16 de agosto de 2016

Presentación

Nuevas rondas del crack mundial en China, Brasil y los BRICS… Se desinfla el verso de los “nuevos pulmones” de la economía capitalista
Ante la bancarrota de la Europa de Maastricht, Inglaterra busca ir sola al mundo, mientras Alemania y EEUU intentan cercar a Rusia y China con pactos económicos, políticos y militares

La clase obrera presenta duras batallas, traicionada aquí y allá por las burocracias sindicales y los partidos social-traidores

¡Para que la clase obrera viva, el imperialismo debe morir!
Bajo la bandera de la IV Internacional ¡Paso a la revolución socialista!

La crisis y bancarrota del sistema imperialista no da sosiego. En los últimos dos meses se han sucedido nuevos e importantísimos acontecimientos de la lucha de clases en los que se está definiendo el destino inmediato de millones de explotados. El marxismo revolucionario debe estar a la altura de estos verdaderos test ácidos planteándole al proletariado un programa para conquistar las condiciones de la victoria, reagrupar sus filas a nivel internacional y desenmascarar a los oportunistas liquidadores del marxismo que llevan a la derrota y corrompen a lo mejor de la vanguardia de la clase obrera. La presente edición del Organizador Obrero Internacional está dedicada a ello.
Maastricht ha comenzado a desgranarse. Inglaterra, asfixiada por Alemania y EEUU, busca nuevamente ir sola al mundo… al Atlántico, pero también al Pacífico. Está en cuestión la sociedad del imperialismo “Anglo-Yanqui” y de las potencias imperialistas europeas.
Las potencias vencedoras del crack mundial del 2008, como EEUU y Alemania, buscan cercar a Rusia y China para terminar de semicolonizarlas.
Es que el mercado mundial se ha achicado y los bancos imperialistas solo ocultan, con balances falsos y valores sin respaldo en bienes, su bancarrota.
Hay una inestabilidad en el régimen de dominio imperialista le impide a éste asentar sus ofensivas contrarrevolucionarias con las que atacó y cercó a las capitales de la revolución mundial, como fue ayer Atenas, y hoy Siria y el Donbass sublevado. La clase obrera resiste con duros combates y, como en Francia y Bolivia –y últimamente en Siria- conquista heroicas ofensivas de masas. De eso se trata el presente Organizador Obrero Internacional.

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Le hacemos entrega a nuestros lectores de un Dossier Especial dedicado a la cuestión siria al día, pues allí se concentran todas las contradicciones de la situación mundial, la revolución, la contrarrevolución y se pone a prueba el programa marxista y el accionar centralizado de las direcciones traidoras de las masas.
Los acontecimientos de Khantoman de principios de mayo demostraron que la resistencia, las masas explotadas de Siria, podían marchar sobre Damasco y "cortarle la cabeza a la serpiente" del genocida Al Assad. Las insurrecciones de masas en Aleppo en junio/julio lo confirmaron categóricamente. Sin embargo, la manipulación de los generales sin batallas de las direcciones burguesas montadas sobre la resistencia lo impidieron... por el momento.

Podrán ver en el Dossier Especial un Editorial donde se define el momento actual de la revolución y la contrarrevolución en Siria, así como múltiples corresponsalías de la Brigada León Sedov desde el campo de batalla mismo. También encontrarán nuestros lectores el trabajo de nuestro corresponsal en Grecia desde el corazón de los refugiados que están bajo la represión del gobierno de la Nueva Izquierda de Syriza.

En este mismo Dossier Especial abordamos los acontecimientos de Turquía. Desarrollamos en el mismo las condiciones internacionales que provocaron las convulsiones en ese país. Cruzado por todas las contradicciones de la revolución y la contrarrevolución en Medio Oriente, determinado por la crisis de Maastricht y el lugar que le depara la economía mundial, Turquía ha devenido en un subimperialismo cercado, que busca una zona de influencia, luego de un ciclo expansivo de 10 años, para no ir a una nueva crisis y estallido.
El golpe militar, dejado correr por Erdogan, y el contragolpe de éste no son más que los indicios de que las fracciones más importantes de la oligarquía capitalista turca buscan imponer centralidad y manu militari hacia dentro de Turquía, contra su propia clase obrera, puesto que intenta salir del encierro y tener nuevas oportunidades para sus negocios en Medio Oriente, el Cáucaso y Europa.
En nuestra declaración sobre Turquía nos oponemos a la falacia de que habría sido la clase obrera turca la que paró el golpe militar. La izquierda reformista es incapaz de distinguir a la clase obrera en los procesos de guerra civil y de choques políticos militares. Es una izquierda totalmente parlamentarista, de las capas altas de la clase obrera.
La clase obrera turca fue molida a bombazos y reprimida brutalmente en las grandes acciones del Primero de Mayo de este año. La fracción kurda de la clase obrera de ese país es bombardeada a diario por las tropas de Erdogan, mientras la clase obrera siria, con 3 millones de refugiados, está estrangulada y trabajando como esclavos.
Al golpe lo paró Erdogan con su mayoría en las fuerzas armadas, entre las fracciones burguesas y con la moderna clase media rica, sobre las que se asienta para lanzar un verdadero contragolpe contra la clase obrera turca antes que ésta termine de irrumpir en lucha política de masas frente a la crisis económica que ha comenzado.
El programa frente a la cuestión turca y las claves del momento de la situación mundial en discusión abierta contra el reformismo, es lo que cierra el Dossier Especial de la presente publicación.

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En el cuerpo central de este OOI presentamos a modo de Editorial, nuestra carta enviada a los marxistas del Pacífico para su 54 Asamblea Contra la Guerra en Japón. En ella abordamos las cuestiones centrales de la situación mundial, Siria y los choques entre revolución y contrarrevolución, separando aguas entre reforma y revolución. Allí discutimos la cuestión de la guerra en la lucha de clases misma.
Nuestra corriente, la FLTI, se encuentra en un duro combate reagrupando a las fuerzas sanas e internacionalistas de la clase obrera mundial. Con los marxistas de Japón hemos conquistado un frente de lucha internacional a propósito de la cuestión, en las batallas que juntos hemos dado contra las direcciones traidoras y como así también con la lucha internacionalista por la libertad de los presos políticos del mundo.
Así lo podrán ver nuestros lectores en esta carta, que es presentada como editorial en este material.

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El lector encontrará también una sección destinada a dar respuesta a los sucesos de la lucha de clases en el continente americano. En dicha sección "De Alaska a Tierra del fuego: una misma clase una misma lucha", presentamos dos cuestiones políticas claves. Una de ellas es a propósito del ocaso de los bolivarianos en Latinoamérica, que atacan a las masas a cuenta del FMI y Wall Street, sostenidos por la izquierda reformista, en momentos en que la clase obrera norteamericana presenta batalla, ayer peleando por 15 dólares la hora con marchas y huelgas en todo el país y hoy con la juventud obrera negra sublevando las barriadas contra la policía asesina de Obama. La clase obrera norteamericana, junto a las masas mexicanas están a la avanzada de la lucha de los trabajadores en el continente. Más al sur, los obreros fabriles de Bolivia se rebelan contra el gobierno de Evo Morales, marcándole el camino al conjunto de los explotados del sub-continente para enfrentar y derrotar a los bolivarianos en su ocaso, mientras vuelve al combate la clase obrera y la juventud chilena, mil veces traicionada por el stalinismo y pequeños grupos de renegados del trotskismo, que lo intentan legitimar y sostener para que sometan a los trabajadores y pueblo chileno al infame régimen pinochetista.
Asistimos a durísimas luchas de la clase obrera y a grandes traiciones de sus direcciones y de la izquierda reformista que se han subordinado al "socialista" Sanders en EE.UU, es decir a la Clinton a quien irán todos sus votos. Si ayer estábamos frente a una izquierda de Obama "contra el fascista Tea Party", hoy estamos ante una izquierda Clinton-Sanders-bolivariana "contra el fascista Trump" que sostiene al frente popular en todo el continente, como vimos en su completo apoyo a Dilma en Brasil inclusive inventando un supuesto “golpe de estado” contra ella para someter a la clase obrera a una de las pandillas burguesas cuando Brasil ha entrado ya en un verdadero colapso económico y las masas están padeciendo toda la crisis que les han arrojado los capitalistas y el imperialismo. Someter a la clase obrera a uno de los campos burgueses, como lo hace la izquierda latinoamericana y mundial con el PT en Brasil no hace más que arrodillar a los explotados a uno de sus verdugos, mientras Temer –el antiguo socio de Dilma- continúa el ataque a la clase obrera. En Brasil, el imperialismo selecciona a sus agentes al inicio del crack económico, y la clase obrera deberá seleccionar a sus dirigentes para el combate, pero ya a la mitad del camino y bajo el fuego graneado del enemigo.
Los renegados del trotskismo, devenidos en una nueva fracción neostalinista del FSM, desde los amigos de los Castro y del Partido Demócrata de EEUU, los socios de Sanders (como la ISO, el SWP norteamericano) al POR boliviano, la LIT, el FIT en Argentina) están acompañando –como lo hicieron ayer en su esplendor- a los bolivarianos, hoy en decadencia.
La Nueva Izquierda solo busca desorganizar –como ayer lo hizo el Foro Social Mundial- al ala izquierda de la clase obrera en todo el continente americano. Esto lo podrán ver nuestros lectores en los artículos, declaraciones y corresponsalías de EE.UU, México, Venezuela, Bolivia, Argentina y Chile que presentamos en esta edición.

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Vivimos en un mundo signado por la bancarrota capitalista, donde se ha abierto una crisis del régimen de dominio imperialista que abre permanentemente brechas en las alturas y a cada paso las masas se ubican en posición de contraofensiva.
En Europa, bajo la bancarrota de Maastricht, la lucha de los explotados franceses fue uno de los puntos más álgidos con la clase obrera y la juventud pujando por volver a poner en marcha un nuevo “Mayo Francés”. El camino que marcó la lucha revolucionaria de los trabajadores y jóvenes franceses, marcó un ángulo de 180º con la política de la izquierda reformista que ha marcado su bancarrota total con una nueva oleada de socialchovinismo. Ante el Brexit inglés, esta izquierda le dijo al proletariado que su aliado no estaba en el nuevo “Mayo Francés”, en levantar la lucha de 35 horas de trabajo semanal para todos los trabajadores europeos como demanda unificadora del conjunto de la clase obrera desde Portugal a las Estepas rusas… sino que le dijo a la clase obrera que la alternativa era apoyar a su propia burguesía inglesa ya sea “dentro de la UE” o de manera “independiente” bajo el comando único de Londres.
Esto es socialchovinismo, el peor de los reformismos. Éste transforma a los enemigos –las pandillas imperialistas burguesas locales- en aliados y a sus hermanos de clase del resto de Europa en sus enemigos. Es el cinismo más grande de las direcciones traidoras que, como lo demostraron las 2 grandes guerras del siglo XX, sometieron a la clase obrera de las potencias imperialistas a sus propias pandillas burguesas y la llevaron a choques físicos entre sí, mientras sus jefes se repartían las zonas de influencia del mundo colonial y semicolonial a los tiros.
El SWP inglés es un verdadero foco de organización de las fuerzas de la izquierda reformista mundial. Ha transformado la bandera de “independencia de Inglaterra” en una cuestión de principios de su programa. Estamos frente a un verdadero foco de enemigos del socialismo y de cipayos de la City de Londres y de la Reina de Inglaterra.
Las pandillas burguesas londinenses tratan a la clase obrera inglesa igual o peor que Hollande a la clase obrera francesa. En Inglaterra se ha impuesto el contrato laboral de “hora cero”. En Francia las pandillas capitalistas le intentan arrebatar la jornada laboral de 35 horas semanales a los trabajadores. En el Estado Español y el resto de Europa del sur, enormes franjas de obreros están en paro y desocupación crónica.
En Inglaterra, el “contrato de hora cero” significa que el obrero está las 24 horas a disposición de la empresa… y se le paga tan sólo las horas trabajadas. Estos sinvergüenzas traidores del socialismo han llamado a su propia clase obrera a votar a favor del Brexit… a favor de la ruptura de Inglaterra con Maastricht. La han sometido a los negocios de su burguesía imperialista, en lugar de llamarla a unirse con los obreros franceses, alemanes, españoles, griegos, ucranianos, para terminar con la Europa imperialista de Maastricht y los bandoleros saqueadores de los pueblos oprimidos del mundo de la City de Londres.
Otros “socialistas” en Inglaterra llamaron a votar por quedarse en Maastricht. Así lo hicieron los representantes en ese país del NPA francés. Indudablemente éstos defienden los intereses de las transnacionales y los banqueros de París. Ninguna de las corrientes socialimperialistas ha llamado a romper los lazos con sus pandillas burguesas e ir a un combate común con sus hermanos de clase de Europa.

En el Brexit de Inglaterra se vio toda la podredumbre de esta Nueva Izquierda socialimperialista, que retoma la política y la praxis del stalinismo, después de venir de sostener durante años al Foro Social Mundial en bancarrota, que prometía el “socialismo del siglo XXI” con Chavez, Castro, Morales y los Mandarines Chinos… y hoy entregaron naciones quebradas, con obreros hambrientos y esclavos… y las conquistas del socialismo a los pies del imperialismo yanqui, como en Cuba.
Publicamos aquí declaraciones de los combates y la lucha que dio la clase obrera francesa por abrirse camino en un nuevo “Mayo Francés” para frenar la ofensiva del gobierno y la gran patronal y los banqueros de Francia, y enfrentar las traiciones que por la espalda le provocó la burocracia de los sindicatos y los partidos socialtraidores.
Presentamos aquí también la persistencia en la lucha de la clase obrera de Ucrania. Si en París volvían a flamear las banderas de la Comuna de París (aunque hoy se quieran ocultar), los mineros del Donbass siguen resistiendo ante una ofensiva contrarrevolucionaria y cerco de la OTAN, de las fuerzas fascistas de Kiev y de la V Columna ruso-stalinista que intenta entregarlos desde adentro.
Sin embargo, el Donbass “sitiado” hoy recibe fuerzas del levantamiento de los obreros y mineros del resto de Ucrania, que ganan las calles y enfrentan abiertamente a los planes del gobierno de Poroshenko, el FMI y la OTAN.

Las condiciones internacionales de los nuevos golpes del crack imperialista crean condiciones objetivamente pre-revolucionarias a nivel internacional. Son las direcciones traidoras que las masas tienen a su frente las que impiden nuevamente una verdadera ofensiva generalizada de masas a nivel internacional.

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Nuestros lectores encontrarán que en este periódico, develamos la siniestra política de la izquierda reformista para entregar la lucha revolucionaria de las masas, un verdadero "modus operandi" de las direcciones reformistas de las masas que han puesto sobre sus hombros el sostenimiento del sistema imperialista en bancarrota. Como dijimos, en Francia las masas irrumpieron en maniobras pre-revolucionarias y estuvieron a punto de derribar al gobierno imperialista de Hollande para derrotar la ley antiobrera; en Bolivia los fabriles acaudillaron la lucha contra el gobierno de Evo Morales; en estos combates se puede ver el accionar centralizado de las burocracias sindicales y el reformismo que en el momento decisivo se montan sobre la lucha de las masas y sobre los procesos más álgidos de sus movilizaciones -como en Francia o "huelgas indefinidas" como en Bolivia- para represtigiarse y terminar sometiéndolos a los gobiernos y las trampas de los regímenes infames burgueses. En el caso de Siria, en la guerra civil, fueron las masas sublevadas de Aleppo y de Idlib las que derrotaron en Khantoman a las fuerzas de al Assad, las que se tomaron el centro de Aleppo y tuvieron en sus manos la posibilidad de expropiar los grandes bancos de los banqueros de Al Assad y el imperialismo… una verdadera insurrección, a la cual los generales del ESL y al Nusra le impusieron la retirada. Ello llevó a que se imponga el cerco de Al Assad a Aleppo. Las masas se volvieron a insurreccionar contra este cerco, y antes de que éstas –vaciando los arsenales de los generales burgueses- terminaran de derrotar a las fuerzas de Al Assad, Turquía y Qatar, bajo las órdenes del imperialismo, agruparon sus fuerzas para “largar una contraofensiva”, y romper el cerco con un corredor de 21km en Aleppo.
Este modus operandi del imperialismo y de las direcciones traidoras de las masas –como lo demuestra Francia, Bolivia, la guerra civil en Siria- solo buscan represtigiar a las direcciones traidoras cuando son sobrepasadas por las masas, para que luego éstas vuelvan a controlar y desorganizar sus ofensivas. Un modus operandi que funciona cuando las masas rompen los cercos con las que son asediadas las capitales de la revolución… cercos como el que vemos en Ucrania, a las masas de Siria, de Libia, de Palestina, de Atenas.
Este es el gran obstáculo que tiene la clase obrera para abrir el camino a la victoria: la sobreabundancia de direcciones traidoras.

Es en los momentos de mayor ofensiva de masas en el que se rompe el control de las direcciones traidoras. Pero, para aprovechar ese momento, que es el que buscaron tenazmente los obreros fabriles de Bolivia, el que conquistaron los jóvenes y la vanguardia obrera de París y la juventud obrera rebelde de Siria, hay que poner en pie, en los procesos previos, organismos de autodeterminación y democracia directa y de coordinación de las masas en lucha. Sin esto, las burguesías opositoras y la burocracia pueden volver a tomar el control de las masas, con demagogia de lucha y manu militari.

Para ello es que los trotskistas impulsamos sin descanso la lucha por poner en pie organismos de democracia directa de las masas en lucha, donde éstas hagan valer todo su peso, a donde se sometan todas las corrientes y organizaciones que digan hablar en su nombre. Las luchas por los consejos obreros, por milicias con democracia directa es lo que garantiza, junto a una férrea dirección revolucionaria conquistada en el combate, que nadie expropie la lucha de los explotados.
El presente OOI y su Dossier están dedicados a este combate, a sacar lecciones y levantar un programa filoso para derrotar al reformismo y que las masas conquisten las condiciones de la victoria. De eso se tratan las declaraciones sobre Siria, Turquía, Francia, Ucrania, EE.UU, Bolivia, Venezuela, Chile, Argentina que aquí le presentamos.  

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Como vemos, el sistema imperialista mundial utiliza, tal cual limones exprimidos, a las direcciones de las masas que compra y corrompe. Luego de destruir, traicionar y expropiar enormes luchas del siglo XXI, las direcciones del viejo FSM se están cayendo al pantano de la historia. 
La “Nueva Izquierda”, compuesta por las viejas direcciones stalinistas y los renegados del trotskismo, vienen a tomar la posta para impedir la revolución socialista. ¡Los trotskistas le declaramos la guerra sin cuartel a la vieja y a la “nueva izquierda” reformista!

Un cínico revisionismo ha levantado vuelo en los viejos partidos anquilosados de los renegados del trotskismo, que “ahora” han “descubierto” que “Trotsky y Gramsci fueron los más grandes revolucionarios en los años ‘30”. Esta revisión, de poner un signo igual entre Trotsky y Gramsci, es de un cinismo similar a la falsificación que realizara Stalin del leninismo para mostrarse a sí mismo como su continuador.
Esta es una revisión cruel e infame. Trotsky y los dirigentes de la oposición de izquierda fueron los dirigentes –hasta 1924/1925- de la III Internacional. Desde un inicio Gramsci y todo el stalinismo italiano se unió a la pandilla de Stalin contra el trotskismo y los bolcheviques leninistas. En una carta enviada a Moscú, Gramasci afirma: “todas nuestras observaciones están dirigidas contra las oposiciones (se refiere a Trotsky y Zinoviev).
Es más, Gramsci, en sus textos desde la cárcel escritos después de 1932, dice lo siguiente: “dado el planteamiento general de todos los problemas relacionados con su tendencia (la de Trotsky), ésta tenía que desembocar necesariamente en una forma de bonapartismo. De aquí la necesidad inexorable de aplastar su tendencia.
Pretender buscar –como hace cínicamente una dirección de charlatanes y embaucadores del trotskismo como la del PTS de Argentina- las “convergencias” entre Trotsky y Gramsci es como querer buscar las convergencias entre una víctima y su verdugo: una piqueta.

 

¡Bajo las banderas de la IV Internacional!

Los documentos que presentamos en este OOI y su Dossier son parte del próximo Congreso del Colectivo por la Refundación de la IV Internacional-FLTI. El combate y la obligación fundamental que tiene este congreso es la lucha contra el revisionismo y la falsificación al trotskismo que ha enarbolado implacablemente la izquierda reformista.

Los destructores de la IV Internacional se han centralizado y unificado bajo una brutal campaña de falsificación y amalgamas alrededor de la “unidad de Gramsci y Trotsky”. En 2007 el dirigente y “teórico” del SWP inglés, Chris Harmán, escribió un artículo titulado “Gramsci, los cuadernos de la cárcel y filosofía” bajo la tesis de que “Trotsky y Gramsci son revolucionarios y teóricos complementarios”… Esta campaña la han asumido todos los renegados del trotskismo, desde la LIT con su Corriente Roja de España –que está buscando un “cuaderno perdido” de Gramsci de la cárcel, en el cual supuestamente éste le daría la razón a Trotsky- al PTS de Argentina que ha teorizado sobre los “enormes aportes de Gramsci para combatir en las democracias burguesas con las que se expande el imperialismo en occidente”… Todas amalgamas, incoherencias, falsficaciones para hacer que centenares y miles de jóvenes que buscan un camino a la revolución proletaria entren a un partido supuestamente trotskista, pero en realidad terminan en un partido stalinista.
¡Fuera las manos del revisionismo neostalinista del trotskismo! Gramsci fue un soldado militante de la fracción stalinista, de la burocracia estranguladora de las conquistas de la revolución de octubre y de la III Internacional. Conscientemente se proclamó antitrotskista. Combatió por la teoría stalinista del socialismo en un solo país. Y completó el programa stalinista para sostener la “etapa democrática” de sostenimiento de la burguesía con la cual el stalinismo y sus frentes populares estrangularon centenares de revoluciones proletarias en el mundo.

Los renegados del trotskismo, con su pasaje abierto a un neostalinismo y a su programa socialista nacional y de hundimiento de la revolución proletaria, están buscando al “stalinista progresista” a través del cual engañar a centenares de miles de obreros y jóvenes revolucionarios.
Ya se vio a la salida de la II Guerra Mundial a quienes hablaban en nombre de la IV Internacional subordinarse a Tito y Mao, a quienes maquillaron de ser los “nuevos revolucionarios”; más tarde en los ‘60 y ‘70 los “trotskistas” de Yalta apoyaron como “nuevos jacobinos de la revolución socialista” a Castro y Ho Chi Mihn... Hoy, los liquidadores del trotskismo siguen buscando a su stalinista “bueno”… pero todos ellos ya entregaron los estados obreros. Por ello desempolvan a un stalinista muerto, a Gramsci, y lo quieren fusionar con Trotsky.

Trotsky enfrentó al stalinismo agrupando y organizando a toda la resistencia revolucionaria en el mundo, para combatir la degeneración de la URSS y la traición a la III Internacional. El trotskismo, en los ’30, recorrió el mundo organizando a las fuerzas revolucionarias de la III y luego trabajando sobre las fuerzas centristas del movimiento socialista a nivel mundial que giraban a la izquierda, para fundar una nueva internacional revolucionaria, es decir, la IV Internacional, ante el pasaje abierto del stalinismo a la burguesía mundial luego de la derrota de la revolución alemana en el ‘33.
El trotskismo fundó la IV Internacional aportando la teoría-programa de la revolución permanente, es decir, del carácter internacional de la revolución proletaria. Y el programa de la revolución política, cuyo punto central era ¡Abajo la camarilla del Caín Stalin! ¡Fuera la burocracia y la aristocracia obrera de los soviets! ¡Guerra civil para aplastar a la lacra de la burocracia, recuperar al estado obrero como bastión de la revolución socialista mundial!
Con este programa los trotskistas intervinieron y sacaron lecciones de los acontecimientos de Italia y de la Europa convulsionada de la entreguerra. El Programa de Transición fue sostenido por miles de revolucionarios en el mundo, a los que el trotskismo buscó reagrupar desde la Alemania Nazi –donde organizó células revolucionarias- hasta la URSS de Stalin, donde la sección rusa de la IV combatió en los campos de concentración y en la resistencia contra el stalinismo.
La IV Internacional organizó sus fuerzas en la China ocupada por Japón y el imperialismo ingles. Organizó, bajo condiciones de durísimos regímenes bonapartistas, al trotskismo en los ’30 en América Latina, y fundó en EEUU su partido más fuerte en la vanguardia obrera, el SWP norteamericano.
Iniciada la segunda guerra mundial, organizó la resistencia en la Francia ocupada por Hitler. Trotsky discutió y luchó por organizar a los internacionalistas italianos, seguidores de Bordiga y del grupo Prometeo. Sabía perfectamente quién era Gramsci. Jamás lo hubiera dejado abandonado a la falsificación y al cerco del stalinismo en la cárcel, habiendo tenido aunque sea el 1% de dudas de que hubiera podido converger con él. ¡Basta de falsificaciones y mentiras! ¡Basta de hacer pasar a las fracciones del stalinismo como revolucionarias y aliadas del programa marxista!
Si se han definido por Gramsci y el stalinismo, pues ¡váyanse con ellos!
La batalla contra el revisionismo, que amenaza con no dejar piedra sobre piedra del marxismo, se torna decisiva. Para ello estamos preparando un folleto que saldrá en los próximos días. Nuestro grito de guerra es: “¡Fuera los stalinistas de la IV Internacional! ¡Fuera el revisionismo y sus falsificaciones del marxismo!”  

De esto se trata el III Congreso del Colectivo por la Refundación de la IV Internacional/FLTI, en el cual intervendrán también distintas organizaciones y corrientes con las que impulsamos un frente de lucha internacional para enfrentar a las direcciones traidoras y romper los cercos a los procesos revolucionarios que están en curso. Un debate al interior de las corrientes internacionalistas de la clase obrera mundial –inclusive con las que nos separan enormes diferencias teóricas y programáticas- se vuelve decisivo. Un agrupamiento internacional de la crema de la crema de la vanguardia obrera y juvenil del mundo entero se vuelve imprescindible. Para nosotros, que confiamos en el programa de la IV Internacional y su actualidad histórica, se vuelve necesario, para enfrentar esa pérfida política del socialismo nacional, de las nuevas y viejas izquierdas traidoras que somete al proletariado a sus propias burguesías.
Un nuevo Kienthal y Zimmerwald de las fuerzas internacionalistas de la clase obrera mundial se vuelve a plantear nuevamente. Romper el cerco de los ataques imperialistas a las capitales de la revolución y enfrentar a todos aquellos que las traicionan serían los puntos de partida para este reagrupamiento internacional.

La puesta en pie de la “Red Internacional por la libertad a los presos políticos del mundo y justicia por nuestros mártires”, la defensa conjunta de la Brigada León Sedov de Siria por parte de fracciones de corrientes anarquistas internacionalistas que enfrentan abiertamente al stalinismo, y la JRCL de Japón, como así también a grupos trotskistas de Italia, Grecia, Turquía, España, etc. Todo esto abre la posibilidad histórica de dar un paso adelante para colaborar en romper las cadenas de las direcciones traidoras que le ata las manos a la clase obrera para que no avance en sus combates.
La vanguardia obrera y las nuevas generaciones se merecen un debate sano y abierto de las fuerzas internacionalistas de la clase obrera. Ello sería un duro golpe contra el revisionismo en el marxismo, que está asentado en las peores descomposiciones con las que el sistema capitalista corrompe a las aristocracias y burocracias obreras.
Combatir esto último es una condición decisiva que planteamos los trotskistas para marchar a un frente de lucha y un debate de todas las corrientes que lo impulsemos.
Hacia el III Congreso del Colectivo por la Refundación de la IV Internacional/FLTI haremos públicos todos los debates y discusiones en nuestras propias filas, porque sin ello no hay ni habrá jamás vida en un movimiento revolucionario. Dejemos a stalinistas y socialdemócratas los partidos que asfixian el pensamiento crítico de sus militantes y a sus personalidades revolucionarias. El programa revolucionario debe pasar por la prueba de la vida y de la crítica. Si no pasa por la primera no pasará jamás por la segunda. De eso se trata la historia del bolchevismo, que no es más que –como decía Trotsky- la lucha de sus tendencias y fracciones.
Afirmamos –y eso consolida y unifica nuestras fuerzas- que el programa y la teoría de la IV Internacional han pasado la prueba de la historia. Se trata de agrupar las fuerzas y los hombres que lo hagan y lo lleven a la victoria.
La clase obrera le ha dado al movimiento revolucionario mil y una oportunidades. Como planteaba en el año 1940 el manifiesto de la IV Internacional y la Guerra, no se trata de prepararse para una revolución, tan solo, sino para todo un período de guerras, crisis y revoluciones. Este período histórico le dará al marxismo revolucionario mil y una oportunidades, como ya se las ha dado y éste las ha desaprovechado. Se trata de que esto no vuelva a suceder. Se trata de agrupar 10 hombres inteligentes, como decía Lenin, y no 10 mil imbéciles, a los que les pedía disculpas por llamarlos como tales.
La clase obrera no tiene la dirección que se merece. Se trata de conquistarla. ¡Paso a la IV Internacional! ¡Paso a la revolución socialista!

Consejo Editorial