Volver al índice En medio oriente, en América Latina y en Argentina
Resistencia de los obreros y los explotados contra la ofensiva del imperialismo
Un debate necesario

 

En Medio Oriente, en América Latina y en Argentina
Resistencia de los obreros y los explotados contra
la ofensiva del imperialismo y los patrones

La lucha de los trabajadores de la ex Jabón Federal (TVB) es una lucha testigo de la dura resistencia de la clase obrera argentina contra los ataques de la patronal, el gobierno de Kirchner y el régimen infame del pacto social, que cuentan con la gustosa colaboración de la burocracia sindical.
Estos ataques son la expresión en Argentina de la ofensiva que, a nivel internacional, han desatado las potencias imperialistas –con los carniceros yanquis a la cabeza-, para seguir profundizando el saqueo de las materias primas, la superexplotación obrera, y mantener y aumentar sus superganancias. Pero, a la vez, luchas como la de TBV, son la expresión de que, enfrentando esa ofensiva, las masas del mundo están protagonizando una dura y heroica resistencia.
En Medio Oriente, la ofensiva imperialista utiliza la guerra directa, la ocupación y a su gendarme, el estado sionista-fascista de Israel, para masacrar al pueblo palestino y a las masas del sur del Líbano. Pero en respuesta, se atalonó en Medio Oriente una heroica resistencia de las masas que tiene empantanado al imperialismo yanqui en Irak, y que en el sur del Líbano le hizo morder el polvo al ejército sionista, obligándolo a retroceder.
En América Latina, frente a la ofensiva del imperialismo y los patrones nativos, se cae el velo de la cacareada “revolución bolivariana” de Chávez, Castro, Evo Morales y el Foro Social Mundial: salarios de hambre, la más inhumana superexplotación, la rapiña incontrolada de los recursos naturales y una cada vez mayor entrega de nuestros países a la voracidad imperial, ¡eso es todo lo que les ha dado a los trabajadores y los campesinos pobres de América Latina, la “revolución bolivariana” que se ha impuesto de la mano de Evo, Chávez, Kirchner, Lula, Tabaré Vázquez y compañía! Y allí donde los trabajadores resisten a este ataque, la respuesta es la represión, la cárcel, la persecución. ¡Este es el “otro mundo posible” que prometían todos los fundadores del Foro Social Mundial que hoy encabezan, desde los regímenes y gobiernos cipayos del continente, el peor de los ataques contra las masas!
En México, la patronal y su régimen cipayo del fraude ha hundido a la clase obrera y los campesinos pobres en la miseria, entregado el país al imperialismo con el TLC; y reprimen ferozmente a los explotados cada vez que luchan contra esta situación insoportable. Pero ha comenzado una magnífica resistencia del proletariado y los explotados que, con las huelgas mineras y siderúrgicas, con levantamientos locales, y sobre todo, con la heroica lucha de los docentes, los trabajadores y el pueblo de Oaxaca que han impuesto su Asamblea Popular –un organismo de poder obrero y campesino-, amenaza con convertirse en un ascenso generalizado de masas, y con unirse con sus hermanos de clase, los inmigrantes latinos, que se pusieron de pie en Estados Unidos.
En Brasil, la patronal lanzó una dura ofensiva contra la clase obrera, mientras continúa masacrando a los campesinos sin tierra en el campo. Pero allí también resiste la clase obrera, con los trabajadores de Volkswagen parando contra el despido de 1.800 compañeros.
En Bolivia, con el gobierno de colaboración de clases de Evo Morales, y su Asamblea constituyente amañada, han logrado expropiar la revolución obrera y campesina iniciada en 2003. Pero allí también, con huelgas de docentes, trabajadores de la salud y choferes, con bloqueos de caminos y levantamientos locales de los campesinos pobres, ha comenzado también la resistencia de los obreros y los explotados que quieren recuperar su revolución.

En todos los casos, los trabajadores en la resistencia dan enormes muestras de determinación y combatividad, pero son las direcciones que tienen a su frente las que una y otra vez los llaman a confiar en los gobiernos, las instituciones burguesas, o directamente quieren convencerlos que son débiles y que es necesario negociar en condiciones desfavorables, porque no se puede triunfar. Cuando los trabajadores caen en las redes de los que les dicen que pueden existir patrones buenos, leyes benévolas, ministerios amigos, etc., reciben a cambio más miseria y explotación. Por el contrario, cuando confían en sus propias fuerzas, ponen en pie organizaciones obreras de lucha y levantan un claro programa de clase, están cerca de triunfar.


UN DEBATE NECESARIO

Cada vez que los trabajadores con su lucha cuestionan la propiedad privada burguesa y están en condiciones de luchar por el control obrero, reaparece en debate entre los partidos de izquierda sobre si se puede realizar a no. Inmediatamente, surgen todo tipo de argumentos para justificar porqué no se puede hacer.
En el caso de la ex Jabón Federal, el argumento que utilizan algunas corrientes de izquierda está sustentado en que recuperar fábricas como Zanón o Brukman, se logró porque se eran fábricas en quiebra que la patronal abandonaba. Plantean que, como ese no es el caso de TVB, sería por lo tanto imposible lograr el mismo resultado.
Frente a esto, lo primero que hay que decir es que Zanón y Brukman son fábricas que fueron tomadas y puestas a producir bajo gestión obrera directa por sus trabajadores (que no es lo mismo que control obrero), y que hoy son cooperativas. De todos modos, defendemos esas fábricas como grandes conquistas de la lucha obrera.
Pero justamente el hecho de que son cooperativas, es lo que constantemente las pone bajo ataque de la patronal y el gobierno: intiman a los trabajadores a que paguen las deudas que dejó la patronal que huyó o los cánones estipulados por la justicia; los obreros sólo tienen el usufructo de la fábrica por dos años; como supuestamente son “socios”, “propietarios” de las cooperativas, no tienen vacaciones, ni aguinaldo, ni les rige el convenio, ni pueden afiliarse al sindicato, ni nada. Por el contrario, si fueran fábricas nacionalizadas bajo control obrero, el que se encargaría de poner todo el dinero necesario sería el estado, y los trabajadores controlarían y organizarían la producción, auditarían el manejo el financiero, etc.
Pero el argumento planteado por algunos partidos de izquierda de que no se puede imponer el control obrero en las empresas rentables, que dan ganancias, es francamente increíble. Para los que sostienen esta posición, cuando una empresa da pérdidas, está quebrada, endeudada y con maquinaria obsoleta, está bien que los trabajadores las tomen en sus manos y autoexplotándose, a fuerza de su sacrificio las mantengan funcionando y las saquen adelante. Por el contrario, cuando esas empresas son rentables, dan ganancias, y pueden progresar... ¡hay que dejárselas a la patronal! ¡Eso es lo que están diciendo! Terminan, en última instancia, ubicados como salvadores de la propiedad del patrón cuando hay crisis, y de sus ganancias cuando hay crecimiento.
No es nada nuevo: es el llamado “socialismo de mercado”, el que aplicó la ex burocracia stalinista de China que, después de masacrar a los trabajadores y estudiantes en la Plaza Tian An Men, restauró el capitalismo, se recicló en burguesía y se asoció con los monopolios imperialistas, entregándoles las empresas que eran rentables, y manteniendo en manos del estado las que daban pérdidas, descargando el costo de esas pérdidas sobre las masas. Es el “socialismo de mercado” que aplica el gobierno de Chávez en Venezuela: transforma en cooperativas de autoexplotación obrera las empresas quebradas y tomadas por sus obreros. Pero ¡ay de que a los obreros se les ocurra exigir el control obrero de la petrolera PdeVSA, o de SIDOR –la acería de Techint-, que dan fabulosas ganancias!: si lo hicieran, les esperarían de 18 a 20 años de cárcel por “boicot a empresas estratégicas”, por la ley antihuelgas de Chávez!
La posición del marxismo revolucionario es al revés de lo que afirman partidos como el PTS: en empresas como Jabón Federal que están produciendo a pleno, con alta tecnología, que dan ganancias, es donde el control obrero se puede aplicar con mayor éxito, demostrando la superioridad de la organización obrera de la producción, desenmascarando todos los negociados burgueses, etc., como medio de demostrar la superioridad de la sociedad sin patrones. En esas condiciones, los obreros pueden inclusive duplicarles el sueldo a los técnicos y administrativos para que se queden trabajando.
En el caso de TVB, ahora que la patronal quiere quebrar la lucha imponiendo un lock-out, es el momento para que los trabajadores tomen la empresa en sus manos y demuestren lo que puede la organización proletaria de la producción. Demostrando que con el control de los trabajadores no solo se abaratan los precio y se produce más, sino que se logra trabajando menos y con mejores salarios. Sería inclusive una gran oportunidad para conquistar la unidad obrero-estudiantil. Con la fábrica en sus manos, los obreros pueden sufrir por parte de los técnicos y administrativos pro-patronales, todo tipo de sabotajes y boicots en aspecto de la organización de la producción que se manejan desde las gerencias: sería el momento para que los estudiantes universitarios combativos pongan todo su conocimiento al servicio de esta lucha y resuelvan estos problemas para los obreros en lucha.

El abandono de la lucha por la nacionalización sin pago y bajo control obrero de toda empresa que cierre, suspenda o despida, es una muestra más de que estas corrientes de izquierda han roto definitivamente con el programa del trotskismo, y se han pasado al reformismo.