y las cadenas que sobre él
se ciñen, son gracias a los traidores de la burocracia sindical pelega,
y a la colaboración de los que se adaptaron e integraron a ella durante
dos décadas.
-VII-
Nosotros creemos
que para que un proceso de agrupamiento de vanguardia y de corrientes obreras
altamente progresivo como es la CONLUTAS, pueda avanzar a poner en pie una estrategia
soviética, no puede soslayar el hecho que centenares de miles de trabajadores
que aún no han ingresado a la CONLUTAS siguen aplastados y controlados
por la burocracia pelega petista de la CUT. Para que la clase obrera rompa con
su dirección actual, para liberar a las masas de la influencia de la
burocracia sindical, de lo que se trata es de dotarlas, desde la CONLUTAS, de
un programa para que éstas sobrepasen, rompan y derroten a la dirección
que las somete, de un programa de democracia sindical, de combate por la democracia
directa y contra la estatización de las organizaciones obreras, como
detallamos más arriba.
El combate por superar los límites de los sindicatos y por poner en pie
los soviets de la clase obrera y los campesinos pobres en Brasil -tal cual plantea
la declaración de nuestros hermanos brasileños del Comité
de Enlace-; la forma de avanzar a un Congreso de delegados de base obreros y
campesinos con comités de autodefensa, como plantea correctamente la
misma declaración, es luchando porque la CONLUTAS levante este programa,
para ser efectivamente una dirección de alternativa a la burocracia pelega
de la CUT. Pero también, luchando porque desde la CONLUTAS se impulse
audazmente el programa trotskista de constitución de comités de
fábricas y piquetes de huelga, que son los únicos que podrán
organizar a las capas más explotadas del proletariado, junto a los comités
de desocupados y de campesinos sin tierra, unidos alrededor de las demandas
centrales de escala móvil de salarios y horas de trabajo, abajo los acuerdos
salariales y de flexibilización laboral firmados por la burocracia pelega,
abajo su pacto social infame de entrega y esclavitud, tierra para los campesinos.
El aparato sindical se ha independizado mucho de las masas. La burocracia es
capaz de retener sus posiciones hasta mucho tiempo después de que las
masas se hayan volcado en su contra. Es precisamente esa situación en
que las masas o sectores de ellas comienzan a ser hostiles a la burocracia,
pero ésta todavía es capaz de tergiversar la opinión de
las organizaciones sindicales y sabotear la democracia directa, el momento más
propicio para la creación de comités de fábricas, consejos
obreros, comités de desocupados, de los sin techo, etc., y otras organizaciones
para las necesidades inmediatas del momento.
Como dice el Programa de Transición, "La importancia primordial
del comité (de fábrica, NdR) reside, sin embargo, en que se convierte
en el estado mayor para la entrada al combate de capas de la clase obrera que
los sindicatos son habitualmente incapaces de movilizar. Precisamente de esas
capas más oprimidas procederán los batallones más abnegados
de la revolución.
A partir del momento en que el comité aparece, en la fábrica se
establece de hecho un doble poder. Por su esencia misma, representa la situación
de transición, porque lleva en su seno dos regímenes irreconciliables,
el capitalista y el proletario. La importancia fundamental de los comités
de fábrica está precisamente en el hecho de que abren las puertas
a un período, si no revolucionario, sí pre-revolucionario, entre
los regímenes burgués y proletario".
-VIII-
El enorme paso
adelante que ha significado la CONLUTAS como posibilidad de reagrupamiento de
la vanguardia, y como paso en el combate por una estrategia soviética
para el proletariado y el campesino pobre de Brasil, no puede resumirse tan
sólo en poner en pie una "alternativa de dirección"
como dice el PSTU. Por ello es tan correcta la declaración de los trotskistas
principistas de Brasil, cuando llama a poner en pie los soviets en ese país,
verdaderos organismos para la lucha política de masas, que agrupen a
todos los sectores y a las masas en lucha en la perspectiva de derrotar al régimen
infame del pacto social y avanzar hacia la imposición de un gobierno
obrero y campesino basado en las masas revolucionarias en lucha y armadas.
El peligro de la orientación y la política del PSTU reside en
que utilice este giro a la izquierda de franjas de la clase obrera como mecanismo
de presión y de negociación con la burocracia pelega y con el
estado. Porque, camaradas, como decía Trotsky "No basta con ofrecer
a las masas otro lugar al que dirigirse. Hay que ir a buscarlas adonde están
y guiarlas" (Los sindicatos en Gran Bretaña, en "Sobre
los sindicatos"). Y para ello, es necesario levantar un programa revolucionario
para los sindicatos y una estrategia soviética que superen los límites
estrechos que les ha impuesto la burocracia pelega traidora.
Durante años, los oportunistas y revisionistas del trotskismo actuaron
como grupos de presión sobre la burocracia pelega y petista de la CUT.
Y ahora se preparan a capitalizar las fuerzas de la franja de la clase que controlan
para llevarlas a poner en pie otra central sindical, como fue, por ejemplo,
el surgimiento de la CTA de la Argentina, o de las Comisiones Obreras contra
la UGT en el Estado Español. Es decir, se preparan para avanzar a la
puesta en pie de una burocracia sindical "de izquierda", como política
de presión sobre el estado y el régimen infame del pacto social.
Por eso, limitan su programa y el de la CONLUTAS a la lucha contra las reformas
sindical, laboral y universitaria, contra el ALCA y el "modelo neoliberal"
en general, y a una política de marchas de presión sobre el parlamento
burgués, enfrentados a toda estrategia revolucionaria de lucha por el
surgimiento de los soviets y de una política para derrotar al gobierno
y al régimen.
Al PSTU le fracasó la política que venía levantando durante
2003 de poner en pie un "nuevo partido socialista" para ocupar
el espacio dejado por el giro a la derecha del PT que fue directamente al gobierno
a administrar los intereses de la burguesía. Es que los petistas disidentes,
como la mandelista Heloisia Helena, con Babá de la morenista CST (UIT),
junto a Luciana Genro (MES), le ganaron de mano y pusieron en pie el P-SOL,
diciendo que la salida es preparar una alternativa de los trabajadores para
las elecciones presidenciales de 2006. Entonces, con la orientación de
presión sobre el régimen y el estado que le da a la CONLUTAS,
el PSTU se prepara para utilizarla luego para negociar con el P-SOL listas electorales
comunes. Así, con el cretinismo sindicalista de hoy, prepara el cretinismo
parlamentario para cuando se acerquen las elecciones presidenciales de mañana.
Pero con una política de lucha por una dirección revolucionaria
de los sindicatos, con una estrategia soviética y un programa de acción
revolucionario, los trotskistas sabremos superar al revisionismo y al oportunismo,
y facilitarles a las masas el camino para poner en pie organismos de lucha política
para el combate por el poder, y para derrotar a la burocracia sindical pelega
que maniata sus luchas.
-IX-
La revolución
brasileña no será más que un eslabón y parte de
la revolución latinoamericana y mundial, o no será. Tal como planteaban
los bolcheviques leninistas en los '30, "El problema de la revolución
proletaria adquiere, por su propia naturaleza, carácter internacional.
El proletariado únicamente podrá construir una sociedad socialista
total en base a la división mundial del trabajo y a la cooperación
mundial (
) El proletariado triunfante en un país debe fortalecer
su dictadura nacional con la construcción socialista, que necesariamente
será incompleta y contradictoria hasta que la clase obrera tome el poder
político como mínimo, en unos cuantos países avanzados.
Simultáneamente, la clase obrera victoriosa en un país debe dirigir
todos sus esfuerzos a la expansión de la revolución socialista
a otras naciones. Sólo una decidida actividad revolucionaria podrá
resolver la contradicción entre el carácter nacional de la toma
del poder y el carácter internacional de la revolución socialista".
(La Declaración de los Cuatro. Sobre la necesidad y los principios de
una nueva internacional, 26/08/1933).
La lucha contra las corrientes liquidacionistas del trotskismo es un combate
abierto contra el peor de los "nacional-trotskismos", puesto que éstas
han renegado del carácter internacional de la revolución proletaria
en favor del más estrecho "socialismo nacional", es decir,
de la adaptación a su propio régimen burgués y a las direcciones
traidoras en su propio país.
Por ello, creemos que es necesario enfrentar la política que el PSTU
impulsa para la CONLUTAS, de presión sobre el régimen y el estado,
y por lo tanto, estrechamente nacional. Por esa razón, por ejemplo, el
PSTU se limita a plantear "no a la reforma universitaria", cuando
ya la lucha revolucionaria de los heroicos estudiantes de la UTO de Oruro en
Bolivia, planteó con absoluta claridad cuál es el camino y el
programa para enfrentar y derrotar los ataques privatistas del imperialismo
y de sus cipayos como Lula: ¡por una universidad al servicio de los explotados
y los estudiantes, entroncada en la producción social y enfilada hacia
la revolución proletaria! ¡Destitución de todas las autoridades,
por un gobierno tripartito (de estudiantes, docentes y obreros) con mayoría
estudiantil, por la autonomía universitaria al servicio de los explotados!
¡Este, el de los heroicos estudiantes de la UTO, es el programa que debería
levantar la CONLUTAS y su rama estudiantil, la CONLUTE- para enfrentar la reforma
universitaria!
El PSTU, en su estrecho socialismo nacional, reniega de plantear y de que la
CONLUTAS levante con claridad las tareas internacionales de la clase obrera
brasileña, que no son otras que, en primer lugar, denunciar y enfrentar
la política continental contrarrevolucionaria de su propio gobierno,
el de Lula que, con el apoyo y el sostén de la burocracia pelega de la
CUT, y junto a Fidel Castro, a Chávez, y a esa cueva de bandidos del
Foro Social Mundial, han sido y son la punta de lanza del imperialismo para
contener y estrangular la lucha revolucionaria de la clase obrera argentina,
boliviana, peruana, y de toda América Latina. ¡Abajo la política
contrarrevolucionaria continental de Lula, de la burocracia castrista que está
preparando la consumación de la restauración capitalista en Cuba,
y de Chávez que le vende petróleo a los imperialistas yanquis
que masacran al pueblo iraquí! ¡Hay que declararle la guerra a
esa santa alianza que, de la mano de los cipayos Lula, Kirchner y Lagos, envía
tropas gurkas al servicio del imperialismo a masacrar al pueblo haitiano!
La lucha de los trotskistas principistas no puede ser otra que pelear porque
la clase obrera brasileña, y su vanguardia combativa hoy reagrupada en
la CONLUTAS, tomen estas tareas internacionalistas como su propio estandarte
de combate, enfrentando el estrecho socialismo nacional de los renegados del
trotskismo.
-X-
Lo que real y profundamente
hace peligrar las perspectivas revolucionarias de la CONLUTAS en manos de la
dirección del PSTU, no es otra cosa que la subordinación al Foro
Social Mundial (FSM) que ese partido intenta imponerle a la CONLUTAS. Los trotskistas
latinoamericanos, y sobre todo los brasileños, tenemos como primer tarea
internacionalista desenmascarar al nacional trotskismo que sostiene por izquierda
y embellece a las direcciones contrarrevolucionarias de las masas. ¡Ninguna
subordinación de la CONLUTAS al Foro Social Mundial! ¡Abajo el
FSM de Lula, Castro, de la AFL-CIO, etc.!
Tenemos que desenmascarar la escandalosa posición del PSTU de imponer
que CONLUTAS nazca y se desarrolle al interior de esa cueva de bandidos del
FSM, traidores de la revolución mundial, enemigos de la resistencia iraquí,
sirvientes del apartheid contra el heroico pueblo palestino, estranguladores
de la revolución argentina y boliviana, entregadores de la revolución
centroamericana, sirvientes de Bush con la AFL-CIO y también del imperialismo
franco-alemán con las burocracias y aristocracias obreras de Europa.
Los organizadores del FSM de Porto Alegre ya le han comunicado al PSTU que el
2° Encuentro Nacional de CONLUTAS no será oficializado como parte
de la quinta reunión anual de dicho Foro. Y aún así, el
PSTU insiste en realizarlo como actividad extraoficial del mismo, y continúa
anunciándolo en la página web de la CONLUTAS para "el
día 30 de enero, en el Foro Social Mundial en Porto Alegre".
Frente a ello, la declaración de los trotskistas brasileños y
de todo el Comité de Enlace no puede ser otra que una moción presentada
al inicio del 2° Encuentro Nacional de CONLUTAS que diga: ¡Abajo esa
cueva de bandidos y sirvientes del imperialismo, traidores de la revolución
latinoamericana y mundial!, como primer tarea internacionalista de la clase
obrera brasileña, y para poner en pie a la CONLUTAS bajo el signo de
una estrategia revolucionaria por la dictadura del proletariado. Desde ya, proponemos
escribir esto como parte de una campaña y declaración internacional,
y presentarla en el Encuentro de CONLUTAS como moción propuesta por el
Comité de Enlace.
Esta es la pelea que tenemos hoy por delante quienes el 10 y 11 de julio de
2004, cuando constituimos el Comité de Enlace, asumimos el compromiso
de "Combatir contra las direcciones traidoras de la clase obrera, socialdemocracia,
stalinismo, burocracia y aristocracia obrera, la gran mayoría de ellas
agrupadas en el Foro Social Mundial, que pretende reformar el estado capitalista",
de luchar "Contra el frente popular y contra los gobiernos de los partidos
obrero-burgueses en el poder. Contra toda política de colaboración
de clases. Denunciar y enfrentar el rol contrarrevolucionario del gobierno de
Lula, y del castrismo, y su política continental de contención
con la que estrangulan la lucha revolucionaria de las masas de América
Latina, y sostienen a los gobiernos y regímenes lacayos del imperialismo",
y de "Enfrentamiento y lucha contra los renegados y liquidadores del trotskismo.
Contra el centrismo seudotrotskista que en la práctica se subordina a
los aparatos reformistas y que, como por ejemplo en Brasil, o bien integran
con ministros el gobierno proimperialista de la Lula como en el caso de Democracia
Socialista (Secretariado Unificado), o bien actúan como grupos de presión
sobre el mismo como el PSTU". (Acta de la Pre-Conferencia en Brasil,
10 y 11 de julio de 2004).
Es un deber de los trotskistas internacionalistas desenmascarar la maniobra
del PSTU que, por un lado llama a romper con la CUT y a integrarse a la CONLUTAS,
mientras por el otro lleva a la vanguardia combativa que en ella se agrupa y
que busca un camino para enfrentar a la burocracia pelega, la patronal y elgobierno,
a ponerse de rodillas ante el FSM, es decir, ante la burocracia pelega, ante
el gobierno de Lula, ante la burocracia castrista que prepara la restauración
capitalista en Cuba, ante la AFL-CIO sostenedora de Bush, etc., etc.
-XI-
Nosotros llamamos
a los trotskistas brasileños y a todos los miembros del Comité
de Enlace a firmar ya una declaración enfrentando a la quinta reunión
del Foro Social Mundial - tal cual lo plantea el programa constitutivo del Comité
de Enlace- y a que esa declaración sea presentada por los trotskistas
brasileños en el 2° Encuentro Nacional de la CONLUTAS.
Pero para ello hay que rechazar la posición de los que reniegan, en los
hechos y explícitamente, del programa votado en común en la constitución
del Comité de Enlace, como lo hacen las Tesis escritas por el camarada
Gamboa del POR de Argentina cuando en su capítulo sobre Brasil plantea:
"La convocatoria de un plenario de la Coordinadora nacional de luchas
para fines de enero de 2005 en el marco del Foro Social Mundial de Porto
Alegre ofrece una excelente oportunidad para avanzar en el reagrupamiento
clasista y revolucionario".(Negritas nuestras) ¡La misma orientación
política que propone el PSTU!
Esta orientación de subordinar el agrupamiento clasista y revolucionario
de los obreros avanzados de Brasil al marco del FSM de Porto Alegre, significa
someter a los obreros avanzados y revolucionarios, significa ponerlos de rodillas
ante las organizaciones y direcciones contrarrevolucionarias de la clase obrera
mundial.
Es una ruptura abierta y explícita con el programa constitutivo del Comité
de Enlace. Pero lo que es más grave, es una ruptura con toda política
soviética para Brasil o para todo país que entre en un período
agudo de la lucha de clases, porque somete a la clase obrera a la socialdemocracia,
al stalinismo, a las burocracias sindicales, es decir, a los destructores de
los soviets y de toda estrategia de democracia directa y de independencia de
clase del proletariado mundial.
-XII-
A propósito de cuestiones de formulación sobre vuestra declaración "En defensa de una central proletaria soviética" , que a nuestro entender, exigen una mayor precisión:
En vuestra declaración,
ustedes hablan de "20 años de ayuno político". Si no
interpretamos mal, se refieren al período que va de 1964, con el golpe
de Castello Branco que instaura la dictadura militar, hasta 1984. Nosotros creemos
que ese "ayuno político" se terminó mucho antes que
en 1984 durante esa enorme gesta de lucha de la clase obrera brasileña
que ustedes correctamente marcan en vuestra declaración. Nosotros tenemos
la opinión que desde los años 1977, '78, '79 y '80, la clase obrera
vivió un verdadero auge proletario contra la dictadura, y puso en pie
los piquetes y los comités de fábrica, es decir, organismos de
doble poder embrionario de la clase obrera con los que el proletariado provocó
una primer embestida revolucionaria contra la dictadura militar. Sobre ese proceso
se montó la iglesia para impedir que surgiera una coordinadora de comités
de fábrica que enfrentaban abiertamente a la vieja burocracia pelega
de la dictadura militar. No podemos olvidar que en un Congreso con delegados
de más de 5000 comités de fábrica, fueron la iglesia y
los reformistas los que impidieron que la dictadura cayera a manos de una lucha
revolucionaria dirigida por los consejos obreros de Brasil y por su coordinadora
nacional capaz de acaudillar a los explotados en su lucha contra la dictadura.
La iglesia, esa vieja zorra de la historia, tuvo la perspicacia de llevar este
proceso, de la mano de Lula y la Pastoral Obrera, a la formación de un
PT reformista, que luego sostuviera toda la transición de la caída
de la dictadura, y que luego, con el surgimiento de la burocracia de la CUT,
le diera estabilidad a todos los gobiernos y regímenes en los últimos
20 años, salvando al estado burgués semicolonial brasileño.
Lula y la Pastoral obrera fueron los que abortaron este proceso de consejos
obreros y comités de fábrica, llevándolo a la conformación
de un PT reformista.
Así, sobre la base del aborto de la perspectiva soviética y consejista
de fines de los '70 y principios de los '80, la clase obrera brasileña
contradictoriamente consigue una conciencia de independencia de clase, pero
reformista. Cuestión que fue muy útil para garantizar la transición
de la dictadura al régimen de partidos y, ante la debacle de la vieja
burocracia pelega, la puesta en pie de la CUT y el surgimiento de una nueva
burocracia sindical.
A ese PT reformista entraron los trotskistas, renegando desde sus inicios de
toda política soviética para la revolución brasileña.
Y terminaron haciendo un "entrismo sui géneris" en ese PT,
es decir, por décadas, no dejando ni rastros de una estrategia revolucionaria
para el proletariado.
Sobre el carácter
de clase del PT, ustedes plantean en vuestra declaración que "Este
factor de ayuno político, la represión, el asesinato y el exilio
de valiosos cuadros del movimiento obrero, la falta de condiciones propicias
para la construcción de nuevos cuadros debido a la represión y
ausencia misma de la democracia formal, justifica las formulaciones teóricas
programáticas victoriosas en el interior del PT, configurándose
como un partido burgués".
Nosotros opinamos que el PT no es un partido burgués, sino un partido
obrero reformista contrarrevolucionario, y que perfectamente podemos llamarlo
un partido obrero-burgués tal como definía a esos partidos (laboristas,
socialdemócratas europeos, etc.) la III Internacional revolucionaria.
El carácter del gobierno que este partido impuso en su asunción,
para nosotros es un gobierno burgués con elementos frentepopulistas de
colaboración de clases en sus inicios, impulsado de forma preventiva
para impedir las ondas expansivas de la revolución argentina, ecuatoriana
y boliviana que golpearon a América Latina en los últimos años.
Una vez que retroceden los procesos revolucionarios en América Latina,
el gobierno de Lula y el PT ya no necesita mantener los elementos de colaboración
de clases, y evoluciona entonces a ser un gobierno burgués pro-imperialista
clásico, sirviente del imperialismo, y como tal, continuidad del gobierno
de Cardoso y sostenedor del mismo régimen semibonapartista del pacto
social.
Camaradas, insistimos
en que vuestra declaración es un punto de partida que nos ayudó
sobremanera a orientarnos en los nuevos acontecimientos de Brasil, y en la búsqueda
común de una estrategia y un programa justos para la clase obrera brasileña.
Esperamos que este aporte, desde el punto de vista del programa y orientación,
como así también nuestra propuesta concreta de sacar una declaración
común frente a la nueva reunión del Foro Social Mundial, les sea
de utilidad. Quedamos abiertos a vuestras respuestas y críticas, que
nos permitirán a todos los trotskistas internacionalistas orientarnos
revolucionariamente en los acontecimientos de Brasil.
Un fuerte abrazo
internacionalista
WALTER TORRES Y CARLOS MUNZER
12 DE ENERO DE 2005.-
Glosario de siglas:
PSTU: Partido Socialista
de los Trabajadores Unificado, sección oficial de la Liga Internacional
de los Trabajadores (LIT-CI), morenista.
CST: Corriente Socialista de los Trabajadores, morenista. Forma parte de la
UIT-CI (Unidad Internacional de los trabajadores - Cuarta Internacional) junto
al MST argentino. Su principal dirigente es el diputado nacional Babá,
electo cuando aún integraba el PT.
MES: Movimento de Esquerda Socialista, corriente que rompió con la CST
(UIT-CI) morenista. Su principal dirigente público es la diputada nacional
Luciana Genro, electa cuando aún integraba el PT.
P - SOL: Partido Socialismo y Libertad. Fundado en junio de 2004 sobre la base
de la unificación de las corrientes petistas que fueron expulsadas del
PT por negarse a votar en el parlamento la reforma de la previsión social
de Lula. Está encabezado por la senadora Heloisia Helena -que proviene
de la Democracia Socialista (DS) corriente mandelista, por la diputada Luciana
Genro (MES), el diputado Babá (CST), el diputado Joao Fontes, junto a
otras pequeñas corrientes de origen morenista.
MST: Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra.