LLAMAMIENTO DE EMERGENCIA

A todas las organizaciones que se reclaman del trotskismo principista y a las organizaciones obreras revolucionarias del mundo

LA REVOLUCIÓN BOLIVIANA DEBE TRIUNFAR
SU TRIUNFO ES UNA TAREA DE TODA LA CLASE OBRERA MUNDIAL

Hay que unificar y centralizar la enorme solidaridad revolucionaria y de clase que ha despertado en el proletariado mundial el heroico combate de las masas explotadas de Bolivia


Desde los portuarios de Oakland en los Estados Unidos, hasta los trabajadores del Cono Sur, los obreros avanzados y los jóvenes revolucionarios en todo el mundo han vibrado con los golpes del este nuevo embate revolucionario de masas en Bolivia.
Los trotskistas internacionalistas llamamos a todas las organizaciones obreras y de lucha a centralizar y coordinar a nivel internacional esta solidaridad y entusiasmo de millones de explotados del mundo, para ponerlos de pie junto al poder obrero y campesino que se levanta en Bolivia con heroicos combates y contra las traiciones de los sirvientes del capital.
Hemos llamado y llamamos nuevamente a poner como demanda inmediata de la lucha de los trabajadores de toda América y del mundo, el combate por la nacionalización sin pago y bajo control de los trabajadores del gas y el petróleo en Bolivia y en toda América Latina. Nuestros hermanos de clase de Estados Unidos y Europa tienen en su manos la posibilidad de boicotear y enfrentar a las empresas petroleras y los gobiernos imperialistas que saquean a nuestros pueblos.
Llamamos a los trabajadores de Estados Unidos, del Estado Español, Francia, e Inglaterra a atacar los intereses de la Chevron Texaco, la Exxon, la Repsol, la Totalfina, la British Petróleum, que son los verdaderos organizadores del saqueo de los trabajadores y el pueblo de Bolivia, y de las bandas fascistas de Santa Cruz, al igual que organizaron el saqueo y la masacre en Irak, Afganistán, Palestina y Medio Oriente. Con las migajas que se caen de la mesa de la explotación, el saqueo de los pueblos oprimidos del mundo, alimentan los privilegios de la traidora aristocracia y burocracia obrera de las potencias imperialistas que son las verdaderas sostenedoras de los regímenes que impulsan las guerras y el saqueo de los pueblos oprimidos del mundo. La clase obrera de Estados Unidos y de las potencias europeas debe retomar, en lucha por el triunfo de la revolución boliviana, la gran lucha antiimperialista que comenzara contra la guerra en Irak.
Los trabajadores latinoamericanos tienen en sus manos derrotar a las direcciones que en Argentina, Brasil, Perú y en toda América Latina son sirvientes adocenados de los gobiernos proimperialistas de Lula, Kirchner, Tabaré Vázquez, los Lagos, los Toledo, etc., como en Bolivia lo son los Morales, Solares y compañía.
Los obreros y campesinos centroamericanos, haciendo suya la lucha antiimperialista de la clase obrera boliviana y latinoamericana, podrán volver a levantarse contra los TLC y el CAFTA con los que el imperialismo yanqui y sus socios menores nativos los oprimen y los condenan a la peor de las miserias.
En una revolución obrera y campesina victoriosa en Bolivia, los obreros y campesinos cubanos tendrán el más grande cuartel general en defensa de su propia revolución. Pero para ello, deberán derrotar la política de la burocracia castrista stalinista, que hoy, mientras se apresta a consumar la restauración capitalista en Cuba, intenta colaborar para estrangular la revolución boliviana, como ayer lo hiciera con la revolución de los Cordones Industriales de Chile en 1973, y en los '80 con la revolución centroamericana. Con ese objetivo, la burocracia castrista apoya, junto con Chávez, el plan de Morales de apoyar al nuevo presidente de la Rosca, Rodríguez, a cambio de elecciones a 150 días y una Asamblea constituyente amañada y fraudulenta.
Las masas venezolanas deben saber que el más grande aliado de su lucha antiimperialista es el combate de las masas obreras y campesinas bolivianas. Porque el gas y el petróleo en manos de las masas en Bolivia, de un gobierno revolucionario obrero y campesino, le permitiría a las masas venezolanas levantarse en lucha por que ni una gota de petróleo salga de Venezuela para Bush y los yanquis que alimentan con él su maquinaria de guerra que masacra en Irak.
Esas cuevas de bandidos que son la OEA y la ONU, se preparan para constituirse como el verdadero cuartel general contrarrevolucionario que atacará a Bolivia si se impone el gobierno obrero y campesino. Comandados por Bush, todos los gobiernos cipayos del continente, defenderán a brazo partido, con guerras y con ocupación -como lo hicieron en Afganistán, Irak y Haití- su "democracia", la democracia de los ricos y los explotadores.
La clase obrera latinoamericana, americana y mundial no puede permitirlo: ¡impongamos en todas las organizaciones obreras y de lucha de las masas, el llamado a una acción coordinada continental y mundial por el triunfo de la revolución boliviana, como ayer lo hiciera la clase obrera mundial en defensa de Irak ante la guerra de coloniaje de Bush y Blair!
Este combate por reconstituir el internacionalismo proletario de la clase obrera mundial, destruido por décadas de traiciones de la socialdemocracia y el stalinismo, queda en manos únicamente de lo continuadores del legado de la III y la IV Internacionales revolucionarias: las manos de los trotskistas principistas, en lucha contra todas las direcciones traidoras sirvientes del capital financiero y el imperialismo, agrupadas en esa cueva de bandidos que es el Foro Social Mundial, y contra los renegados que destruyeron la IV Internacional.
Para que el proletariado mundial viva, las revoluciones boliviana y ecuatoriana, la resistencia iraquí, y los focos revolucionarios de Uzbekistán y Kirguiztán, deben triunfar. Para que la humanidad toda viva, el imperialismo debe morir!
Las revoluciones ecuatoriana y boliviana, los levantamientos revolucionarios de masas en Uzbekistán y Kirguiztán, la heroica resistencia de las masas iraquíes, ponen a la orden del día la lucha por la refundación de la IV Internacional, para volver a poner en pie el partido mundial de la revolución socialista.
El nuevo embate de masas en la revolución boliviana, vuelve a trazar una clara línea divisoria, demostrando una vez más que los liquidadores del trotskismo han devenido en un neopablismo generalizado, se han disciplinado al Foro Social Mundial, a Chávez y a la burocracia castrista stalinista, y han abandonado la lucha por la revolución socialista.
La teoría y el programa del trotskismo han pasado la prueba de la historia y de los convulsivos acontecimientos del primer lustro del siglo XXI. Los oportunistas y liquidadores de la IV Internacional que, subordinados al Foro Social Mundial, al chavismo y al castrismo hacen hoy las veces de reformismo, no la han pasado. Su bancarrota es total.
La lucha por refundar la IV Internacional para poder devolverle al proletariado mundial su dirección histórica, queda en manos de las fuerzas principistas e internacionalistas del trotskismo a nivel mundial. Reagrupar internacionalmente esas fuerzas para avanzar en ese objetivo, es la tarea decisiva de la hora.

FRACCIÓN TROTSKISTA INTERNACIONALISTA - CUARTA INTERNACIONAL
13 DE JUNIO DE 2005

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