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Francia - Octubre 2018


9 de octubre: a pesar de la burocracia sindical y la entrega  de la Nueva Izquierda y los “anticapitalistas”…


LA CLASE OBRERA FRANCESA VUELVE A LAS CALLES
CONTRA EL ATAQUE DE MACRON


¡Abajo la reforma laboral de Macron que profundiza
el ataque de Hollande contra los trabajadores!

¡Reabramos un Mayo del ’68 que transforme las calles de Francia
en un infierno para los de arriba!


Manifestación de portuarios en Ruen

Marcha en Paris

Los empleados públicos y de los servicios ligados al estado (salud, educación, correos, ferroviarios) junto con los jubilados, desocupados y estudiantes, salieron a las calles nuevamente en Francia, protagonizando un paro con movilizaciones en todo el país contra la política de Macron. Es la primera jornada de lucha nacional desde el retorno de las vacaciones. La bronca de los trabajadores de este sector que viene sufriendo despidos, recorte de presupuesto y precarización laboral obligó a la burocracia de la CGT, FO (Fuerza Obrera) y Solidaires (centrales sindicales influenciadas por el PC, el lambertismo y el NPA respectivamente) más tres centrales sindicales de los estudiantes, y a nivel regional también la FSU- central sindical de trabajadores estatales-, a convocar a esta jornada. La CFDT, central obrera de importante peso afín al PS, no fue convocante porque llaman a confiar abiertamente en la negociación con el gobierno.

Según los medios, en París se juntaron más de 20.000 manifestantes y en el resto del país unos 160.000. Si bien estos números no se acercan a los de las movilizaciones de mayo de este año, la manifestación fue más grande que la realizada el 28 de junio, también llamada por la CGT y FO y superó las expectativas de sus propios convocantes.

Esto demuestra que pese a las miles de puñaladas por la espalda, a las persistentes traiciones de su dirección, los trabajadores no están derrotados y mantienen su predisposición al combate.

La rabia se hizo sentir en las calles. Enfermeros, profesores de primaria y estatales protestaban contra la reducción de puestos y la degradación de sus condiciones de trabajos como de los servicios que prestan a los usuarios. En el ferrocarril, el paro fue total en Niza pero en el resto del transporte, según la empresa, el paro no causó interrupciones significativas. En Rouen, los portuarios encabezaron la movilización, cortaron las calles del puerto, protestando contra la reforma que quiere hacer Macron, privatizando sectores del puerto, transfiriendo a otros a las regiones, lo que provocará despidos masivos. “Nos tratan como si estuviéramos aquí solo para mendigar, mientras que este país lo construimos nosotros", protestaba una jubilada. Un empleado estatal decía “cuando escucho que no hay dinero suficiente mientras suprimen el impuesto sobre la fortuna, entro en cólera” y evoca que después de 8 años se daba cuenta de la dificultad de los trabajadores para movilizarse puesto que éstos tienen contratos precarios que no les permiten ni organizarse, ni luchar.
Es que los trabajadores sufren en carne propia el aumento de la pobreza, que llegó a niveles que no se daban desde el año 1975, cuando en Francia y en toda Europa y el mundo hubo una enorme desvalorización e inflación, con miles de despidos y un aumento de los costos de vida, por un aumento estrepitoso en los precios del barril de petróleo; mientras que los accionistas de empresas aumentaron sus ganancias cinco veces en los últimos 30 años y hoy las 500 fortunas francesas más importantes representan el 30% del PBI del país!!! 
Además, se manifestaron los jóvenes “black blocs” vestidos de negro, con el rostro tapado. Como es costumbre, la policía los reprimió con saña, deteniendo a cuatro e hiriendo a un manifestante.

Es que el imperialismo francés, sumido en una feroz guerra comercial interimperialista, necesita imperiosamente arrebatarle las conquistas a la clase obrera para aumentar la productividad, abaratar costos y bajar el déficit del estado, para mejor competir y disputar mercados. Por ello también profundiza cada vez más el saqueo a sus colonias y semicolonias y, bajo la excusa del combatir al terrorismo, fortalece a su ejército y bases militares en África como hace hoy con el envío de drones, aviones de combates y armas a Burkina Faso.

El gobierno de Macron profundiza el ataque lanzado por Hollande

En el 2016 el gobierno de Hollande dio un golpe certero a su clase obrera con la reforma al Código de Trabajo que impuso la flexibilización laboral arrebatándole a la clase obrera francesa unas de sus conquistas más importantes: las 35 horas semanales de trabajo. Luego su continuador Macron prolongó la ofensiva con decretos sobre ese código sacando más conquistas. En el 2018, arremetió contra los empleados públicos, con reducción de presupuesto, supresión de puestos de trabajo y liquidación de los convenios colectivos y conquistas; reformó el convenio de los ferroviarios imponiendo una casi privatización del ferrocarril; ahora lanza una feroz ofensiva sobre las jubilaciones, quitándoles poder adquisitivo, sumado a la reforma que quiere imponer sobre el Seguro Social (atención médica para los trabajadores y jubilados garantizada por el estado); recortes en la administración pública, en la salud pública, lo que causará miles de despidos.
A todo esto, se suma el embate contra los estudiantes con la imposición de la selección para ingresar a la Universidad, dejando a la juventud en el banquillo de espera para poder estudiar. Y en particular el brutal ataque a los jóvenes hijos de inmigrantes que viven hacinados en las barriadas obreras, a los que asesinan sin piedad. Mientras que a los refugiados e inmigrantes que escapan de la miseria, del hambre y de las guerras el imperialismo francés les cierra las fronteras, para que se mueran en el océano, y a los que lograron llegar a Francia pidiendo asilo los deportan a sus países de orígenes. Una feroz embestida en toda la regla.

Los combates de la clase obrera francesa siguen vivos

La clase obrera francesa, a pesar y en contra de su dirección, ante cada uno de estos ataques jamás faltó a la cita. En el 2016 contra la reforma del código de trabajo protagonizó enormes huelgas generales que hicieron temblar a los de arriba. En el gobierno de Macron siguió combatiendo contra las “ordonnances” (decretos) del código de trabajo. En abril de este año, miles salían a las calles junto a los estudiantes combativos que acompañaron al movimiento obrero, levantando sus propias demandas. Paros, movilizaciones, piquetes y tomas de facultades y colegios contra las “ordonnances”, los despidos, la ley de ingreso a la universidad y el ataque a los inmigrantes y refugiados, y por aumento de salarios, de presupuesto etc.
Luego contra la reforma de los ferrocarriles llevaron adelante tres meses de huelgas donde pararon dos días por cada semana de trabajo. Hoy nuevamente ganaron las calles…
En estos dos años de lucha más de una vez estuvo a la orden del día que se abra un Mayo del 68, si esto no se dio fue por traición de las burocracias sindicales y las direcciones reformistas que las sostienen.

Pero hoy la clase obrera francesa sigue demostrando que la fuerza para ganar está en sus manos y que está dispuesta a combatir.

Cómo la burocracia y las direcciones reformistas entregan esos combates

Sin embargo, en el otro polo está la burocracia de la CGT, FO, CFDT, SOLIDAIRES y demás centrales sindicales; que dividen, separan, convocan a luchas parciales en lugar de unificar el combate del conjunto de los explotados, los sindicalizados, los precarizados, los desocupados, de los sin papeles, de los refugiados. En el 2016, la burocracia entregó ese enorme embate en la mesa de negociación con el gobierno de Hollande. Y lo pudo hacer con la complicidad de los “anticapitalistas” y de toda la izquierda reformista que la sostuvo. En la huelga de los ferrocarriles hicieron todo lo posible por desgastar esa enorme lucha, llamando a paros de dos días sobre cinco de trabajo durante tres meses. A lo que los ferroviarios respondieron realizando asambleas, grandes movilizaciones que fueron apoyadas por los estudiantes, los estatales, los jubilados, logrando el apoyo de los usuarios.
Finalmente esas direcciones entreguistas, llevaron toda esa fuerza conquistada por los trabajadores a los pies de “Marea popular”, una movilización un día domingo convocada por la CGT, partidos de la burguesía como Generacion S, ruptura del PS, el movimiento de Mélenchon, el PC francés, el movimiento Atacc, una organización de “consultoría” que participa de las reuniones del G7 y de la ONU para “aconsejar” a los imperialistas, y otras organizaciones sociales. Donde el NPA, Lutte Ouvriere, Solidaires fueron también sus convocantes.

Tanto el NPA, LO, Solidaire, central sindical influenciada por NPA, son los garantes de que la burocracia siga controlando al movimiento obrero francés, son los garantes de que la burocracia entregara la lucha de los trabajadores y los hizo arrodillar a los pies de Hollande en el 2016, y en el 2017/2018 a los  pies de Macron . Son los que les gritaban “vándalos” a los hijos de inmigrantes de los barrios obreros cuando éstos se levantaron quemando esas barriadas hartos de tanta represión policial.  Porque son enemigos de organizar una lucha decisiva para  a la clase obrera pueda derrotar a la burocracia, tire abajo al gobierno e inicie un camino para abrir un mayo del ’68.

No hay que olvidar como Solidaires y junto a la CGT en ese momento, aclaraban -para que no quedase ni una sola duda- que ellos no estaban por tirar abajo a Macron, sino que querían que cambie su política. ¡Que canallas! ¡Cuando los explotados pugnaban por abrir el camino para derrotar al gobierno y su ofensiva! Queda claro que con la dirección que tiene a su frente la clase obrera NO puede pelear. Por ello hay que derrotar y echar a la burocracia entreguista expulsándola de las todas las organizaciones obreras.

Es de vida o muerte para los explotados franceses conquistar la unidad de sus filas retomando sus métodos de lucha, los piquetes, cortes de rutas, ocupación de fábricas. Hay que conquistar los organismos de auto organización y centralización de los combates, donde se organicen los trabajadores ocupados y desocupados, los sindicalizados y precarizados, los inmigrantes, refugiados y sin papeles y los estudiantes combativos. Y así reabrir el camino al mayo francés para tirar abajo al gobierno de Macron y al régimen de la Vta República francesa.

 

¡Por asambleas generales que definan un pliego único de reclamos y un plan de lucha unificando a los trabajadores del sector público y privado! ¡Coordinadora nacional de los organismos de lucha para que centralice y coordine ese combate! ¡Fuera las burocracias sindicales y las direcciones reformistas de las organizaciones obreras!

¡Abajo la reforma laboral y todas las ordenanzas de Macron!

¡Unidad obrero-estudiantil en defensa de la educación pública y gratuita para todos!
La gran patronal quiere convertir a todos los trabajadores en inmigrantes y en esclavos en su propia tierra.
¡Una sola clase obrera! ¡Plenos derechos a los inmigrantes! ¡A igual trabajo, igual salario! ¡Papeles para todos y viviendas dignas ya! ¡Todos somos inmigrantes!

¡Basta de perseguir a los que luchan! ¡Desprocesamiento de los luchadores obreros y populares! ¡Absolución a los trabajadores de Air France! ¡Libertad a Georges Abdallah que lleva 34 años preso y de todos los presos políticos! 

¡Abajo el Gobierno de Macron! ¡Abajo la Vta República!

En Francia y en toda Europa: ¡un mismo enemigo, una misma clase obrera! ¡Abajo el Maastricht imperialista!
Los verdaderos aliados de los explotados franceses son sus hermanos de Argelia, el Chad, Malí, de Centroáfrica y de todas las colonias y semicolonias que saquea el imperialismo francés. 

¡Fuera el imperialismo francés, sus bases militares y sus tropas invasoras de toda África!

El enemigo está en casa, hay que luchar junto a las masas revolucionarias en Idlib para parar la masacre. Allí el imperialismo quiere dar un escarmiento a toda la clase obrera mundial ¡No lo permitamos! ¡Fuera Al Assad, Turquía, Rusia, EEUU y Francia, y todas las tropas invasoras!
Este el camino para reabrir un Mayo del ‘68 que transforme las calles de Francia en un infierno para los de arriba, tirando abajo las burocracias colaboracionistas y estalinistas, a las direcciones de las corrientes socialimperialistas que defienden los intereses del imperialismo francés, a costa de las conquistas de la clase obrera y de la superexplotación de los trabajadores en el mundo semicolonial.

Corresponsal

 

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