EL ASESINATO DE OSAMA BIN LADEN UNA NUEVA HAZAÑA CONTRARREVOLUCIONARIA DE LOS CARNICEROS IMPERIALISTAS YANQUIS Una cortina de humo para esconder el pacto de Obama con las burguesías nativas del Talibán y Pakistán para que éstos le cubran sus espaldas en su retirada de Afganistán APOYADO EN LOS TERRORISTAS DE LA CIA Y SUS COMANDOS DE ELITE OBAMA CONTINÚA LA OBRA DEL GENOCIDA BUSH
Bajo el comando de los parásitos de Wall Street, los carniceros imperialistas muestran sus sables para intentar aterrorizar a los que son sus verdaderos enemigos: las revoluciones obreras y socialistas que han comenzado en el Norte de África y Medio Oriente
El imperialismo yanqui con sus tropas militares de la “Navy Seal” atropelló la soberanía de la nación oprimida de Pakistán para capturar y asesinar a Osama Bin Laden, dirigente de Al Qaeda. Los trotskistas revolucionarios, más allá de las irreconciliables diferencias de clase que nos separan de las burguesías “islámicas” y las organizaciones como Al Qaeda, declaramos nuestro repudio incondicional a esta acción contrarrevolucionaria, porque su atropello a la soberanía de un país semicolonial, representa un ataque del imperialismo al conjunto de las naciones y los pueblos oprimidos de Medio Oriente y todo el mundo. El “democrático” Obama nuevamente se desnuda ante los explotados del mundo como lo que es: asesino y opresor de los países coloniales y semicoloniales, continuador del genocida Bush que invadiera Irak y Afganistán hace ya diez años para saquear el petróleo y superexplotar a la clase obrera de Medio Oriente. Con este nuevo zarpazo, el imperialismo yanqui le quiere mostrar al planeta que es el amo del mundo. Que interviene militarmente donde, cuando y como quiere. Muestra así el látigo de la contrarrevolución, para que el mundo vea que Obama está dispuesto a usarlo igual o peor que el sanguinario Bush. Mostrándoles también a las demás burguesías imperialistas competidoras, como Alemania y Francia que el jefe es Estados Unidos. Le anuncia al mundo que está dispuesto a llevar adelante una ofensiva contrarrevolucionaria contra sus verdaderos enemigos: la clase obrera y las masas explotadas que abrieron fenomenales revoluciones obreras y socialistas en el Norte de África y Medio Oriente. El imperialismo yanqui, desde 1989, domina al mundo con seis comandos militares autónomos –desplegados en los cinco continentes- que garantizan la defensa de sus monopolios y de las inversiones yanquis en el planeta, que le ponen un límite a la expansión de las potencias imperialistas competidoras y con los cuales intenta disciplinar a las masas explotadas. La CIA y los embajadores norteamericanos están supeditados bajo la disciplina de cada comando. Este régimen de dominio bonapartista del planeta por parte del imperialismo yanqui, convertido en gendarme del mundo, surgió de las entrañas de la terrible derrota que significó para el proletariado mundial la restauración capitalista en los estados obreros por parte del stalinismo en 1989. Este mapa del control militar del planeta es un calco de la división militar del mundo que había dibujado el ejército fascista de Hitler para dominarlo. Paradójicamente, quienes terminan tratando de imponer ese sueño de Hitler fueron…los imperialismos “democráticos” triunfadores de la Segunda Guerra Mundial. La cadena de revoluciones que han comenzado en el Norte de África y Medio Oriente -que en Egipto y Túnez conquistaran sus primeras victorias derrocando a los gobiernos asesinos de Mubarak y Ben Alí- pusieron en jaque el dominio del conjunto de las potencias imperialistas en esa región. Por más que quiera, hoy el imperialismo no puede usar a su antojo todo su poderío contrarrevolucionario. Se lo impiden las masas revolucionarios que atacan directamente su dominio. Por eso, porque no puede mantener su ofensiva contrarrevolucionaria en Irak y Afganistán el imperialismo intenta retroceder de manera ordenada, haciendo un pacto –discutido en secreto desde hace tres años- con los talibanes para que éstos le cubran la espalda en su retirada en Afganistán y dejar en pie un gobierno de protectorado. Este pacto con los talibanes, es decir, la burguesía Pashtún de Afganistán y el sur de Pakistán, esconde también un negociado entre el imperialismo yanqui y las burguesías nativas por el opio, con el afán de desplazar al más poderoso competidor en la industria farmacéutica: Alemania. El imperialismo yanqui busca establecer pactos contrarrevolucionarios con todos sus agentes para mantener su dominio del planeta, como lo hace con la burguesía ayatollah iraní y con la burguesía siria, que sostienen su protectorado en Irak. El imperialismo, golpeado por la crisis y por la revolución, intenta aplicar a nivel mundial la misma política que está llevando adelante en Libia. Allí, con una política de “pinzas” entre el asesino Khadafy y las tropas de la OTAN intentan, por un lado, masacrar a las masas revolucionarias y, por el otro, desarmarlas y forzarlas a la rendición. Hoy, en su plan de retirada militar en Afganistán, el imperialismo yanqui impone un golpe de mano asesinando a Bin Laden e interviniendo militarmente en Pakistán. Al mismo tiempo, sella pactos contrarrevolucionarios -como el firmado por Al Fatah y Hamas para someter a las masas palestinas a la rendición y el reaccionario plan de dos estados- cuestión que no hace más que preparar las condiciones para futuros golpes contrarrevolucionarios del imperialismo. Con pactos, con golpes contrarrevolucionarios de la OTAN, con masacres selectivas de la CIA… El partido de los “republicratas” asesinos yanquis prepara una nueva contraofensiva sangrienta contra las masas explotadas del mundo El repliegue ordenado de Afganistán e Irak - después de 10 años de masacre y ocupación- con la colaboración de las burguesías cipayas de la región, no anuncia, para nada, un desarme del imperialismo yanqui, sino todo lo contrario. Para salir del atolladero histórico al que lo ha llevado la crisis económica mundial - provocada por los parásitos capitalistas- el imperialismo está concentrando todas sus fuerzas en derrotar las revoluciones obreras y socialistas que han comenzado en el norte de África y Medio Oriente. Concentra también sus fuerzas para jugar un rol decisivo ante el posible estallido de Maastricht por la bancarrota y quiebra de los estados europeos, y ante procesos de lucha revolucionaria que pueden comenzar a sacudir Europa. Concentra sus fuerzas el imperialismo para, en caso de que los pactos no le sean suficientes para controlar a las masas, ir a una ofensiva contrarrevolucionaria directa. Los charlatanes de la izquierda reformista mundial afirman, muy sueltos de cuerpo, que el asesinato de Bin Laden es solo una política demagógica electoral de Obama, para consolidar su peso en sectores de la clase media reaccionaria, de cara a las próximas elecciones. Sin embargo, la realidad dice otra cosa. Lo que ha quedado demostrado, es que a Obama se le ha caído el velo, y demuestra ser continuador del genocida Bush, no solamente porque continúa su política contrarrevolucionaria contra la clase obrera y los explotados en el mundo, sino, esencialmente, porque el partido de los republicratas de Bush-Obama necesita imponer, cada vez más, un régimen con mano de hierro, bonapartista, de terror contra la clase obrera, sus verdaderos enemigos al interior de EEUU. La clase obrera norteamericana debe saber que todo triunfo imperialista en el planeta, de mantenerse, fortalecerá un régimen cada vez más bonapartista al interior de los EEUU, único régimen que puede garantizar, con sus seis comandos militares, imponer un régimen contrarrevolucionario y bonapartista en los cinco continentes. Esta es la alternativa histórica, que se volverá inmediata si la clase obrera antes no logra romper con sus direcciones a nivel internacional, que son las que la han sometido, no sólo a Obama, sino a todas las burguesías nativas, quienes demuestran su absoluta cobardía y prefieren, siempre, una alianza con el imperialismo ante el terror que les produce la revolución proletaria. La resolución de estos históricos acontecimientos aún está por verse. Estamos frente al inicio, con pactos y golpes contrarrevolucionarios de las tropas yanquis y de la OTAN, de una nueva operación “Plomo Fundido”, como la del estado sionista fascista de Israel, que masacrara y enviara a la Edad Media a Gaza, Palestina, el 2008, apoyado y financiado por el asesino imperialismo yanqui. Los nuevos golpes de la revolución y los de la contrarrevolución son los que definirán la crisis económica mundial que, desde el 2007, como un tsunami arrastra a zonas enteras del planeta. Estamos frente a un síntoma que preanuncia nuevos y titánicos choques entre revolución y contrarrevolución. Si el proletariado no da una respuesta, con la revolución proletaria, será la guerra -inclusive interimperialista- la que resolverá ineludiblemente el período histórico que se ha abierto el 2007. La hora de la revolución socialista ha llegado. El combate por su triunfo solo puede y podrá ser llevado adelante por las fuerzas revolucionarias internacionalistas que se dispongan a llevar hasta al final las banderas y el programa de los fundadores de la IV Internacional de 1938. ¡Hay que poner en pie un Comité internacionalista por la Refundación de la IV Internacional! ¡Hay que aplastar a la bestia imperialista! ¡Por el triunfo de la revolución socialista en el norte de África y Medio Oriente! ¡Por la unidad internacional de la clase obrera! ¡Huelga general revolucionaria ya para combatir en Europa! ¡Que se ponga de pie nuevamente el movimiento contra la guerra en Estados Unidos contra el carnicero y genocida Obama! ¡Hay que romper con las burguesías nativas lacayas del imperialismo en África, Asia y América Latina! ¡Hay que terminar con las traiciones de las direcciones que, como en Cuba, preparan la restauración capitalista! ¡Abajo los gobiernos bolivarianos que atacan a las masas, igual o peor que el chacal Khadafy en Libia! ¡POR LA DERROTA MILITAR DEL IMPERIALISMO YANQUI Y LAS DEMÁS POTENCIAS IMPERIALISTAS EN IRAK, AFGANISTÁN, PAKISTÁN Y TODO MEDIO ORIENTE! ¡PARA QUE LA CLASE OBRERA Y LAS MASAS EXPLOTADAS DEL MUNDO VIVAN, EL IMPERIALISMO DEBE MORIR! Comité Nacional de la LOI-CI
Las direcciones reformistas, a los pies de los gobiernos imperialistas Si el imperialismo hoy puede preparar una nueva contraofensiva sangrienta contra las masas, es en gran parte por responsabilidad de las direcciones socialimperialistas que someten a su propia clase obrera a los pies de los gobiernos imperialistas. En Europa los renegados del trotskismo, bajo la excusa de que “no hay condiciones”, se han negado a sincronizar el combate de la clase obrera europea con el de los explotados en el Norte de África y Medio Oriente. Silencian criminalmente la política asesina de las tropas y la flota de la OTAN que, deliberadamente, deja morir en el Mediterráneo a miles de inmigrantes que cruzan a Europa buscando pan y trabajo. Como lo ha hecho hoy nuevamente dejando morir de hambre y de sed a más de 50 trabajadores inmigrantes que intentaban llegar desde Libia a Italia. Los renegados del trotskismo en Europa, con su política, diciéndole a la clase obrera mundial que lo que hay en el Norte de África y Medio Oriente son “revoluciones democráticas”, terminan a los pies de los gobiernos burgueses “democráticos” de Egipto, Túnez y Bengasi, cuando son éstos los que permiten y sostienen, por ejemplo, la intervención militar de la OTAN en Libia para intentar desarmar a las milicias. En Estados Unidos fueron el Foro Social Mundial, la V Internacional y su ala izquierda, los renegados del trotskismo organizados en el ELAC, quienes sometieron al proletariado norteamericano a Obama. Desarmaron así el movimiento anti guerra que se había puesto en pie en Estados unidos (con los portuarios de Oakland a la cabeza paralizando los puertos contra la masacre imperialista en Irak y Afganistán). Fueron las direcciones traidoras quienes marcharon a apoyar al “democrático” Obama contra los “fascistas” del Tea Party. En esa marcha estuvieron todos en un verdadero “frente democrático” sometiendo al proletariado a Obama, con el verso de enfrentar al fascismo con la democracia. El verdadero Tea Party es el partido de los “republicratas” que masacra en Libia con la OTAN, que mantiene a los combatientes antiimperialistas en las cárceles de Guantánamo, que asesina con sus Sheriff fascistas a los inmigrantes que cruzan a Estados Unidos buscando pan y trabajo. Y que con sus comandos militares domina el mundo. Las dos caras del imperialismo yanqui, Bush y Obama, no pueden ocultar que los verdaderos amos son los parásitos de Wall Street y sus seis comandos militares. Estas mismas direcciones fueron las que sometieron al proletariado en América Latina a Castro, que hoy se apresta a restaurar el capitalismo en Cuba despidiendo un millón de obreros, a Evo Morales que ataca a las masas igual o peor que los regímenes autocráticos del Norte de África y Medio Oriente, a Chávez que le vende el petróleo para que funcione la maquinaria de guerra del imperialismo yanqui. ¡Hay que destruir las bases militares del imperialismo de Estados unidos y Europa en Asia, África, Medio Oriente, América Latina, etc.! ¡El proletariado norteamericano debe destruir los centros de mando del ejército yanqui: West Point y el Pentágono! ¡La clase obrera norteamericana debe romper con Obama y los republicratas y, más temprano que tarde, deberá seguir el camino de la clase obrera y los explotados de Bengasi que, combatiendo casa a casa, con insurrecciones, derrotando a las policías asesinas, desarmando a los ejércitos burgueses, armando la milicia obrera y derrocando a los regímenes, le marcan el camino al proletariado mundial para enfrentar el ataque de los parásitos imperialistas!
UNA NUEVA TRAMPA CONTRA LAS MARTIRIZADAS MASAS PALESTINAS:
El 4 de mayo, en el Cairo (Egipto), Hamas y Al Fatah, carceleros y explotadores del martirizado pueblo palestino, firmaron un acuerdo para establecer un gobierno palestino de “unidad nacional” en Gaza y Cisjordania. También adhirieron al acuerdo once partidos palestinos, entre ellos la Yihad Islámica, el Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP), el Frente Democrático de Liberación de Palestina (FDLP) y el Partido del Pueblo Palestino.
Estados Unidos: el mayor organizador de acciones terroristas en todo el planeta
El imperialismo yanqui -invasor, saqueador, explotador y asesino de los pueblos oprimidos del planeta- dice que ahora, con la muerte de Bin Laden, “el mundo es más seguro”. Pero este nuevo ataque no le significará a la clase obrera y los explotados del mundo ni “paz” ni seguridad”, sino más miseria, hambre, saqueo, opresión, guerras, masacres y barbarie a manos de las tropas asesinas de Obama y los parásitos imperialistas. ¡Habla de “paz” el imperialismo “democrático” norteamericano que domina el mundo con la bota militar de sus generales genocidas y sus seis comandos militares! ¡Es el imperialismo “democrático” que hoy justifica las torturas en Guantánamo, Cuba, porque eso les permitió, supuestamente, llegar a Osama para asesinarlo! ¡Es el imperialismo que se arroga el derecho a invadir, ocupar, poner bases militares, bombardear, y asesinar en todo el mundo! Es el imperialismo yanqui quien tiene desplegados 100.000 soldados armados hasta los dientes en Afganistán desde hace diez años y que, desde que asumiera el general Petraus la dirección de la guerra, han aplicado una política de terror contra los obreros y campesinos pobres afganos, cortando sus dedos y cabezas para exhibirlos como “trofeos de guerra”. ¡Esa es la guerra de “civilización” de las tropas asesinas yanquis que ha mandado a la Edad Media a Afganistán e Irak! ¡Las tropas yanquis sólo llevan la barbarie al mundo semicolonial y colonial: hambre, saqueo, masacres y guerras de exterminio! Es el imperialismo “democrático” de Estados Unidos el que tortura y masacra a miles de combatientes antiimperialistas en Guantánamo, Cuba, y en centenares de cárceles secretas de la CIA en todo el mundo. Fue el imperialismo yanqui quien, para consolidarse como potencia dominante del planeta, lanzó dos bombas nucleares en Hiroshima y Nagasaki en la Segunda Guerra Mundial. Fue el imperialismo yanqui quien asesinó a un millón de obreros y campesinos en Vietnam, organizó los sanguinarios golpes militares en América Latina a mediados del siglo XX y a principios del siglo XXI como en Honduras y comanda la ocupación en Haití. Es el imperialismo que masacra a diario a los obreros que cruzan desde México a Estados Unidos en busca del pan y el trabajo que este inmundo sistema les niega. Es el imperialismo de los parásitos de Wall Street que se devoraron 90 billones de dólares en la bolsa de valores y que hoy quieren hacérselo pagar a las masas con el terror de la hambruna, el desempleo y la barbarie capitalista. El imperialismo yanqui del “demócrata” Obama es en realidad el más grande terrorista del planeta. Es quien ha transformado al mundo en una sucia prisión y en un territorio de guerra para mantener su dominio y aplastar a las masas del mundo con su terror contrarrevolucionario. ¡Fuera el ejército contrarrevolucionario del imperialismo yanqui que masacra a las naciones oprimidas de Medio Oriente! ¡Armas para la resistencia afgana, iraquí y de todo Medio Oriente que están bajo la ocupación imperialista! ¡Por la derrota militar del imperialismo yanqui y las demás potencias imperialistas en Irak, Afganistán, Pakistán y todo Medio Oriente!
LOS MARXISTAS REVOLUCIONARIOS RECHAZAMOS EL MÉTODO DEL TERRORISMO INDIVIDUAL El terrorismo individual o de organizaciones aisladas de las masas no es
el método de la clase obrera en su lucha por liberarse de la explotación
y dominación imperialista.
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