Argentina- 10 de enero de 2020

Un mes de gobierno de los Fernández

Más entrega a las transnacionales y los banqueros. Pacto social, robo a los jubilados, bonos de hambre, inflación y despidos para los trabajadores…

Alberto Fernández, el nuevo recaudador
del FMI y Wall Street

“El gobierno se está moviendo en una dirección positiva”
Alejandro Werner, Director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI,
10 de enero de 2019

Va un mes de gobierno de los Fernández. Cada día que pasa, las elecciones de octubre y el triunfo de Fernández demuestran haber sido una enorme estafa a los trabajadores.
Atrás de la charlatanería contra la pobreza y por la “producción” vino una batería de medidas en favor del FMI y los banqueros de Wall Street, contra los trabajadores y el pueblo, que ya venimos pagando la crisis económica con despidos, inflación, devaluación y duras persecuciones.

Pero Fernández no anda en aguas calmas sino en la tormenta de los choques entre revolución y contrarrevolución en América Latina. Las masas de Ecuador y Chile respondieron con lucha revolucionaria a la ofensiva yanqui de saqueo y esclavización de los trabajadores. Trump contestó con un golpe fascista en Bolivia.
Acá los obreros intentamos también derrotar a Macri y al FMI en las calles, desde los combates de diciembre de 2017. Lo salvaron la burocracia sindical y piquetera y sus amigos del PJ. Fernández mismo se lo agradeció a la burocracia piquetera antes de asumir: “Gracias a lo que hicieron hoy no estamos como en Chile” (La Nación, 14/11/2019).
La traición de la burocracia nos costó que Wall Street y el gran capital se roben más de U$S 120 mil millones y quiebren Argentina, hundiéndonos en un terrible crac industrial (las fábricas funcionan al 50%) y una crisis social infernal.
Hoy muchos obreros esperan que Fernández los saque de crisis y la miseria. Pero los socialistas tenemos el deber de decirles la verdad: el gran capital le cambió el collar al perro. Fernández es un Macri edulcorado, que con el pacto social viene a garantizar que la crisis la paguemos los obreros y que el FMI y los banqueros se cobren hasta el último dólar de la deuda externa.
Los de arriba no van a retroceder. Argentina no es una isla de “paz” y “democracia” como nos quieren hacer creer. Trump viene por todo en toda América Latina. Para que la crisis la paguen los de arriba hay que derrotar el pacto social y a los traidores de la burocracia sindical y piquetera. ¿Cómo? Volviendo al camino del 18 y 19 de diciembre de 2017, el de Chile y Ecuador.

Al grito de “¡queremos pagar!”, volvieron los “pagadores seriales” de la deuda al imperialismo

En agosto, la izquierda parlamentaria había pintado el triunfo de los Fernández en las PASO como un gran revés para Trump. Hoy está claro que lo de Fernández puede ser cualquier cosa menos un “revés a Trump”.
El gobierno está recaudando para el FMI y Wall Street. Solo en enero y febrero, pagará más de U$S 4,500 millones de deuda externa, de los que acaba de pagar US$ 1,300 millones. ¿Quién la paga? Los trabajadores y el pueblo.
A las mineras y a las petroleras de Vaca Muerta les redujo las retenciones. A los bancos ni los tocó. Los terratenientes pagarán lo mismo que con Macri.
En cambio a nosotros nos reestablecieron el IVA y automáticamente subieron un 20% los alimentos. A los jubilados les eliminaron el aumento del 52% y les dieron un bono miserable de $ 10 mil (en cuotas y solo a los que cobran la mínima). A los trabajadores nos quieren contentar con un bono no remunerativo en cuotas  de $ 4 mil a los ocupados en blanco, a cuenta de paritarias, y $ 2 mil a los desocupados.
Ese bono miserable es una burla al lado de lo que nos arrancaron los capitalistas con una inflación de entre 50 y 60% anual, tarifazos y una devaluación de más del 100% solo desde agosto, con la devaluación encubierta de Fernández que llevó el dólar real a $ 80.
¡Wall Street aplaude a los Fernández! ¡La UIA se frota las manos con obreros baratos!
En Chubut, Arcioni (gobernador del Frente de Todos) congeló salarios de estatales por 180 días y no habrá cláusula gatillo en 2020. Ese es el plan que le exigió el ministro Guzmán para pagar la deuda externa. ¡Con Macri o con Fernández, al imperialismo se le paga con el hambre y la miseria de los trabajadores!

El pacto social es una trampa mortal para los trabajadores

Pero todo esto no pasaría sin la traición de la burocracia sindical y piquetera. A Macri le garantizaron un pacto social para que no caiga en 2018-2019. Ahora, continuando ese mismo pacto social, sostienen a los Fernández, en medio de una brutal crisis social y ataque capitalista.
Los Fernández vienen a arrodillar a la clase obrera para defender los intereses del “Club de los 6”: la banca imperialista, la UIA, la Bolsa, la Sociedad Rural y las cámaras de comercio y de la construcción. Su objetivo es consolidar y avanzar sobre lo que conquistaron con Macri, pero sin que les estalle un nuevo diciembre de 2017.
Saben que, a pesar de la crisis y las múltiples derrotas parciales, la clase obrera no está derrotada. Ven Chile y Ecuador y se acuerdan del enorme combate obrero frente al parlamento.
Los Fernández se apoyan en el pacto social de Macri para controlar férreamente a la clase obrera con la burocracia sindical pistolera, que ya es un apéndice del gobierno. Esta estatización extrema de los sindicatos implica una regimentación absoluta del movimiento obrero para imponernos salarios de hambre y la flexibilización laboral por sector, chantajeando con que si no “resignamos algo, perdemos todo”.
Por eso para Fernández, el ejemplo de pacto social es la industria automotriz, con miles de despidos y suspensiones, obreros hiperflexibilizados y la burocracia pistolera infame de SMATA y el kirchnerista Pignanelli.
El pacto social es ataque a los trabajadores. El negrero Rocca (Techint), sin ningún tipo de crisis, acaba de anunciar 191 despidos en Siderca con la complicidad del traidor Caló (UOM), otro kirchnerista. En Vaca Muerta acaban de suspender a 1800 obreros. Es hambre para los desocupados, con planes de miseria y cooperativas de esclavitud.
Fernández decide a decretazo limpio cuánto tenemos que ganar los obreros y los jubilados, hasta que se reúna el Consejo Económico y Social de políticos, patrones y burócratas sindicales. Y a los que no acaten los esperan los pistoleros de la burocracia y Berni con las balas de la Gendarmería.

La impotencia y el sometimiento de la izquierda parlamentaria al pacto social

El FIT-U está totalmente sometido al pacto social. Estando en la dirección de importantes sectores de vanguardia como el SUTNA, la UF-Haedo, SUTEBA Matanza, etc. no ha ofrecido ningún canal de reagrupamiento obrero para enfrentar las medidas del gobierno.
Sus parlamentarios ni siquiera llaman a derrotar el pacto social. Solo hablan de tal o cual proyecto de ley, como si los obreros pudiésemos derrotar a las transnacionales y el FMI con leyes en el parlamento.
En definitiva, lo que plantea el FIT-U es “democratizar” la dictadura de los banqueros y la oligarquía. Es enemigo, en los hechos, de toda autoorganización y coordinación obrera efectiva y de toda lucha política de masas con métodos de clase, como hicieron las masas de Chile y Ecuador. Por eso todo su programa se reduce a Asambleas Constituyentes y salidas electorales o parlamentarias.
Basta ver la política del FIT-U en la lucha contra las mineras en Mendoza. Giménez, su senador provincial, no luchó porque los mineros se autoorganicen contra la burocracia sindical y encabecen la lucha antiimperialista para expulsar a la Barrick Gold y nacionalizar la minería.
Para el senador Giménez, por el contrario, “la batalla más importante (era, NdR.) por la recuperación de la ley 7722” (La Izquierda Diario, 26/12/2019), una ley de la UCR de 2007 que garantiza la entrega de los minerales a los monopolios angloyanquis. Y cerraba diciendo: “Desde el Frente de Izquierda ya firmamos el proyecto que entró por Diputados”.
Con esta dirección, la vanguardia obrera jamás podrá reagrupar sus fuerzas y enfrentar a la burocracia y el pacto social.

¡Abajo el pacto social! ¡Fuera la burocracia sindical y piquetera!
Contra la Ley de Emergencia Económica de Fernández… ¡Plan obrero para que la crisis la paguen los capitalistas!

Los de arriba nos tiraron la crisis. La “Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva” de Fernández, una ley de hambre y miseria para el pueblo, busca reactivar la economía con flexibilización y liquidación de convenios y conquistas, salarios de hambre, etc. y salvar los negocios de los banqueros y patrones parásitos. ¡Los obreros necesitamos nuestro propio plan de salida a la crisis, para que la crisis la paguen ellos!

Ni un solo dólar más a la deuda externa. ¡Fuera el FMI y Wall Street! ¡Todos las divisas para financiar un plan de obras públicas, vivienda, infraestructura e inversión industrial!
¿Los capitalistas y el gobierno quieren discutir nuestro salario? Bien. Paritaria Única Nacional para todo el movimiento obrero:
Primer punto. Aumento inmediato de salarios a $ 62 mil con cláusula gatillo, que es el costo de vida que calculó el sindicato aceitero de San Lorenzo. ¡Queremos el bono de $ 52 mil de los aceiteros para todo el movimiento obrero, incluidos los trabajadores en negro y los desocupados!
¡Ni un despido más! ¡Todos a producir! Reducción de la jornada laboral sin reducción salarial.
El segundo punto es parar la destrucción de la industria a manos de los parásitos de la UIA. Ellos paran las máquinas y nos echan, diciendo que están en crisis. Queremos ver sus números: ¡que abran los libros de contabilidad!
¡Estatización sin pago y bajo control obrero de toda fábrica que cierre, suspenda o despida! ¡Reapertura de todas las fábricas cerradas, como Canale, Fabricaciones Militares de Azul, Fray Luis, Beltrán, etc. ¡Nosotros sí sabemos cómo hacerlas producir!
Tercer punto. Hay que frenar la inflación, sacando a todos los intermediarios parásitos entre el productor y el consumidor. Eliminación del IVA. Comités de control de precios de los consumidores y las organizaciones obreras.
Cuarto punto. Fernández llora que la caja del ANSES está vacía. Ya lo sabemos. La vaciaron los capitalistas. ¡Que se blanqueen inmediatamente a todos los trabajadores en negro y vamos a ver cómo las arcas del ANSES se llenan de nuevo!
En quinto lugar, hay que nacionalizar las ramas de la industria estratégicas del país: el petróleo, la minería y la siderurgia, sin pago y bajo control obrero, al igual que las tierras y los bienes de la oligarquía sojera y las cerealeras.
La banca debe ser expropiada y unificada en una banca estatal única bajo control de los trabajadores, y el comercio exterior, nacionalizado, para que se termine la sangría de divisas.
Y último punto de esta paritaria, que no se negocia: la libertad a los ex-choferes de la Línea Este y todos los compañeros presos por luchar, el cese de la persecución de Romero, la absolución de los petroleros de Las Heras y el desprocesamiento de todos los compañeros.

Para imponerle este programa a los capitalistas, hay que derrotar en las calles a la burocracia sindical traidora y su pacto social con el gobierno y la patronal. La rebelión en la UTA o de los docentes tucumanos contra la burocracia, las recientes escaramuzas en el Astillero Río Santiago, demuestran que la burocracia es odiada. ¡Fuera los Daer, Caló, Pignanelli, Yasky y todos los traidores! ¡Comités de autodefensa para enfrentar a las patotas de la burocracia la represión del Estado!

Desde Chubut, el SUTNA, la UF-Haedo, SUTEBA-Matanza, la Línea 60, las Coordinadoras de Zona Norte y Zona Sur, el movimiento piquetero combativo, etc. hay que convocar a un Congreso Obrero Nacional para discutir un plan de lucha, declararle la guerra a la burocracia y abrir el camino a la huelga general para derrotar el pacto social.
Por política del FIT-U, que dirige las principales organizaciones del sindicalismo combativo, éste no se reúne desde septiembre. ¡Los dirigentes del sindicalismo combativo deben romper la parálisis y ponerse a la cabeza de este llamamiento!

La clase obrera argentina se tiene que poner de pie de nuevo, junto a sus hermanos de clase de Chile y Ecuador. ¡Hay que retomar el camino del 18 y 19 de diciembre de 2017, el camino del Cordobazo y el 2001!