Balance del plenario general del SOECN
del día 16 de julio de 2005

El plenario lo realizamos en la fábrica Fa. Sin. Pat. (ex-Zanón). Asistimos cerca de 60 compañeros con delegaciones de las 3 empresas en producción en la seccional 21, más El Valle que continúa paralizada.
El objetivo de la reunión era reformar el Estatuto y elegir la junta electoral para las próximas elecciones a Comisión Directiva del mes de septiembre.
Hubo un fuerte debate político donde quedaron claras las posiciones políticas de cada sector presente, que en general se polarizaron entre las de la C.D. y las nuestras -Cerámica Neuquén-, expresadas en varias ocasiones por mí.
Hay que tener presente que el problema del carácter de nuestro estatuto es un tema pendiente, o más bien una deuda de la actual C.D., que encabeza el compañero Godoy desde hace 4 años, pues es el que "heredamos" cuando echamos a la burocracia de Montes.
Desde el inicio empezamos la pelea en minoría porque el preámbulo del Estatuto no tiene una clara definición de independencia del Estado y de la burocracia sindical. Lamentablemente ha quedado genérico e impreciso.
Rápidamente, se pasó a debatir el punto de las cuotas sindicales y los afiliados. Aquí nos plantamos exigiendo que, si verdaderamente somos un sindicato anti-patronal, debe quedar reglamentado por escrito que dichas cuotas sean voluntarias y pagadas en mano a los miembros de la C.D., y que las finanzas del sindicato deben ser públicas. También sostuvimos que para ser afiliado basta con presentar el último recibo de sueldo y listo. Se nos contestó que lo de las cuotas sindicales estaba bien, que "tenían acuerdo", pero que por ahora no existen condiciones para hacerlo y que se hará más adelante. Así es que seguirán siendo afiliados solamente aquellos a los cuales la patronal les descuente, compulsivamente, por planilla la cuota sindical. Una vergüenza. Enseguida se pasó a votar las dos mociones, y quedamos en minoría.
Sobre el mandato de los dirigentes también hubo "cortocircuito", porque demostramos que, para evitar la burocratización y los privilegios, no hay mejor remedio que prohibir la reelección, y que después de cumplido el mandato los dirigentes deben volver a trabajar ocupando el puesto que tenían al momento de asumir. El mismo criterio planteamos para los rentados sindicales: se nos contestó "que tenían acuerdo", pero que la asamblea general podía cambiar el criterio, votándose nuevamente en contra de nuestra posición.
Insistimos con calidad de urgencia en la necesidad de poner en pie un nuevo cuerpo de delegados con mandato, como organismo clave para mantener la unidad con la base y para que fuera la institución de mayor autoridad a la hora de luchar, pero lamentablemente nos polarizaron la discusión a un grado absurdo y falso, y terminaron anteponiéndonos la "superioridad" de la asamblea general. Al menos en este punto se conquistó que se apruebe en adelante la elección de delegados por sector, con un mínimo de 1 cada 15 trabajadores.
Por último, nos enfrentamos debatiendo qué son y cómo deben ser las asambleas. Nosotros planteamos sencillamente que una asamblea es aquella que paraliza la producción para garantizar la participación masiva de todos los compañeros, y que dure el tiempo necesario para que cada compañero tenga la posibilidad de opinar lo que quiera, y luego ejerza también el derecho de votar. Otra cosa es una caricatura de asamblea. Nosotros en la fábrica lo hemos demostrado, aunque la gerencia nos haya amenazado reiteradamente con recurrir a la Subsecretaría de Trabajo y a la cana. Nuevamente se votó el criterio de la C.D. totalmente opuesto: las "asambleas" se realizarán los días sábados por la tarde -después del horario de trabajo- o en días feriados.
Como conclusión, considero que dimos una pelea correcta. En dicho plenario quedó claro que somos una fracción del mismo y que, aunque por ahora estemos en minoría, seguiremos combatiendo por que se reinstauren los valores y principios de clase al interior de nuestro sindicato. Por otro lado, fue notable la degenerada influencia burocrática y la ideología burguesa con que la CTA y el Estado han contaminado a la C.D., pues 3 ó 4 años atrás estas peleas no eran necesarias. Sin duda, estamos padeciendo las oportunidades desaprovechadas por esta C.D., que disolvió la Coordinadora del Alto Valle y hoy está prácticamente disuelta en la CTA kirchnerista neuquina, a cuyos burócratas les salvó las papas en el encuentro del pasado 30 de junio en el club Pacífico.
Somos firmes e intransigentes en esta pelea porque estamos convencidos que se avecinan nuevos y superiores combates de nuestra clase, ante los cuales se desnudará aún más impotente la política de la actual conducción. Llamamos a la reflexión a todos los compañeros y activistas ceramistas, y a prepararnos desde ahora para poner en pie una alternativa superior a la altura de las peleas que vienen.-


Mario Zurbriggen
Dirigente de la Comisión Interna de Cerámica Neuquén.


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