Volver al índice DO 19 Petroleros Kirchner y Sobisch: dos sirvientes de las petroleras El rol de la izquierda reformista y las "nuevas direcciones" Pride: una fortuna hecha a costillas del saqueo de los recursos naturales de las naciones oprimidas y la superexplotación obrera

Como ayer en Las Heras, en la lucha contra el impuesto al salario y la esclavitud laboral

Traición infame y puñalada por la espalda a los petroleros de la PRIDE y de toda la Patagonia

El acuerdo firmado por la patronal, el ministerio de trabajo y la burocracia sindical fue una trampa para levantar la huelga, aislar a los obreros de PRIDE y militarizar los pozos

Presentación

La huelga petrolera comenzó el 14/11 en toda la Patagonia. Los obreros petroleros, levantando el reclamo por la anulación del impuesto a las ganancias sobre el salario obrero, el pase a convenio petrolero de miles de compañeros y el aumento de salarios, se enfrentaron a las petroleras imperialistas asesinas de nuestros hermanos de clase en Medio Oriente y en todo el mundo, apoyadas por sus sirvientes del gobierno nacional y los gobiernos provinciales como los de Sobisch, Saiz, Sancho, Das Neves, y también por sus empleados de la burocracia petrolera patagónica, la CGT y CTA. Los enemigos que los obreros enfrentaron en esta lucha son ni más ni menos que la Repsol, la PRIDE, la Panamerican, Halliburton, es decir, los monopolios petroleros que, con Bush y los carniceros imperialistas de los partidos Republicano y Demócrata de los Estados Unidos, comandan y encabezan las guerras de saqueo, coloniaje y masacre como en Irak y Afganistán.
La enorme acción de los trabajadores petroleros puso en cuestión y sobre el tapete, el robo al salario obrero en medio de un ciclo de crecimiento al 9% anual y de enormes ganancias para los capitalistas. Porque los 10.000 millones de dólares que Kirchner le pagó en efectivo al FMI, así como también las nuevas reservas del Banco Central de 30.000 millones de dólares, salieron de la superexplotación obrera y de los impuestos al miserable salario de los trabajadores argentinos. Por eso, la patronal, buscó de inmediato quebrar la huelga mediante la represión desatada por Sobisch, y fracasó.
Ante el riesgo de que, como sucediera ayer en Las Heras, se incendiara la pradera de la bronca obrera en toda la Patagonia, la traidora burocracia sindical de Pereyra se subió en la cresta de la ola de la lucha, para entregarla, apuñalando por la espalda ese enorme combate de 14.000 obreros petroleros.
Así, las cámaras petroleras y el gobierno –junto a los burócratas- llamaron inmediatamente a una negociación en Buenos Aires, en la que definieron que absorberían a partir de enero hasta junio el descuento al salario petrolero por el cobro del impuesto a las ganancias eximiendo algunos ítems del salario como las viandas y transporte, que significan un aumento del salario de bolsillo. O sea, mientras se sancionaba la ley, la patronal se comprometió al pago de una suma fija para cubrir esta diferencia, en el marco de una conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo. Esta presunta “concesión” actualmente está en peligro porque si consiguen imponerles a los obreros de la PRIDE el escenario de derrota de Las Heras, inmediatamente, esos compromisos se volverán papel mojado.
Una vez más, la lección que esta lucha deja para los obreros avanzados, es que los papeles y acuerdos firmados por la patronal y la burocracia en el ministerio de trabajo son sólo papel mojado: es  una trampa para que los obreros levanten sus huelgas y dejen de pelear, y entonces, con represión, palos y cárcel, derrotar a los que luchan.

La lucha petrolera en toda la Patagonia contra el impuesto al salario, por aumento de salarios y pase de los contratados a convenio, continuaba la lucha impulsada ayer en Las Heras

La lucha de los petroleros patagónicos contra el robo al salario obrero con el impuesto a las ganancias, por el aumento de salario y el pase a convenio petrolero de los contratados, demostró que sigue prendida la llama que puso en pie la heroica lucha de los petroleros de Las Heras, que al grito de “somos todos petroleros”, que exigía el pase a planta permanente de todos los contratados y contratistas afiliados a la UOCRA,  y “abajo el impuesto al salario” exigiendo la elevación del mínimo no imponible, pusieron sobre la mesa lo que era el reclamo de todo el movimiento obrero contra el trabajo precarizado, contra los impuestos al salario y contra el tope salarial que quería imponer la paritaria con el techo del 19%.
Los reclamos planteados en aquella heroica lucha no fueron solucionados, sino que, por el contrario, se profundizaron. Es que el reclamo de terminar con los impuestos al salario es una necesidad inmediata de los trabajadores, que ven como al fruto de su esfuerzo se lo lleva el estado, mientras los bolsillos obreros están cada vez más flacos y el costo de la vida no deja de aumentar. Es que el 50% de la clase obrera trabajando precarizada (contratado o contratista) o en negro, cobrando en algunos casos menos de la mitad que los trabajadores efectivos y sin ninguno de sus derechos, condenan a los trabajadores a desbarrancarse cada vez más en la miseria, mientras las patronales y los monopolios para los que trabajan se llevan fortunas amasadas con el sudor obrero. Por esta razón los reclamos que surgieron desde Las Heras siguen vigentes, porque son un reclamo de todo el movimiento obrero. Pero a la vez, por eso también es tan dura la respuesta de la patronal, porque sabe que si triunfan estos reclamos, vuelan por los aires todos sus planes de superexplotación.
Esta era la sorda bronca que recorría a los 14.000 obreros petroleros de la Patagonia y que, paso a paso y pozo a pozo, se desarrollaba en toda la base obrera y amenazaba con irrumpir como parte de una ofensiva obrera barriendo con los delegados de la burocracia y reeditando con más fuerza aún los acontecimientos de Las Heras.
Alertada la burocracia sobre la rebeldía obrera por la base, fue Pereyra el que “se puso a la cabeza de la bronca” y llamó al paro, para evitar que la base echara a sus delegados y pusiera una nueva dirección en cada pozo o empresa, e impedir que la misma irrumpiera como lo hiciera en Las Heras. La intención era desviar la lucha hacia una negociación a espaldas de la base, con un gobierno cipayo agente de las petroleras como el de Kirchner y los gobernadores provinciales patagónicos, donde la patronal firmaría cualquier acuerdo que avalarían los ministerios –a sabiendas de que apenas la relación de fuerza esté de su lado, lo romperían- con tal de levantar la lucha obrera.
Pero la base petrolera, conquistando asambleas masivas de miles de trabajadores por pozo o sector y región, con la combatividad de los más explotados -UOCRA y contratados- sumando tras de sí a jerárquicos y capataces, fue más allá que la política de la burocracia e impuso un paro de 96 horas en Chubut y Santa Cruz, mientras en Neuquén y Río Negro el paro tomaba magnitudes internacionales porque los obreros cortaban el suministro de gas a Chile y peligraba, por falta de energía, la industria de extracción de cobre, sostén del ciclo de negocios enorme del imperialismo yanqui y sus socios chilenos encabezados por la socialista de Bush, la represora antiobrera de Bachelet. En ese momento la patronal, junto con la burocracia sindical traidora de Pereyra, decidió hacer un nuevo “Las Heras”.

Una enorme trampa y puñalada por la espalda para aplastar el levantamiento de los obreros petroleros de toda la Patagonia

Primero, buscaron frenar el endurecimiento de la respuesta obrera y, al mismo tiempo evitar que el reclamo de los petroleros se extendiera al resto de los gremios alcanzados por el mínimo no imponible y que miraban con atención lo que sucedía. Aislaron, con la complicidad de la burocracia de Pereyra y de toda la burocracia sindical de la CGT y la CTA, el reclamo y la acción de los petroleros del resto de los gremios y así lograron que el impuesto siga existiendo. Lograron evitar que la lucha petrolera confluyera con las luchas en curso y que otros gremios, como camioneros, UOM, SMATA, etc., -cuyas burocracias sostenedoras del gobierno hambreador de Kirchner ya no encuentran forma de contener la bronca obrera contra el ataque del gobierno y la patronal esclavista- se unificaran por ese reclamo.  Desviaron la lucha por la eliminación del impuesto a las ganancias sobre el salario obrero al parlamento, para sacarla de las calles y abrir expectativas en los diputados de la burocracia  sindical, quienes prometieron sacar una ley para marzo, dándoles así varios meses a la patronal, al gobierno y a la burocracia sindical para aplastar a los obreros petroleros y darles así un escarmiento ejemplar a los trabajadores que osaron levantarse contra el plan de esclavización de la clase obrera argentina. El mismo recurso que utilizaron en Jabón Federal cuando volcaron al abogado y diputado Recalde (de la CGT), para que les hiciera creer a los trabajadores que en el parlamento podrían conseguir sus reclamos, mientras preparaban el lock-out patronal y la derrota.
Con este acuerdo tramposo firmado por la burocracia de Pereyra y compañía, lograron que la mayoría de los pozos levantaran la huelga, mientras llegaban los contingentes de la gendarmería a la provincia para ocupar los pozos y dependencias y evitar que el corte del gas o el paro en los pozos pueda repetirse. Fue el propio Pereyra el que abrió esta posibilidad, entregando la lucha obrera a la militarización.
Una vez levantada y desviada la lucha, se concentraron en derrotar a los obreros petroleros de Pride en Neuquén y Río Negro, quienes no reconocieron el acuerdo firmado por la burocracia. Los obreros de la Pride son los trabajadores petroleros de salario más bajo entre todas las petroleras, aunque la Pride, es una de las empresa que más factura, (ver recuadro). Por esta razón junto a las demandas contra el impuesto al salario, levantaron la lucha por un aumento de salario básico de $4500 y $1000 adicionales por categoría, cuestión que volvía a cuestionar el techo salarial impuesto por las paritarias del 19% y también ponía en peligro el plan de ponerle un techo del 14% a las paritarias del  próximo año, como es el plan del gobierno y la patronal esclavista. Además, les impusieron a los delegados de Pereyra que se pusieran a la cabeza del reclamo acatando el mandato de la asamblea, mientras surgía una nueva comisión de compañeros nuevos votados por la base.
A partir de ese momento, la patronal, el gobierno y sus sirvientes pagos de la burocracia sindical,  aplicaron la misma política y las mismas trampas que usaron y practicaron con la huelga de Las Heras: con la burocracia de Pereyra, Mansilla y Segovia como punta de lanza, arremetieron contra los petroleros de la PRIDE y los aislaron, en primer lugar, de los trabajadores de la región, y de los de todo el país gracias a la carnereada de la CGT y la CTA.
La trampa entonces era: primero hacer que los trabajadores tengan expectativas en que ese acuerdo se convertiría en Ley. Segundo, sabiendo la patronal, el gobierno y la burocracia sindical, que una vez que hayan conseguido desviar la lucha y derrotar completamente a los obreros de la PRIDE, les impondrán la “Ley Las Heras”, es decir, Gendarmería en los pozos, rebaja salarial, mayor productividad, listas negras garantizadas por la burocracia y presos en las cárceles del Comahue.
En total soledad, los heroicos obreros de PRIDE de Neuquén y Río Negro, se mantuvieron peleando, enfrentando a la gendarmería, la burocracia y sus pistoleros y el carneraje.
La patronal, el gobierno con sus ministerios y el sindicato de Pereyra, declarando ilegal la huelga de Pride (como dicen en los diarios burgueses “por fuera del encuadramiento sindical” Río Negro 30/11), apostando la gendarmería en la zona, cortando los teléfonos y el agua potable en el campamento, enviando carneros, persiguiendo y amenazando a las familias de los trabajadores, continuando el terror que practicara en Las Heras, lograron quebrar la resistencia de los compañeros, con el saldo inicial de 42 despedidos, que amenazan con convertirse en 200, de los cuales seis compañeros tienen causas penales acusados de protagonizar el piquete contra los carneros en Sierra Chata (Añelo, Neuquén).

La lucha de la Pride concentraba las necesidades de todo el movimiento obrero

A esta altura es necesario explicar lo que significaba y sigue significando la lucha de la PRIDE para poder comprender la virulencia de la respuesta de la patronal, el gobierno y la burocracia.
Primero desenmascarará la traición de la burocracia de Pereyra, porque con su exigencia dejará al descubierto que era un acuerdo que seguramente nadie cumplirá una vez levantada la lucha y alejada la posibilidad de una nueva rebelión obrera. Demostrando que será una farsa, donde quedarán en evidencia todas las traiciones de la burocracia de Pereyra y de toda la burocracia sindical. Porque el acuerdo es una trampa enmarcada en los planes del gobierno de elevar en marzo el mínimo no imponible a $ 2800, como forma de mantenerlo en los mismos niveles actuales, una vez que se corrija la inflación y se de un aumento nominal de salarios, jubilaciones y posiblemente de asignaciones familiares.
Segundo, la lucha de Pride ponía el centro del combate donde debía estar, en la lucha por el aumento real de salarios, en la lucha contra la precarización laboral con el pase a planta permanente de todos los contratados, y por que el impuesto al salario fuera derogado ya, no por los espejitos de colores de postergaciones y  promesas de futuras leyes.
Tercero, con esto reabría el camino que había iniciado la lucha de Las Heras, amenazando con convertirse en un reclamo de todo el movimiento obrero.
Cuarto, ponía a la orden del día que el movimiento obrero saliera a una lucha generalizada bajo otra dirección que no era la de la burocracia sindical de Pereyra y compañía, con lo que peligraban los sillones de los burócratas. Por eso, la discusión del “cuerpo de delegados” de la burocracia -esa yunta de matones a sueldo de la patronal- era si eran ellos los que entraban a reventar la huelga a punta de pistola, o si entraban la gendarmería y la policía.
Porque los burócratas eran concientes que el desarrollo de la lucha de PRIDE ponía sobre la mesa el llamado a un congreso obrero de todo el Comahue para lanzar el paro general, contra Sobisch, Saiz y contra Kirchner, todos agentes de las petroleras. Se concretaba así la demanda de unir las filas obreras para luchar y el Comité de Lucha Nacional estaba al alcance de la mano.
Quinto, si los trabajadores de PRIDE, contra la burocracia, tomaban el comando de su pelea y de sus demandas, con sus métodos de lucha y con la democracia obrera, surgía de inmediato el grito de ¡Libertad a los compañeros de Las Heras! Uniéndose en ese acto con el reclamo de la aparición con vida de Julio López.
Sexto, era una pelea que abría la posibilidad de plantear la lucha nacional por recuperar de manos de las petroleras que -sacan el petróleo a 6 dólares y que lo venden a 60 y que se roban nuestro petróleo- las empresas privatizadas poniendo nuevamente en pie la lucha por la renacionalización sin pago y bajo control obrero de todas las petroleras.
Esto es lo que puso sobre el tapete la gran lucha de los petroleros de la Patagonia y su avanzada, los sufridos trabajadores de la Pride.
Desde un primer momento, desde Democracia Obrera, volcamos todas nuestras fuerzas a esta posibilidad, luchando por  romper el aislamiento de los trabajadores de PRIDE, es decir, peleando por que los obreros de Zanón, el sindicato ceramista, los docentes y estatales, los centros de estudiantes de la Universidad del Comahue, pusieran en pie un Comité de Lucha provincial que impusiera un paro activo en todo el Neuquén por el triunfo de los obreros de Pride. Ese era el camino para romper la maniobra de Pereyra, y para abrir la posibilidad de que la lucha de Pride  confluyera y se volviera a coordinar con el resto de los obreros de la Patagonia, y con los trabajadores del Francés y todos los que están luchando, poniendo en pie un verdadero Comité de lucha nacional.
Desgraciadamente, ante esta perspectiva de la lucha, las fuerzas de la izquierda reformista, los amigos de Fidel Castro y Chávez y que incansablemente a nivel nacional llaman a los trabajadores a depositar confianza en los tránfugas y esclavistas del Ministerio de Trabajo encabezado por Tomada, que terminan cuidándole el bolsillo izquierdo a la patronal, se limitaron a poner en pie una “comisión de solidaridad”. No tienen vergüenza, máxime cuando vienen de ganar y renovar sus mandatos en las direcciones de los sindicatos estatales, publicitando programas “democráticos y combativos” junto al SOECN y los centros de estudiantes combativos que al mismo tiempo sufren el chantaje verbal del Ministro de Educación sobischista Morán. Está comprobado que esta izquierda será la “izquierda del sistema”, pero nunca será la dirección que los trabajadores necesitan para enfrentar al gobierno, la patronal y la burocracia.

Un alerta a los obreros petroleros de toda la Patagonia: igual que en Las Heras surge la conclusión: si terminan de derrotar a los obreros petroleros de la PRIDE, los acuerdos firmados en el Ministerio de Trabajo serán sólo un papel mojado para la patronal y el gobierno, y represión y derrota para los trabajadores

Lo mismo que en Las Heras, la patronal y el gobierno demostraron que para ellos cualquier acuerdo, ley, reglamento, etc., es funcional a sus necesidades y que si logran derrotar la lucha obrera, inmediatamente borrarán con el codo lo que firmaron con la mano.
En Las Heras habían otorgado la elevación del mínimo no imponible, el retiro de sanciones, el pase a planta de todos los contratados de la UOCRA, etc. Pero una vez ocupados los pozos por la gendarmería, instalado el terror de los autos sin patente que secuestraban obreros, los arrestos sin causa, las torturas; no cumplieron ninguno los acuerdos firmados, demostrando que para ellos son un papel mojado y que son espejitos de colores que les muestran a los trabajadores para engañarlos.
De la misma manera, en Jabón Federal se había decretado la conciliación obligatoria y la patronal contestó echando 37 compañeros y no “respetando” lo resuelto. El PTS se llenaba la boca hablando de fallos “históricos” y de todo lo que se conseguía “presionando al ministerio”. Durante 40 días, los trabajadores de Jabón Federal resistieron aislados en carpas en la puerta de la fábrica, contenidos por su dirección que les decía que “la ley estaba de su lado”. Al final, con las fuerzas desgastadas, la fábrica fue retomada por la policía y la huelga derrotada, quedando los mejores luchadores despedidos. ¿Y la conciliación obligatoria y el “fallo histórico”? ¡Papel mojado!
Con los acuerdos de la huelga petrolera patagónica, puede llegar a suceder lo mismo.
Ya se está trabajando con las fuerzas de seguridad del estado y privadas dentro de los pozos. Ya es mucho más que un rumor que seguirán los despidos en Pride (200) y que Pereyra seguirá expulsando -como ya lo hizo con los delegados que tenían en PRIDE-Puesto Hernández- a los delegados que no acataron las “órdenes del sindicato”. Es un acuerdo tramposo que está a punto de quedar en la nada, una verdadera puñalada por la espalda contra los 21.000 obreros petroleros de la Patagonia,  con el agravante de que ahora están la gendarmería y la policía dentro de los pozos. También, si este acuerdo es destruido, seguirá siendo un fraude la elevación del mínimo no imponible, y los precarizados y los contratados seguirán trabajando como esclavos con salarios de miseria.
La única forma de que los acuerdos puedan mantenerse, es que los trabajadores petroleros vuelvan a rebelarse y levanten inmediatamente la defensa de los despedidos de Pride y la lucha por su reincorporación, y que se preparen para responder de inmediato al ataque que descargarán la patronal y el gobierno.
Para impedir que la Pride haga lo mismo que Repsol e Indus en Las Heras, hay que romper de inmediato el aislamiento que impone la burocracia tanto de la CGT como de la CTA, y levantar la necesidad de la coordinación con todos los sectores obreros que luchan, en primer lugar, en Neuquén. Es necesario poner en pie de inmediato una Comisión de Despedidos que coordine con la Comisión de Mujeres que luchan en Las Heras por la libertad de los presos e iniciar juntos una campaña en común. El SOECN, los dirigentes de Zanón y de toda la seccional 21, la directiva de ATEN, los gremios estatales opositores y los centros de estudiantes combativos, si quieren derrotar la persecución y ataque de la patronal y el Estado, deben ponerse a disposición de la Comisión de despedidos y volcar todas sus fuerzas y recursos, para desde allí motorizar el llamado a un Congreso Obrero de delegados de base con mandato, encabezado por los petroleros despedidos, para poner en marcha la lucha provincial por la reincorporación de los despedidos de PRIDE y por el desprocesamiento de los luchadores y el fin de la persecución, por la libertad de los presos de Las Heras y la satisfacción de las demandas de los petroleros. Es vital para estas organizaciones hacer este llamado, porque si la patronal y el gobierno asientan la derrota, luego irán por ellos.
Así se crearían las mejores condiciones para coordinar con los trabajadores del Hospital Francés y el Clínicas y todos los que están peleando, poniendo en pie un Comité de Lucha Nacional, cuyas primeras demandas sean la libertad de los presos de Las Heras, la aparición con vida de Julio López y todos los reclamos de los petroleros patagónicos, empezando por comprometerse a que las familias de los despedidos y procesados son sus propias familias y mientras se organizan para luchar, se juramenten que nada les faltará.

Las conclusiones

Es necesario que entre todos saquemos las primeras conclusiones de esta lucha.
La primera, es que hay que poner en pie, en cada lucha, comités de lucha locales y regionales y un Comité de Lucha nacional, que coordinen y centralicen el combate, para que cada una de las luchas que de forma espontánea la base obrera está dando en la resistencia –y que son atacadas por el accionar del gobierno, la patronal y la burocracia que actúan centralizadamente- se transforme en un verdadero foco de rebelión contra este gobierno de Kirchner, represor, antiobrero y sirviente del imperialismo.
Se abriría así el camino para conquistar un congreso nacional de delegados obreros para derrotar a la burocracia sindical de la CGT y la CTA, y también a la nueva burocracia sindical “de izquierda” sirviente de Tomada, y organizar una gran lucha nacional para enfrentar y derrotar al plan de la patronal, el gobierno y la burocracia y para lograr el desprocesamiento de los luchadores obreros y populares, la libertad de los presos de Las Heras, la aparición con vida de Julio López, etc.
Frente a esto, la más mínima confianza en los ministerios, las leyes y reglamentos, así como en las resoluciones de los juzgados, resultan fatales, como lo demostraron las experiencias de Las Heras, Jabón Federal y la propia lucha que acaban de realizar los petroleros de la Patagonia. Para la patronal todo acuerdo se respeta si lo impone y lo mantiene la lucha obrera; de lo contrario, es sólo un papel que va al tacho de basura en cuanto logran desviar la lucha o derrotar a los trabajadores.
Frente a la traición de las direcciones sindicales, es necesario organizarse para enfrentar y derrotar a los Pereyra, Mansilla y compañía. Pero tampoco hay que abrir expectativas en las corrientes de izquierda que vienen con muchas palabras pero ninguna acción de coordinación efectiva para luchar.
Por eso es necesario poner en pie una Comisión de despedidos y procesados alrededor de la cual se organicen los compañeros que quieren seguir la lucha y enfrentar el ataque de la patronal, el gobierno y la burocracia. Ese comité tiene una tarea de honor que es poner en pie el sostén solidario por parte de todos los que participaron en la lucha y a nivel nacional de los procesados, los despedidos y sus familias, y coordinar inmediatamente con la comisión de mujeres de Las Heras que vienen luchando por la libertad de los presos.
Las corrientes de izquierda que dirigen cientos de internas cuerpos de delegados, sindicatos, que pusieron en pie dos listas nacionales de oposición en el CTA, que dirigen movimientos piqueteros, tienen la responsabilidad de concretar este llamado y este comité de lucha, de lo contrario demostrarán serán cómplices de la patronal y el gobierno y uno más de los diques de contención para que la lucha obrera no consiga sus reclamos ni salde cuentas con la patronal, ni con los traidores de la burocracia sindical.

Quique Negro y Martín César



Entre bueyes no hay cornadas: Sobisch y Kirchner, dos sirvientes
de las petroleras imperialistas

Como fieles sirvientes de las petroleras imperialistas , Kirchner y los gobernadores petroleros sumaron sus esfuerzos para resolver de inmediato el conflicto a favor de sus amos. Mientras Sobisch reprimía en Plaza Huincul a los piquetes petroleros, detenía por 48 horas a 10 compañeros en lucha y se cobraba varios heridos; el gobierno nacional organizaba con el Ministerio de Trabajo una reunión de las cámaras empresarias y la burocracia patagónica de Pereyra, Mansilla y Segovia (que viajaron en el avión presidencial), para levantar el paro con una promesa de atender los reclamos, para impedir que se extendieran el conflicto al resto de los petroleros del país o a otro gremio.
Por su parte, los burócratas, mientras organizaban con sus jefes de las petroleras y el gobierno la derrota de la rebelión obrera, denunciaban la represión de Sobisch en Plaza Huincul... mientras apoyaban la medida del gobierno nacional de enviar dos aviones Hércules con 170 gendarmes a Loma de la Lata en Neuquén para darle una mano a Sobisch que no alcanzaba a controlar la magnitud del levantamiento petrolero. Es que tanto Sobisch como Kirchner son dos agentes de las petroleras de Bush y más allá de una discusión por el reparto de las regalías petroleras, a la hora de defender la propiedad de sus amos, actuaron en perfecta sincronización.



EL ROL DE LA IZQUIERDA REFORMISTA Y LAS "NUEVAS DIRECCIONES"

Ante el peligro de que una nueva Las Heras se consumara, los renegados del trotskismo, el conjunto de la izquierda reformista y las "nuevas direcciones" que todos los días se postulan ante los trabajadores como las direcciones de alternativa, miraron para otro lado y con eso colaboraron, una vez más, en dejar aislados a los compañeros de Pride, abriendo el camino a la traición de la burocracia y la represión del estado, como antes hicieron en Las Heras, y más tarde en Jabón Federal.
Salvo la aparición en las páginas de sus periódicos, la izquierda reformista (PC, PCR, MAS,MST, IS, PTS, PO, etc.) nada hicieron para romper el aislamiento de los trabajadores de Pride. Ninguna acción de coordinación efectiva surgió desde los cientos de comisiones internas, cuerpos de delegados, seccionales sindicales opositoras y listas sindicales que dirigen. Tampoco hubo ninguna medida de parte de los movimientos piqueteros que conducen. El PO que tiene legisladores y conduce la oposición docente en Salta, fue incapaz de ninguna medida efectiva para parar a los piqueteros salteños que son utilizados como mano de obra precaria en las petroleras en esa provincia, y donde Pride tiene una base. Habría resultado sencillo levantar la solidaridad con los petroleros de la Patagonia y el reclamo de trabajo genuino para todos, basta de contratados, todos somos petroleros, etc., lo que hubiera unificado las demandas. No lo hicieron.
Tampoco en Buenos Aires, donde tiene enorme peso el MIC, y donde la izquierda dirige sindicatos e internas que como la del Francés, están conduciendo una  lucha que se mantiene en el aislamiento. Ni en el ARS, o en el Garrahan, o el Clínicas, ni en subterráneos. De ninguno de esos sectores surgió la consigna de ¡Fuera la gendarmería! Basta de represión, Solidaridad con la Pride y todos los petroleros en huelga, etc. Ni siquiera una movilización contra la represión. Nada, solo palabras.
Pero donde se llevan la palma es en Neuquén, la misma provincia de la huelga de la Pride, Rincón de los Sauces y Loma de la Lata. Allí, la izquierda reformista tiene una enorme influencia en el SOECN y en Zanón, en ATEN y en los sindicatos estatales provinciales y nacionales. Forman parte de la Multisectorial de Neuquén que ha realizado marchas de miles de personas. Dirigen centros estudiantiles tanto universitarios como secundarios.
Si había un lugar donde un paro contra la represión estaba al alcance de la mano, era en Neuquén. Sin embargo, se limitaron a enviar una delegación para manifestar su "solidaridad", y vueltos a la capital, hicieron una volanteada en el puente que une Neuquén y Río Negro.
Y ahora, llamaron a una reunión de la Multisectorial para discutir la marcha "por Julio López" (¡!). Como si la lucha por la aparición de Julio López fuera un pelea distinta que la lucha contra la persecución a los luchadores obreros y populares, que es lo que están sufriendo los procesados de Pride.

Demuestran una vez más que son funcionales a lo que el régimen necesita. Son un verdadero partido de la contención, pintado de rojo, que somete una y otra vez a los trabajadores a los dictados del estado burgués.




Pride: una fortuna hecha a costillaS del saqueo de los recursos naturales de las naciones oprimidas y de la superexplotación obrera

El monopolio imperialista Pride International, de capitales norteamericanos, es la empresa que concentra todo lo que es ciencia, técnica y tecnología en materia de exploración, perforación y explotación de petróleo dentro del país. En el mundo, siendo uno de los gigantes en el rubro, tiene ganancias anuales por 2000 millones de dólares. Hoy, esta empresa se encuentra aplicando sus servicios de saqueador profesional en treinta países ubicados en Centro y Sud América, África Occidental, el Mar del Norte, Medio Oriente y el Sudeste Asiático.
Contra este pulpo imperialista, que como la Halliburton, la Chevron, la Texaco, etc., lleva adelante la sanguinaria guerra del petróleo en las arenas de Irak que ya ha dejado más de 500 mil muertos, se enfrentan los obreros petroleros. Este odio que sienten los obreros petroleros, esta resistencia en la Patagonia, es hermanade la resistencia y el odio que sienten las heroicas masas palestinas e iraquíes, que  enfrentan al martirio al que las tienen sometidas los asesinos imperialistas y sus guerras del petróleo.
Este monopolio, Pride International, que cuenta con máquinas que tienen capacidad de perforación en la tierra de 18 kilómetros y un sistema de comunicación por radio que llega a la ciudad boliviana de Tarija, es “la única empresa de perforación, pulling y terminación que tiene estos sueldos tan bajos”, cuentan los obreros en huelga.
Pero ante la ola de inversiones de nuevos equipos, los feroces ritmos de explotación, y las enormes ganancias acumuladas por la patronal, se rebelan los obreros al grito de; “nosotros queremos $ 4500 como mínimo en nuestros bolsillos todos los meses y desde esa cifra hacia arriba, una diferencia de $ 1000 pesos por cada escalafón. Estamos con esta protesta y la vamos a mantener hasta las ultimas consecuencias”. Es que todos los obreros saben muy bien que esta empresa se esta llenando de plata explotando al máximo sus músculos y reventando sus salarios. No lo aguantaron más, y explotaron.
Cuando realizan exploraciones con resonancias magnéticas lo que hacen es producir enormes vibraciones, que a través de aparatos complejos interpretan el impacto que estas provocan en las distintas capas de la tierra para luego evaluarlas sin necesidad de extraer y llevarlas a un laboratorio. Los niveles de vibración de los equipos son tan grandes que desarticulan todo el sistema nervioso y el aparato óseo de los trabajadores que se en encuentran al frente de la exploración. Los trabajadores nos han contado que “es muy común encontrar obreros, con apenas 30 años de edad, que después de 6 años realizando este trabajo quedan sordos”. Ellos saben muy bien que esto a la patronal y al Ministerio de Trabajo, no le mueve un pelo, porque esta patronal es la misma a la cual no le tiembla el pulso a la ahora de ejecutar masacres, como las que hace en Medio Oriente, para recolectar sus jugosas ganancias.
Por eso este sector de valientes obreros se amotinaron, son los que ven que la Pride International se está llevando fortunas, han comprado una tanda de 500 camionetas 4 x 4 de altísima tracción que pueden andar en la nieve sin cadenas, han traído de los Estados Unidos equipos que pesan 5 toneladas, y les pagan salarios miserables a los trabajadores que en su totalidad en la planta cuentan con oficio, pues reciben cursos que duran un mínimo de 7 meses para que realicen sus tareas.
La patronal sabe muy bien, como también los obreros, que no es fácil reemplazar a un plantel tan instruido. Ese es el aspecto fuerte de la base obrera, que sabe que tienen poder y lo ejercieron tomando bajo su control todos los complejos equipos que están arraigados en la base Puesto Hernández. La patronal y el gobierno dieron ordenes a la gendarmería de recuperarlos, y los obreros respondieron: “Si nos tocan, los prendemos fuego” e hicieron retroceder a los uniformados. Hicieron retroceder a la Pride International que es uno de los grandes pulpos del petróleo en esa rama, en el cual la Totalfina -empresa del imperialismo francés que saquea los hidrocarburos bolivianos a través de su testaferro Petrobras- es la única que se anima a competirle. Y en algunos casos, como en el Mar del Norte, el imperialismo francés le paga a la Pride International lo que ella pide para realizar perforaciones, investigaciones, mantenimiento y “recuperación” de pozos.

 



Zona Norte

¡Hay que pa­rar­le la ma­no a la pa­tro­nal!
¡Pon­ga­mos en pie un gran coor­di­na­do­ra que uni­fi­que a to­dos nues­tros re­cla­mos!

En los úl­ti­mos me­ses es­ta­mos vien­do có­mo la pa­tro­nal -si­guien­do la lí­nea ge­ne­ral que lle­va a ni­vel na­cio­nal- vie­ne ti­ran­do to­da su vo­ra­ci­dad y sed de ga­nan­cias so­bre los ex­plo­ta­dos cuer­pos de los tra­ba­ja­do­res del cor­dón in­dus­trial de la zo­na nor­te.
En Te­rra­bus­si, cen­te­na­res de tra­ba­ja­do­res con­tra­ta­dos son des­pe­di­dos ca­da vez que lle­ga el mo­men­to de efec­ti­vi­zar­los, y los que me­nos co­bran, co­mo son los ter­ce­ri­za­dos, ni si­quie­ra tie­nen ac­ce­so a los ali­men­tos que se co­ci­nan en el co­me­dor de la plan­ta. En la fa­bri­ca Sta­ni los tra­ba­ja­do­res vie­nen de­nun­cian­do que el chu­pa­san­gre con­ve­nio “Man­te­col” es el más ne­gre­ro de la his­to­ria que se im­pu­so en ese es­ta­ble­ci­mien­to.
En la plan­ta de Pi­lar de Par­ma­lat los obre­ros si­guen re­sis­tien­do el des­gua­ce de Ta­se­lli.
En Volks­wa­gen, los jó­ve­nes tra­ba­ja­do­res de­ben de­jar los hue­sos en las ma­qui­nas por 12, 14 o más ho­ras pa­ra lle­var­les unos pe­sos más a sus fa­mi­lias.
En la plan­ta de Fa­te los tra­ba­ja­do­res que osan al­zar la voz y re­cla­mar por sus de­re­chos la­bo­ra­les son echa­dos co­mo pe­rros a la ca­lle.
En la in­dus­tria cár­ni­ca, co­mo se ve re­fle­ja­do en los gran­des fri­go­rí­fi­cos de la zo­na, co­mo son ECO­CAR­NE (ex Co­car­sa), Río Pla­ten­se, Ban­ca­la­ri, etc., la ma­yo­ría de los obre­ros tra­ba­ja en ne­gro, con suel­dos mi­se­ra­bles y a rit­mos de pro­duc­ción in­fer­na­les.
En Paty (Quick­food), Pep­si­co, Au­to­pis­tas del Sol, Co­ca Co­la, En­fer, etc., los ac­ti­vis­tas son per­se­gui­dos y mar­ca­dos por el de­do po­li­cía­co de la bu­ro­cra­cia pa­ra que la pa­tro­nal los des­pi­da. Y a los que no pue­de des­pe­dir por el mo­men­to, les abre cau­sa pe­na­les pa­ra que cie­rren sus bo­cas.
To­dos es­tos su­fri­mien­tos que los tra­ba­ja­do­res vi­vi­mos, tie­nen una cau­sa: la car­ne­ra bu­ro­cra­cia sin­di­cal. Y la ra­zón por la cual es­tos bu­ró­cra­tas trai­do­res si­guen ator­ni­lla­dos a los si­llo­nes de los sin­di­ca­tos, y trai­cio­nan­do to­das nues­tras lu­chas, es por­que la iz­quier­da re­for­mis­ta (PTS, PO, MST, PCR, MAS, CS, FOS, PRS, OS, MIC, etc.) se ne­gó ro­tun­da­men­te, co­mo lo si­gue de­mos­tran­do has­ta el mo­men­to, a lla­mar a los tra­ba­ja­do­res a en­fren­tar­la en las ca­lles cuan­do es­ta­ban da­das las con­di­cio­nes pa­ra ha­cer­lo.
Por eso cuan­do los tra­ba­ja­do­res de Ja­bón Fe­de­ral, en su ac­to al gri­to de “se va aca­bar, se va aca­bar la bu­ro­cra­cia sin­di­cal”, lla­ma­ban a to­dos los tra­ba­ja­do­res a uni­fi­car los re­cla­mos, to­da la iz­quier­da re­for­mis­ta cons­pi­ró con­tra ellos. A los obre­ros de la zo­na nor­te, que veía­mos la lu­cha de los jó­ve­nes obre­ros de Ja­bón Fe­de­ral co­mo nues­tra, la iz­quier­da re­for­mis­ta im­pi­dió que nos coor­di­ná­ra­mos.
¿Dón­de es­tá el MIC zo­na nor­te, que se fun­dó en el sa­lón de los obre­ros fe­rro­via­rios de Vic­to­ria pro­me­tien­do la ma­dre de to­das las ba­ta­llas, y que se mos­tró in­ca­paz de unir los re­cla­mos de los obre­ros que ellos di­ri­gen? Ne­go­cian­do to­das nues­tras lu­chas en el mi­nis­te­rio de tra­ba­jo. ¿Dón­de es­tán la CCC, el PTS, el PO, el MAS, el MST 1 y 2, CS, OS, PCR, etc., que di­ri­gen o in­fluen­cian a los prin­ci­pa­les con­flic­tos de la zo­na? Ne­go­cian­do to­das nues­tras lu­chas en el mi­nis­te­rio de tra­ba­jo con sus abo­ga­dos ado­ra­do­res de las le­yes pa­tro­na­les.
¡Bas­ta de en­ga­ñar a los tra­ba­ja­do­res; las “ba­tu­ca­das” que rea­li­za la CCC en Te­rra­bus­si no han pa­ra­do ni un so­lo des­pi­do! ¡Bas­ta de cam­biar la lu­cha por au­men­to de sa­la­rio por pues­tos sin­di­ca­les co­mo ha­ce el MAS en el fri­go­rí­fi­co Eco­car­ne! ¡Bas­ta de ha­cer­nos creer que los tra­ba­ja­do­res “es­ta­mos so­los” y que “so­mos dé­bi­les”, hay de­ce­nas de con­flic­tos con­tra las pa­tro­na­les que más for­tu­nas vie­nen ha­cien­do que  de­mues­tran lo con­tra­rio! ¡Te­ne­mos que unir­los a to­dos ya, an­tes que la pa­tro­nal nos de­rro­te a to­dos por se­pa­ra­dos!
¡Pa­ra fre­nar los des­pi­dos, pa­ra con­se­guir au­men­to de sa­la­rios, pa­ra ele­gir a nues­tros de­le­ga­dos, pa­ra que los con­tra­ta­dos, ter­ce­ri­za­dos y en ne­gro pa­sen a plan­ta per­ma­nen­te, etc., te­ne­mos que echar a la bu­ro­cra­cia sin­di­cal!
¡Pon­ga­mos en pie una coor­di­na­do­ra de to­da la zo­na nor­te que uni­fi­que to­dos nues­tros re­cla­mos ya!
En es­te sen­ti­do los tra­ba­ja­do­res de la lis­ta na­ran­ja de Paty han sa­ca­do un vo­lan­te lla­man­do a cons­truir co­mi­tés de ba­se de los tra­ba­ja­do­res de la car­ne, abier­tos a to­do el ac­ti­vis­mo y ba­jo plie­go úni­co de re­cla­mos. ¡Es­te es el ca­mi­no a se­guir!
¡Los par­ti­dos de iz­quier­da, las lis­tas y co­mi­sio­nes in­ter­nas com­ba­ti­vas, or­ga­ni­za­cio­nes de de­so­cu­pa­dos, etc., que di­cen de­fen­der los in­te­re­ses de los tra­ba­ja­do­res, de­ben rom­per con la su­bor­di­na­ción al mi­nis­te­rio de tra­ba­jo y a los cuer­pos or­gá­ni­cos de los sin­di­ca­tos, y lla­mar a los tra­ba­ja­do­res a que en asam­blea de ba­se eli­jan sus de­le­ga­dos pa­ra con­quis­tar­la!

Co­rres­pon­sal