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29 de octubre de 2010

Camaradas:

Atravesamos horas de un profundo dolor. Cuesta creer que hemos perdido al camarada  Roque Sánchez. Muchos tenemos su imagen en nuestras mentes con una desgarradora nitidez. Hasta hace unas horas estábamos luchando juntos en Argentina, en Francia, en Cuba, en Bolivia, por la revolución socialista, por la refundación de la IV Internacional. A este combate le dedicó su vida, corta, pero intensa, apasionada, bien vivida, como vive un revolucionario.

Tengo su edad, soy de su generación. Perdimos un gran revolucionario. Nos lo arrebató de repente la naturaleza.
Tuve el honor de conocerlo, de militar con él, de cruzar fronteras. Vivimos juntos en medio de la revolución boliviana. Estuvimos juntos en el congreso de fundación de la Liga Trotskista Internacionalista de Bolivia. Fue uno de los mejores combatientes de la refundación del trotskysmo internacionalista en Bolivia donde la corriente lorista no dejó ni rastros de la IV Internacional.
 
Su virtud no era la de un organizador, sus dotes eran otros. Bajo la enorme presión que ejercía el frente popular para expropiar la revolución boliviana, Roque pudo definir teóricamente el surgimiento de una aristocracia obrera stajanovista en el corazón del proletariado minero en Bolivia. Definió con claridad que esa aristocracia obrera iba a estrangular, en nombre del “socialismo”, a la vanguardia proletaria sometiéndola a la burguesía bolivariana. Ese fue un enorme combate contra mi adaptación a esa presión. Esa lucha que Roque encabezó salvó a nuestro núcleo trotskista. Roque sabia “quedarse solo” defendiendo el programa, la estrategia, los principios. Es decir sabía muy bien quedarse junto a su fracción de la clase obrera, la más explotada. Esta era su virtud más descollante.     

Roque era frontal, muchas veces discutimos acaloradamente. En los momentos de relajo, en aquellos pequeños cuartos en los distritos mineros de Bolivia, compartíamos largas charlas sobre nuestros objetivos, desafíos, límites, proyectos etc. Nunca estas charlas tuvieron alguna disociación con la revolución.
Tenia la sensibilidad que solo un revolucionario trotskista puede tener. Odiaba a la burguesía y su sistema sólo como un trotskista puede odiar.

Se hace muy dura esta despedida. Nuestra generación ha asumido enormes desafíos ante nuestra clase y la historia. Hemos perdido a un gran combatiente de nuestra generación.
Su nítida imagen no se disipa, su combate mucho menos.

Por delante esta de apoca de crisis, guerras y revoluciones seguirá probando y forjando a la nueva generación del proletariado que debe refundar la IV Internacional para llevar al triunfo la revolución socialista cuanto antes. En este combate, el camarada Roque Sánchez estará siempre presente  

Camarada Roque Sánchez: ¡Tu generación te despide y continúa tu combate hasta la refundación de la IV Internacional!

Anibal Vera.
Integrante del SCI