LOS RENEGADOS DEL TROTSKISMO APOYAN A CHÁVEZ Y A SU "REVOLUCIÓN BOLIVARIANA"
REVOLUCIÓN OBRERA Y SOCIALISTA,
O CARICATURA DE REVOLUCIÓN

El 9 de julio de 2005, se realizó en Caracas, Venezuela, un acto político convocado por Opción de Izquierda Revolucionaria (OIR), el grupo venezolano de la UIT1, de la que es parte el MST de Argentina. Ese acto tuvo como objetivo impulsar la construcción de un "Partido Revolucionario de los Trabajadores por el Socialismo" (PRTS), y discutir sus bases constitutivas y programáticas.
Del acto participaron organizaciones sindicales y estudiantiles y diferentes corrientes políticas chavistas de Venezuela, como el Movimiento 13 de Abril, Proyecto Nuestra América y la Corriente Marxista Bolivariana. Participaron también delegaciones internacionales, en primer lugar dirigentes del MST de Argentina -que tituló la noticia sobre esta reunión como "Un gol de media cancha para la revolución"- y de la UIT, pero también de la LCR de Francia (sección del SU mandelista cuyo dirigente brasileño, Miguel Rossetto, es ministro de la reforma agraria del gobierno de Lula-Alencar-Marinho en ese país); del P-SOL2 de Brasil, y también de la corriente International Socialist Organization (ISO) de los Estados Unidos3; y una representante de la revista Socialismo o Barbarie (la corriente que encabeza el MAS de Argentina).
Dicho acto, y las posiciones en él expresadas por los dirigentes tanto de la UIT como de las distintas corrientes presentes, no hacen más que confirmar la total ruptura de los liquidadores de la IV Internacional con el trotskismo, su programa, su estrategia y su legado. No hace más que confirmar su disciplinamiento completo a Chávez y a la burguesía nativa venezolana; a la burocracia castrista cubana y a la impostura de "ala trotskista" que ésta ha montado a través de la dirigente del PC Cubano Celia Hart Santamaría. ¡Compiten con la corriente de Alan Woods y su grupo en Venezuela, Corriente Marxista Revolucionaria4, para ver quién está más disciplinado y subordinado a ellos!
Se formó un verdadero frente de la UIT, el SU, SoB, la ISO, el P-SOL, y también de la corriente de Alan Woods, que están en una carrera de velocidad para ver cuál de ellos retoma más fielmente del basurero de la historia, la política del stalinismo de subordinarse a los militares "patriotas" y a los burgueses "progresistas".
Por esta razón, todos participaron también, del "16° Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes" organizado en Venezuela por Chávez, Castro y el Foro Social Mundial (ver recuadro), realizado entre el 7 y el 15 de agosto.

LA "REVOLUCIÓN BOLIVARIANA" NO ES MÁS QUE LA EXPROPIACIÓN DE LA LUCHA REVOLUCIONARIA
Y ANTIIMPERIALISTA DE LAS MASAS VENEZOLANAS.
UNA ALTERNATIVA DE HIERRO: REVOLUCIÓN
OBRERA Y SOCIALISTA, O CARICATURA DE REVOLUCIÓN

La UIT, el MST, la OIR y todos los presentes en dicha reunión, son orgullosos defensores de la llamada "revolución bolivariana". Por ello, el eje de las intervenciones fue sobre las "perspectivas de la revolución bolivariana y las estrategias para su defensa ante el imperialismo, para llevarla rumbo al socialismo"5.
¡Rara "revolución" y raro "revolucionario" el ex coronel Chávez, que le paga puntualmente la deuda externa al imperialismo; que ha aplicado todos los planes del FMI, que acaba de aumentarle en un 60% a la Repsol imperialista española el permiso de explotación del petróleo venezolano; que le otorgó a la Chevron-Texaco yanqui la concesión para la explotación petrolera de la cuenca del Orinoco, y que le vende petróleo a los yanquis con el que éstos alimentan la maquinaria de guerra con la que masacran en Irak! Chávez devaluó y sigue devaluando la moneda venezolana y arrojando ese costo sobre las espaldas de los explotados; no tocó ni expropió un solo monopolio imperialista (por ejemplo, los yanquis tienen el monopolio de la telefonía en el país) ni una de las propiedades de las 31 familias, que juntos concentran en sus manos los resortes centrales de la economía del país.
Los participantes de la reunión del 9 de julio no sólo saben todo esto, sino que ellos mismos lo plantearon en sus discursos. Así por ejemplo, uno de los oradores señaló el problema de que "... la devaluación monetaria (...) degrada el poder adquisitivo de los salarios", y deplora la continuidad del "pago de la deuda externa fraudulenta de la IV República a los entes imperialistas".
Quieren engañar a la clase obrera y los explotados de Venezuela, de América Latina y del mundo. Porque la verdad es que no existe ninguna "revolución" en Venezuela: ese país sigue siendo un estado burgués, con un gobierno burgués como es el de Chávez. Es un gobierno similar al de Perón de 1945-55 o al de Nasser en Egipto en los '50. Es decir, un gobierno nacionalista burgués, bonapartista sui géneris que, asentado en las enormes reservas de hidrocarburos de Venezuela (y sobre todo, desde el año 2000, aprovechando los altísimos precios internacionales del crudo), regatea y discute con el imperialismo su tajada de la renta petrolera.
Para ello, necesita utilizar a las masas para chantajear al imperialismo. Pero al mismo tiempo, necesita controlarlas férreamente, porque sabe -como todo burgués-, que si éstas desarrollan hasta el final su lucha antiimperialista, terminarán atacando la propiedad no sólo de los monopolios imperialistas, sino también de toda la patronal nativa. Ese férreo control se ejerce a través de la más completa estatización de los sindicatos y las organizaciones obreras y populares "bolivarianas". ¡Tanto necesita controlar a las masas el burgués Chávez -sobre todo ahora que el precio del petróleo araña los 70 dólares el barril y está haciendo jugosos negocios con las petroleras imperialistas- que está impulsando una ley para mandar a la cárcel a los obreros de las empresas del estado que osen hacerle huelga por sus demandas! Tan cínicos son los liquidadores del trotskismo, que inclusive ellos mismos denuncian este hecho, mientras al mismo tiempo siguen cantando loas al "presidente Chávez" y su "revolución bolivariana. Así, dicen sin ningún pudor que la legislación que está impulsando Chávez, pretende "cercenar el derecho a huelga con la reforma del Código Penal, que penaliza con años de cárcel la promoción de huelgas o movilizaciones en industrias o instituciones del sector público, cuando resulta que los trabajadores se ven obligados a apelar a la lucha en defensa de sus derechos". A nadie puede extrañarle, entonces, que Chávez, como todo patrón que pone la plata y manda, les diga a los obreros del Astilleros Río Santiago (ARS) en Argentina, en donde estuvo el 11 de agosto pasado que van a tener que trabajar como esclavos. Tan es así que, "casualmente" Felipe Solá (el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, donde está el ARS que es del estado), está impulsando también… una ley para "limitar" el derecho de huelga de los trabajadores provinciales.
¡A este gobierno burgués y antiobrero de Chávez, al que no le va a temblar el puso en mandar a pudrirse en la cárcel a los obreros huelguistas, y a su caricatura de "revolución bolivariana", apoyan los renegados del trotskismo!
La cacareada "revolución bolivariana", no es más que el aborto y la expropiación del proceso revolucionario que venían protagonizando las masas venezolanas, que había comenzado en 1989 con el "Caracazo" y que descalabró y enterró el régimen del Pacto de Punto Fijo y a sus principales partidos burgueses (COPEI y Acción Democrática), sobre el que éste se había sustentado.
Así, hacia fines de los '90, la burguesía que no lograba frenar la lucha de masas ni recomponer sus maltrechas instituciones de dominio, sacó a Chávez de la cárcel, para que éste se presentara a las elecciones y contuviera a las masas.
Pero estos gobiernos bonapartistas sui géneris, por ser el gobierno de una fracción de la burguesía, es decir, de la clase propietaria de los medios de producción, temen como a la propia muerte a las masas, a su lucha antiimperialista y a la revolución proletaria, que amenazan no sólo el dominio y la propiedad de los monopolios imperialistas, sino los suyos propios. Por eso, cuando está ese riesgo, rápidamente se alinean con el imperialismo, contra las masas.
Fue por esa razón que Chávez se rindió en dos minutos ante el golpe pro-imperialista de 2002: porque sabía que, para derrotarlo, tenía que llamar a la movilización y al armamento de las masas.
Pese a ello, las heroicas masas venezolanas bajaron de los cerros, y confraternizando con la base del ejército y con combates en las calles, derrotaron el golpe. El terror del imperialismo y de todas las fracciones de la burguesía -incluida la chavista- de que se partiera horizontalmente el ejército y de que así las masas iniciaran la revolución, descalabrando al estado burgués y poniendo en pie sus organismos armados de poder obrero y campesino, fue lo que los llevó a reponer rápidamente a Chávez en la presidencia, para que éste frenara a las masas llamando a la "reconciliación" con los golpistas, política que terminó de imponerse y consumarse con el referéndum bonapartista de agosto de 2004.
La amplia mayoría de los renegados del trotskismo -y en primer lugar, las que participaron de la reunión del 9 de julio en Caracas- fueron entusiastas impulsoras de la trampa del referéndum-en el que, ganara el "Sí" o ganara el "No", ganaban Wall Street y el imperialismo-, del voto por el "No" en el mismo. Inclusive fletaron chárters para ir a hacer de "veedores" de la "transparencia" de ese referéndum bonapartista y expropiador de la lucha antiimperialista de las masas, codeándose, entre otros, con el presidente de la cueva de bandidos de la OEA -en aquel entonces, el ex presidente colombiano Gaviria-, y con el carnicero ex presidente yanqui Jimmy Carter.
El pacto por el cual se acordó y se llevó a cabo ese referéndum, fue un pacto reaccionario firmado entre Chávez, Bush y la reacción golpista -bajo el auspicio de la OEA, Lula, Castro y el Foro Social Mundial- al estilo de los de Contadora y Esquipulas con los que, en los '80, la burocracia stalinista y los "comandantes" sandinistas y del FMLN salvadoreño, entregaron la revolución centroamericana. Lo que está haciendo hoy Chávez no es más que aplicar lo que acordó en ese pacto: impuso la reconciliación con los golpistas, les vende petróleo a los yanquis y les da nuevo contratos a sus monopolios; sigue sin tocar las propiedades y los intereses de los monopolios y de las 31 familias; paga la deuda externa, devalúa la moneda, y se prepara para mandar a la cárcel al obrero que haga huelga.
Y de la misma manera que en los '80, mientras entregaba la revolución centroamericana, el stalinismo impulsaba las "Brigadas del Café" para ir a Nicaragua a levantar la cosecha; hoy los liquidadores del trotskismo son los que juegan ese rol, organizando en toda América Latina y en los Estados Unidos, verdaderas "brigadas" para servir a Chávez.
La "revolución bolivariana" es entonces una estafa, una caricatura de revolución para que la burguesía nativa expropie la lucha antiimperialista de las masas venezolanas, para utilizarla en su regateo, y para que Venezuela sea un dispositivo de engaño y contención contra la revolución latinoamericana.
Todo aquel que da el más mínimo apoyo político a un gobierno burgués, renuncia, en ese mismo acto, a luchar por su derrocamiento revolucionario. Y por lo mismo, renuncia a la lucha por la revolución proletaria y por la dictadura del proletariado. Esto es lo que han hecho los renegados del trotskismo, devenidos en un nuevo menchevismo generalizado, dando apoyo político al gobierno burgués de Chávez en Venezuela.
Han roto con la teoría de la revolución permanente y con el programa del trotskismo, y han adoptado la vieja seudoteoría stalinista de la "revolución por etapas", su política de colaboración de clases y de apoyo a los "campos burgueses progresivos". Así, en los países semicoloniales y coloniales, apoyan a los supuestos militares "patriotas" y burgueses "progresistas" -como a Chávez y a su gobierno en Venezuela; o como en Argentina donde el MST-UIT ha hecho un frente con el burgués Mario Cafiero para las elecciones en la Provincia de Buenos Aires-; y en los países centrales apoyan a los imperialistas "democráticos" contra los "fascistas", como lo hiciera el stalinismo en los '30 con el pacto Stalin-Laval, y en la guerra civil española, llevando a la derrota al proletariado en España y en Francia.
Se han puesto todos bajo la disciplina de Fidel Castro y de la burocracia cubana, que quieren consumar la restauración capitalista en Cuba y reciclarse en burguesía nacional como lo es Chávez, que es su modelo.
Por el contrario, los trotskistas internacionalistas afirmamos que sólo la clase obrera venezolana, acaudillando al conjunto de los explotados, poniendo en pie sus organismos de democracia directa y conquistando el armamento de las masas, conquistando así total independencia de todas las fracciones de la burguesía; con una insurrección triunfante que derroque a la burguesía, expropie a los monopolios y a todos los patrones, y en estrecha unidad con sus hermanos de clase de América Latina y de los Estados Unidos, podrá liberar a Venezuela del yugo imperialista. Es decir, únicamente con una revolución obrera y socialista triunfante, en el camino de conquistar una Federación de Repúblicas Obrero-Campesinas de América Latina. Todo lo demás, es una caricatura de revolución.

LOS RENEGADOS DEL TROTSKISMO, TRAS LOS PASOS DE LA JUVENTUD PERONISTA DE LOS '70
QUE APOYABA A PERÓN Y CULPABA DE SU POLÍTICA ANTIOBRERA Y ENTREGUISTA A SU "ENTORNO"

La UIT y demás corrientes liquidadoras de la IV Internacional han roto no sólo toda amarra con el trotskismo, sino también toda barrera de clase, apoyando al gobierno burgués de Chávez, al que reconocen como "su" gobierno, y a Chávez como su dirigente.
Así lo afirmaron con claridad en el acto del 9 de julio, en palabras del dirigente de la OIR-UIT (CI), Gonzalo Gómez, que ""Se refirió al hecho de que el presidente Chávez define al gobierno como un "gobierno de los trabajadores" y le reconoció esa vocación, así como las conquistas logradas en los últimos años...".
Porque lo reconocen como su gobierno y su dirigente, se dedican a darle consejos. Así, dicen que el problema hoy de Chávez es su "entorno", como afirmó en ese reunión el mencionado Gómez, cuando denunció "los gravísimos peligros internos que amenazan a nuestra revolución; fundamentalmente la extendida corrupción. Dijo que hay que sacar a patadas a un sector grande que está enquistado dentro del gobierno y que roba, roba y roba, que está negociando los intereses de los trabajadores". Luego "señaló que se ha metido en el gobierno a personajes que luego mostraron su condición de traidores y contrarrevolucionarios (como Peña, Miquelena, Puchi, por ejemplo), en lugar de constituir el gobierno con revolucionarios del movimiento obrero y popular , lo cual ha favorecido al oportunismo y a la corrupción y mantiene en cargos de gobierno a saboteadores del proceso y de las políticas del presidente.
Para estos renegados del trotskismo entonces, el problema no es Chávez -es decir, la burguesía y su gobierno- al que le reconocen la "vocación" de ser un gobierno de los trabajadores, ni sus políticas, sino que el problema son los "corruptos", "traidores", que "sabotean" el "proceso" y "las políticas del presidente". Chávez es "su" presidente, el presidente y dirigente de la OIR-UIT, del SU mandelista, de la ISO; de SoB, etc.; el problema no es él: es su "entorno".
Como consecuentes sirvientes de un gobierno burgués que son, no hacen más que reflotar del basurero de la historia la vieja excusa con la que en los '70 por la Juventud Peronista en Argentina intentaba justificar la política antiobrera y entreguista de gobierno burgués del general Perón, diciendo que el problema era su "entorno", o sea, López Rega, Isabelita, etc. Intentaban ocultar así ante los ojos de los trabajadores que era el "general" el que había vuelto a la Argentina desde el exilio para aplicar la política del imperialismo, estrangular y aplastar la lucha revolucionaria de los obreros, y el que puso en pie, con López Rega y la burocracia sindical, las bandas fascistas de la Triple A para masacrar a lo mejor de la vanguardia proletaria.
La decadencia de estos liquidadores no tiene límites. Porque además, también consecuentemente, cuando le dicen a Chávez que debería "constituir un gobierno con revolucionarios del movimiento obrero y popular", lo que están haciendo es proponerse para entrar ellos, con puestos, en ese gobierno burgués.

LOS LIQUIDADORES DE LA IV INTERNACIONAL:
LOS NUEVOS PROMOTORES DE LA "VÍA PACÍFICA AL SOCIALISMO" EN VENEZUELA

En los '70, fue Fidel Castro quien viajó a Chile a predicar la "vía pacífica al socialismo", a darle apoyo al gobierno de Allende y el PC que habían conformado la "Unidad Popular". El de Allende y la UP en Chile fue -como es hoy el de Chávez-, un gobierno nacionalista burgués. Chile no tiene petróleo, pero sí enormes reservas de cobre, que Allende nacionalizó (con indemnización, por supuesto), y con las que le regateaba al imperialismo, como hoy hace Chávez con el petróleo. Castro fue a Chile dos veces, en aquellos años, a pregonar la "vía pacífica al socialismo", para estrangular así, de la mano de Allende y del PC, la grandiosa revolución de los Cordones Industriales.
Hoy, como Fidel Castro y la burocracia cubana -que predican que "otro mundo es posible", "distribuyendo mejor la riqueza", de la mano de la ONU, etc., apoyan a gobiernos proimperialistas y cipayos como el de Lula y Kirchner, y preparan la consumación de la restauración capitalista en Cuba,- ya no son creíbles, son los renegados del trotskismo los que, bajo el mando de la impostora Celia Hart y del PC Cubano, predican la "vía pacífica al socialismo" en Venezuela. Todos ellos lo hacen: tanto los que estuvieron en esa reunión del 9 de julio; como los que no estuvieron, como es el caso de la Corriente Marxista Revolucionaria (CMR), el grupo de Alan Woods y su corriente.
Y lo dicen abiertamente. Veamos.
Así, para la OIR-UT y todos los participantes en la reunión del 9 de julio, el objetivo es la "construcción del PTRS para la profundización de la revolución, la revolución dentro de la revolución y la lucha por el socialismo, un socialismo auténtico donde el gobierno lo ejerzan los trabajadores y el pueblo en lugar de variantes mal llamadas "socialistas" de fórmulas populistas reproductoras del capitalismo que prometen preservar la propiedad privada de los medios de producción, consideradas fraudulentas y engañosas por los promotores del PRTS". Ahora bien, para ello, ¿qué plantean? ¿La lucha por una insurrección triunfante que derroque al gobierno y al régimen burgués, destruya su estado e imponga una República obrera y campesina?
Para nada: el camino que marcó el dirigente de la OIR-UIT, Gómez, por el contrario, es el de enviarle "un mensaje al Presidente Chávez, de que "aquí estamos los trabajadores que luchamos todos los días, los que no robamos al erario público y le decimos con mucho respeto: póngase a la cabeza de un gobierno de los trabajadores y el pueblo". Pero, ¿qué significa para él esto?: "que para que los trabajadores realmente gobiernen hay que aplicarle cogestión revolucionaria a todas las instituciones y empresas del Estado; es decir, el control obrero y popular de todo el Estado venezolano".
A confesión de parte, relevo de pruebas: es una ruptura total con Marx, con Lenin, y con su única continuidad, el trotskismo, que plantean con claridad que el proletariado, para llevar su revolución al triunfo, debe destruir al estado burgués e imponer la dictadura del proletariado. Por el contrario, para estos renegados y revisionistas, se trata con claridad de la "vía pacífica al socialismo". Se trata de llegar al "socialismo auténtico donde el gobierno lo ejerzan los trabajadores y el pueblo", no mediante insurrección obrera triunfante que destruya al estado burgués, sino aplicándole... ¡"control obrero y popular" al Estado burgués venezolano! Y para ello, de lo que se trata es de presionar a Chávez para "que se ponga a la cabeza de este gobierno de los trabajadores y el pueblo".
No se puede negar que son consecuentemente reformistas. Porque para ellos, por supuesto, el papel del "partido revolucionario" -es decir, del PTRS que se disponen a poner en pie-, no es el de luchar por la independencia política del proletariado de todas las fracciones de la burguesía incluida la chavista, peleando a cada paso porque las masas pongan en pie sus organismos de democracia obrera, su propia autodefensa, por dividir al ejército y ganarse a los soldados rasos, es decir, el de prepararse para organizar la insurrección y la toma del poder.
Sino, por el contrario, en palabras de su dirigente Gómez, plantearon con claridad que "el partido revolucionario debe impulsar a fondo la contraloría social, la democracia, las asambleas y la formación política". Es decir, un rol de impulsar el "control obrero" sobre el estado burgués, para que éste, paulatina y pacíficamente, se vaya haciendo "socialista".
Con esta política de "vía pacífica al socialismo", los renegados del trotskismo se están preparando para ubicarse en la barricada de enfrente cuando las masas trabajadoras y explotadas de Venezuela pongan en pie sus organismos de democracia directa y de autodefensa, es decir, sus propios "Cordones Industriales" como los que constituyeron los obreros en Chile en 1973. Ya hay un antecedente: estos renegados siguen apoyando a Chávez, a "su" presidente, aún después de que éste, en abril de 2004, enviara a la Guardia Nacional a reprimir ferozmente a los obreros acereros de SIDOR que estaban en huelga contra la patronal de Techint, y a ocupar la planta.
Venezuela es hoy un test central que muestra con claridad, y por si hacía falta, que los liquidadores de la IV Internacional han roto toda amarra con el trotskismo, y se han pasado conscientemente al campo de la reforma, renunciando a la lucha por la destrucción del estado burgués, es decir, a la lucha por la insurrección obrera y por la dictadura del proletariado. Hoy, en el campo de batalla de la lucha de clases mundial, a los escombros ya putrefactos de la socialdemocracia y el stalinismo, vienen a sumarse los escombros de la bancarrota definitiva de los liquidadores del trotskismo.
Todo militante y cuadro que se considere trotskista, debe romper ya con estas corrientes, y abrazar la lucha por refundar la IV Internacional, que ya en los años '30 le decía con claridad al joven proletariado latinoamericano: "Sud y Centro América sólo podrán romper con el atraso y la esclavitud uniendo a todos sus estados en una poderosa federación. Pero no será la retrasada burguesía sudamericana, esa sucursal del imperialismo extranjero, la llamada a resolver esta tarea, sino el joven proletariado sudamericano, quien dirigirá a las masas oprimidas. La consigna que presidirá la lucha contra la violencia y las intrigas del imperialismo mundial y contra la sangrienta explotación de las camarillas compradoras nativas será, por lo tanto: Por los Estados Unidos Soviéticos de Sud y Centro América".(León Trotsky, "El futuro de América Latina", mayo de 1940)
La lucha por refundar la IV Internacional es la tarea del momento. Reagrupar a las fuerzas sanas y principistas del trotskismo a nivel internacional es un primer paso en ese sentido. Este es el combate que hemos tomado en nuestras manos de los trotskistas de Democracia Obrera, que junto a camaradas de Brasil, Chile, Bolivia, Perú, Nueva Zelanda, etc., nos hemos agrupado en el Comité de Enlace por una Conferencia Internacional de los trotskistas principistas y las organizaciones obreras revolucionarias.

Fracción Trotskista Internacionalista
Cuarta Internacional

1 Unidad Internacional de los Trabajadores
2 Partido Socialismo y Libertad, conformado por dirigentes disidentes del PT, por una ala del mandelismo que se retiró el PT, por la Corriente Socialista de los Trabajadores (CST) de la UIT, y otras corrientes.
3 Organización Socialista Internacional, en su traducción al español. Corriente orientada históricamente por Tony Cliff, que rompiera con la IV Internacional en la inmediata posguerra planteando que en la URSS, China, etc., no eran estados obreros sino Capitalismo de estado.
4 Alan Woods es dirigente de la Tendencia Marxista Internacional, cuyo grupo en Argentina se denomina "El Militante"
5 El informe de dicha reunión, así como todas las citas que a continuación reproducimos sobre la misma, han sido extraídas del artículo "Dirigentes obreros y populares acordaron construcción de un Partido Revolucionario de los Trabajadores por el Socialismo", publicado el 11/07/05, por la OIR y la UIT, en el sitio de Internet por ellos impulsado, cuya dirección es
http://www.aporrea.org


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CON CHÁVEZ, EVO MORALES, SHAFIK HANDAL Y DANIEL ORTEGA, SE REALIZÓ EL 16º FESTIVAL MUNDIAL DE LA JUVENTUD Y LOS ESTUDIANTES EN VENEZUELA. BAJO LA BATUTA DEL PC CUBANO

Se puso en pie la "corriente continental"
de Celia Hart y los renegados del trotksismo

Mientras Chávez venía a la Argentina, se realizaba en Venezuela del "16° Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes", organizado por el Foro Social Mundial retomando la "tradición" que en 1948 inaugurara la antigua burocracia stalinista de la URSS, su predecesora y maestra en el oficio de traicionar la revolución mundial.
Uno de los invitados "estrella", fue Evo Morales de Bolivia. No es casualidad: en él, el Foro Social Mundial preparó en ese Encuentro, a Evo Morales como posible próximo presidente de Bolivia; y discutió cómo fortalecer el "anillo energético", es decir, el cerco económico, político y militar contra la revolución boliviana. La de Venezuela fue la reunión central organizada por el Foro Social Mundial, para ajustar su política continental de estrangulamiento de la revolución boliviana. Pero al mismo tiempo, mandó a los representantes de su "ala izquierda" -los liquidadores del trotskismo- a Bolivia, para que en el Encuentro realizado en La Paz, y junto a la burocracia lulista de la CUT de Brasil, a castristas como Solares y demás, entre el 12 y 14 de agosto, pusieran en pie un dique de contención suplementario. Así, en ese Encuentro cerrado de dirigentes, casi secreto y a espaldas de las masas y de la vanguardia obrera revolucionaria de El Alto, esta conjunción de burócratas y de renegados del trotskismo resolvieron apoyar la marcha a las elecciones y la puesta en pie de un partido obrero reformista bajo el nombre de "Instrumento político de los Trabajadores", para participar en las elecciones de diciembre. Enterraron las resoluciones del 8 de junio de la COR El Alto, para impedir que se reúna el congreso nacional de delegados de la Asamblea Popular Originaria; es decir, para impedir que se ponga en pie el poder obrero y campesino centralizado y sus milicias. Todos juntos resolvieron darle tregua a Rodríguez y al régimen de la Rosca.
Mientras mandaban sus delegados a Bolivia, del Festival en Venezuela participaron corrientes como la de Alan Woods, el MST de Argentina y demás grupos de la UIT-CI, entre otras. Allí, como no podía ser de otra manera, nuevamente se han puesto bajo la batuta de Chávez; de Fidel Castro y la burocracia castrista, y de la impostura que ésta ha montado con Celia Hart Santamaría como supuesta "ala trotskista" del PC Cubano. Así como en los '80 el stalinismo organizaba las "Brigadas del Café" para apoyar la política del castrismo y del sandinismo en Nicaragua, hoy los renegados del trotskismo están la primera línea organizando en América Latina el apoyo a Chávez.
Celia Hart, el 1° de Mayo pasado, en su artículo "Un fantasma recorre América", llamaba a la "unidad de los revolucionarios", a poner en pie una "organización comunista continental" que conjurando todo "sectarismo", agrupe a "todas las organizaciones socialistas o anticapitalistas", en una "organización de organizaciones". Es decir, llamaba a que se coordine y se centralice bajo su mando y el del PC cubano, el "ala izquierda" del Foro Social Mundial en que han devenido los liquidadores del trotskismo.
Es que cada vez los necesitan más para jueguen ellos directamente el rol de estrangular la lucha de las masas con políticas de colaboración de clases, ante el hecho de que los promotores originales del Foro Social Mundial hoy están directamente en los gobiernos y regímenes burgueses cipayos atacando a las masas, como Lula en Brasil, Tabaré Vázquez en Uruguay, Lagos en Chile; o apoyándolos, como el CTA y el castrismo lo hacen con Kirchner en Argentina; o preparándose para llegar al gobierno, como Evo Morales en Bolivia. Es más, ya perdieron a quien fuera su "niño mimado", el coronel Gutiérrez, a manos de las masas en Ecuador. En el caso de Chávez, los necesitan para que sigan pintando de "revolución bolivariana" a la continuidad del estado burgués venezolano; y en el caso de la burocracia castrista, para que les limpie sus traiciones a la revolución latinoamericana y su política de restauración capitalista en Cuba.
Hoy, en el Festival de la Juventud en Venezuela, se está llevando a cabo esa tarea de coordinar y centralizar a los renegados del trotskismo como nuevo dique de contención "por izquierda".
Hart Santamaría no ha podido concurrir a dicho Festival. Por esa razón, junto a Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional de Cuba; Shafik Handal del FMLN de El Salvador y Daniel Ortega del FSLN de Nicaragua -los entregadores, junto a Fidel Castro, de la revolución centroamericana en los '80-, junto Evo Morales, Felipe Quispe y otras "personalidades" por el estilo, el invitado oficial para que cumpla ese rol es el lugarteniente de Celia Hart: Alan Woods, de la Tendencia Marxista Internacional.
El MST-UIT de Argentina, en su periódico Alternativa Socialista N° 409, en un artículo firmado por su Juventud, plantea abiertamente que con ese objetivo concurre a ese Festival, aún reconociendo cínicamente que éste "no toma en ningún sentido una perspectiva clasista". Así, plantea con claridad que "el aspecto más importante del festival es el espacio político que va a desplegar. Con la llegada de Lula al gobierno (¡al que ellos con su corriente en Brasil, llamaron a votar! NdeR), y el aceleramiento de la experiencia de las masas latinoamericanas con los gobiernos centroizquierdistas, atraviesa una fuerte crisis el espacio reformista más importante de los últimos años: el Foro de Porto Alegre. De esta manera, deja el campo liberado para que las organizaciones revolucionarias dialoguemos con franjas de masas que ya no creen en variantes centroizquierdistas, y de esta forma avancen en construcción e influencia política".
Sobre esta base, afirman, bajo el sugestivo subtítulo de "Avanzar sin sectarismo", que participan del festival para "impulsar la mayor y más amplia unidad de todos aquellos que luchamos contra el imperialismo y creemos que el modelo capitalista se encuentra agotado por completo. Sabiendo que la tarea de enfrentar este sistema no podrá realizarse, sin lugar a dudas, sólo por el trotskismo. Es más importante que nunca poner por delante coincidencias y acuerdos en la mayor claridad de puntos posible, sobre distintos aspectos de la política mundial entre organizaciones, grupos y personalidades que quieran hacerlo". Y terminan planteando que llevarán a Venezuela su propuesta a nivel internacional: "conformar una coordinación internacional antiimperialista y anticapitalista, que pueda elaborar una política de conjunto en los puntos de acuerdo y tomar campañas políticas unitarias de apoyo a los sectores obreros y populares en lucha". (negritas nuestras)
Por su parte, Alan Woods, se dedicó a concretar la puesta en pie de esa "organización continental" por Celia Hart. Así, sus delegaciones y a su grupo venezolano la CMR, junto al Partido Comunista de Venezuela, a Felipe Quispe de Bolivia, al M-28 y Fogata de Venezuela, al Frente de Estudiantes Universitarios y el frente de Estudiantes de Secundaria colombianos, el MRTA de Perú, la "Corriente Continental Bolivariana" CCB).
Toda coincidencia con la política impulsada por Celia Hart Santamaría, no en ninguna casualidad: tanto Alan Wods y su TMI, como la UIT-CI y el MST de Argentina son parte de esta tercera hornada de menchevismo en que han devenido los liquidadores del trotskismo, que se han ido a conformar el "ala izquierda" del Foro Social Mundial, una verdadera internacional contrarrevolucionaria.

Fracción Trotskista Internacionalista - Cuarta Internacional

 

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