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Brasil - 18 de febrero de 2017

Sobre las “huelgas” de policías y la posición de la izquierda

En las últimas semanas se ha desarrollado entre las organizaciones de izquierda un debate sobre la “huelga” de policías en el Espírito Santo y Rio de Janeiro fruto.

Corrientes como el PSTU-LIT, el PSOL y el MAIS (ruptura reciente del PSTU), se han posicionado abiertamente en favor de la “huelgas” y las demandas de los agentes de policía.
Creemos que esta posición de corrientes que se reivindican trotskistas y de las filas de la IV Internacional es un verdadero revisionismo de las posiciones de Trotsky y del marxismo revolucionario, que nada tiene que ver con el Programa de Transición donde no se puede leer un renglón sobre apoyar -cualquier que se la demanda de los agentes represivos de la burguesía- y menos aún una posición sobre la sindicalización de la policía. Y por ende significa la destrucción de la teoría y la tradición revolucionaria del marxismo sobre las fuerzas armadas y represoras del Estado burgués.

Mientras el marxismo revolucionario toma la política militar del proletariado como un programa para dividir y destruir las fuerzas armadas, y en particular la policía, tratando de preparar la insurrección como arte, para dislocar y destruir el Estado burgués.
La tarea en las Fuerzas Armadas es dividirla partiéndola horizontalmente como por ejemplo al ejército, llamando a los soldados, hijos de los obreros y campesinos pobres en armas, a desacatar a sus oficiales, y avanzando la destrucción del aparato represivo y disolución de todas las policías, servicios de inteligencia, etc. 
El marxismo define a la policía como parte de la superestructura cotidiana de control, y no solo de represión a los trabajadores y del pueblo en sus luchas, sino, como una estructura de represión cotidiana a la cual es necesaria desmantelar y disolver, desarmándola; y que sean los comités de autodefensa y luego las milicias obreras las que garanticen la seguridad de los obreros, las masas explotadas y sus luchas.
Vemos a las corrientes antes mencionadas plantear la “necesidad de disputar los rumbos” de dicho movimiento, afirmando que los policías son parte de la clase obrera y trabajadores del Estado, tal cual lo es un profesor o un médico del SUS (Unidades de Salud, NdeT). Justificándolo con que “no posicionarse es dejar al camino libre a la extrema derecha”, y que de lo que se trata es de “aprovechar las contradicciones entre el movimiento y el Estado”, y así, “volver contra el gobierno y la burguesía sus propias armas”. Mientras, “exigen” a los policías que no repriman a la clase trabajadora, los explotados y sus luchas, y que se unan “con todos los trabajadores y servidores públicos para derrotar el ajuste”. Llegando incluso a plantear que es necesario “sustituir” a la policía por una de carácter “civil”, es decir por su “desmilitarización”.

A modo de exponer nuestra posición en defensa del marxismo revolucionario, ante la vanguardia obrera y de la juventud que ve en estas organizaciones un herramienta de lucha contra los explotadores y sus ataques, plantearemos abajo en discusión contra el revisionismo y la consecuente capitulación a la burguesía y sus instituciones por dichas organizaciones en particular, pero que, lamentablemente, se ve en general en toda la izquierda que se dice socialista, las tareas y el programa que consideramos el más correcto, y que ha pasado la prueba, en lo que respecta a la política del proletariado y sus organizaciones de lucha frente la institución de represión de la burguesía: la policía.

 

El carácter de la policía y sus “huelgas”

Afirmamos que toda “huelga” policial, aunque por aumento en sus sueldos, o por recibir sueldos atrasados, está para garantizar mejores condiciones de represión sobre la clase obrera y los explotados, cotidianamente. Tal cual se ve en todo barrio o local de concentración proletaria del planeta.
Puesto que, la policía tiene como única función cotidiana, permanente e institucional reprimir a los trabajadores y el pueblo; su base tiene un “oficio” claramente determinado institucionalmente, ejerciéndolo desde el momento mismo que ingresa en sus filas por su propia consciencia y voluntad.

Ante la tergiversación de dichas corrientes que plantean que la base de la policía viene del seno de la clase obrera y que incluso, en Estados como el de Rio de Janeiro, son en su mayoría negros; y que por eso hay que disputar los elementos de izquierda, oponemos acá una cita de Trotsky de “¿Y ahora? Problemas vitales del proletariado alemán, 1932”: “El hecho de que los policías hayan sido elegidos en una parte importante entre los obreros socialdemócratas no quiere decirlo todo. Aquí, una vez más, es la existencia la que determina la conciencia. El obrero, convertido en policía al servicio del Estado capitalista, es un policía burgués y no un obrero. En el curso de los últimos años, estos policías han debido enfrentarse mucho más a menudo a los obreros revolucionarios que a los estudiantes nacionalsocialistas.” (Negritas nuestras).

Es por eso que desde de las filas del trotskismo, es decir del marxismo revolucionario, no se puede decir que los policías son trabajadores estatales, y por lo tanto no puede haber ninguna lucha por su sindicalización. Los policías no son trabajadores, sino que son las bandas de hombres armadas por el capital para defender su propiedad burguesa, sus lucros, su dominación; para reprimir a la clase obrera para que esta no luche contra el capitalismo, su gobierno y su Estado. Y así como nos planteó Trotsky, un obrero que se hace policía deja inmediatamente de ser un obrero, deviniendo en un policía burgués rompiendo totalmente con su clase y pasándose a la clase enemiga.
Y por eso cuando estos policías en “huelga” plantean que no recibieron sus sueldos y sus bonos por metas, lo que quieren decir es que no recibieron por los obreros y explotados que apalearon en sus luchas, en sus barrios, etc. esta es su “producción”.
Así cuando estas corrientes hablan en sindicalizar a la policía, pretenden organizarlos para exigir mejores salarios y condiciones de trabajo, es decir, para que tengan mejores condiciones, armas y pertrechos para reprimir el pueblo.

 

La utopía reaccionaria del "compañero policía”

Planteando que se hace necesario apoyar y disputar los rumbos del movimiento, aprovechar sus contradicciones y buscar influenciar a los policías “progresistas” y de ”izquierda” el PSTU-LIT, el PSOL y el MAIS quieren que creamos que es posible que el policía sea nuestro compañero, en un intento malogrado de trasladar el programa de los revolucionarios para el ejército y la lucha por poner de píe núcleos socialistas entre los soldados rasos para las fuerzas represivas, como es la policía.
Tanto es así que llegan a pedir que “no repriman a los obreros en lucha”, que al contrario los apoye y se sume a ella. Y que, si no hacemos eso, corremos el riesgo de permitir que sectores de extrema derecha, y fascistas como los Bolsonaro (fracción política ultraderechista, NdeT), acaben por influenciar más y más a los “soldados” de la Policía Militar.

Pero siguiendo las enseñanzas de Trotsky vimos que jamás se puede considerar a un policía como un “trabajador estatal”, aunque desde las cajas del Estado la burguesía les pague a sus perros guardianes. Y menos aún se puede confundir la base de la policía con la del ejército.
Mientras la policía tiene como función institucional la represión cotidiana de la clase obrera y los explotados y su base es voluntaria a esta función de forma consciente, el ejército tiene como función “cuidar de las fronteras”, “defender la nación” ante ataques externos y solo en casos excepcionales, en crisis agudas y revoluciones, cuando incluso la policía ya fue desbaratada por las masas, dar golpes bonapartistas, korniloveadas (en alusión al ataque contrarrevolucionario de Kornilov a los soviets rusos en la revolución de 1917) y así reprimir directamente a los trabajadores.
Es para estas funciones que el ejército recluta a los hijos de los obreros y campesino pobres con el servicio militar obligatorio, por un determinado período. Es decir, son llamados a servir obligatoriamente “por la defensa de la nación”, y no para reprimir cotidiana e institucionalmente al pueblo. Por eso los revolucionarios plantean un programa para que puedan recuperar sus derechos políticos violados por la casta de oficiales burguesa, porque no pierden su carácter de clase, no rompieron con ella como el policía, sino que son verdaderos “obreros en armas”.
Veamos como Trotsky plantea la cuestión en “Un programa de acción para Francia”, de 1934,
“Los jóvenes obreros movilizados por centenas de miles en las fuerzas armadas de tierra y mar están desprovistos de todos sus derechos. Exigimos la destitución de los oficiales y suboficiales reaccionarios y fascistas, instrumentos del golpe de Estado. Por otra parte, los obreros en armas deberán conservar todos sus derechos políticos y estarán representados por los comités de soldados, elegidos en asambleas especiales. De esta manera conservarán su contacto con las grandes masas de trabajadores, y unirán sus fuerzas con las del pueblo organizado y armado contra la reacción y el fascismo.” (Negritas nuestras).

No resta duda, no se puede igualar la base del ejército con la base de la policía sin romper completamente con el trotskismo, es decir con el marxismo revolucionario.

Para nosotros, la cuestión con respecto a la policía se resuelve de forma muy simple. Todo policía que diga “apoyar a los obreros”, debe presentarse ante una organización obrera y dejar a disposición de dicha organización su arma, uniforme y todos pertrechos y declarar públicamente que hay que destruir a la policía y armar a los obreros y los explotados.
De lo contrario, este no será considerado más que un delator, un policía infiltrado en las filas obreras. Puesto que un policía o cumple las ordenes de los jueces, o lo deja de ser policía visto que es expulso de la fuerza y eso vale también a lo policía sindicalizado por lo cual estas corrientes, que rompieron completamente con el trotskismo, hoy luchan.

Pero lo que el MAIS, PSTU y PSOL tratan de ocultar es como va actuar su policía sindicalizado ¿Cómo va a actuar ante la orden del juez de desocupar un predio ocupado por los trabajadores sin techo; o una hacienda ocupada por los campesinos pobres sin tierra; o una fábrica ocupada por sus obreros?
¿Cómo queda la relación del policía sindicalizado con la casta de jueces? Esto no lo podemos comprender. Lo que sí tenemos muy claro es que si el policía no acata las órdenes de los jueces es expulsado de la policía.

A 180 grados de esta posición, la esencia de la política del proletariado ante la policía se concentra en desarmarla y destruirla, conquistando los primeros armamentos para el enfrentamiento con la burguesía desde sus milicias obreras.
También en Un programa de acción para Francia, de 1934, Trotsky nos plantea que:
“Todas las policías, ejecutoras de la voluntad del capitalismo, del Estado burgués y sus pandillas de políticos corruptos deben ser disueltas”, concluyendo con una política certera sobre la casta de jueces que son los que dan las ordenes a todas las policías, planteando la “abolición de los tribunales de clase, elección de los jueces, extensión del juicio por jurado a todos los crimines y delitos menores: el pueblo hará justicia a sí mismo”.

Es decir, la política de los revolucionarios para nada es sindicalizar a la policía, sino que hay que disolverla y que las milicias obreras sean las que tomen la seguridad de los obreros y sus luchas; así como abolir los tribunales de la burguesía.

 

¿La “huelga” de la policía lucha contra el ajuste?

Por lo dicho arriba, consideramos que de ningún modo la “huelga” de los policías en el ES y RJ, puede ser parte de la lucha contra el ajuste y los ataque de Temer a cuenta del imperialismo y las transnacionales. Sino que, al fin de este proceso, estos mismos policías estarán oprimiendo a los obreros y explotados en sus luchas por sus justas demandas como la salud, educación, boleto gratuito, empleo y salario digno. Y si los policías tienen atendidas sus reivindicaciones estarán en mejores condiciones de hacerlo. Estarán listos para ejercer su oficio institucional y garantizar por la fuerza que se aplique lo que determinen los políticos patronales corruptos del Congreso, Temer y la casta de jueces a cuenta del imperialismo. Y esto no cambiará, aunque ingrese en las filas del PSTU-LIT, del MAIS, o del PSOL un par de policías de “izquierda” o “progresistas”. Esto ya lo vimos con el “Cabo Daciolo” del PSOL.

No podemos dejar de decir en esta breve discusión (que profundizaremos en “Cuaderno de Debate sobre el Marxismo y la política militar del proletariado” que será publicado brevemente)  por la cual esperamos iniciar un debate fraternal con la vanguardia de los trabajadores y la juventud y con los sectores de dichas organizaciones que realmente están buscando el mejor programa para que la clase obrera y los explotados puedan conquistar sus demandas y vencer a los capitalistas y los patrones que nos declararon una verdadera guerra. Que, al “ocultar” su revisionismo y su capitulación ante el Estado burgués en una cuestión tan importante como la política del proletariado ante las fuerzas represivas de la burguesía el,  detrás de una supuesta “lucha contra el ajuste y los ataques”,  el PSTU-LIT, el PSOL y el MAIS, están en realidad ocultando la necesidad de que los trabajadores y las masas explotadas pongan de pie sus instituciones y organismos de autodeterminación y así poder conquistar su independencia de clase.
Esta es la única forma de luchar seriamente contra la burguesía y la patronal, desatando así las manos de los explotados que ató la burocracia sindical, y de las organizaciones de lucha de explotados, para enfrentar el pacto social y las mesas de conciliación con el Ministerio del Trabajo.

Así ocultan la necesidad de que los obreros conquisten una milicia obrera, disolviendo la policía, basada en los comités de autodefensa y garanticen su seguridad cotidianamente y en sus luchas.

La verdad es que su política capituladora ante la policía, expresa su capitulación completa al Estado burgués, sus instituciones y exactamente por eso es que desde sus declaraciones no dicen que la defensa de la clase obrera la garantice ella misma, luchando por el fin de todas las policías, por su disolución.

 

La política pacifista “democratizante” de la izquierda reformista:
Nada nuevo bajo el sol

A esta política la paga a la clase obrera. En enero de 2012 en el desalojo de la ocupación Pinheirinho en São José dos Campos, dirigida por el PSTU, donde vivían 9 mil explotados, expresó por un lado las consecuencias de esto. Días antes del desalojo se veía el piquete de autodefensa de los obreros que no tenían ninguna confianza en que la justicia burguesa le podría garantizar sus viviendas, y con palos en las manos, escudos y cascos los obreros y explotados estaban listos para defender lo que era suyo. Pero el día de la desocupación y represión feroz, incluyendo violaciones por parte de la policía cumpliendo el orden de un juez, el piquete de autodefensa ya no estaba, lo habían disuelto la dirección de la ocupación, el PSTU, que creía que desde la justicia se iba impedir el desalojo y que mantener el piquete sería una incitación a la violencia. La policía cumplió con su “trabajo” acatando la orden del juez, los explotados nunca tuvieron justicia ni por las violaciones y las palizas recibidas, perdieron todo lo que tenían, hoy siguen sin casa.

Pero lo más nefasto de esa política capituladora a la burguesía se vio sin duda en Siria. Allí donde desde 2011 los explotados protagonizaron una enorme revolución por el pan y la libertad. Allí estas corrientes llevaron más lejos su posición “democratizante” dejando libre el camino a la burguesía sunita y a sus generales del ESL para copar los comités de coordinación.
Desde la LIT-CI (como planteamos en las páginas de este Boletín) se impulsó que el Ejército Sirio Libre era “una herramienta necesaria a la revolución”, cuando fue quien acaparó las armas, pertrechos y alimentos de la resistencia y entregó la revolución.
El MAIS, que rompió con el PSTU en 2016 por desacuerdos nacionales y el “sectarismo” del PSTU, no publicó una sola nota de repudio contra es política aplicada desde la LIT-CI, por lo que deja claro que no desacuerda en nada y sigue dejando a la burguesía actuando libremente contra la revolución.
De la misma manera, la UIT-CI como una variante de las corrientes morenistas aplicó, palabras más, palabras menos, esta misma política.

Sea en condiciones revolucionarias, reaccionarias o contrarrevolucionarias, siempre se determinó si es revolucionario o no el programa de una corriente del proletariado por su posición frente al Estado.

Y ante la discusión actual, queda claro que estas corrientes han abandonado abiertamente el Programa de Transición frente al programa de piquete, autodefensa y milicia obrera, abandonaron la tarea de preparar la insurrección como arte y por ende el programa por la revolución socialista. Que, frente a las fuerzas armadas y frente al aparato represivo del Estado sus posiciones de sindicalizar a la policía y apoyar sus “huelgas” y la de entregar durante la insurrección la dirección de la guerra civil a la dirección burguesa “democrática”, nada tienen que ver con el marxismo.

Es que estas corrientes, así como toda la Nueva Izquierda, están diciendo a las masas que es posible “democratizar” las instituciones de la burguesía, incluso sus instituciones creadas esencialmente para controlar y aplastar a la clase obrera, como es la policía. Esto envenena a la clase obrera con un pacifismo atroz, de creer que estas instituciones pueden cambiar su contenido de clase, y que, en este sistema capitalista en descomposición, el imperialismo, puede existir una “democracia real”, sin hacer la revolución socialista.

La vanguardia obrera y juvenil debe saber distinguir a sus aliados y sus enemigos, preparar las herramientas de combate dotándose de organismos aptos para enfrentar el ataque de los explotadores. Hoy se preparan los combates decisivos, el programa que se aplique hoy determinará los triunfos de los explotados o nuevos fracasos y frustraciones. Hay que dotarse de un programa y una estrategia para vencer. Esta abierto el debate.

CROJA FLTI

 

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