Ante el posible fallecimiento de Chávez, las distintas fracciones burguesas chavistas se disputan los negocios del próximo período
                                                         


La crisis económica mundial ya azota ferozmente al subcontinente latinoamericano. La recesión, la carestía de la vida y los despidos ya son un flagelo que azota a los explotados del continente y Venezuela no escapa a esta norma.
La enorme desinversión y la sed de ganancias de las transnacionales y sus socios menores de Venezuela, ha llevado a un sofoco insoportable a la industria en Venezuela, por eso ésta precisa renovarse y definir cómo entrará al próximo ciclo de negocios y su ubicación en la división mundial del trabajo. Pero con el elemento fundamental de que la crisis ya está a aquí y la manta ya no puede cubrir a todas las fracciones burguesas, que se disputarán el botín, como ya se ve en la crisis que se ha abierto en Venezuela.
La salud de Chávez ha acelerado un proceso de disputas no solo entre la pandilla chavista con Capriles y su banda, sino al interior mismo del chavismo donde cada vez menos sus fracciones pueden convivir.
Es que Maduro, el vicepresidente al mando hoy del gobierno, representa la fracción del chavismo ligada a los negocios en el ALBA, con Cuba y la restauración capitalista, con el Caribe y por supuesto con el petróleo con EE.UU. Esta fracción es la que garantiza petróleo “barato” (subsidiado) para Centroamérica, cuestión que garantiza el control de las masas sobre el patio trasero norteamericano. Mientras, Cabello quien es el presidente de la Asamblea Nacional representa a la fracción chavista más “nacionalista” es decir ligada a los negocios del estado de las exportaciones e importaciones y por tal no tiene ningún interés en seguir vendiéndole petróleo “barato” a Cuba y al Caribe.
Justamente Chávez, el principal hombre de Obama, es el “Bonaparte” que se eleva por sobre estas pandillas para garantizar de conjunto los negocios y el saqueo y para mantener a la burguesía unida en el ataque contra la clase obrera y las masas. Las disputas entre Maduro y Cabello, esconden ésta, la verdadera realidad. La crisis mundial no da respiro y carcome los regímenes burgueses y la relativa estabilidad de un sistema agonizante que debe ser derribado cuanto antes por la revolución proletaria.

 

 

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