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COCA COLA

Omar, trabajador de Coca Cola agredido brutalmente por una patota de la burocracia sindical de SUTIAGA

“Hacemos responsables a la empresa y al SUTIAGA de todo lo que le suceda a cualquier trabajador que sea parte de esta lucha”

DO: ¿Nos podés contar como llegaron a la situación en la que fuiste brutalmente agredido, y quién creés que pudo haberlo hecho?
Omar: El ataque que sufrí el jueves 3 de agosto se inscribe en el marco de algunos avances que venimos teniendo en el sentido de organizar a los compañeros de la planta. Cabe destacar que el mismo no estaba preparado exclusivamente para mí sino también para los dos compañeros despedidos Ariel Castello y Carlos Zerrizuela, puesto que junto a ellos estamos motorizando la campaña pública y las volanteadas a puerta de fábrica y somos parte junto a un grupo importante de compañeros de la organización de los trabajadores de la planta.
Si vemos el proceso de conjunto podemos decir que la planta Alcorta era una fábrica tumba, un verdadero campo de concentración con cámaras por todos lados, y esto lo fue por más de 15 años. A partir de noviembre del año pasado se comenzó a reclamar la elección a delegados, la afiliación al sindicato y una serie de reivindicaciones más. Pero la dirección del sindicato en forma cínica nos dice que no podemos votar una interna, pues no tenemos un año de antigüedad como afiliados.
El 22 de enero y los días subsiguientes impusimos la votación de 20 delegados sobre 500 trabajadores representando a los cuatro turnos, en esa elección fuí elegido delegado junto a tres compañeros más de mi turno. Esta comisión no fue reconocida ni por el SUTIAGA ni por la empresa.
El 19 de marzo, el SUTIAGA llama a una nueva elección para desmontar nuestra organización obtenida en la elección de enero. Esta nueva elección estuvo plagada de trampas y restricciones antidemocráticas. Una semana antes de esta elección “trucha”, la empresa me traslada a kilómetros de la planta, a otra empresa en Quilmes y en ocasiones también a otra en Berazategui, con la excusa de realizar un trabajo allí.
Pese a todas las irregularidades logramos que tres compañeros de la comisión de Enero sean votados como miembros de la nueva comisión, pero el sindicato no les dio ninguna cobertura legal, demostrando, como varios denunciamos en su momento, que el único objetivo de la elección fue desmontar nuestra organización de enero.
Luego viene la respuesta de la patronal acompañada permanentemente por el sindicato. A mi aislamiento, en Mayo, se suman los despidos de los compañeros Ariel Castello, Carlos Zerrizuela y cinco compañeros más de la Unidad Operativa Loma Hermosa. Todos despedidos por luchar por tener una genuina representación sindical. Sumado a esto está el no acatamiento por la empresa a una resolución cautelar a favor de la inmediata restitución en mi puesto de trabajo.
Es en este marco de nuestros mediados avances y de las represalias de la empresa, que se da el ataque que sufro, al mejor estilo de las tres A o los grupos de tareas de la dictadura. Esta agresión nos hace sospechar desde ya de los más interesados en que nuestra lucha retroceda, es decir, la empresa y el sindicato.
Hacemos responsables de ahora en más a la empresa Coca Cola FEMSA de Buenos Aires y al SUTIAGA de todo lo que le suceda a cualquier trabajador que sea parte de esta lucha, a sus familias y seres queridos.
Frente a este ataque la respuesta obrera no se hizo esperar, alrededor de 100 compañeros se plantaron durante seis horas en una calle interna de la fábrica iniciando ahí mismo una protesta y exigiendo que aparezca el sindicato y llame inmediatamente a un paro. El SUTIAGA se negó a llamar a la medida contra la agresión, demostrando una vez más en los hechos de que lado está.

DO: ¿Como crees que se puede revertir el atropello de la patronal y la burocracia sindical?
La única herramienta que tenemos los trabajadores es nuestra unidad, nuestra organización y acción directa. En esto hay que ser claros, no hay cuestión legal que nos salve si no afectamos con medidas firmes y contundentes la ganancia de los empresarios y si avanzamos en prepararnos para nuevos ataques, esto es la huelga y la autoorganización de los trabajadores para defendernos de las patotas y no hay forma de llegar a estas medidas si no avanzamos en la organización y en la permanente decisión asamblearia de todos los compañeros. Por otra parte, la coordinación con otros trabajadores es fundamental.

DO: En estos momentos se está dando una importante lucha de los trabajadores de la ex Jabón Federal y otras fábricas en las que la patronal está despidiendo. ¿Cuál crees que es el camino que puede conducir a que los compañeros logren ser reincorporados?
Sin lugar a dudas la coordinación obrera sobre medidas concretas sigue siendo una necesidad acuciante. Hemos comenzado a discutir el tema con compañeros de la fábrica y con compañeros de otros lugares, estuvimos presentes en los cortes y protestas que realizaron los compañeros de ex Jabón Federal, junto a los trabajadores de la clínica Quintana, en la marcha de los compañeros tercerizados del Subte y también acompañamos a los compañeros del Bauen. Mi posición es que es necesario un encuentro abierto del activismo obrero que discuta medidas concretas para luchar contra los despidos y los atropellos patronales.
La única salida es la unidad de clase para luchar, rompiendo las divisiones que generan las patronales y la burocracia sindical, debemos unirnos, trabajadores nacionales y extranjeros, ocupados y desocupados, de planta y contratados y tercerizados, en blanco y en negro. En ese camino un encuentro del activismo sería un paso, un grano de arena para forjar esa unidad