03/02/2012
¿Pelea entre hinchadas de fútbol?
Egipto: una masacre contrarrevolucionaria
El 1 de febrero, en la ciudad de Port Said, sobre la costa del Mar Mediterráneo, se desarrollaba un match por la liga egipcia de futbol entre el club local Al Masri y el visitante Al Ahly.
3 a 1 era el resultado parcial, a favor de los locales, quienes hacia más de 20 años que no lograban derrotar al famoso club de El Cairo. La tensión brotaba en el aire (este partido se había reprogramado 5 veces por temor a incidentes). Hasta que la debacle desato toda su furia.
Los “Ultras” del Club Al Masri, con la complicidad de las fuerzas de seguridad (3.000 efectivos cubrían el encuentro, una cifra altamente desorbitante para un partido de futbol en el que había 13.000 espectadores), invadieron el terreno de juego para linchar a los jugadores y aficionados del equipo rival. La matanza y el terror sangriento habían comenzado.
Fuego y humo invadía el estadio. Palos, garrotes, facas, piedras y cuchillos se abalanzaban sobre los aficionados del club Al Ahly. A los minutos de estos hechos, entre el pánico y la desesperación, ya se hablaba de cientos de heridos y decenas de muertos, adentro y afuera del estadio. Unos por asfixia y los otros por golpes y puñaladas.
Hoy ya se sabe que los muertos son más de 70 y los heridos más de mil, aumentando así la lista de mártires entregados a la heroica revolución en el Norte de África y Medio Oriente. Es que solo como una acción contrarrevolucionaria, meditada y preparada conscientemente, se puede explicar tanta saña criminal. Acá nadie puede comerse el verso que tamaña masacre se debe a una rivalidad entre hinchadas de futbol. Esto fue preparado por las bandas fascistas de Mubarak, la casta de oficiales del ejecito asesino y la junta militar comandada por Tantawi que gobierna el país bajo las órdenes del carnicero Obama y el Pentágono (el imperialismo yanqui financia con 3.000 millones de dólares por año al ejército egipcio).
Siguiendo el calendario de la histórica Revolución Rusa, podríamos definir estos hechos como una mini “Jornada de julio”, que tuvo como objetivo dar un escarmiento y un duro golpe contrarrevolucionario sobre sectores específicos de la vanguardia proletaria y de los estudiantes combativos. Una verdadera trampa cínicamente calculada por la burguesía contra explotados indefensos.
Indudablemente el ataque debía ser certero y provocarse ese mismo día porque, tal como se conoce en El Cairo y todo Egipto, los hinchas del Al Ahly son en su mayoría trabajadores y estudiantes (la prensa los cataloga como “extremadamente radicales”) que fueron parte de los piquetes y comités de autodefensa que en la Plaza Tahrir se enfrentaron un año atrás a las hordas fascistas enviadas por el presidente Mubarak, quien luego fuera derrocado por la lucha revolucionaria de las masas explotadas.
Este hecho, brutal y asesino, no es un caso aislado. Desde hace meses se vienen protagonizando asesinatos a mansalva contra las masas revolucionarias egipcias que salen a enfrentar al gobierno de la junta militar por ser la continuidad del depuesto y odiado Mubarak.
No obstante, tampoco puede verse como un hecho “nacional” o por una “crisis política egipcia” como quieren hacer pasar la prensa burguesa que con desprecio habla de que esa “es la violencia de la primavera árabe”. Esos “periodistas”, mienten con total descaro. Este ataque es parte de las masacres que en Siria ejecutan el ejército de Assad contra las masas y el pueblo pobre. Es parte de los asesinatos masivos en Bharein, en Yemen. De los ataques por parte del CNT contra las milicias Libias. De las represiones violentas contra los trabajadores desocupados y la juventud tunecina. De las matanzas generalizadas del estado sionista-fascista de Israel contra las heroicas masas palestinas.
Es decir, que los sucesos de Port Said son un elemento más de un plan contrarrevolucionario, del imperialismo y las burguesías cipayas, que tiene como objetivo bañar y ahogar en sangre la revolución en el Norte de África y Medio Oriente, para que ésta no cruce el Mediterráneo y subleve a los explotados de toda Europa que están siendo terriblemente atacados por los gobiernos imperialistas.
Lo que afirma que la masacre de Port Said fue una acción contrarrevolucionaria, son los sucesos que continuaron en El Cairo el 2 de febrero donde las masas, identificando que el ataque fue organizado por la junta militar asesina, volvieron a ganar las calles, a instalar sus barricadas de combate y a ocupar la Plaza Tahrir.
También hubo una masiva movilización de “hinchas de varios clubes y miles de civiles” (como informa la prensa) contra el Ministerio del Interior pidiendo “la renuncia del gobierno de la junta militar”. Dicha movilización fue ferozmente reprimida. Este era el parte reciente de unos de los diarios de mayor tirada del país: “En Egipto sigue el caos. Es que apenas un día después de la masacre en un estadio de Port Said que dejó un saldo de 71 muertos, los manifestantes que se congregaron en los alrededores del Ministerio del Interior en El Cairo para repudiar la falta de medidas de seguridad en el estadio fueron duramente reprimidos por la policía. ¿El saldo? 388 heridos”. Otro de los diarios importantes manifestaba que “los manifestantes que salieron a la calle a expresar su bronca eran miles. Buscaban protestar contra el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, que gobierna el país desde la caída de Hosni Mubarak, a raíz de la tragedia que se vivió luego de partido entre el Al-Masry y el Al-Ahly”.
En estas horas se habla de varios muertos más a manos de las fuerzas represivas. Mientras, aprovechando los acontecimientos, salen a declarar los oportunistas de ese partido burgués llamado los “Hermanos Musulmanes” (que hoy, bancados por las monarquías del golfo pérsico y luego de la fraudulenta “Asamblea Constituyente”, gobiernan Túnez a través del partido Enahda). Estos “Hermanos Musulmanes”, que siempre se cuidan muy bien de ubicarse a miles de kilómetros de distancia de las balas y de los combates de masas -demostrando que, como ayer lo fueran con Mubarak, siguen siendo fieles sostenedores del régimen asesino- buscan utilizar el genuino odio y movilización de las masas para exigir una salida pactada y “democrática” del gobierno de Tantawi. De esta forma los “Hermanos Musulmanes” intentan que no sean las masas revolucionarias las que conquistando el armamento y poniendo en pie sus milicias, es decir por el camino de la revolución en Libia, aplasten al régimen y sean un impulso revolucionario para todos los explotados de la región; comenzando por las masacradas masas de Siria y Palestina. |
Las masas celebran el primer aniversario de la revolución en Egipto |
El odio crece y con ella la represión asesina del gobierno. Las calles de El Cairo vuelven a estar enardecidas. Nuevos y más violentos acontecimientos ya están en curso. La revolución debe volver a ponerse de pie y triunfar. La clase obrera mundial debe aliarse a los explotados egipcios y de toda la región. La clase obrera europea tiene mucho por decir y hacer.
¡Abajo el gobierno de Tantawi y los generales asesinos, agente del imperialismo yanqui y sostenedor del estado sionista fascista de Israel! ¡Hay que conquistar las milicias obreras y populares para aplastar a las bandas fascistas contrarrevolucionarias de Mubarak y la casta de oficiales asesina del ejército de Egipto! ¡Por comités de soldados rasos! ¡Por comités de obreros y desocupados! ¡Hay que poner en pie el poder armado de la clase obrera y sus aliados, las clases medias arruinadas de la ciudad y el campo! ¡Todos a la Plaza Tahrir para poner en pie allí el poder de los explotados: el único y legítimo poder que garantizara el pan, el trabajo, la independencia nacional y todas las demandas de las masas egipcias expropiando a la burguesía y el imperialismo! ¡Por un gobierno provisional revolucionario de las organizaciones obreras, los comités de soldados y los organismos de las masas en lucha!
Las masas egipcias queman la embajada de Israel en apoyo al pueblo palestino |
En Egipto: ¡Hay que poner en pie las milicias de la clase obrera revolucionaria como en Libia! ¡Hay que llamar a los comités de soldados a desconocer a los oficiales asesinos y pasarse del lado de las masas, como ya sucede en los heroicos combates de Siria! Pero, para ello, los comités de fábricas, los consejos de desocupados, los nuevos sindicatos puestos en pie por la clase obrera deben rodear los cuarteles para que las madres, las mujeres y los trabajadores vayan a buscar a sus hijos, hermanos y maridos que, como soldados rasos, son usados por la casta de oficiales asesina del imperialismo y de Mubarak para asesinar obreros.
¡Hay que retomar el camino de enero y febrero del 2011! ¡Hay que desconocer al parlamento fraudulento de los militares asesinos y los Hermanos Musulmanes, que intentan expropiar la heroica revolución de Egipto! ¡Hay que conquistar las armas para los trabajadores y el pueblo pobre, como garantía para defender la vida, para conquistar el pan para los explotados de Egipto y romper con el imperialismo! ¡Hay que desarmar a la burguesía y su banda de hombres armados! ¡Hay que armar a la clase obrera! |
Con las bandas contrarrevolucionarias policíaco-fascistas, el gobierno de los generales asesinos de Mubarak y el imperialismo intenta escarmentar a las masas. ¡Basta! ¡Tribunales obreros y populares! ¡Paredón y fusilamiento inmediato a Mubarak, a los generales contrarrevolucionarios y las bandas fascistas que vienen a masacrar y ensangrentar al pueblo de Egipto!
De Túnez a Egipto, de Libia a Siria, de la Palestina martirizada a la resistencia iraquí, de Yemen a Qatar: ¡Una sola revolución obrera y socialista por el pan, contra el hambre y las invasiones imperialistas!
En Oakland, Madrid, Atenas y Milan el grito de la clase obrera europea y de EEUU es “¡Hay que pelear como en Egipto!”. Las masacres, como la de Port Said, intentan impedir que ese grito de guerra de la clase obrera norteamericana, europea y mundial se siga extendiendo.
¡Para luchar como en Egipto, hay que luchar por la revolución socialista! ¡Abajo el Maastricht imperialista! ¡Abajo el carnicero y asesino Putin y demás lacayos de la Merkel y Sarkozy que están en los gobiernos del este europeo! ¡Abajo el régimen de los republicratas norteamericanos y sus centuriones contrarrevolucionarios que controlan el planeta bajo las órdenes de las transnacionales yanquis!
¡De pie junto a la clase obrera de Egipto y de Libia, y a las heroicas masas de Siria! ¡Que viva la revolución socialista internacional!
Julián Juárez del CEI de la FLT