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Artículo de Tapa

Barrios de pie: Otra vez la patota de Kirchner apalea obreros

LA IZQUIERDA REFORMISTA LE LAVA LA CARA A KIRCHNER Y A LA JUSTICIA PATRONAL
TRIBUNALES OBREROS Y POPULARES
para castigar a los asesinos y represores de los trabajadores y el pueblo

Desde que asumió el gobierno, Kirchner posa de "defensor de los derechos humanos". Pero mientras se presenta a sí mismo como el presidente "con memoria", como un adalid de la justicia que vino a "terminar con la impunidad" reinante en la Argentina, lleva adelante una política tendiente a relegitimar las instituciones del estado que quedaron en crisis tras la caída de De la Rúa a manos de las masas en el 2001 y el "que se vayan todos". De esta política forman parte los cambios cosméticos en la Corte Suprema de Justicia, la derogación trucha de las leyes de Obediencia Debida y el Punto Final en el Parlamento, y la reciente declaración de "inconstitucionalidad" de las mismas por parte de la Corte Suprema.

La sombra del Gatopardo

La declaración de "inconstitucionalidad" de las leyes de impunidad es un engaño, pues a lo sumo sólo permitiría "reabrir" las causas contra algunos genocidas ya octogenarios y con un pie en la tumba, dejando al grueso de los milicos genocidas libres e impunes. Ni hablar de los políticos del PJ, la UCR y demás partidos patronales que dieron su aval al golpe genocida del '76. Sin embargo, la inmensa mayoría de los organismos de DDHH reivindican este hecho para terminar elogiando la figura de Kirchner y la institución presidencial. Igual que elogiaron que se bajen algunos retratos del colegio militar, y aplaudieron de la mano de la ONU los museos de "la memoria", estos organismos han entrado en la política gatopardista del gobierno de cambiar algo para que nada cambie y se volvieron furiosos kirchneristas. A cambio de los "museos de la memoria" dejaron atrás la consigna de "ni olvido ni perdón" y la lucha contra la impunidad.
También las corrientes de la izquierda reformista se volvieron propagandistas de esa política, ya que para ellas la declaración de inconstitucionalidad de las leyes de impunidad, lejos de ser una política pérfida del kirchnerismo para volver a prestigiar a las instituciones, es un paso adelante en el camino de terminar con la impunidad.
Así, el PTS, tras el fallo de la Corte Suprema, escribe en su periódico que "esto allana indudablemente el camino hacia el juicio y el castigo a los asesinos de la dictadura" y que "hoy verán sus causas reabiertas y las rejas más cercanas" (LVO 165).
Por otro lado, el MST anuncia con bombos y platillos que la impunidad se termina imponiendo los juicios por jurado como en los EEUU y la elección de los fiscales y los jueces por el voto popular, como sostuvo Vilma Ripoll el domingo 26 de junio en Hora Clave, el programa del ideólogo de la dictadura de Onganía. ¡Como si en EEUU la justicia no fuera de clase por el hecho de haber juicios por jurados! ¡Como si en los EEUU no tuviera sus cárceles abarrotadas de presos políticos -incluso antes del 11 de setiembre- como Mumia Abu Jamal, de trabajadores negros y chicanos!
La izquierda reformista les echa tierra en los ojos a los trabajadores y terminan lavándole la cara a Kirchner y la justicia patronal. Porque quieren convencernos de que el castigo a los genocidas vendrá de la mano de la misma justicia patronal que acaba de dejar en libertad a los políticos que saquearon el país como María Julia Alsogaray y a los empresarios asesinos como Chabán. Nos quieren hacer creer que estos jueces videlistas, peronistas, radicales y kirchneristas, que encarcelan a los luchadores obreros y populares como hace con Castells y los dirigentes de ATE Santa Cruz, que mantienen a más de 4.000 luchadores procesados, pueden enjuiciar a los genocidas y hacer justicia a favor de los trabajadores, cuando la verdad es que la misma Cámara del Crimen que liberó a Chabán es la que mantiene presos a los trabajadores ambulantes procesados por los incidentes en la Legislatura porteña.
Las corrientes de la izquierda reformista nos quieren hacer creer que puede haber justicia para los trabajadores de la mano de estos jueces patronales que dejan libres a los asesinos de Aníbal Verón, Kostequi y Santillán, tanto a los autores materiales como a los responsables políticos que planificaron y ordenaron la masacre de Avellaneda, como Duhalde, Juan José Álvarez, Aníbal Fernández, Genoud, Ruckauf, Solá, etc. Que permite que De la Rúa y el resto de los responsables del asesinato de nuestros mártires del 20 de Diciembre sigan libres e impunes. Que mandan a la cárcel a trabajadores inocentes como lo hicieron con dos trabajadores del mercado central que se detuvieron al ver un cuerpo caído en la ruta, y terminaron tres años presos condenados por un homicidio que jamás cometieron. Que deja libres a los policías asesinos de Diego Lucena y de miles de jóvenes asesinados por el gatillo fácil. Sobran los ejemplos de que esta justicia patronal solo presume inocentes a los patrones como María Julia y Chabán, a los empresarios asesinos de obreros como Taselli en Río Turbio, a los comisarios asesinos sirvientes del gobierno de turno como Franciotti; mientras que a los trabajadores siempre los presume culpables. Como presume culpables a los trabajadores que defendieron las empresas del estado frente a las privatizaciones, a los trabajadores desocupados que luchan por trabajo genuino, a los trabajadores que defendiendo sus fuentes de trabajo tomaron en sus manos las fábricas y las pusieron a producir como los compañeros de Brukman que hoy están procesados - a los que ahora se suman cuatro más- o los cuarenta y ocho compañeros de LAFSA procesados.

¡Abajo la casta de jueces videlistas, peronistas, radicales y kirchneristas!
¡Tribunales Obreros y Populares para castigar a los asesinos y represores de los trabajadores y el pueblo!

Solo la clase obrera, con sus organizaciones y métodos de lucha, puede terminar con la impunidad de esta justicia patronal. Solo la clase obrera, con su lucha en las calles y la huelga general, destituyendo a toda la casta de jueces vitalicios e imponiendo tribunales obreros y populares, podrá hacer justicia, castigando a los represores y asesinos del pueblo, y a los que entregaron la nación al imperialismo y el FMI. En estos tribunales obreros y populares regirá la inversión de carga de la prueba: serán los De la Rúa, las María Julia, los Chabán y los Taselli los que deberán demostrar que no son culpables.
Porque no se trata además de castigar solo a las Juntas militares y los milicos genocidas de la dictadura, o a los gendarmes asesinos de Verón, Barrios y Santillán en Salta, o a los policías que asesinaron a Kostequi y Santillán en Avellaneda. Para que no haya más impunidad y haya justicia hay que castigar a los políticos patronales que apoyaron el golpe del 76 y le dieron cientos de funcionarios a la dictadura genocida. Hay que castigar a Alfonsín, Menem, De la Rúa, Duhalde, Kirchner y todos los políticos patronales que entregaron y entregan la nación al imperialismo. Para que realmente haya justicia para los trabajadores, tienen que terminar con sus huesos en la cárcel los empresarios como Taselli, responsable del asesinato de 14 mineros en Río Turbio, Chabán e Ibarra, responsables de la muerte de 194 jóvenes en Cromañón por su desidia y su sed de ganancias sin límites.

¡Libertad a Castells y todos los presos políticos!
¡Desprocesamiento de todo los luchadores obreros y populares perseguidos por la justicia patronal!

Por supuesto que esta lucha por castigar a los asesinos y represores de los trabajadores y el pueblo es inseparable de la lucha por la libertad de todos los presos políticos y por el desprocesamiento de todos los luchadores obreros y populares perseguidos por esta justicia patronal. Porque los trabajadores no podemos permitir ni un minuto más que nuestros compañeros sean encarcelados por luchar, mientras los asesinos y represores, los que se robaron el país, gozan de su libertad con total impunidad.
Hasta hoy, las organizaciones obreras y los partidos de izquierda se han negado a impulsar una gran lucha nacional y a imponerles a la CTA y a CGT un paro nacional por la libertad de los presos por luchar, permitiendo que los compañeros sigan siendo mantenidos como rehenes por la patronal y el gobierno de Kirchner. Lamentablemente, esa es la verdad.
Llamamos a los trabajadores y a los honestos militantes de las organizaciones que se reivindican del socialismo revolucionario a que le impongan a sus direcciones que rompan con su política de subordinación a la CGT, la CTA, al gobierno de Kirchner y al régimen infame, y que pongan todo el peso de lasorganizaciones obreras y populares que dirigen al servicio de organizar una gran marcha a los sindicatos para imponerle a la burocracia la huelga general por la libertad de los presos políticos y el desprocesamiento de todos los luchadores obreros y populares perseguidos