CARTA DE LA FLTI A LA 49 ASAMBLEA INTERNACIONAL ANTIGUERRA EN JAPÓN
Buenos Aires, 02 de agosto de 2011
A la 49º Asamblea Anti-guerra en Japón
A los camaradas del Comité Ejecutivo de la 49º Asamblea Internacional contra la guerra en Japón
A los camaradas de la Federación de Asociaciones Estudiantiles Autodeterminadas de todo Japón (Zengakuren)
A los camaradas del Comité de la Juventud contra la guerra
A los camaradas de la Liga Comunista Revolucionaria de Japón - Fracción Marxista Revolucionaria
Estimados camaradas:
Enviamos con este saludo toda nuestra solidaridad comunista y el más fuerte abrazo internacionalista a vuestra 49º Asamblea Antiguerra. Sabemos que millones de trabajadores y jóvenes explotados en Japón están sufriendo enormes padecimientos por la catástrofe provocada por el terremoto y el tsunami, y más aún por los efectos de la radiación emanados por las plantas de Fukushima.
La tragedia que hoy sufren las masas japonesas demuestra que los capitalistas y sus gobiernos solo defienden sus negocios y su propiedad a costa de la vida y las necesidades de los explotados. Por eso el camino a seguir es el que ha tomado la vanguardia obrera y juvenil japonesa que, junto a ustedes, empieza a movilizarse y a entrar en la escena de lucha contra el odiado gobierno del DPJ dirigido por Naoto Kan y el régimen imperialista de las corporaciones.
¡Viva el combate de los trabajadores y los estudiantes japoneses contra el gobierno y los monopolios imperialistas, que las masas certeramente identifican como los verdaderos responsables de sus padecimientos! ¡Solo la clase obrera y sus organizaciones de lucha podrán salvar de la catástrofe a los explotados con los métodos de la revolución socialista, con la expropiación de los expropiadores!
¡No nos detengamos! ¡El camino a seguir es el de la expropiación sin pago y bajo control obrero de todos los monopolios imperialistas, sus transnacionales, empresas, bancos, etc.! Ante la catástrofe, hay que imponer un plan obrero de emergencia: ¡nacionalización, sin pago y bajo control de los trabajadores, las organizaciones obreras y los comités de abastecimiento de toda la cadena de comercialización de alimentos y medicamentos para que llegue a los damnificados! ¡Plan de obras públicas bajo control de las organizaciones obreras combativas, para solucionar el problema de la vivienda y reconstruir los caminos, hospitales y escuelas destruidos por el tsunami!
Los trabajadores sabemos que no podemos confiarle nuestra salud y seguridad a los explotadores, ellos solo intentarán salvarse a sí mismos. Es por eso que las tareas de vigilancia, control y rescate no pueden quedar en manos de la casta de oficiales asesina del imperialismo japonés y mucho menos de la base yanqui de Okinawa, supercargada de bombas atómicas. ¡Por comités de soldados, consejos obreros y del movimiento estudiantil Zengakuren para garantizar estas tareas decisivas y darle una salida al flagelo de las masas! ¡Por una comisión de obreros, estudiantes, profesores, ingenieros y médicos solidarios con la causa obrera para controlar todas las centrales nucleares de Japón!
Camaradas, los combates actuales de la clase obrera y los explotados del Magreb y Medio Oriente demuestran al proletariado mundial que para poder comer, conquistar el salario y la independencia nacional hay que enfrentar al imperialismo, tirar abajo a sus gobiernos sirvientes, como en Túnez y Egipto, armarse como en Libia y luchar por que la clase obrera se haga del poder con una insurrección triunfante. Este es el camino que deben tomar los explotados de Japón: ¡para resolver las penurias inauditas de las masas, para conseguir el pan y detener la carrera armamentística, la clase obrera debe hacerse del poder! ¡Hay que derrotar al régimen de las corporaciones y al gobierno de Naoto Kan en Japón, en el camino de conquistar un Japón Soviético y Socialista!
Camaradas, esta es la única salida para la clase obrera y las masas a nivel mundial ante la gran catástrofe que azota a los explotados del planeta, que no es más que el feroz ataque que los explotadores han descargado sobre la espalda de los trabajadores para que paguen los costos de la crisis de la economía capitalista desatada en 2007. Los estados imperialistas se encuentran quebrados luego de rescatar a sus bancos con miles de millones de dólares de sus reservas, salvataje que se los están haciendo pagar a los pueblos oprimidos del mundo y a su propio proletariado.
Ante la quiebra del estado norteamericano, la Cámara de Diputados de Estados Unidos acaba de aprobar el acuerdo para elevar el techo de la deuda del Estado y así evitar el default. Ante la votación de esa cueva de bandidos del Congreso de los “Republicratas”, toda la izquierda del Foro Social Mundial, que llamó a apoyar a Obama y la “democracia” contra “los fascistas del Tea Party”, se ha roto los dientes.
Es que Obama y el Tea Party, representantes de los monopolios imperialistas, ya habían pactado de antemano y cerrado un pacto contra la clase obrera: juntos acordaron reducir los gastos del estado por la friolera de 2,1 billones de dólares que se lo harán pagar a las masas con más padecimientos inauditos, con recortes en salud, en subsidios al desempleo, a los jubilados, etc., mientras que no le tocaron el bolsillo a las transnacionales imperialistas.
Ese “Bush tiznado” de Obama decidió pactar con el Tea Party para descargar de conjunto el más brutal ataque contra el proletariado de Estados Unidos, al igual que hicieron en Inglaterra los laboristas junto con el partido conservador de los Tories que hoy está en el gobierno, o el socialdemócrata Papandreu en Grecia, sucesor del antiobrero Karamanlis.
Este acuerdo de Obama y el Tea Party demuestra que para salir de la crisis, los piratas imperialistas deben redoblar su ofensiva contra las masas. Es que el capital financiero se ha gastado a cuenta 90 billones de dólares que el trabajo humano aún no ha producido.
No les alcanza con las superganancias que extraen del mundo colonial y semicolonial con el saqueo y la expoliación de los pueblos oprimidos y la superexplotación de la clase obrera. No les basta con las enormes ganancias del capital financiero que, ante la caída de la tasa de ganancia en el proceso productivo, ha redoblado su parasitismo en las burbujas especulativas como la de los commodities, el petróleo, etc. No son suficientes los enormes negocios que están haciendo todas las trasnacionales en China convertida por el capital financiero internacional en una maquila de mano de obra esclava, brutalmente saqueada por el imperialismo, que no es más que una pequeña tendencia contrarrestante en medio del marasmo de la economía mundial capitalista.
Necesitan imponerle a la clase obrera de las potencias imperialistas las mismas o peores condiciones de los obreros del mundo colonial y semicolonial que no son más que las condiciones de las maquiladoras chinas. Este es el objetivo del acuerdo entre Obama y el Tea Party.
Esta es la ofensiva del imperialismo yanqui que le ha tirado toda su crisis al mundo en forma de inflación con la devaluación de su moneda haciendo pesar con todo su status de potencia dominante. Mientras, al interior de Estados Unidos 40 millones de obreros desocupados viven con subsidios de 3 dólares diarios, a la vez que se profundiza la persecución y muerte contra los trabajadores inmigrantes a manos de los Sheriffs fascistas y del gobierno de Obama que ha encarcelado a más de 4.000 obreros mexicanos, chicanos, etc.
También en Europa los estados en bancarrota avanzan en quitarle todas sus conquistas a la clase obrera y las masas, con recorte de las jubilaciones, rebajas salariales y despidos masivos. Frente a la quiebra del Maastricht imperialista y el feroz ataque de los gobiernos europeos, los explotados comienzan a desarrollar una segunda oleada de combates de masas como en España, Grecia e Inglaterra. Por el momento, las direcciones socialimperialistas de Europa se han encargado de impedir que comience la revolución griega y en el resto del continente como parte de la revolución del Norte de África y Medio Oriente, sosteniendo a sus propios gobiernos y regímenes y a Maastricht, transformando las enormes luchas revolucionarias de la clase obrera en luchas de presión impotentes y garantizando la división de las filas obreras.
Camaradas, ante la debacle de la economía capitalista, no harán más que agudizarse las disputas interimperialistas por los mercados, las zonas de influencia y por definir qué potencia imperialista también paga la crisis.
A no dudarlo, que el capitalismo no saldrá de esta feroz crisis sin nuevas guerras, como ya lo preanuncian las enormes masas de capitales dirigidas a la inversión en el aparato industrial-militar.
En esta crisis actual donde sobran potencias imperialistas, las distintas pandillas imperialistas terminarán llevando a la civilización humana a una nueva carnicería que comenzará como terminó la segunda guerra mundial: con bombazos atómicos como en Hiroshima y Nagasaki. La clase obrera es la única que puede impedir una nueva catástrofe llevando al triunfo la revolución socialista.
Es que el capitalismo en su fase de putrefacción solo se sobrevive desarrollando aún más fuerzas destructivas para recomponer su tasa de ganancia.
El militarismo de las distintas potencias imperialistas no es más que un gran negocio de las transnacionales. Los mismos monopolios imperialistas de Estados Unidos, Japón y del capital financiero europeo son los que les venden armas y tecnología militar a los países del mundo semicolonial como a China y Rusia. Es de esta forma como el imperialismo domina el mundo.
La tradición del marxismo revolucionario es defender el derecho de los países oprimidos a armarse, a su vez que alertamos y denunciamos que los fusiles y bayonetas en manos de las burguesías cipayas de los países del mundo semicolonial, como Rusia y China, no están para enfrentar al imperialismo sino para aplastar a sangre y fuego a su propia clase obrera. Ante la bancarrota del sistema capitalista imperialista, Rusia y la China expoliada y saqueada por los monopolios imperialistas solo tienen dos alternativas: o la clase obrera vuelve a abrirse paso a la revolución y se hace del poder; o de lo contrario, lo que le preparan las potencias imperialistas es la partición de China y Rusia con nuevas guerras de coloniaje como lo hicieran en los Balcanes.
Trabajadores y jóvenes revolucionarios reunidos en esta nueva Asamblea Internacional contra la guerra: ¡Sólo el triunfo de la revolución obrera y socialista puede impedir que se abra el camino a la guerra! ¡Sólo con la toma del poder por parte del proletariado se podrá garantizar el desarme nuclear de todas las potencias imperialistas!
Bajo estas condiciones, se preparan choques decisivos entre las clases. Cada vez más revolución y contrarrevolución se ven la cara frente a frente.
Estamos en presencia de enormes gestas revolucionarias como las de la clase obrera del Magreb y Medio Oriente que enfrentan el ataque del imperialismo y las burguesías nativas, los planes de saqueo y expoliación. La cadena de revoluciones que hoy protagonizan las masas de Túnez, Egipto, Libia, Siria y toda la región, que amenaza con penetrar en las potencias imperialistas de Europa, han puesto en vilo a la burguesía mundial.
La clase obrera y los explotados nuevamente se vuelven a levantar en Grecia, con combates en las calles, huelgas y enfrentando la represión del gobierno de Papandreu. Junto a ellos se levantan también los trabajadores y la juventud explotada de España y su heroica “República de los indignados” contra el gobierno de Zapatero y la monarquía. Levantemos juntos el grito de guerra de los “indignados”: ¡Nos habéis quitado demasiado, ahora queremos todo! ¡Al capitalismo no se lo reforma, se lo destruye!
Mientras, en el cono sur del continente americano, se ha puesto de pie la clase obrera y el movimiento estudiantil combativo de Chile. Miles de obreros y estudiantes combaten en las calles de Santiago, Valparaíso, Rancagua y todo Chile, protagonizando enormes huelgas y movilizaciones, enfrentando en lucha de barricadas la represión de la policía asesina. Bajo la bandera de lucha de la “¡Renacionalización del cobre chileno, sin pago y bajo control de los trabajadores!” para conquistar salario, trabajo y educación gratuita, las masas enfrentan al gobierno pro-imperialista de Piñera y al régimen cívico militar pinochetista-concertacionista de la Constitución del ’80.
La clase obrera y la juventud chilena son los más grandes aliados de los obreros y la juventud de Japón en el enfrentamiento a los traidores del estalinismo. En Chile las masas, al grito delos “pacos (policías) de rojo son los peligrosos” y “Revolución se escribe sin “J” (por la Juventud Comunista)”, enfrentan a los carneros y rompehuelgas del Partido Comunista chileno, principal sostenedor del poder de los explotadores. Identificándolos como sus enemigos al interior de sus organizaciones de lucha, los estudiantes y mineros expulsan a estos traidores de cada huelga, piquete, barricada y toma de colegio.
Así los explotados de Chile son la vanguardia en el combate contra la burocracia castrista que se apresta a restaurar el capitalismo en Cuba con su plan de un millón de despidos y restableciendo el derecho a herencia en las propiedad inmobiliaria.
Contra estos “pacos rojos” del estalinismo también comienzan las sublevaciones de los explotados de la propia China, que padecen la más feroz superexplotación y miseria impuesta por el gobierno de Hu Jintao y los “mandarines” del PC al servicio de las transnacionales imperialistas. Ante el flagelo de la brutal inflación, en la China profunda, millones de trabajadores, campesinos pobres y estudiantes protagonizan cientos de revueltas contra la patronal. La juventud obrera es la vanguardia de una oleada de huelgas que se han desatado por conquistar un salario digno. Más de 1900 jóvenes obreros de la Honda, en la ciudad de Foshan, se pusieron en pie de guerra contra esa patronal imperialista. En la provincia de Zeng, los explotados han protagonizado un magnífico levantamiento de los obreros y campesinos que sacudió a toda la provincia ante la golpiza que recibiera una joven embarazada de 20 años por parte de la policía. El gobierno sólo logró contener la situación con los tanques de su ejército asesino.
Hoy cuando vuelven a ponerse de pie los heroicos obreros chinos, que ayer dejaban sus huesos y músculos para construir toda la infraestructura del capitalismo moderno, y hoy dejan su sangre produciendo como esclavos para las maquiladoras imperialistas, los obreros de todo el mundo debemos seguir su ejemplo. ¡Viva el combate de la clase obrera china! ¡Abajo el gobierno de Hu Jintao y los nuevos empresarios “rojos” del Partido Comunista! ¡Que se abra la tercera Revolución China y triunfe la restauración de la dictadura del proletariado bajo formas revolucionarias!
Camaradas ustedes encabezan en Japón el combate contra su propia burguesía imperialista. Los revolucionarios sabemos, como planteaba Marx, que ningún pueblo que oprime a otro pueblo puede liberarse a sí mismo. Por eso la clase obrera japonesa debe levantarse también bajo la demanda de: ¡A igual trabajo, igual salario en China, Japón y toda Asia! ¡Fuera las maquiladoras japonesas que matan de hambre a la clase obrera china! ¡Por el desconocimiento de todas las deudas de China con Japón! ¡Expropiación de todos los bienes del imperialismo japonés en China! Así el proletariado de Japón contará para triunfar con sus mejores aliados: los millones de obreros y campesinos chinos.
Obreros y estudiantes revolucionarios de Japón: todos estos combates de clase nos demuestran que la única salida para responder a la altura del ataque de los capitalistas es peleando por todo en lucha política de masas contra todos los gobiernos, regímenes y estados. ¡Que la revolución obrera y socialista que ha comenzado en el Norte de África penetre al interior de las potencias imperialistas!
En Estados Unidos, Japón y Europa: ¡hay que pelear como nuestros hermanos de clase de Túnez, Egipto y Libia! ¡Abajo Obama y el régimen de los “Republicratas”! ¡Abajo el pacto de Obama con el Tea Party! ¡Abajo Maastricht y todos los gobiernos y regímenes europeos! ¡Abajo el gobierno imperialista de Naoto Kan y el régimen de las corporaciones!
La llave del triunfo del proletariado mundial la tiene la clase obrera de las potencias imperialistas que debe levantarse al grito de “el enemigo está en casa”. Los obreros de Nueva York, Londres, París, Berlín, Madrid, Atenas y Tokio cuentan con el misil más poderoso para derrotar el ataque de los capitalistas y detener la maquinaria de guerra: la expropiación de los expropiadores. Para que haya pan, trabajo y paz: ¡Hay que expropiar sin pago y bajo control obrero todas las transnacionales imperialistas! ¡Hay que expropiar sin indemnización y bajo control de sus trabajadores a los bancos de Wall Street, la city de Londres y Frankfurt, y la bolsa de Tokio!
Este es el camino para avanzar en el combate por una contraofensiva de masas a nivel mundial que ponga a la orden del día la lucha por la revolución socialista y la toma del poder, única forma de frenar el camino a la guerra y conquistar el desarme nuclear de todas las potencias imperialistas.
Camaradas, para que no se de esta perspectiva, el capital financiero ha reclutado a todas las direcciones traidoras a nivel mundial. Todas las corrientes socialdemócratas, estalinistas y de los renegados del trotskismo, junto a las burocracias sindicales y la aristocracia obrera de los países imperialistas, han corrido a sostener al capitalismo en crisis, echando agua al fuego de la revolución socialista, desincronizando y cercando a cada paso los combates revolucionarios de las masas y dividiéndolos país por país para someter a la clase obrera a la burguesía.
Como ayer juntos combatimos a las direcciones que el año pasado se reagrupaban en el CONCLAT en Brasil, junto a los estalinistas de Chukaku-ha, para someter al proletariado norteamericano a Obama y los gobiernos “bolivarianos”, hoy más que nunca hay que profundizar esta pelea contra todas las direcciones que se encargan de que la clase obrera no avance hacia la toma del poder. Esta es la obligación de toda corriente que se reclame revolucionaria.
Hay que declararle la guerra a la izquierda del Foro Social Mundial que ayer en Estados Unidos llamaba a apoyar al Partido Demócrata, bajo el lema de “todos menos Bush”, y luego sometió al proletariado al carnicero Obama; y a todas las corrientes “anticapitalistas” europeas que se han centralizado por una “Europa más social” para sostener a Maastricht, a sus gobiernos, regímenes y estados.
Todas estas direcciones son las mismas que hace unos meses se reunían en Dakar para cercar los procesos revolucionarios del Norte de África y Medio Oriente, hablando de “revoluciones democráticas” para someter a las masas de Túnez, Egipto y Libia a los gobiernos de colaboración de clases, sus Asambleas Constituyentes, etc.
¡Abajo las burocracias y aristocracias obreras! ¡Fuera las manos de todas las direcciones traidoras de los combates revolucionarios de las masas!
Heroicos obreros y estudiantes de todo Japón: ha llegado la hora de pelear por el triunfo de la revolución obrera y socialista. Por ello desde la FLTI combatimos a brazo partido por derrotar a todas las direcciones traidoras del proletariado, enfermeras del capitalismo en putrefacción, porque sólo así la clase obrera podrá desatarse las manos para conquistar una contraofensiva de masas a nivel mundial contra sus verdugos y explotadores.
El proletariado a nivel internacional necesita una dirección revolucionaria a su frente, un estado mayor que le marque las condiciones de la victoria, para que los aparatos conservadores y traidores del pasado no sigan manipulando, desmoralizando y cercando los procesos revolucionarios que están en curso. Desde la FLTI hemos puesto todas nuestras fuerzas en la lucha por refundar la IV Internacional de 1938, el Partido Mundial de la Revolución Socialista Internacional.
¡Sigamos luchando juntos a través de las fronteras!
Laura Sánchez, Florencia Barcaz y Martín Guerrero
por el Secretariado de Coordinación Internacional de la Fracción Leninista Trotskista Internacional (FLTI)